La civilización egipcia se formó mucho antes de lo que se pensaba

Esfinge y pirámides de Giza. Archivo.

Fuentes: ABC.es | Ana Mellado| y  Mail Online| 4 de septiembre de 2013

La historia nunca está exenta de ser reescrita. Hasta ahora, la cronología de los primeros tiempos de Egipto se había basado en estimaciones aproximadas, que arrojaron datos imprecisos sobre los que se trazó una línea de tiempo que a día de hoy parece ser errónea.

Un estudio publicado por la Royal Society revisa la cronología del Egipto de los faraones aplicando las técnicas de datación del carbono 14 y los modelos informáticos más avanzados. La investigación ha permitido situar cronológicamente con exactitud el Imperio Antiguo gracias al trabajo de un equipo de científicos que ha descubierto que el estado de Egipto se formó mucho más rápido de lo que previamente se indicaba. Los nuevos resultados revelan que la civilización egipcia tardó sólo unos 600 años en asentarse a lo largo del río Nilo y que el primer faraón de la dinastía egipcia, el rey Aha, accedió al trono entre el 3111 y el 3045 a.C., hasta 500 años más tarde de lo que se había estimado.

“La formación de Egipto fue única en el mundo antiguo. Era un estado territorial, un estado que desde el momento en que se formó estableció sus fronteras sobre el territorio, de la misma manera en la que concebimos hoy las naciones”, comentó el líder de la investigación Michael Dee (izquierda), del Laboratorio de Investigación de Arqueología de la Universidad de Oxford.

Fragmento de vasija con el nombre de Aha

Los arqueólogos creen que el primer rey de Egipto, Aha, llegó al poder después de otro destacado dirigente, Narmer, un personaje clave en la historia de Egipto que unificó el país.

Reyes y reinas

El equipo ha sido capaz de situar en el tiempo los reinados de los reyes y reinas -Dyer, Dyet, Merytneit, Den, Anedjib, Semerjet y Qa'a- quienes con Aha formaron la primera dinastía de Egipto. Aha pudo haberse convertido en faraón a la edad de 30 años y gobernó hasta que tenía unos 62. La leyenda cuenta que un hipopótamo acabó con su vida mientras cazaba.

El rey Djer gobernó durante más de 50 años, un período tan largo que plantea la posibilidad de que pudo haber habido otros reyes o reinas de Egipto que no llegamos a conocer o que el Estado sufrió un colapso y con ello una reforma.

Según el profesor Dee, los faraones gobernaron sobre un territorio que abarca un área similar a Egipto hoy en día con las fronteras formales en Asuán, en el sur, el Mar Mediterráneo en el norte y en los tiempos modernos la Franja de Gaza en el este.

"Este es un trabajo muy importante, que tira de los comienzos de la historia dinástica de Egipto bajo un foco mucho más preciso que presenta un valor muy importante al proporcionar una cronología precisa sobre los primeros gobernantes de Egipto. El estudio también tiene implicaciones para el período predinástico temprano, lo que nos permite entender mejor estos períodos clave de la transición”, declaró el profesor Joann Fletcher (izquierda), del departamento de arqueología de la Universidad de York.

Hasta ahora, los estudiosos se habían basado exclusivamente en la evidencia arqueológica, estudiando las muestras de cerámica excavada en los cementerios humanos para tratar de reconstruir los eventos cronológicos claves en el período predinástico y la primera dinastía.

Foto: El arqueólogo Dr. Michael Dee, de la Universidad de Oxford, dijo: "No hay registros antes de la tercera dinastía, por lo que hemos tenido que adivinar exactamente cuándo existió la primera dinastía, la cual llevó al desarrollo de la escritura y la agricultura, y que pasó". Se tomaron diversas muestras en el cementerio real de Abydos (en la foto), un sitio arqueológico clave para entender la prehistoria de Egipto, ya que la mayoría de los primeros gobernantes están enterrados allí. 

Por ejemplo, entre las piezas más significativas de las pruebas que sobreviven hoy en día son dos tablillas de barro halladas en las tumbas reales de Abidos, que contienen las listas en orden sucesivo de los primeros reyes de la dinastía. Pero la información que se puede extraer de estas reliquias poco tiene que ver con la precisión y rigurosidad que ofrecen hoy las técnicas de datación modernas.

Hasta ahora, los estudiosos se habían basado solo en las evidencias arqueológicas, analizando los estilos cambiantes de la cerámica (foto) excavada en cementerios humanos, con el fin de tratar de reconstruir las dataciones de los eventos cronológicos clave del período predinástico y la primera dinastía.

Al usar dataciones radiocarbónicas recientes, y combinarlas con las evidencias arqueológicas existentes, los investigadores elaboraron un modelo matemático para identificar la fecha más probable correspondiente a cada rey. La fecha de cada uno de ellos se cree que tiene una precisión de unos +- 32 años.

Los datos apoyan un acortamiento del Egipto predinástico, el período durante el cual se produjo la formación del Estado, entre 600 y 700 años.

"Este hallazgo acentúa el contraste con la vecina Asia del suroeste, donde la transición desde la producción de cereales a la formación del Estado tuvo lugar entre cuatro y cinco milenios" dijeron los investigadores.

"Esto refuerza la idea de que, a pesar de su proximidad geográfica, las sociedades prehistóricas de África y Asia siguieron trayectorias muy diferentes hacia la centralización política", añadieron.

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Comentario por Guillermo Caso de los Cobos el septiembre 5, 2013 a las 10:29pm

Hola, Luis María:

Me sorprende bastante tu diagnóstico crítico sobre la información que proporciona el post. Francamente, no veo por ningún lado las apreciaciones negativas que apuntas sobre el mismo. Ni observo que sea una noticia sobredimensionada, ni aprecio incoherencias o errores por parte de los periodistas (tanto el de ABC como el de Mail Online) que han dado cuenta del trabajo de investigación que al respecto llevó a cabo un equipo de investigadores de la Universidad de Oxford. Si lees dicho trabajo (que está en abierto), comprobarás que se ajustan a las conclusiones que allí se exponen. En este sentido, ni hay mala traducción ni tampoco mala interpretación por su parte.

Dices al principio de tu crítica: "Sí os habéis fijado la parte esencial de la teoría expuesta en el artículo, viene a decir: que se basan en datos matemáticos, supongo que algún sistema informatizado, combinados con el Carbono 14 y restos arqueológicos, es algo inverosímil".

Siento decirlo, pero no entiendo el alcance de esta aseveración. ¿Estás dando a entender que la combinación de metodologías que han empleado para lograr dataciones más precisas sobre el Egipto predinástico y dinástico es un procedimiento "algo inverosímil"? Como resulta obvio que el procedimiento llevado a cabo sí es muy verosímil concluyo que lo que querías decir era otra cosa y que la frase está mal redactada.

El propósito del trabajo de investigación queda muy claramente expuesto en el resumen que encabeza el mismo: obtener una cronología más precisa y fiable sobre los comienzos dinásticos del antiguo Egipto combinando tanto las evidencias arqueológicas y las dataciones mediante radiocarbono en el marco de un paradigma bayesiano. Y sus conclusiones no hay por qué entenderlas como "irrefutables" ni ajustadas a "medida de sus intereses", y, además, con ánimo de "levantar el consiguiente revuelo". Esto es algo que tú concluyes por tu cuenta, sin venir mucho a cuento, perdóname que te lo diga.

Es decir, estamos ante un trabajo de investigación (que por lo que se aprecia debió implicar abundante trabajo y empleo de medios y financiación) como tantos otros que se llevan a cabo en el ámbito de la Prehistoria y la Historia. Naturalmente, siempre se podrán discutir sus procedimientos y conclusiones por parte de otros investigadores, pero eso está dentro de la lógica de estas cosas.

Subrayas, por otro lado, que no ves nada novedoso en la cronología propuesta, dado que, por lo visto, la referida para al gobierno de Aha es más o menos similar a la que le ha otorgado Francisco Lara Peinado. Como comprenderás, esta coincidencia es meramente circunstancial con respecto al trabajo de investigación. Mejor para el profesor Lara Peinado que ve así corroborada su datación. Ahora bien, la cronología propuesta sí que aporta novedad (una novedad no sólo en cuanto a sus resultados, sino asimismo en cuanto a sus fundamentos) en comparación con otras cronologías que se han ofrecido, entre ellas, por ejemplo, una de las principales, la elaborada por Jürgen von Beckerath, y que emplean profusamente, sin ir más lejos, en la Wikipedia (al menos la española).

Como siempre, un cordial saludo.

Comentario por Hispalois el septiembre 6, 2013 a las 5:36am

Aquí dejo mi granito de arena. Los autores del estudio han realizado un análisis estadístico de 186 dataciones de C14 de objetos egipcios de esta época. De ellas 74 son novedosas, las han aportado ellos, mientras que 112 las han tomado de la literatura.

A partir de esas dataciones, han ajustado un modelo cuyas variables son las fechas de acceso al trono de cada uno de los reyes de la Primera Dinastía y las transiciones entre los diferentes periodos del Egipto Predinástico. El método matemático usado para calcular las variables del modelo es el de red bayesiana, una técnica bien conocida de ajuste multivariable que tiene la ventaja de no tener que formular a priori la estructura matemática del modelo.

Comentario por ningishzidda el septiembre 6, 2013 a las 1:28pm

Digamos que la noticia no es para tirar cohetes. El titulo genera expectativas que luego se quedan en simples matices. Estoy con Luis Maria. Saludos.

Comentario por Guillermo Caso de los Cobos el septiembre 6, 2013 a las 4:37pm

Piedra de Palermo con inscripciones de los primeros faraones egipcios. (Wikimedia Commons)

Buenas tardes, Luis María:

Comprendo tus objeciones y argumentos, pues cada uno, como es justo, es muy libre de apreciar estas cosas. Por mi parte, sigo sin ver que el alcance crítico que aduces se pueda asumir plenamente, si bien es verdad que algún aspecto de lo ofrecido en la noticia habría que matizarlo más claramente (en eso no tengo problemas en darte la razón), pues podría inducir a confusión. Me refiero, por ejemplo, al mismo título que encabeza el post.

Ciertamente, a tenor de lo expuesto en el trabajo de investigación hay que subrayar que no es tanto que la civilización egipcia se formara mucho antes de lo que se pensaba, sino que la misma se conformó más rápidamente, lo que no es lo mismo. En artículo que sobre el asunto publica BBC News se dice de modo más diáfano:

"Registros previos sugerían que el período pre-dinástico, un momento en el que los primeros grupos comenzaron a establecerse a lo largo del Nilo y cultivar la tierra, había comenzado en el año 4000 a.C. Pero el nuevo análisis reveló que este proceso se inició más tarde, entre el 3700 y 3600 a.C.

El equipo encontró que sólo unos cientos de años más tarde, alrededor del año 3100 a.C., la sociedad se había transformado y estaba gobernada por un rey.

El Dr. Dee dijo al programa 'Ciencia en Acción' de la BBC World Service: "El período de tiempo es más corto de lo que se pensaba anteriormente, alrededor de unos 300 o 400 años menos. Egipto fue un estado que emergió rápidamente; durante ese tiempo se experimenta un enorme cambio social".


En cuanto a la cronología del farón Aha, en que la que se apunta que accedió al poder hasta 500 años más tarde de lo que se había estimado, respecto de la datación otorgada por el trabajo de investigación, yo no le doy tanta importancia a dicha cuantificación, entre otras cosas porque ni siquiera se señala con qué cronología se está comparando. 

Lo esencial, a mi juicio, es que dicho trabajo de investigación ofrece una nueva línea de tiempo para los faraones de la primera dinastía no sólo mucho más precisa y ajustada, sino, asimismo, más fundamentada. Y además, al colocar los datos en un modelo computacional bayesiano el equipo ha sido capaz de identificar distintas etapas temporales en artefactos procedentes del mismo periodo de tiempo, produciendo ventanas de edad más estrechas y precisas, tal como sugiere el propio estudio y subraya Live Science.  

Que las dataciones ofrecidas finalmente no se alejen mucho de algunas otras cronologías practicadas tiene su lógica, pues, no en vano, muchos de los datos empleados provienen de análisis anteriores utilizadas en las mismas. En algunos casos, los resultados aportados puede que hasta confirmen algunas dataciones puntuales dadas anteriormente, pero ello no invalida la trascendencia del trabajo realizado, antes al contrario, sirve de solvencia y refuerzo (máxime dado el amplio y profundo trabajo de afinamiento que hay detrás del mismo) para considerar cuáles son las cronologías más aptas y ajustadas.

En fin, cada uno calibra la importancia del asunto según sus modos de ver las cuestiones que se dirimen. Por supuesto, estoy contigo en que discrepar, cuando no se está muy de acuerdo con algo, es muy sano (y, por tanto, conveniente). En ese sentido no tienes por qué lamentar que ambos lo hagamos mutuamente. A buen seguro lo haremos en más de una ocasión próxima, y, como es natural, seguiremos tan amigos.

De nuevo, un saludo muy cordial.

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