"A Mosquera" única zona de la Muralla donde se conserva parte de un cuerpo alto

Varios arqueólogos reconocidos en la capital señalaron ayer que la presencia de cuerpos altos en la Muralla está lo suficientemente documentada como para no dudar de ella por la aparición de una red romana de recogida de aguas en un cubo de la Porta de Santiago; en concreto, el de la derecha si se mira desde la ronda. Consideran que este hallazgo debe contrastarse con mucho detalle para poder afirmar si la construcción de un sistema de recogida de aguas implica la inexistencia de cuerpos altos y, de ser así, si esto solo ocurrió en el cubo de la derecha de la Porta de Santiago o en otros.

El arquitecto responsable de las tareas de rehabilitación y mantenimiento del monumento romano, Ignacio López de Rego, explicó que es cierto que hay por lo menos dos grabados antiguos en los que se muestra una muralla con dos o tres cuerpos altos. Cree, en cambio, que esta documentación no sería extensiva a todo el conjunto porque «pudiera ser que en los cubos en los que hubiera sistemas de drenaje no hubiera estos cuerpos altos». Esta duda surge al preguntarse por los motivos que condujeron a los romanos a construir un sistema de canalización de agua en un sitio en el que, se supone, había cuerpos superiores con tejado, que serviría para proteger a la edificación del agua.

El arqueólogo Antonio Rodríguez Colmenero aseguró desconocer el sistema de drenaje aparecido en 2008 en la Porta de Santiago, pero afirmó que «normalmente, las murallas tienen cuerpos altos. Ahora, ¿que en un cubo no existiera? Habrá que analizarlo y fundamentarlo teniendo en cuenta muchos otros detalles».

La red de recogida de aguas descubierta consiste en una red radial de tuberías de drenaje y otra longitudinal, que conducen el agua hacia las escaleras interiores de la Muralla, en lugar de hacerlo hacia el exterior. En los paramentos externos hay otra red superficial y, por último, un sistema de esclusas. Todo está relleno de cantos rodados, de manera que se permite una correcta filtración de agua.

El arqueólogo Enrique Alcorta explicó que desconocía la posibilidad de que en la Muralla hubiera una red tan completa y señaló que «todavía hay muchas cosas que ignoramos, pero vamos avanzando: han aparecido los cuerpos de guardia, las escaleras interiores, la recogida de aguas... Dado su estado de conservación, aparecen muchos elementos que en otros sitios no, pero todavía falta mucho por hacer».

La responsable del servicio de arqueología del Concello, Covadonga Carreño, dijo que tampoco sabía de la existencia de una red de recogida de aguas en la Muralla. «Sé que los romanos trabajaban el saneamiento y la Muralla tenía que tener su sistema porque lo estudiaban mucho y muy bien» afirmó. Eso no significa que lo encontrado en Lugo sea único o desconocido en el mundo romano porque, según Carreño, «en otras murallas también lo habría, pero si están arrasadas no se puede encontrar».

En cualquier caso, la arqueóloga municipal afirmó que hay que ser muy cauteloso antes de especular con la posibilidad de que no todos los cubos de la Muralla tuvieran cuerpos altos. «Habrá que estudiar y contratar toda la documentación antes de afirmar algo así», concluyó.

El arqueólogo Enrique Alcorta destacó ayer que los descubrimientos de los últimos años han cambiado mucho la percepción de los lucenses hacia la Muralla. «Antes, hace 15 o 20 años, se veía como un simple muro, pero, ahora, cada vez tenemos más elementos que nos hablan de una construcción de ingeniería civil: los cuerpos de guardia, las escaleras...», dijo.

Después de que haya aparecido el primer sistema romano de recogida de aguas de la Muralla, a Alcorta le gustaría profundizar en el conocimiento del foso o del control visual. «¿Qué se veía desde la Muralla? Ahora tenemos una pantalla de casas, pero hasta dónde alcanzaba la vista en la puerta de Bispo Odoario, por ejemplo?», señaló.

"La Voz de Galicia"

Reconstrucción del posible aspecto de la Muralla en el siglo IV dc