Fuente:israelnationalnews.com | Tzvi Ben Gedalyahu | 26 de diciembre de 2012 (Traducción: G.C.C. para Terrae Antiqvae)

El descubrimiento, al igual que otros, se realizó durante la excavación de una carretera, esta vez en la nueva sección de la autopista que va de Tel Aviv-Jerusalén, conocida como la autopista 1. El sitio arqueológico es conocido como Tel Motza, en el desvío a Motza, a menos de cinco millas al oeste de Jerusalén.

Lo hallado es un edificio ritual y un alijo caché de vasijas sagradas que datan aproximadamente 2.750 años atrás.

"El edificio ritual de Tel Motza es un inusual y sorprendente hallazgo, a la luz del hecho de que apenas hay restos de edificios rituales en Judea en el momento del primer templo", según Anna Eirikh (izquierda), el Dr. Hamoudi Khalaily  (derecha) y Shua Kisilevitz (debajo), los directores de la excavación en nombre de la Autoridad de Antigüedades de Israel.

"La singularidad de la estructura es aún más notable debido a la proximidad del sitio a la ciudad capital de Jerusalén, la cual actuó como principal centro sagrado del reino en el tiempo", agregaron.

Según los arqueólogos, "Entre otros hallazgos, el enclave ha proporcionado figuras masculinas de cerámica, uno de ellos con barba, cuyo significado es aún desconocido".

Tel Motza y sus alrededores son famosos por su primordial importancia arqueológica. Muchos hallazgos han sido previamente descubiertos en el lugar, con una variedad de objetos de diferentes épocas. Desde la década de 1990 hasta principios del presente milenio, el lugar fue excavado en preparación de la nueva ruta que toma la autopista 1.

A la vez, los arqueólogos del yacimiento han propuesto, una vez más, en identificar el sitio con el asentamiento bíblico de "Mozah", el cual se menciona en el Libro de Josué: una ciudad en las tierras tribales de Benjamín, limítrofes de Judea (Josué 18:26). La propuesta se basa, entre otras cosas, en el descubrimiento de un edificio público, una gran estructura de almacenaje y un considerable número de silos.

Los arqueólogos identificaron el lugar como un almacén, al frente del cual estarían funcionarios de alto nivel, cuyo cometido era suministrar grano a Jerusalén.

Las excavaciones actuales han revelado evidencias que proporcionan otro aspecto de nuestra comprensión de este lugar. "La excavación actual ha revelado parte de una gran estructura, desde los primeros días del período monárquico (Edad de Hierro IIA)", dicen los arqueólogos.

"Las paredes de la estructura son enormes, e incluyen una amplia entrada orientada al este, conforme a la tradición de la construcción del un templo en el antiguo Cercano Oriente: los rayos del sol, que se levanta por el este, habrían iluminado el objeto que se coloca en el interior del primer templo, símbolo de la presencia divina en su interior.

Una estructura cuadrada, que probablemente fue un altar, estaba expuesta en el patio del templo, y el alijo de vasijas sagradas fue encontrado cerca de la estructura. El conjunto incluye vasijas rituales de cerámica, fragmentos de cálices (copas sobre una base alta que se utilizaban en los rituales sagrados), pedestales rituales decorados y una serie de figurillas de cerámica de dos tipos: en primer lugar, cabezas pequeñas en forma humana (antropomórficas) con un tocado liso y el pelo rizado; en segundo lugar, figurillas de animales (zoomorfas), principalmente de animales con arneses".

Los arqueólogos destacan que "El descubrimiento de la estructura sagrada, junto con el acompañamiento del vasos sagrados, y, especialmente, la significativa influencia costera, evidente en las figuras antropomórficas, requieren aún una amplia investigación".

Elementos rituales en el reino de Judá están registrados en la investigación arqueológica, sobre todo a partir de numerosos hallazgos de figurillas de cerámica y otros objetos sagrados hallados en muchos enclaves de Israel, y éstos, generalmente, se atribuyen a rituales domésticos.

Sin embargo, los restos de plataformas y templos usados para ceremonias rituales han sido encontrados solamente en unos pocos sitios respecto a este período.

Según los directores de la excavación, "Los hallazgos recientemente descubiertos en Tel Motza proporcionan una rara evidencia arqueológica de la existencia de templos y recintos rituales en el Reino de Judá, en general, y en la región de Jerusalén, en particular, antes de las reformas religiosas llevadas a cabo en todo el reino al final del período monárquico (en la época de Ezequías e Isaías), que abolieron todos los lugares rituales, concentrando las prácticas rituales únicamente en el Templo en Jerusalén".

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