Un túmulo de enterramiento sármata excavado este verano en las estepas del sur de los Urales de Rusia ha dado un magnífico e inusual tesoro. Los objetos contenidos en el túmulo están ayudando a arrojar luz sobre un periodo poco conocido de esta cultura nómada que floreció en la estepa euroasiática en el primer milenio antes de Cristo. 

Fuente y Fotos: Prof. Leonid T. Yablonsky | Past Horizons, 11 de septiembre de 2013  

* Traducción para Terrae Antiqvae de José Luis Santos

El estudio arqueológico de esta notable tumba antigua o “kurgan”, se llevó a cabo mediante la expedición del Instituto de Arqueología (Academia de Ciencias de Rusia), dirigido por el profesor Leonid T. Yablonsky.

Sin lengua escrita

Los pueblos nómadas carecían de lengua escrita, por lo tanto, los científicos sólo pueden aprender acerca de sus culturas y tradiciones a través de los datos arqueológicos.

Los “kurgans” que se encuentran dispersos en las estepas, contienen muchos restos de escitas y sármatas, mientras, los nómadas interactuaron con éxito con el aqueménida persa y la civilización griega. Todavía conservan una cultura única de sus antepasados.

Completar el estudio de un monumento extraordinario

Este año los arqueólogos excavaron la zona este del Montículo 1 a 1 “Filippovka kurgan” en la región de Orenburg. Esta sección fue de aproximadamente 5 m. de altura y 50 m. de largo y se quedó sin explorar por la expedición anterior, hace más de 20 años. El objetivo era completar el estudio de este extraordinario monumento, que ya había entrado en los famosos anales de la cultura mundial con el descubrimiento de 26 estatuillas de ciervos de oro.

Otro reto importante para los arqueólogos es asegurar la conservación de este patrimonio cultural único, que se enfrenta a un gran número de amenazas inminentes de robo, siendo un problema importante.

Un gran caldero de bronce

Un paso subterráneo cerca de la entrada fue la primera área de exploración de la temporada. Un enorme caldero de bronce fundido con un diámetro de 102 cm fue descubierto allí, sus asas fueron formadas en las tradiciones del estilo de los animales “escita-siberianos” con una imagen de dos grifos, con el pico enfrentado.

Cámara de entierro

En el túmulo oriental una cámara sepulcral intacta fue descubierta, mide aproximadamente 4 x 5 m. y 4 m. de profundidad. En la parte inferior de la cámara de varias capas estratificadas de los desechos se excavaron para revelar mercancías graves excepcionalmente rica y variada que acompaña a un esqueleto humano. El material asociado con el entierro parecía pertenecer a una mujer, que contenía lo que se considera como la representación de los objetos típicamente femeninos y joyas. Sin embargo, el examen osteológico inicial de la morfología del esqueleto reveló el ocupante del entierro de ser varones, aunque el análisis de ADN está todavía por ser llevado a cabo.

Ajuares funerarios

Un pequeño cofre de mimbre que se cree que es un neceser fue encontrado cerca del cráneo, estaba lleno hasta el borde con artículos incluyendo una caja de plata con una tapa, un pectoral de oro, una caja de madera, jaulas, vidrio, plata y frascos para el baño de barro, bolsas de cuero, y los dientes de un caballo que contenían pigmentos rojos.

Cerca había un gran espejo de plata con animales estilizados dorados en el mango, y la decoración en relieve en la parte posterior con la imagen de un águila en el centro, rodeado por una procesión de seis toros alados.

Las prendas se decoraban con varias placas, que representa las flores, rosetas y una pantera saltando sobre una saiga (antílope) en la espalda. Había también 395 piezas prensadas de pan de oro cosidas en los pantalones, la camisa y la bufanda. Un chal con flecos estaba sujeto con una cadena de oro y las mangas de la camisa se ​​adornaban con cuentas multicolores, formando un patrón geométrico complejo. Dos aros de oro fundido decorados en partes con esmalte tabicado, fueron encontrados en el área de los huesos temporales del cráneo.

Instrumentos para tatuar

Los arqueólogos también descubrieron las herramientas utilizadas en el arte del tatuaje, incluyendo dos paletas de mezcla de piedra y hierro, agujas, cubiertos de oro, así como, cucharas de hueso usadas ​​para mezclar pinturas, y plumas decoradas con animales.

Más de mil objetos fueron recuperados de la tumba y que constituyen un invaluable recurso de investigación que se sumará a la creciente corpus de datos que está arrojando luz sobre la historia del continente euroasiático.

Esta excavación representa un gran avance en el estudio de la misteriosa cultura sármata de la primera Edad de Hierro.

El Director del Proyecto Prof. Leonid T. Yablonsky. Imagen: A. Mirzakhanov.

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