Restos óseos hallados en una cueva mexicana contribuyen a explicar el origen del hombre en América

Foto: gettyimages


El esqueleto humano de 10 mil años de antigüedad descubierto en 2006 en el interior de una cueva sumergida en el sureste de México, y que fue retirado hace unos días por un grupo de arqueólogos buzos, podría dar un nuevo rumbo a las teorías sobre el origen del hombre en América, dijo hoy un experto.

El encargado del Laboratorio de Estudios de Prehistoria y Evolución Humana del Instituto de Investigaciones Antropológicas (IIA) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Alejandro Terrazas, indicó en un comunicado que "estos huesos tienen el potencial de dar otra explicación al surgimiento del hombre americano".

Foto: Alejandro Terrazas ante los restos hallados.


Un grupo de arqueólogos mexicanos logró, después de tres años de estudios, extraer la semana pasada el esqueleto de un hombre, uno de los más antiguos de América, que se hallaba a 542 metros en el interior de una cueva inundada en el estado de Quintana Roo, y que ha sido bautizado como el "Joven de Chan Hol".

Según Terrazas, los huesos "fueron hallados en una región donde nunca se habían encontrado restos humanos" y además "tienen una morfología diferente a todo lo que se había visto en el continente".

"Quienes hemos estado en contacto con las osamentas pensamos que cambiará la dirección del debate y dará pie a hipótesis de mayor riqueza y complejidad", señaló el especialista de la UNAM.

El esqueleto fue hallado por accidente, cuando un par de buzos alemanes se adentraron en las cuevas sumergidas de Chan Hol (que en lengua maya significa "hoyo pequeño") y, en el fondo arenoso del sitio, observaron fragmentos óseos.

Tras nueve años de trabajo en las cuevas sumergidas de la costa oriental de Quintana Roo, los expertos mexicanos de diversas dependencias públicas han descubierto cuatro esqueletos: la "Mujer de Naharon", la "Mujer de Las Palmas" (excepcionalmente bien preservado), el "Hombre del Templo" y el del "Joven de Chan Hol", quien vivió en la Era de Hielo.

Estos vestigios óseos son de especial importancia porque es la primera vez que se registra la presencia de un grupo humano tan antiguo en la zona tropical de México.

En el Pleistoceno, período aproximado en el que vivió el "Joven de Chan Hol", en el continente americano vivían grupos humanos de dos grandes patrones biológicos: los paleoamericanos (con cráneos alargados y caras verticales y angostas) y el amerindio (cráneos redondeados y caras cuadradas, sumamente parecidas a las de los indígenas actuales).

"Lo hallado en Quintana Roo no se ajusta a ninguna de estas pautas; más bien tiene características intermedias", precisó Terrazas.

"Al comparar el cráneo mejor conservado de nuestra colección, el de la 'Mujer de Las Palmas', con calaveras de todo el mundo (tanto pleistocénicas como modernas), vemos que no se parece ni a las paleomericanas ni a las amerindias, sino a un grupo de fósiles de 10.000 años de antigüedad del sureste de Asia", sostuvo.

El "Joven de Chan Hol" será sometido a estudios morfoscópicos, tomografías y dataciones con carbono 14, pero dentro de algunos meses "porque en este momento los restos son tan frágiles que, de tocarlos, se nos desharían en las manos", concluyó Terrazas.

Fuente: INFORMADOR.COM.MX | 03 de septiembre de 2010

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Foto: Los restos del "Joven de Chan Hol" hallados en la cueva sumergida

Restos del 'Joven de Chan Hol' podrían explicar origen del hombre en América

Con el descubrimiento de los restos óseos del llamado "Joven de Chan Hol", se pueden arrojar nuevas hipótesis sobre el surgimiento del hombre en el continente americano, indicó el científico Alejandro Terrazas Mata, quien es el encargado del Laboratorio de Estudios de Prehistoria y Evolución Humana del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM.

Para saber más sobre el "Joven de Chan Hol" -señaló- será necesario someterlo a estudios morfoscópicos, tomografías y dataciones con carbono 14, pero dentro de algunos meses, "porque en este momento los restos son tan frágiles que, de tocarlos, se nos desharían en las manos", explicó Alejandro Terrazas.

Los vestigios, fueron hallados (2006) en el interior de una cueva sumergida de Quintana Roo y, según los expertos, tienen un promedio de más de 10.000 años de existencia.

"Estos huesos tienen el potencial de dar otra explicación al surgimiento del hombre americano. Primero, porque fueron hallados en una región donde nunca se habían encontrado restos humanos. Segundo, porque tienen una morfología diferente a todo lo que se había visto en el continente. Con esto no se busca rebatir ideas, sino enriquecer la discusión. Quienes hemos estado en contacto con la osamenta pensamos que cambiará la dirección del debate y dará pie a hipótesis de mayor riqueza y complejidad", señaló.

El esqueleto fue hallado por accidente, cuando un par de buzos alemanes se adentraron en las cuevas sumergidas de Chan Hol y, en el fondo arenoso del sitio, observaron fragmentos óseos.

"Llevamos nueve años de trabajo en las cuevas sumergidas de la costa oriental de Quintana Roo (en un proyecto conjunto entre UNAM, INAH, el Museo del Desierto de Coahuila y el Instituto de la Prehistoria de América), y hasta el momento, hemos descubierto cuatro esqueletos, uno excepcionalmente bien preservado, el de la 'Mujer de Las Palmas', aunque el más reciente es éste, el del Joven de Chan Hol", expuso Terrazas.

Estos vestigios óseos son de especial importancia porque es la primera vez que se registra la presencia de este grupo humano en la zona tropical de México, agregó el doctor en Ciencias Antropológicas por la Universidad Nacional.

Un hallazgo que replantea todo lo que hasta ahora sabíamos

Si regresáramos 10.000 años en el pasado, al Pleistoceno, veríamos que en el continente americano los grupos humanos respondían a dos grandes patrones biológicos.

El primero era el de los paleoamericanos (al que pertenecen los restos más antiguos hallados hasta ahora); se trataba de seres con cráneos alargados y caras verticales y angostas, como el "Hombre de Kennewick", de Estados Unidos, o el fósil brasileño bautizado como Luzía.

El segundo es el amerindio, que exhibía cráneos redondeados y caras cuadradas, sumamente parecidas a las de los indígenas actuales.

"Sin embargo, lo hallado en Quintana Roo no se ajusta a ninguna de estas pautas; más bien tiene características intermedias. Al comparar el cráneo mejor conservado de nuestra colección, el de la 'Mujer de Las Palmas', con calaveras de todo el mundo (tanto pleistocénicas como modernas), vemos que no se parece ni a las paleomericanas ni a las amerindias, sino a un grupo de fósiles de 10 mil años de antigüedad del sureste de Asia", expuso Terrazas.

Para el universitario, este hecho pone en tela de juicio todo lo que se ha dicho hasta ahora sobre el origen del hombre americano, porque quienes intentan resolver esta incógnita generalmente se agrupan en dos bandos.

El primero es el de los antropólogos físicos, que dicen que hubo dos migraciones humanas de importancia, una proveniente del sur de Asia, que dio origen a los paleoamericanos, y otra de gente mongoloide de China, de la que descienden los amerindios.

El segundo está conformado por genetistas que aseguran que sólo hubo una gran migración hace 16.000 años y que toda la variedad que presenta la población americana, repartida desde Alaska hasta Cabo de Hornos, no es otra cosa que producto de una macroevolución local, es decir, cada grupo desarrolló características diferentes para adaptarse mejor a su medio.

"Con estos razonamientos, podríamos pensar que la gente de Chan Hol o bien es heredera de los pobladores del sureste asiático o que, como los dos grupos vivían en entornos muy similares, aunque a miles de kilómetros y a un mar de distancia, la selección natural hizo que ambos desarrollaran cráneos muy semejantes", indicó Terrazas.

Sin embargo, añadió el investigador, "nosotros no tomamos partido por ninguna de estas dos opciones, ya que las nuevas variables que introducen los fósiles hallados hacen evidente que se trata de un proceso mucho más complejo que estamos lejos de entender".


Un joven no tan joven

La prensa e incluso la comunidad científica han dado en llamar a este fósil el "Joven de Chan Hol"; "pero en realidad, parece que no era tan joven", expuso Terrazas. Este nombre se lo dio el biólogo y arqueólogo Arturo González, director del Museo del Desierto de Saltillo y coordinador de estas investigaciones, quien al revisar la dentadura, se percató que el esmalte de sus dientes estaba poco desgastado, algo raro en cazadores recolectores, por lo que se pensó que se trataba de un individuo de aproximadamente 16 años.

"Sin embargo, cuando sacamos el resto del esqueleto, vimos que presentaba marcas de edad de alguien mayor; probablemente estemos hablando de un individuo de más de 25 años, lo que es mucho si consideramos que en esa época la gente vivía a lo sumo 40 años".

No obstante, Terrazas señaló que sólo hasta que se realicen estudios con los huesos (lo que ahora es imposible por su extrema fragilidad) se podrá saber la edad aproximada a la que murió este individuo.

"Lo que sí podemos decir es que tiene más de 10.000 años, pues aunque aún no realizamos pruebas de carbono 14, su cráneo es similar al de los de hombres asiáticos del Pleistoceno. Además, está el hecho de que su cuerpo fue depositado en una cueva que en esa época geológica se encontraba seca, y como evidencia de esto tenemos el hecho de que en su interior se hallaron huellas de fogones y restos de megaterios, caballos americanos y elefantes enanos, fauna típica de ese periodo".


Un lento proceso de consolidación

El "Joven de Chan Hol" será sometido a estudios morfoscópicos, tomografías y dataciones con carbono 14, pero dentro de algunos meses, "porque en este momento los restos son tan frágiles que, de tocarlos, se nos desharían en las manos", explicó Alejandro Terrazas.

Por esta razón, en el Laboratorio de Estudios de Prehistoria y Evolución Humana, se lleva a cabo un cuidadoso procedimiento que consiste en conservar los huesos en agua destilada (que elimina sales y minerales destructivos) para después, gradualmente, agregar alcohol, que ayuda a secar los fragmentos, pero a una velocidad controlada. Finalmente, cuando éstos no tengan nada de líquido, serán endurecidos con un consolidante.

"Todo este proceso llevará de seis a ocho meses, pero nos ayudará a manipular el material; aunque deberemos hacerlo con todo cuidado, pues pese a los pasos antes descritos, al final los restos tendrán la resistencia del papel maché", expuso.

Hasta ahora el trabajo ha sido enriquecedor, pero Terrazas sabe que lo que viene lo será aún más, porque "tenemos reportes de buzos profesionales de que aún quedan muchos más fósiles, lo que nos abre la posibilidad de realizar investigaciones durante muchos años. Esto es apenas el principio. Estamos seguros de que encontraremos más restos que nos permitirán entender mejor el origen del hombre en América... así que esto apenas comienza".

Fuente: El Sol de México | 1 de septiembre de 2010

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Foto: Reconstrucción de la "Mujer de la Palmas".


Tras la presentación de la reconstrucción del aspecto físico de la llamada "Mujer de Las Palmas" (véase el post "Revelan rostro de mujer de la Era de Hielo"), se esperaba que saliera a la luz una noticia como la que se ofrece en este post, dado que se sabía de la existencia de más restos fósiles en las cuevas sumergidas de la costa oriental mexicana de Quintana Roo.

Ciertamente, tal como señala el antropólogo Terrazas, si la llamada "Mujer de Las Palmas" suscitó en su momento controversia sobre el posible origen del hombre en América, localizado en el sureste asiático (Indonesia), ahora tenemos nuevos restos óseos de un esqueleto bastante completo que pueden contribuir a aclarar el alcance de las conclusiones fenotípicas que se ofrecían al respecto. Resultará sumamente interesante ver las conclusiones parejas a las que se llega, pues no cabe duda que también influirá sobre la hipótesis previas establecidas sobre la "Mujer de Las Palmas", y tanto más cuanto que ya se nos adelanta que el "Joven de Chan Hol" parece presentar una morfología ósea diferente a lo hallado hasta ahora.

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Comentario por Mario Valdez el septiembre 4, 2010 a las 7:15am
Es como si la historia se repitiera : dos grupos los paleo-americanos y los amerindios entrando en contacto hace miles de años , el resultado un mestizaje físico y cultural.... ¿existirían los racistas entre ambos grupos que se resistían a ese mestizaje para guardar sus purezas? jajaja ...¿grupos de xenofobos amerindios que menospreciaban a los paleosiberianos por ser indios o nativos?jajaja ...como los llamarían ¿"indianos"."sudacas"?...jajaja ......
Miles de años después sus descendientes totalmente mezclados se encuentran con los Europeos y la historia se repite ....ufff que difícil
Comentario por Mario Valdez el septiembre 4, 2010 a las 7:18am
¿Existirían los grupos supremacistas amerindios y los de defensa de los derechos de los paleosiberianos?

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