Punta de lanza cuyo material se encuentra a más 100 kilómetros al este de la cueva de Pod Hradem. Crédito de la imagen: Miroslav Kralik

Arqueólogos de la Universidad Nacional de Australia (ANU) y de la Universidad de Sydney han facilitado una ventana a uno de los periodos más apasionantes de la historia humana: la transición entre los neandertales y los humanos modernos.

Una excavación arqueológica realizada en una cueva de la región de Moravia, junto a la frontera de la República Checa con Austria (alrededor de 150 kilómetros al norte de Viena), ha proporcionado una cronología de evidencias a partir de 10 capas sedimentarias que abarcan entre 28.000 a 50.000 años atrás. Este es el período de tiempo en que nuestros antepasados, los ​​humanos modernos, llegaron por primera vez a Europa.

Se desenterraron huesos de más de 20.000 animales (renos, bisontes, caballos salvajes y rinoceronte lanudo), así como herramientas de piedra, armas y una varilla de hueso grabada que es la más antigua de su tipo en Europa Central.

El arqueólogo Dr. Duncan Wright (izquierda) dijo que el estudio llevado a cabo, y publicado en Journal of Human Evolution, era importante porque proporciona algunas de las primeras evidencias de actividad humana moderna en la región. Este fue el período en el que los seres humanos comenzaron a trasladarse a distancias considerables y llevaban consigo objetos de arte portátiles.

"En las primeras capas excavadas los artículos que hemos encontrado son lascas de fabricación local, posiblemente utilizadas por pequeñas comunidades que vivían y cazaban en las proximidades matando animales y preparando alimentos, pero hace unos 40.000 años comenzamos a ver que hay objetos procedentes de zonas situadas a larga distancia", dijo el Dr. Wright.

"Con una datación de la misma época hemos desenterrado una varilla hecha con el hueso de un mamífero. Este es el objeto más antiguo de arte mueble, dentro de su tipo, que se haya encontrado en cualquier lugar de Europa central, y aporta evidencia de señalización social, muy posiblemente usada como un collar que marca la identidad de la persona que lo lleva. Así es que, entre estos dos períodos, vemos que hay un cambio en el comportamiento y en el movimiento humano, o, posiblemente incluso, un cambio entre ambas especies".

Foto: Varilla de hueso descubierta durante la temporada 2011 en la Cueva Pod Hradem. Crédito de la imagen: Nejman et al .

Foto: Extremos de la varilla de hueso: Nótese las marcas de aserrado (arriba), y las marcas de aserrado y molienda (abajo). Crédito de la imagen: Francesco d'Errico / Wright et al 

El arqueólogo Dr. Ladislav Nejman, de la Universidad de Sydney, dijo que una de las cuestiones más importantes es el comienzo de la exploración de estos parajes por parte de los Homo sapiens cuando llegaron a la zona por primera vez.

"Hemos encontrado que, en algún punto entre hace 40.000 y 48.000 años, la gente se volvió altamente móvil", afirma el Dr. Nejman. "En lugar de moverse en distancias cortas, cerca de la cueva donde vivían, caminaban cientos de kilómetros con bastante frecuencia. Lo sabemos porque hemos hallado varios artefactos cuya materia prima proviene de zonas situadas a 100 ó 200 kilómetros de distancia. Los artefactos también están hechos de distintos materiales provenientes de diferentes regiones. Algunos del Norte-Oeste, otros del Norte, y el resto del Este".

Foto:  EL Dr. Ladislav Nejman, de la Universidad de Sydney, en la entrada de la cueva Pod Hradem, en la región de Moravia, República Checa. Foto: Petr Skrdla.

Sin embargo, en la capa 10 del yacimiento, la cual representa un período de tiempo anterior, esto es, hace entre 48.000 y 45.000 años, todos los artefactos líticos recuperados fueron realizados con materia prima local, lo que indica que la alta movilidad residencial vino después.

Dr. Nejman dijo que el estudio también revela una nueva y valiosa información sobre el clima de la región gracias a la larga serie de capas sedimentarias halladas.

"El clima cambió muy a menudo de más caliente a más frío, y viceversa, pero en todo momento fue mucho más frío que durante el período interglacial que hemos vivido durante los últimos 10.000 años", dice.

Las muestras del yacimiento han sido enviadas al laboratorio para su análisis utilizando una nueva técnica llamada 'análisis de ADN en antiguo sedimento'. Este es el primer método científico que puede detectar qué especies animales estaban presentes incluso sin que los huesos de los mismos aparezcan. Este análisis rastrea el ADN remanente conservado en el sedimento.

Foto: Vértebra de un oso de las cavernas descubierta por los arqueólogos. Foto: Dr. Ladislav Nejman.

Dr. Wright subraya que los resultados arrojan nueva luz sobre un período de transición entre dos especies de seres humanos y también otorgan una evidencia más clara acerca de las actividades de nuestros antepasados, los ​​humanos modernos, en un período y en una región de los que se sabe poco.

"Podemos decir, gracias a los artefactos hallados, que pequeños grupos de personas acamparon en esta cueva durante el periodo glaciar, lo que indica que se habían adaptado bien a esas duras condiciones".

"Y es muy probable que las dos especies diferentes de seres humanos se hubieran visto en esta área", concluye el Dr. Wright.

Fuente: PHYS.ORG | sci-news.com | sydney.edu.au | 14 de junio de 2017 (Traducción por G.C.C. para Terrae Antiqvae)