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Foto: Escena de la película de Mel Gibson "La Pasión de Cristo" (2004).
Fuente: worldcrunch.com | Die Welt | Berthold Seewald| 6 de noviembre de 2012 (Traducción: G.C.C. para Terrae Antiqvae)
Desde el 1 de noviembre, bajo la nave de la Iglesia Luterana del Redentor, en Jerusalén, un parque arqueológico llamado "A través de los siglos" estará abierto al público. El mismo proporciona la respuesta a una pregunta que han eludido durante mucho tiempo los investigadores: el lugar donde estaba el Gólgota, en el que Jesús fue crucificado, sepultado y resucitado, está realmente ubicado.
Planeado y construido bajo los auspicios del Instituto Evangélico Alemán para la Arqueología de la Tierra Santa (DEI), en Jerusalén, el parque ofrece un recorrido por la historia de la ciudad santa, completado con modelos, animación en 3-D y efectos de luz.
El director del DEI, Dieter Vieweger (izquierda) comenta que los hallazgos resultantes de la fase de investigación anterior a la creación del parque arqueológico apoyan la idea, generalmente aceptada, de que el sitio de la Iglesia del Santo Sepulcro es el lugar donde el Gólgota o Calvario se encontraba.
La confusión sobre el asunto surgió en el siglo XIX, cuando los eruditos bíblicos señalaron que el lugar que Juan y otros evangelistas describen como aquel donde Jesús fue crucificado no estaba en las afueras, sino dentro de las puertas de la ciudad de Jerusalén. Esta circunstancia también iba en contra de las regulaciones judías, según las cuales las ejecuciones y entierros tenían que llevarse a cabo fuera de los muros de la ciudad.
Luego, en 1893, los arqueólogos desenterraron un enorme muro que incluso los escépticos rápidamente aceptaron como el segundo muro de Jerusalén, según lo descrito por el historiador Flavio Josefo. El muro se creía que databa de la época del rey Herodes el Grande, y parecía validar la teoría de que el Gólgota estaba fuera de los muros que existían en la época de Herodes (la tercera muralla de la ciudad fue construido más adelante).
Foto: Hallazgo del segundo muro
Pero la cuestión se reabrió en la década de 1960, cuando la arqueóloga inglesa Kathleen Kenyon comprobó que el área rodeada por el llamado segundo muro estaba deshabitada en el momento de la crucifixión de Jesús. Esto fue seguido, en la década de 1970, de un descubrimiento aún más dramático realizado por el entonces director del DEI, Ute Wagner-Lux: el segundo muro estaba en un sitio que había sido utilizado durante mucho tiempo como cantera de piedra, lo que se ajustaba a la descripción del Gólgota. Pero lo que los que excavadores encontraron debajo fue una sección de dos metros de espesor de escombros de la ciudad destruida por el jefe militar, y más tarde emperador, Tito, en el año 70 d.C.
Eso significaba que el muro había sido construido después de la muerte de Jesús; y posteriores hallazgos demostraron de modo concluyente que el muro no era de una muralla de la ciudad.
Entonces, ¿qué era?
Foto: Localización de la cantera.
Individuos "ateos"
Algo que leyó en el historiador cristiano Eusebio de Cesarea, dio al actual director del DEI, Vieweger, una idea. Eusebio escribió que algunos individuos "ateos", que buscaban borrar toda memoria de la sepultura de Jesús habían erigido un templo dedicado a Afrodita en el lugar. Esto sucedió después de la revuelta de Bar Kojba, entre el 132 y 135 d.C., cuando los romanos destruyeron totalmente Jerusalén y el emperador Adriano construyó la ciudad de Aelia Capitolina en su lugar, y donde a los judios se les prohibió vivir bajo pena de muerte.
En el centro de esta significativa gran ciudad de Adriano se había erigido un templo a Venus (Afrodita). El relato de Eusebio subraya que los romanos no sólo trataron sistemáticamente de borrar toda huella de los lugares sagrados judíos, sino también los de los "otros Judios", los cristianos.
Pero entonces, si el muro era parte del templo de Afrodita, ¿qué es lo que llevó al emperador Constantino, casi 200 años después, a levantar la Iglesia del Santo Sepulcro en este lugar?
Vieweger se refiere a una fuente cristiana que registra que, poco después de que el templo romano fue construido, Cristo fue muerto en el centro de la ciudad que Adriano construyó. Los historiadores Hans-Joachim Gehrke (izquierda) y Peter Funke (derecha) añaden un argumento histórico y religioso que apoya la creencia tradicional de la zona: "Deseando Constantino construir una iglesia en el lugar de la resurrección de Cristo, ¿habría elegido hacerlo en un importante templo romano si hubiera tenía otra alternativa?".
Constantino era cualquier cosa menos un iconoclasta: fueron otros emperadores romanos posteriores quienes arrasaron los templos paganos. Los historiadores ven esto como una evidencia concluyente de que la memoria del Gólgota sobrevivió a lo largo de varios siglos.
Por tanto, el Gólgota no estaba justo al lado de la muralla construida por Herodes, sino probablemente en una cantera de piedra que fue rellenada bajo Adriano para poder erigir su templo principal en la ciudad nueva. El historiador Gehrke establece que toda la información que actualmente se conoce, los datos y los escritos, apoyan la tesis de que el lugar donde Jesús fue ejecutado y enterrado es donde está ubicada la iglesia de Constantino. Eso hace que Juan y otros evangelistas estén en lo correcto: Jesús murió fuera de las puertas de la ciudad.
Foto: El sitio tradicional del Gólgota, en la Iglesia del Santo Sepulcro. - (Bertrand Hauger)
Ampliación del artículo en DIE WELT (en alemán)
Eso siempre y cuando se demuestre que uno de los 26 Yeshua (sin contar los sesenta y tantos Yeshua esenios) que se autoproclamaron por aquellas fechas como mesías (= kristos) fuera realmente el hijo de dios, por cierto, una blasfemia para quienes tenían como dios a Yehvé/Eloim. La existencia del tal Jesús cristiano, y discúlpenme los creyentes, es dudosa.
Estimada Callaeca:
No veo por ningún lado la necesidad de que haya que demostrar que el sujeto crucificado en el Gólgota como Jesús de Nazareth (según la tradición cristiana) fuera realmente el hijo de Dios, para considerar el posible emplazamiento de su crucifixión que la tradición histórica aporta junto con los datos arqueológicos. Que fuera realmente el hijo de Dios es otra cuestión. Conviene no mezclar las cosas.
Y sobre la existencia histórica de Jesús de Nazareth me remito a lo debatido en el post Arqueólogos israelíes descubren la primera casa en Nazaret de la ép...
Un saludo
Dejando aparte la controvertida existencia de Jesús como persona y su reflejo o deformación evangélica, que no es un tema arqueológico propiamente, los supuestos sobre los que se basa la noticia son más bien especulativos. Por ejemplo: "Deseando Constantino construir una iglesia en el lugar de la resurrección de Cristo, ¿habría elegido hacerlo en un importante templo romano si hubiera tenía otra alternativa?". Pues me parece que quién escribe esto no conoce muy bien la mentalidad de los primeros cristianos, la relación que establecen con los lugares de culto paganos y la cantidad de monumentos trascendentales para la cristiandad que están construidos sobre restos paganos. Mejor dicho, lo tiene que conocer, pero no parece que le afecte. Y así todo. Es la misma lógica que lleva a descubrir la casa en la que vivió María, el establo de Belén y el olivo bajo el que oró Jesús. Es decir, dado que no tenemos fuentes externas fiables sobre el Jesús histórico, hay que encontrarlas. Y se encuentran. Cómo no.
Querido Guillermo:
El título de la noticia en sí: cf. "donde Jesús fue crucificado" da por supuesto tal hecho y sin duda se refiere al supuesto 'hijo de dios' cristiano', como se deduce en el desarrollo de la noticia. No me consta que en aquella época fuese crucificado un tal Yeshua, hijo de dios. Ningún historiógrafo greco-latino, judío o de cualquier otra nacionalidad hace referencia a ese hecho tan trascendente. La mención de Yosef bar Mattityahu (Flavio Josefo) sobre este personaje es considerada como interpolación y así ya consta en los comentarios de Origenes (s. III dC: cf. In Matth. XIII:55; Contra Cels. I:47), quien afirma que Josefo no citaba a Jesús y que éste no creía en ninguna figura mesiánica judía. No me me meto en la calificación de 'fuente fiable' al mayor falsificador del cristianismo (1), el señor Eusebio.
Extrapolar la 'supuesta' localización del Gólgota a la crucifixión de Jesús es al menos interesada y parcial.
Por cierto, David Montero, afirmas que se encuentran fuentes externas fiables sobre el Jesús histórico. ¿Puedes citarme cuáles?
(1) Sobre el tema de la falsificación en el cristianismo no sólo me remito a Orígenes, entre otros contemporáneos suyos, sino especialmente a una carta de Clemente Stromateus (Clemente de Alejandría, siglo II-III) dirigida a un tal Teoforus o Teodorus:
"Pues no todas las verdades son verdad, ni debe esa verdad que parece verdadera según las opiniones humanas ser preferida a la verdad verdadera, aquella que está de acuerdo con la fe [...].
[...] Marcos, pues, durante la estancia de Pedro en Roma escribió los Hechos del Señor, no declarando todos, ni tampoco insinuando los secretos, sino seleccionando aquellos que él juzgaba útiles para incrementar la fé de aquellos a los que se estaba instruyendo. Pero cuando Pedro murió como mártir, Marcos vino a Alejandría, trayendo tanto sus propias notas como las de Pedro, de las que transfirió a su Antiguo Libro las cosas idóneas para lo que contribuya al progreso hacia el Conocimiento. Compuso un evangelio más espiritual para uso de aquellos a los que se estaba perfeccionando. Sin embargo, todavía no propagó las cosas que no debían expresarse, ni escribió la enseñanza hierofántica del Señor, sino que a las historias, ya escritas, añadió otras más y, asimismo, introdujo ciertos retazos de cuya interpretación él sabía, como mistagogo, que conduciría a los oyentes hacia el santuario más recóndito de esa verdad oculta [...] ".
Y lo que sigue es sumamente interesante.
Estimada Callaeca:
Insisto. Que del título de la noticia en sí, "donde Jesús fue crucificado", dé por supuesto tal hecho, y que se deduzca de la noticia que se refiere al supuesto "Hijo de Dios" cristiano, no se sigue que esto último haya que demostrarlo necesariamente.
Lo que interesa en la noticia es el resultado de las investigaciones arqueológicas llevadas a cabo para dilucidar si el Gólgota estaba dentro o fuera de las murallas de Jerusalén en los tiempos en que Jesús fue crucificado, según las diversas fuentes de la tradición cristiana.
Si el trabajo arqueológico confirma que la localización del Gólgota está de acuerdo con las fuentes cristianas, es evidente que tal resultado se constituye en un dato importante, pues aunque no confirma que Jesús fue efectivamente crucificado en dicha colina, sí aporta la certeza de la existencia de tal enclave y, por ende, la consideración de que semejante crucifixión pudiera haber sido, al menos, históricamente posible.
Respecto a la posible tergiversación o falsificación que el posterior desarrollo del cristianismo pudo haber realizado sobre la figura histórica de Jesús es una cuestión muy interesante, pero que se aleja del asunto.
Estimado Sr. Montero:
Estoy de acuerdo con usted en que el argumento utilizado al respecto de lo que pudo haber hecho o no Constantino para ubicar la Iglesia del Santo Sepulcro en cualquier otro lugar distinto de donde estaba el templo edificado por Adriano es realmente muy endeble. Decir que Constantino era cualquier cosa menos un iconoclasta del mundo pagano es desconocer la cantidad de actos que en tal sentido llevó a cabo.
Yo creo más bien todo lo contrario. Que Constantino ubicó la Iglesia del Santo Sepulcro en la zona donde estaba el templo de Afrodita, precisamente porque la tradición oral afirmaba que en tal lugar se hallaba el Gólgota donde se realizó la crucifixión de Jesús. Es decir, le bastó esta información para llevar a cabo su proyecto eclesial y no se anduvo con miramientos. Del mismo modo, y por el mismo argumento, que erigió una basílica en la colina del Vaticano en Roma (que era toda ella un cementerio romano de arriba abajo). Es decir, también aquí le bastó que la tradición oral dijera que allí estaba enterrado el apóstol Pedro para que considerara que en ese lugar había que levantar la basilíca en su memoria. Naturalmente, no tuvo ningún escrúpulo con las tumbas paganas.
Saludos a ambos
Entendido...
Saludos.
"Por cierto, David Montero, afirmas que se encuentran fuentes externas fiables sobre el Jesús histórico. ¿Puedes citarme cuáles?"
No, Callaeca. Afirmo que no hay fuentes externas fiables. La única que tiene cierta consistencia está en los dos testimonios de Flavio Josefo que, como mínimo, son controvertidos (Uno, claramente manipulado). Sobre este tema tuve un breve intercambio de pareceres con la profesora Canto en estos foros. Estará por ahí.
Guillermo: Tiene mucha razón. Es el problema de deducir hechos históricos a partir de mentalidades y psicologías que no son las del pasado, sino las de los propios investigadores. Lo que es psicológicamente o ideológicamente verosímil en el presente no tiene por qué serlo en el pasado.
Discúlpame David, te había entendido todo lo contrario (sobre Flavio Josefo, menciono arriba que el propio Origenes desmiente que éste citase a Jesús, por lo tanto no existen referencias históricas ni de otra índole sobre este personaje, excepto, lógicamente, las propias de la ficción cristiana).
Gracias...
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