El Gobierno italiano declaró el viernes el estado de emergencia de las ruinas de Pompeya, para intentar rescatar uno de los tesoros arqueológicos más importantes del mundo tras décadas de negligencia.
Vía:
Silvia Aloisi/Reuters, Roma. 4 dejulio de 2008
Un comunicado del gabinete dijo que el Gobierno designará a un comisario especial para Pompeya, la ciudad sepultada por una erupción del Vesubio en el año 79 a.C. y que es hoy Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Arqueólogos e historiadores de arte llevan mucho tiempo quejándose por el pobre mantenimiento de Pompeya, plagada de falta de inversión, hierbas, basura, pintadas y saqueos. Guías falsos y aparcacoches no autorizados también son una constante.
Unos 2,5 millones de turistas visitan Pompeya cada año y muchos han expresado su sorpresa por las pobres condiciones de las ruinas.
Una información del Corriere della Sera señaló que muchas de las 1.500 casas, entre ellas algunas de las más famosas, están cerradas al público, los frescos están desvaneciéndose y las labores de restauración que comenzaron en 1978 aún no han concluido.
El "estado de emergencia", que el Gobierno dijo que duraría un año, permite que se aprueben más fondos y medidas especiales para proteger el lugar.
"Cada año, al menos 150 metros cuadrados de frescos y trabajo de enlucido se pierden por falta de mantenimiento", dijo al periódico Antonio Irlando, concejal regional responsable de patrimonio artístico.
"Lo mismo ocurre con las piedras; al menos 3.000 piezas terminan desintegrándose cada año", apuntó.
Dos tercios de la ciudad de 66 hectáreas, en la que vivían 13.000 personas en la época romana, han sido recuperados desde que comenzaron las excavaciones hace 260 años.
El tercio restante aún está bajo tierra, pero el Corriere dijo que el terreno se está usando como vertedero, lleno de neumáticos, frigoríficos y colchones.
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