Cuando Roma era el centro del Mundo, los caminos que unían ésta con el resto de territorios romanos se extendían de este a oeste y de norte a sur a lo largo y ancho de todo el Planeta. Una frondosa red de calzadas que permitían las comunicaciones, el comercio y, en definitiva, la vida, entre los territorios del vasto Imperio Romano.
Vía:
Nacho G. Hontoria | El Eco de la Sierra.com, 7 de enero de 2009
Muchos de estos caminos también pasaban por aquí mismo, España, la antigua “Hispania”, y, aunque no existía ninguna gasolinera que patrocinara una guía de caminos, sí que existían documentos que plasmaban la ingente magnitud de sendas que usaban los romanos. Uno de estos archivos era el llamado “Itinerario de Antonino”. En él se especificaban todas las poblaciones por las que transcurrían las 372 rutas que unían las distintas ciudades del Imperio. 34 de estas vías eran las dedicadas a Hispania.
Uno de estos trayectos, la Vía 24, era el que unía las poblaciones (ciudades) de Emerita (actualmente Mérida) y Caesar Augusta (Zaragoza). El recorrido pasaba por la ciudad de Segovia (había que amortizar el flamant acueducto), entraba en lo que hoy conocemos como Comunidad de Madrid por Miaccum; pasaba por el gran cruce de caminos que era Titulciam (enlazaba con las vías 24, 25, 26 y 29), y salía de nuestra Comunidad por Complutum, lo que equivale a la Alcalá de Henares actual.
Segovia sabemos dónde está; Complutum también… Pero en este rompecabezas de caminos aún faltaban por encajar las piezas de Miaccum y Titulcia. Sin embargo, la primera de ellas parece estar ensamblándose en este inmenso puzle que cada día se hace más complicado de rellenar debido a las dificultades de las construcciones llevadas a cabo por el ser humano.
En la zona de El Beneficio, en la localidad serrana de Collado Mediano, hace ya varios años que se están llevando a cabo labores de investigación para estudiar los restos arqueológicos que se han hallado en el lugar. Desde el año 2003, gracias al trabajo de la arqueóloga Cristina Ruiz (cel), el equipo del Proyecto de Investigación sobre Poblamiento Neolítico y Megalistismo en la Comunidad de Madrid está llevando a cabo una importante labor de excavación en el lugar que ya ha dado sus frutos: el descubrimiento de
Miaccum.
A la cabeza de este equipo se encuentra el arqueólogo
Jesús Jiménez Guijarro, quien se ha dado de bruces contra la “política miope de la Comunidad de Madrid” a la hora de de investigar el Patrimonio. “A mí me gustaría que la Comunidad de Madrid fuera puntera y pionera en arqueología, y no que pasase como en la M-30, donde, por un acuerdo político, han pasado unas tuneladoras por la parte arqueológica más importante de Madrid y la gente se ha callado” protesta el arqueólogo, que tampoco comprende el estado en el que está la principal ciudad romana de la Carpetania: Complutum, “abandonada a merced de las pequeñas migajas de la Comunidad”.
Pero, polémicas aparte, el descubrimiento de Miaccum en Collado Mediano es de gran importancia, sobre todo para encontrar ese eje vertebrador de caminos en Titulciam. Según Guijarro, por lo que tendría que apostar la gente es por localizar este lugar, porque si hay un elemento que permitiría conocer bien la documentación del territorio en la época romana en esta parte de Madrid sería Titulciam; sin embargo, “por Titulciam se pega todo el mundo, máxime cuando toda la gente asume aquello que dijeron los científicos de principios del S.XX de que los romanos se equivocaron y el Itinerario Antonino está mal y a los romanos se les olvidó poner una mansio o dos. Esto es de juzgado de guardia, tanto como decir que lo que hemos encontrado en Collado Mediano no es Miaccum porque no hay una inscripción. No todo es la epigrafía”.
La confirmación de que este lugar de paso por Collado Mediano era realmente Miaccum tampoco ha sido fácil. Otros arqueólogos incluso dependientes de la propia Comunidad de Madrid han puesto en tela de juicio que Miaccum fuera tal, por lo que ninguna prueba de verificación de los datos se hace de más. Por ejemplo, el equipo de investigación, dividido en dos grupos, se recorrió andando y con podómetros el trayecto comprendido entre El Beneficio- Miaccum y la Fuenfría, lugar por donde continúa la Vía 24. El resultado fue que, aun yendo por los dos caminos factibles de haber albergado el resto de calzada romana, la diferencia apenas variaba en unos 200 metros.
Foto: Parte transitable del acceso al yacimiento.
La pregunta que se plantea es: ¿Qué hay en Miaccum para generar tanta controversia? Lo que el equipo de Guijarro ha revelado allí ha sido relativamente poco. “Según fuimos excavando”, habla Guijarro “nos dimos cuenta de que de riqueza no había absolutamente nada, por lo que coincidía que fuera un lugar público al lado de una calzada pública”. En el yacimiento en sí, Miaccum tiene un edificio principal entorno a 15 por 15 metros y en el que están los elementos básicos de lo que es una posada según los autores clásicos, puesto que en España aún no se había excavado ninguna.
En el ala norte estaban las habitaciones principales (dormitorios y salas comunes) y en el ala sur, al oeste, el conjunto termal o de baños, compuesto por tres salas calefactadas mediante suelos huecos calentados por un horno; y al este, una amplia cocina dotada con una gran cisterna que recogía el agua de lluvia para su uso y distribución en el edificio.
El acceso al descubrimiento se encuentra actualmente cerrado y las excavaciones paradas. Los esfuerzos por parte del Ayuntamiento de dar a conocer este hallazgo no han sido suficientes para abrir el yacimiento, aunque el problema no viene de ahí, sino de una esfera superior. “Acabamos de terminar la parte del acondicionamiento de acceso que pertenece a Medio Ambiente, porque la otra pertenece al Patrimonio Histórico de la Comunidad, y con ellos las cosas no son tan fáciles”, argumenta Guijarro. “El camino acaba de una manera estúpida, que es justo hasta donde llega la estupidez de la Comunidad. A partir de ahí y hasta el yacimiento estamos esperando que solucionen y nos den vía libre para solucionar el resto del tramo, porque está aun sin terminar”. El remedio pasa por colocar una pasarela de tramex respetuosa con la calzada romana que queda al aire libre y que es el punto donde chocan los intereses de Patrimonio con los del Ayuntamiento.
Para el Consistorio colladense la apertura al público de este yacimiento supondría un fuerte impulso a su economía. Según su alcaldesa, María Rubio, este lugar es muy importante, sobre todo a nivel cultural, porque no dejar de ser algo que pertenece a nuestra memoria histórica, pero a nivel turístico tiene aún más importancia. “Este es un municipio pequeño que en su momento se dedicó a la agricultura, pero ahora ya no existe; y en el sector comercio el pueblo tampoco está muy desarrollado, con el agravante de que tenemos la carretera y la vía del tren en medio, por lo que creo que esto sería un punto de gran interés para nuestro municipio” agrega la regidora.
La solución para arreglar este desaguisado burocrático y ofrecer al pueblo este yacimiento histórico con todo su interés social quizá pase por poner a todas las administraciones a remar en la misma dirección. “El problema es que cuando uno empieza a remar para un lado siempre aparece alguien que lo hace hacia el lado contrario, y así es imposible llegar a ningún lado. Todo es una cuestión de voluntades, pero también de sentido común”, concluye Guijarro antes de irse a una reunión con la alcaldesa Maria Rubio para, seguramente, dirimir cómo dar al César lo que es del César.
Más información en Terrae Antiqvae:
El Servicio de Arqueología de Collado Mediano ha hallado las ruinas... (29-01-2005)
Madrid completa el camino a Roma. El “Miacum” de Collado Mediano. (10-04-2005)
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