Las primeras aldeas, poblados al aire libre, que aparecen en el Valle del Indo se datan a partir del VII Milenio, o sea, alrededor de los 6.500 años antes de nuestra era. Esto supone el primer logro de sedentarismo en esos lugares y coincide con el primer uso de las técnicas y quehaceres neolíticos, domesticación de animales y cultivo intensivo de productos del campo.

El éxito de estas nuevas técnicas y quehaceres va a originar una peculiar civilización conocida por todos como Cultura del Valle del Indo. A ello pertenecen unos 400 poblados, ciudades y aldeas, asentamientos que prosperaron desde el año 2.350 hasta el año 1.750 antes de nuestra era, y en lo cual destacan por su importancia dos ciudades de nombres Harappa y Mohenjo Daro, aunque existen otras famosas como Dholavira y Ganweriwala. Las murallas de Harappa, primer lugar descubierto e investigado, datan entre el 2.700 y el 2.600 años antes de nuestra era.

A nivel elemental fue una civilización que surgió producto  de las  nuevas técnicas y trabajos del Neolítico, cultivo intensivo de trigo, caña de azúcar, canela, té y otros productos, y la domesticación  y aprovechamiento de animales como las ovejas, vacas y cerdos. Había canales de riego  que cruzaban las tierras de cultivo y la acumulación de productos y riqueza va a provocar el surgir  de grandes ciudades muy evolucionadas y la puesta en marcha de un increíble sistema de comercio  no sólo entre los lugares de esa civilización, como lo demuestra la cantidad de sellos rescatados en labores de arqueología, sino hacia el exterior sobretodo hacia el oeste civilizado.

Por curiosidad es ésta otra de las civilizaciones que, entre el Neolítico y la Edad de los Metales, se comporta todavía bajo antiguas normas de convivencia, viejos preceptos y leyes consuetudinarias para las relaciones humanas, un lugar donde todavía no se contemplaba en hecho bélico y la guerra aparecía como algo lejano y propio de otros lugares. Con seguridad una clase de sociedad también bajo las maneras de Matriarcado-Patriarcado, como lo demuestra la importancia que parece tener la mujer en el entramado social y económico, sus reuniones y procesiones que aparecen reflejadas en multitud  de sellos y estatuaria. 

También en esta cultura se aprecia aquella clase de Ricas Mujeres procedentes del Neolítico, y consecuencia del acaparamiento de labores y fábricas de esa era, como lo demuestra la abundante estatuaria femenina, acaso meros retratos de aquellas señoras, en las que aparecen unos tipos de mujer  muy compuestos y cuidados con suaves ropas, delicados peinados y abundante joyería, algunas de ellas con rasgos marcados orientales, piel pálida y ojos rasgados.

En el sentido de la organización social, lo más peculiar en las ciudades y aldeas de la Cultura del Indo es que aparecen como culturas urbanas ya estabilizadas en clases y oficios que funcionaban en base a unas asambleas de administradores, jueces y dirigentes  y representantes del pueblo  y la presencia al fondo de la clase de Ricas Mujeres, sus familias y sus clanes.

En cuanto a su formato histórico los especialistas hablan de un "momento de integración" datado desde el año 2.600 al 1.900 antes de nuestra era, durante el cual se asumen similares características culturales en todo el orbe de las civilizaciones y un "momento de desubicación" con un tiempo entre el año 1.900 y el 1.600 antes de nuestra era durante el cual se manifiestan señales de abandono  de lugares y ciudades y las técnicas de escritura se dejan en desuso. Cuando el desarrollo y progreso de las grandes ciudades se detiene se sigue un proceso de descentralización en el que aparecen diversas culturas regionales que se irradian en los alrededores.

Los rescates arqueológicos hablan de cerámica en negro sobre fondo rojo, juguetes para niños, estatuillas femeninas y de animales, cuentas grabadas y ornamentos, utensilios de metal (bronce, plata y oro) y multitud de sellos en relación con el comercio y con escritura todavía por descifrar.

La arquitectura y urbanismo de las grandes ciudades ya desde los principios, hacia el año 2.600 antes de nuestra era, se divide en dos sectores, un lugar en el centro de la ciudad separado del resto por una muralla en el que aparecen grandes edificios públicos de administración y almacenaje de productos, acaso también grandes casas, templos y palacios y otro sector que rodea el anterior donde se situaban las casas del resto de la gente, talleres, fábricas y lugares de artesanía. Muchos de los edificios podrían tener el piso de madera por la curiosa distribución de los muros en el suelo, acaso para desagües y en previsión de las crecidas del río. Algunos lugares aparecen así mismo rodeados completamente de muralla en el exterior. 

Existe un nombre para describir los más antiguos habitantes de la región india que se les llama Melanios por el color de su piel oscura y que serían los mejores candidatos para enlazar los tipos de humanos de las eras prehistóricas paleolíticas con las gentes que llegan a la historia y quienes actualmente pueblan esos lugares hoy día.

Hay evidencias en la Cultura del Valle del Indo de la existencia de humanos de piel oscura y rasgos negroides en sus poblados y ciudades (la bailarina encontrada en Mohenjo Daro). Está demostrada así mismo la relación entre las Culturas del Indo y las de Mesopotamia Sur. Los Sumerios como protagonistas de la Cultura y Civilización en el país entre ríos debían provenir  -acaso alguna facción de ellos-  de un país llamado Melukhkha. Es indudable la relación semántica que podría establecerse entre unos nombres y otros, Melanios y Melukhkha. Además esos Sumerios  -acaso alguna porción de los mismos-  eran también famosos por su oscura piel al igual que los primeros habitantes del Indo.

Otros investigadores hablan de que en tiempos de la Edad de los Metales una clase de gentes llamados "Drávidas" habitaron las regiones indias en amplios territorios desde el oeste del Valle del Indo si se pasa por Afganistán, Pakistán y la misma India hacia los espacios del interior. 

Algunos autores identifican estos drávidas con las pequeñas estatuas de "reyes sacerdotes" o mejor "administradores" de las más grandes ciudades de las Culturas del Indo. Pero estos drávidas tienen aspecto de orientales, con los ojos rasgados y aspecto de piel pálida que les aleja de manera sorprendente del resto de los antiguos habitantes paisanos y de tipología Melanios y de otra clase de "Drávidas", que desde siempre habían habitado las regiones del sur del subcontinente indio y de rasgos diferentes con pelo ensortijado y piel oscura.

De cualquier forma lo que ahora nos interesa son esa clase de gentes de rasgos orientales, que habitaron las regiones del norte del Indo y del subcontinente indio y que por demostración de estatuaria se alejan sobremanera -tanto en representaciones masculinas como femeninas- del resto de los tipos de los antiguos habitantes. 

Con todo ello no podrían descartarse alguna clase de migraciones desde China y los otros espacios del noreste donde estas etnias se habrían desarrollado desde antiguo. Una clase de migraciones especiales como las ya descritas en otros lugares. Migraciones de pequeños grupos matriarcales-patriarcales que habrían sido segregados desde los espacios chinos, por ejemplo, cuando los inicios más remotos de la manifestación guerrera y el afianzamiento de las sociedades patriarcales. Grupos que como en otros lugares habría supuesto un importante aporte de riqueza y de posibilidades en cultura y  civilización a los lugares donde se desplazaran.

Puede advertirse, no obstante, por estatuaria y la distribución de viviendas en las ciudades de la Cultura del Indo, cómo existe una relación de clase entre unas gentes y otras, acaso en beneficio de los que llegaron, que se habrían diferenciado del resto de los habitantes antiguos de aquellos lugares.