Investigadores del CSIC hallan el lugar exacto donde fue apuñalado Julio César

Área arqueológica de Torre Argentina en Roma./ Antonio Monterroso/ CSIC

 

  •  Descubren una estructura de hormigón que el hijo adoptivo del general, asesinado en el 44 a.C., colocó en el interior de la Curia de Pompeyo para condenar su muerte

  •  El proyecto, llevado a cabo en Torre Argentina, cuenta con el apoyo de la Escuela Española de Historia y Arqueología del CSIC en Roma 

     

CSIC

 

Varios textos romanos antiguos describen el asesinato de Julio César en la Curia de Pompeyo de Roma en el año 44 a.C.; un hecho, fruto del complot de un grupo de senadores para eliminar al general, que desembocaría en la formación del segundo triunvirato y en el estallido final de las guerras civiles. Ahora, 2.056 años después, un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha descubierto el punto exacto donde fue apuñalado el militar.

 

Una estructura de hormigón de tres metros de ancho por más de dos de alto colocada por orden de Augusto, hijo adoptivo y sucesor de Julio César, para condenar el asesinato de su padre ha dado la clave a los científicos. Este hallazgo confirma que el general fue apuñalado justo en el centro del fondo de la Curia de Pompeyo, mientras presidía, sentado en una silla, la reunión del Senado. Actualmente los restos de este edificio se encuentran ubicados en el área arqueológica de Torre Argentina, en pleno centro histórico de la capital italiana.

 

“Siempre se supo que Julio César fue asesinado en la Curia de Pompeyo el 15 de marzo del 44 a.C., porque los textos clásicos así nos lo transmiten, pero hasta ahora no se había recuperado ningún testimonio material de este hecho tantas veces representado en la pintura historicista y en el cine”, explica el investigador del CSIC Antonio Monterroso, que trabaja en Instituto de Historia del Centro de Ciencias Humanas y Sociales del CSIC.

 

Las fuentes clásicas aluden a la clausura, años después del asesinato, de la Curia, un lugar que pasaría a convertirse en una capilla‐memoria. El investigador del CSIC aclara: “Sabemos con seguridad que el lugar donde Julio César presidió aquella sesión del Senado y donde cayó apuñalado se clausuró con una estructura rectangular organizada conforme a cuatro muros que delimitan un relleno de hormigón. Lo que no sabemos es si esta clausura supuso también que el edificio dejara de ser completamente accesible”. 

 

Espacios del “cesaricidio”

 

En Torre Argentina, además de la Curia de Pompeyo, los investigadores han comenzado a estudiar los restos del Pórtico de las Cien Columnas (Hecatostylon). El objetivo es conocer qué vías de conexión se pueden establecer entre la arqueología, la historia del arte y el cine en estos espacios de la muerte de Julio César. “También pretendemos entender mejor ese sentido de clausura y lugar funesto que describen los textos clásicos”, añade Monterroso.

 

Los dos edificios forman parte del complejo monumental de unos 54.000 metros cuadrados que Pompeyo Magno, uno de los más grandes militares de la historia de Roma, construyó en la capital para conmemorar sus triunfos militares en Oriente hacia el año 55 a. C.

 

“Es muy atractivo, en sentido cívico y ciudadano, que miles de personas tomen hoy el autobús y el tranvía justo al lado de donde hace 2.056 años fue apuñalado Julio César, o que incluso vayan al teatro, pues el principal de la capital, el Teatro Argentina, se encuentra muy cerca igualmente”, indica Monterroso.

 

El proyecto, con una duración de tres años, cuenta con el beneplácito y la colaboración de la Sovraintendenza ai Beni Culturali del Comune di Roma, con el apoyo financiero del Plan Nacional 20082011 del Ministerio de Economía y Competitividad y con el respaldo de la Escuela Española de Historia y Arqueología del CSIC en Roma. 

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Comentario por Guillermo Caso de los Cobos el octubre 10, 2012 a las 4:49pm

Lástima que no se hayan ofrecido imágenes de esa estructura de hormigón y del área excavada. Me pregunto dónde exactamente fue encontrada dicha estructura. Supongo que se habrá profundizado a través de los restos de la exedra del Pórtico de Pompeyo (detrás del templo B -ver plano más abajo- y que todavía son visibles desde el exterior), más hacia el fondo, hacia el oeste, esto es, por debajo de la vía Torre Argentina. 

Por otra parte, llama la atención que dicha estructura se limite a un espacio muy concreto (unos tres metros de ancho por más de dos de alto), cuando resulta que Suetonio indica que la sala fue amurallada.

Y que fuera amurallada tiene más sentido si tenemos en cuenta que el sitio fue decretado como "locus sceleratus", es decir, como "lugar infame". No tiene mucha lógica que un lugar tan concreto recibiera ese apelativo. Lo lógico es que se circunscribiera al menos a la sala entera de la Curia. Pero, en fin, la arqueología parece que dice lo contrario. O quizás se hizo así para seguir utilizando el resto de la estancia, pero respetando el lugar específico del asesinato de César mediante dicha estructura.

 

El número 1 indica los restos de la exedra del Pórtico de Pompeyo usada como Curia o reunión del Senado. Foto: G.C.C.

Zona detrás del templo B donde se hallan los restos de la exedra (izquierda) del Pórtico de Pompeyo. Foto: G.C.C.

Delimitada con trazo rojo la exedra del Pórtico de Pompeyo.

Comentario por Alicia M. Canto el octubre 11, 2012 a las 2:22am

Excelente presentación de la noticia, como siempre. Pero la noticia misma (una vez más) ya es otra cosa. Si hacemos caso de varios autores antiguos, la curia de Pompeyo fue toda ella tapiada, y más tarde convertida en letrinas. Algo mucho más acorde con la mentalidad romana pues, como bien ha dicho el Sr. Caso (al que con razón algo ha extrañado en la información), y lo recogen Platner y Ashby en su célebre A Topographical Dictionary of Ancient Rome (1929), bajo su entrada Curia Pompei, aquel espacio era un locus sceleratus, un lugar maldito, de siniestra memoria, que nadie querría recordar ni consagrar de ninguna manera.

Por ello entiendo aún menos algo que amplía la misma noticia en El País de hoy: «Por las fuentes clásicas sí se sabía que este espacio fue clausurado y se convirtió en una capilla-memoria a Julio César. "Lo que aún desconocemos es si este cierre supuso también que el edificio dejara de ser completamente accesible", aclara el científico» (por cierto, en su foto marcan con un círculo o elipse la zona concreta, al fondo). Y esto es seguro que lo afirman, pues figura así en la nota de prensa oficial del hallazgo del CSIC, en inglés: "...Classical sources refer to the closure (years after the murder) of the Curia, a place that would become a chapel‐memory".

Dejando un margen, como siempre hacemos, para las tradicionales exageraciones o malinterpretaciones en las que pueden incurrir los periodistas intermediarios, si vamos a los autores antiguos, lo que dice Suetonio, en su Vita Divi Iul., LXXXVIII, no es que se tapiara un espacio pequeño o un lugar concreto dentro de la curia, sino toda ella: "Curiam, in qua occisus est, obstrui placuit" ("La curia en la que fue asesinado se ordenó que fuera tapiada").

Y en lo mismo coincide Dión Casio, XLVII, 19, 1, pero ampliando el detalle de la prisa al tapiar, así como el destino posterior del edificio, y muy claramente, aunque en griego:

"La cámara (οἴκημα) en la que (César) fue asesinado fue sin dilación tapiada, y más tarde convertida en letrinas" (καὶ ὕστερον ἐς ἄφοδον μετεσκεύασαν·).

No se trató, pues, de taponar un pequeño espacio de 3 x 3 m con hormigón dentro de la curia, y menos de construir en el sitio "una capilla a su memoria", sino de algo bastante más sucio, degradante e inmundo, como lo son unas letrinas. Una decisión muy política y de un gran simbolismo, muy acorde con la mentalidad romana.

Quizá no sobre aclarar de paso que César no murió en la silla en la que presidía la reunión. Por los autores que ya cité, y otros cuantos más (Nicolás Damasceno, Plutarco, Apiano...), sabemos que allí comenzó el ataque, pero que luego en el tumulto, mientras iban hiriéndole, le arrastraron, también muy simbólicamente, hasta los pies de la estatua de Pompeyo (que no estaba en el centro de la sala), junto a la cual cayó, se desangró y realmente murió.

Añadiré mi coletilla acostumbrada: Estas cosas no las aclaro por fastidiar, ni por personalismo alguno, sino en beneficio de la más correcta información de los lectores de TA. Actividad que más bien me suele traer problemas y enemistades, pero sé que hay a quien sirve, y lo valora. Y, si la nueva información es útil además para mejorar la futura publicación, pues me alegraré mucho. Creo que los arqueólogos al menos no deben de conocer el dato que da Dión Casio, pues de alguna forma hubieran sido más cautelosos en sus hipótesis. Ni yo al menos (que aún ignoro infinidad de cosas, y escribo desde lejos) conozco ninguna fuente antigua que diga que el lugar del asesinato de César fue convertido en "una capilla a su memoria". Aunque me guardaré a mi vez la cautela de que hoy en día nunca se sabe a dónde puede llegar o qué descubrir un "escáner láser tridimensional"... ;-) Saludos.

Comentario por Percha el octubre 11, 2012 a las 9:18am

Gracias, Alicia y Guillermo, por las precisiones.

Cuando puse la noticia ya me temía que no sería tan espectacular como parecía. Es algo que desgraciadamente ocurre en casi todas las noticias arqueológicas en estos tiempos. Por eso puse la nota de prensa del CSIC (que también habla de "capilla-memoria"), para que no le achaquemos como siempre la culpa al mensajero ;-).

La verdad es que sí es una pena que no se ofrezca una imagen del sitio concreto y la estructura que lo cubre y que no se den más explicaciones de porqué se llega a dicha conclusión. Esperemos que se solvente en los próximos días.

Comentario por Alicia M. Canto el octubre 11, 2012 a las 10:06am

De nada. Mientras no se suministren más detalles, en el espléndido portal de Bill Thayer (Univ. Chicago), además de la planta general de las Porticus Pompeianae, hay una foto del sitio, donde ya se dice que "es lo más cerca que el publico puede esperar ver el lugar donde fue asesinado Julio César":

© Bill Thayer, en The Portico of Pompey

References: La Pianta Marmorea di Roma Antica: Forma Urbis Romae (1960) by Gianfilippo Carettoni, Antonio M. Colini, Lucos Cozza, and Guglielmo Gatti.

Yo misma tengo algunas fotos, en papel, aunque "quién sabe dónde". Pero seguro que en sitios como Flickr se podrían encontrar más, y más recientes. Saludos y buen día.

Comentario por María // el octubre 11, 2012 a las 10:55pm

Borré mi comentario anterior hecho muy precipitadamente en el que mencionaba  de la costumbre de señalar lugares en los que hubieran sucedido muertes violentas ,pero sigo pensando en ello.¿es posible que al principio se construyera la estructura que ha aparecido de 3x3 y que luego se realizara el tapiado de toda la curia y la posterior conversión en letrinas?

Me  explico :es sabido que en muchas partes del mundo en los lugares en los que ha ocurrido una muerte violenta se alza algún tipo de señal, (cruz en el caso de la cultura cristiana ),pero también montones de piedras con el propósito,se cree, de proteger el lugar de infuencias nefastas,de la venganza del alma del asesinado o víctima de algún tipo de muerte violenta  Es decir ,en este caso, el pequeño muro demarcaría el locus sceleratus y se habría construido para proteger el resto de la curia de las malas influencias y consecuencias de un hecho tan terrible ,al menos de forma provisional.

Sería un lugar sagrado desde el punto de vista de lo sagrado como lugar en el que se había producido algo de naturaleza extraordinaria y potencialmente peligroso.Un lugar tabuado. También los lugares en los  que caía un rayo   quedaban rodeados.Por eso se hizo se tapió con la prisa qeu hacen notar los cronistas.

Es decir,el propósito no sería hacer una capilla ni nada parecido,sino proteger la curia y a los que estuvieran en ella de influencias nefastas

Esto haría compatible la existencia de esa estructura pequeña rodeando el lugar concreto del asesinato con el amurallado posterior de la curia y la construcción de las letrinas

Alicia,gracias como siempre por las puntualizaciones y rectificaciones

Comentario por María // el octubre 11, 2012 a las 11:34pm

Claro, no sé si en Roma existía esa tradición respecto a estos lugares. En el caso de los rayos sí se rodeaba el lugar.

Sobre este asunto en general:

“… que, no obstante, cuando se trata de una muerte violenta (por rayo, serpiente, tigre) se erige el monumento en el lugar mismo del accidente (Koppers, hablando de la India central, en Eliade) .

Esto último revela el sentido de los monumentos líticos funerarios, porque la muerte violenta deja un alma agitada y hostil, llena de resentimientos (…).

Los Gondas, por ejemplo, amontonan piedras en el lugar en el que ha muerto alguien por un rayo, un tigre o una serpiente; todo el que pasa añade alguna piedra más por el descanso del difunto (esta costumbre sobrevive aún hoy en algunas regiones de Europa, por ejemplo, en Francia)….”

M.Eliade, ”Tratado de  Historia de las religiones" 

En la entrada de blog de Serna sobre monumentos penitenciales

http://terraeantiqvae.com/profiles/blogs/monumentos-penitenciales

Comentario por Guillermo Caso de los Cobos el octubre 13, 2012 a las 2:09am

Pintura que recrea al asesinato de Julio César, de Karl Theodor von Piloty.

 

Gracias de nuevo Dra. Alicia por sus comentarios que vienen siempre de perlas para clarificar estas informaciones de arqueología.

He estado repasando y contrastando las distintas noticias que se han dado al respecto, por ver si aportaban matices (de algún modo los hay) que clarificaran un poco más la trascendencia de lo hallado y transmitido, y, a tenor de ello, podríamos resumirlo del modo siguiente:

1º Que la estructura de hormigón de 3x2 metros hallada en la curia del Pórtico de Pompeyo
marca, en realidad, el lugar exacto donde estaba sentado Julio César y recibió las primeras puñaladas. No el sitio concreto donde falleció, que sería, tras el ataque y forcejo, algo más allá de donde estaba sentado (es decir, bajo la estatua de Pompeyo, situada detrás de él, al parecer).

2º Dicha estructura de hormigón fue mandada colocar (la misma es posterior al edifico original, colocada sobre el año 20 a.C.) por Augusto, según señala el arqueólogo Antonio Monterroso y se recoge en esta nota de prensa: "... para clausurar el área y condenar sin olvido el asesinato de su padre".

Y añaden los investigadores en la nota del CSIC: "Lo que no sabemos es si esta clausura supuso también que el edificio dejara de ser completamente accesible", es decir, no se sabe si con esto bastó para considerar que el edificio de la curia quedó cerrado o clausurado (además de ser considerado un locus sceleratus).

O bien, como reseñan en el Diario Córdoba"Los investigadores no han determinado todavía si la estructura hallada podría haber servido además para cerrar el acceso al recinto años después. Las fuentes clásicas aluden a la clausura del pórtico, para pasar a convertirse en una capilla memorial del general".

O sea, que hasta donde se sabe cabrían estas dos posibilidades. Sin embargo, la primera posibilidad tiene el molesto inconveniente de que no se ajusta a lo que indica Suetonio, esto es, que la curia fue amurallada enteramente.

La segunda interpretación, en el límite, podría ser posible, pero también tiene inconvenientes. Primero, no se ajusta al relato de Dion Casio, que, como ya apuntó usted, Dra. Alicia, éste afirma que la clausura de la curia fue realizada con celeridad (es decir, no años después). Y segundo, que parece no tener mucho sentido que se pusiera, en principio, una estructura que condenaba y clausuraba el lugar concreto donde estaba sentado Julio César y fue apuñalado por primera vez, y que posteriormente se tapiara la curia entera dejando dicha estructura dentro. Aunque, quién sabe, todo puede ser posible.

3º Hay todavía muchas dudas sobre el proceso de clausura de la curia e incluso sobre el alcance del concepto de locus sceleratus, el cual no se compadece nada con el hecho de que se diga, por lo demás, que la estancia acabó siendo una capilla en memoria de Julio César.

4º En este sentido, me surge la duda, Dra. Alicia, sobre el alcance de que lo que usted apunta, al decir, "la curia de Pompeyo fue toda ella tapiada, y más tarde convertida en letrinas".

Pues, efectivamente, restos de letrinas se describen como tales en la zona marcada con el nº 2 del mapa que puse en mi anterior comentario, pero las mismas terminarían (al parecer) hasta lo que se considera la zona nº 1, donde estaba la curia del Pórtico de Pompeyo, en la cual se advierte están sus restos. Por otro lado, no se entendería muy bien que en la curia se hubiera puesto la estructura de hormigón hallada y al mismo tiempo se hicieran posteriormente unas letrinas en su alrededor. Aunque, en fin, quién sabe tampoco. No lo sé.

Parece más bien que, como tal locus sceleratus, se pusieron al lado de la curia unas letrinas, pero las mismas no incluían a la zona de la curia propiamente dicha.

5º Dados los interrogantes que surgen en torno al hallazgo, no es de extrañar por tanto que Antonio Monterroso diga hacia el final de la nota del CSIC:

"También pretendemos entender mejor ese sentido de clausura y lugar funesto que describen los textos clásicos".

La cuestión, pues, todavía requiere de más investigación arqueológica, tal como la que, según se informa, sigue adelante (habría que intentar averiguar, por ejemplo, si quedan restos del amurallamiento de la Curia, si es que realmente la misma se llevó a cabo) y de más análisis y confrontación de interpretaciones. Como bien dice el profesor Monterroso, el hallazgo está abierto a la polémica:

"No es indiscutible. Toda la ciencia arqueológica está abierta a la discusión, debe estar abierta a la controversia, a los argumentos, al debate y a la crítica, desde luego".

Comentario por Alicia M. Canto el octubre 13, 2012 a las 10:39am

Estimado Sr. Caso: Por sus resúmenes he estado mirando un poco por ahí, y no soy la única que ha observado en la nota de prensa una información/documentación insuficiente como para corregir lo que se sabe por diversas fuentes antiguas sobre el lugar donde fue asesinado César y lo que después se hizo con el espacio de la curia Pompei.

Por ejemplo David Connolly, arqueólogo escocés coeditor del portal Past Horizons, comentó el día 10, al pie de la noticia: "Actually pretty hard to get anything out of them… and the original press release was seriously lacking in detail. The middle pic is all they gave us. So thin on detail ( agreed ) but not as thin as it was . We too are hoping for updates", esto es: "Realmente es bastante difícil sacar nada más en limpio... y el comunicado de prensa original era muy deficiente en los detalles. Todo lo que nos han dado es una foto de un plano medio. De acuerdo en que hay que ser escueto, pero no tanto. Nosotros también esperamos más noticias". Otro comentarista añade que el lugar ha estado expuesto desde los años 20, y que él nunca oyó a historiadores o arqueólogos decir que allí hubiera un memorial hecho por Augusto.

Y es cierto: las complejas excavaciones del Area Sacra del Largo Argentina, entre 1926 y 1940, fueron hechas por G. Marchetti-Longhi (bio con historia breve de las mismas), y publicadas en entregas, por ejemplo aquí, en 1937, ocasión y años en los que ya se revolvió aquello bastante, aunque quedó casi como ahora, pues es una de las zonas de Roma que, siendo el corazón republicano, estaba sin reestudiar mejor, por lo que estos trabajos actuales (de 6 años para acá, y les queda) son bienvenidos en cualquier caso.

Pero también se observan varias contradicciones. Por ejemplo, cuando el comunicado de prensa oficial del CSIC (que, por precaución, es mejor usar para citas textuales de opinión) leemos "... un lugar que pasaría a convertirse en una capilla-memoria... Sabemos con seguridad que el lugar donde Julio César presidió aquella sesión del Senado y donde cayó apuñalado se clausuró con una estructura rectangular organizada conforme a cuatro muros que delimitan un relleno de hormigón. Lo que no sabemos es si esta clausura supuso también que el edificio dejara de ser completamente accesible”, todo lo que subrayo (sin entrar en detalles, como si a César le dio tiempo de sentarse para presidir la sesión) entra en conflicto con lo que sabemos, y alguna frase con la lógica. Porque 1) No hay la menor noticia histórica de tal "capilla-memoria", sino de lo contrario. 2) Caer, cayó al pie de la estatua de Pompeyo, como dije en mi primer mensaje; la estatua de éste fue llevada a su teatro, así que incluso se me ocurre ahora que el bloque en cuestión podría correponder al núcleo de su base (la forma y el tamaño al menos, 3 x 3 x 2 m de alto, serían muy adecuados), con lo que variaría la supuesta orientación de la curia, quizá mirando más bien hacia el oeste, ya que hacia el este están los cuatro venerables templos republicanos. 3) no hay referencias antiguas de que el lugar concreto se clausurara “con un bloque”, de 3x3x2 m o de ninguna medida, y además no supondría un “tapiado del edificio”. 4) Sobre la duda de si con ello “el edificio sería accesible”, esto contradiría lo que afirman, por ejemplo, Suetonio y Dión Casio, que se refieren a todo el edificio y añadiendo además el segundo lo de las letrinas. Detalle éste que (añado porque es bastante llamativo) en ningún momento se cita en la nota de prensa. 

Puede ver en estas fotos, de H. Courtney el recorrido de los desagües de las letrinas, pegados al muro que hoy cierra el área:

© Hubert Courtney, 2010

Por último, que hay que trabajar ;-) , encontré algunas otras fotos más cercanas del lugar donde se está excavando:

http://img.photobucket.com/albums/v217/exactduckwoman/Rome2007/LArg... (ésta es la zona donde me parece más probable que se haya encontrado el bloque)

http://www.vroma.org/images/raia_images/largoargent11.jpg

Recomiendo en especial el citado album de 2010, con muchas fotos del Area Sacra muy detallado, en Picassa, de H. Courtney, y en especial esta foto:

Al parecer, dice el autor al pie de ella, el bloque blanco que se ve sería una señal para los turistas del lugar donde moriría César. Aunque, siendo para turistas, añade que ello fue “en las escaleras”.

En fin, aquí no somos turistas, y, como Connolly, para no hablar sin saber los detalles tendremos que seguir esperando a algo más completo de lo hasta ahora ofrecido por el Dr. Monterroso, que es un joven arqueólogo cordobés, bien formado según he oído, y doctorado no hace mucho con una tesis sobre el teatro de Pompeyo; digo yo que sus motivos tendrá para haber lanzado esto con tal seguridad. Para empezar porque el bloque en cuestión no debe encontrarse a la vista, si se ha hallado en las presentes excavaciones.

Descubro ahora mismo que el Dr. Monterroso es miembro de TerraeAntiqvae desde 2010, así que le animo, si le parece, a aclararnos mejor lo que bien le parezca. Aunque, con medio planeta pendiente de sus aclaraciones, yo también me lo pensaría ;-) Saludos.

Comentario por Guillermo Caso de los Cobos el octubre 13, 2012 a las 6:18pm

Foto: La estatua de Pompeyo bajo la que Julio César fue finalmente asesinado. Se encuentra ubicada actualmente en el Palacio Spada. Roma.

Le agradezco nuevamente, Dra. Alicia, sus comentarios y los estupendos enlaces a las fotos sobre el Área Sacra que ha puesto.

He vuelto de nuevo a ver si obtenía más información, y he aquí que me encuentro con la sorpresa de que en varios medios (aquí, aquí y aquí, estos dos últimos quizá siguiendo al primero) denunciaban que el diario EL PAIS se había equivocado al proporcionar la noticia al decir que se había encontrado el banco o silla ceremonial donde se había sentado Julio César en el momento de ser apuñalado. Algo realmente insólito, porque si se lee bien la noticia que daba EL PAIS, no existe tal confusión (prácticamente recogen lo mismo que ofrece la nota oficial del CSIC). En ningún momento se da a entender que se encontró tal banco o silla, sino una estructura de hormigón que señalaría, a título de demarcación y clausura, el lugar donde estaría sentado Julio César cuando fue apuñalado en el primer momento.


Pero, en cualquier caso, lo sorprendente no acaba aquí, pues, con motivo de lo anterior, la arqueóloga Maria Mattei aclara que lo realmente encontrado es la base de cemento donde estaba el banco o silla sobre el que se sentaba Julio César. No se habla para nada, curiosamente, de una estructura de hormigón puesta por Augusto para clausurar ese espacio concreto.

Y lo mejor de todo viene cuando afirma que "Lo interesante es que se confirma que la Curia de Pompeyo que llega a la zona fue tapiada en época de Augusto".

("La cosa interessante è che è confermato che la Curia di Pompeo -spiega l'archeologa Marina Mattei- arriva fino all'area ed è stata tamponata in età augustea. Dai lavori abbiamo trovato una base cementizia di tre metri per quattro che potrebbe essere proprio la base dove sedeva Cesare quando fu ucciso").


O como dicen en el CORRIERE DELLA SERA: "E' certo che nell’area archeologica di Largo Argentina sono stati identificati la sede della Curia di Pompeo e il muro di tamponatura con cui Augusto poi procedette a chiudere il primo Senato romano".

("Es seguro que en la zona arqueológica de Largo Argentina se han identificado la sede de la Curia de Pompeyo y el muro de revestimiento con el que Augusto procedió a cerrar el primer senado romano").

O sea, parece (salvo nuevas sorpresas) que por fin salimos de dudas respecto al tapiado o amurallamiento de la curia de Pompeyo: tanto Suetonio como Dion Casio tenían razón.

Por lo demás, según la arqueóloga Mattei, se sigue investigando sobre todas estas cuestiones, así como que también se ha constatado que hubo en el Área Sacra hasta seis templos, no sólo cuatro.

En definitiva, ante todo ello cabe preguntarse: ¿hubo un error de traducción o de interpretación por parte de los periodistas italianos al criticar a EL PAIS, o fue, por el contrario, un error, también de traducción o interpretación, por parte de los periodistas españoles, e incluso del responsable de prensa español del CSIC, al transmitir la noticia y la interpretación de lo realmente hallado?

O sencillamente, ¿cabe especular con que existe una diferencia de interpretación entre los árqueólogos que llevan a cabo la dirección del trabajo en la curia de Pompeyo, es decir, entre Antonio Monterrosado y María Mattei?

Personalmente, y desde la distancia con que abordamos estas cuestiones, no hay más remedio que inclinarse por las declaraciones de la arqueóloga Maria Mattei, las cuales no sólo se ajustan más a los autores clásicos, sino que, en correspondencia, guardan más lógica.

En todo caso, para más claridad sobre lo que ella misma dice, se ha publicado un vídeo con declaraciones suyas sobre lo excavado y hallado.

Comentario por Alicia M. Canto el octubre 13, 2012 a las 11:16pm

Sí, señor Caso, es lo mismo que he observado esta tarde, leyendo aclaraciones de ayer y de hoy en la prensa italiana, por ejemplo esta estupenda serie de fotos en el diario La Repubblica. Como el jueves quise expresamente recordar y concretar los datos de las fuentes que no coincidían con la noticia, en especial Suetonio y Dión Casio, es lógico que me alegre de que se le aclaren las dudas. Pero viene más "enjundia", como diré al final.

En cuanto a la cuestión del error en El País, tenga en cuenta que lo que nosotros vemos y enlazamos es la edición digital del diario, y ésta es mutable: algunas veces, cuando el diario mismo, o los lectores, observan errores de bulto en una noticia, como sería éste el caso, la corrigen. Y me temo que es eso lo que puede haber pasado en esta ocasión, que la versión que vemos, de la 1 de la tarde, no sea la primera que se publicó, y el error en la primera es el que se señala Il Corriere della Sera, aludiendo a una “notizia infondata” y a una “forzatura” del hallazgo: “Il quotidiano spagnolo El Pais nei giorni scorsi è corso un po’avanti -con una notizia infondata- affidando la scoperta del sedile (non ancora trovato) a uno studioso spagnolo del Csic (Consejo Superior de Investigaciones Cientificas), Antonio Monterroso, ma è stata una forzatura… «Stiamo analizzando tutti questi elementi –spiega Marina Mattei-. Siamo partiti dalla pianta della Curia e stiamo indagando sulla struttura e questo lavoro è condiviso con gli spagnoli che hanno investito in questa area…»”.

Por otro lado, la muy experimentada arqueóloga Dra. Marina (no Maria) Mattei, es conservadora de los Museos Capitolinos y, en tanto que miembro de la Soprintendenza Archeologica del Comune di Roma, es la coordinadora y responsable oficial del proyecto de puesta en valor del Area Sacra di Largo Argentina (aquí un CV de su dilatada carrera y responsabilidades). En esta serie de fotos de la EEHAR (2010) se la puede ver explicando a un grupo de miembros y becarios de la Escuela los hallazgos subterráneos de la zona, con lo que nosotros podemos apreciarlos también.

A mi juicio, el hecho de que parezca que la Dr.ssa Mattei haya tenido que salir a aclarar cosas, aportando un dato muy importante y que no estaba en la nota de prensa oficial del CSIC (todo su sitio web aparece ahora caído), como lo es el que piensan haber dado también con parte del muro de clausura, sugiere que algo fallaba, en efecto, en las primeras noticias. Es muy fina al decir que “Gli archeologici stanno studiando la zona per trovare le conferme agli scritti degli antichi, da Svetonio a Cicerone: il lavoro si svolge in collaborazione con gli spagnoli, cosa che avrebbe dato il là all’errore del Pais”. Algún tipo de discrepancia hay, pues, como se observará, la Drssa. Mattei pone el acento en que quieren confirmar lo que dicen los autores antiguos (“da Suetonio a Cicerone”) y no menciona nada, en ninguno de los medios de ayer y hoy que he visto, sobre la “capilla-memoria” que mencionaba con seguridad el Dr. Monterroso, que ésa puedo asegurarle que ni existió, ni sería lógica (quizá se haya creído en algún paralelismo con las aulae de culto imperial en los pórticos opuestos a la scaenae frons, como pasa en Mérida, pero en este caso el lugar estaba maldito).

Hay muchos más datos, pero es tarde y el día fue largo, así que dejo para lo último una opinión experta de hoy mismo, y de bastante peso, que indica la misma perplejidad que yo tuve (y otros muchos, me imagino) ante la noticia "tal como vino", pero incluso también hacia la Dr.ssa Mattei. En parte tiene algo que ver además con la hipótesis que esta mañana temprano lancé acerca de que quizá algo tuviera que ver el ya famoso bloque de hormigón con el pedestal de la estatua de Pompeyo, lo que cambiaría algo la orientación de la sala.

Por cierto que la estatua es sólo supuestamente (no es seguro) la que se conserva en el Palazzo Spada (hoy Consejo de Estado). Hay que advertir que la actual (decapitada tras hallarla) tiene restauraciones y, aunque es tradición, no es seguro que sea la misma que estaba en la curia y luego en el teatro de Pompeyo.

Volviendo a la opinión que digo, muy escéptica, procede nada menos que del prestigioso arqueólogo Andrea Carandini, autor, con un amplio equipo, de un atlas gráfico hace muy poco publicado: Atlante di Roma Antica. Biografia e ritratti della città, que es una amplísima presentación tridimensional de Roma, para la que ha trabajado un decenio, por lo que conoce muy bien todas las áreas arqueológicas de la ciudad.

Pues bien, por una parte, ayer el Prof. Carandini declaró al Corriere della Sera: “«Il luogo dove morì Cesare? Per trovarlo occorre scavare verso i palazzi» : “Se dalla strada dove è la stazione del tram ci si affaccia sui ruderi, si osserva, subito al di sotto e dietro al tempio rotondo, un muro che ingloba una nicchia, dalla quale spunta un pino. E la nicchia del salone (440 metri quadrati) in cui era alloggiata la statua di Pompeo, ai piedi della quale cadde Cesare. Muro e nicchia sono il retro della Curia di Pompeo, che per il resto si estende sotto la strada». Quanto alle nuove rivelazioni fatte dall’archeologa Marina Mattei responsabile degli scavi nel sito archeologico e in particolare dell’individuazione del muro cementizio con cui Augusto avrebbe chiuso la Curia di Pompeo negli anni successivi alla morte di Giulio Cesare, Andrea Carandini premette subito un’importante precisazione: «Conosco bene quella tamponatura sovrastata da un pino, ma non riguarda l’ingresso della Curia bensì il retro. La Curia si apriva infatti dalla parte opposta». Per Carandini i segreti della Curia di Pompeo sono dunque nascosti oltre quel muro cementizio e andrebbero indagati".

Pongo aquí esta captura de la serie de fotos de La Repubblica a la que antes hice referencia. En esta foto aérea se aprecia la parada del tranvía 8, y los raíles a los que Carandini hace referencia. La curia, pues, sobresaldría por el oeste del "Area" actual, alcanzando los palacios, como él dice. Más adelante, en la foto 11, está el croquis.

© La Repubblica.

Esto fue ayer. Pero hoy mismo, en La Repubblica (no lo encontré en el diario digital mismo, sino en este blog de resúmenes de prensa, por lo que quizá esté sólo en la edición en papel), aunque en el mismo sentido de que la mayor parte de la curia está sin excavar, por tanto hacia el oeste y bajo la calle actual, ha ido más lejos, encuentra la hipótesis falta de pruebas, y al final apunta directamente al Dr. Monterosso:

Repubblica 13.10.12.

“È UNA TESI CHE HA BISOGNO DI PROVE ORA BISOGNA CERCARE SOTTO LE ROTAIE”.

ROMA - L’archeologo Andrea Carandini, che ha di recente pubblicato il monumentale Atlante di Roma antica, frutto di decenni di lavoro di un’équipe nutritissima di studiosi, è perplesso di fronte alla notizia della scoperta del luogo dell’assassinio di Giulio Cesare. “Io sono come Tommaso — dice — e quel podio lo devo vedere bene prima di giudicare”.

Ma sappiamo com’era fatta esattamente la Curia?
«Certo, è tutta ricostruita, basta guardare l’Atlante. Sono stati trovati frammenti di murature che ci hanno consentito di disegnare le dimensioni esatte dell’edificio. Si è trovato poi un muro parallelo a un lato dell’edificio che era forse la fondazione di una fila di colonne, per cui pensiamo che la curia fosse probabilmente affiancata da un portico. Si sono trovati persino i resti di una nicchia, che con molta probabilità ospitava la statua di Pompeo. Come vede, non c’è molto altro da dire». La nicchia però è nella parte della Curia che oggi non è a cielo aperto, mentre Monterroso parla di un memoriale di cemento nell’Area sacra. «Io mi fido dei testi antichi che parlano di assassinio di fronte alla statua di Pompeo. Se Monterroso non porta prove più convincenti, per me il caso è chiuso».

“La pelota”, pues, queda en el tejado del Dr. Monterroso. Se podrá decir que la de Andrea Carandini es otra opinión más, pero no cabe duda de que es una bastante autorizada. Es natural que haya aclaraciones y debate, quizá por la gran seguridad que el día 10 traía la noticia misma, y las contradicciones que presentaba con algunos datos que sabemos bien por las fuentes antiguas, junto a una falta de información concreta. El debate es más natural y frecuente todavía en Roma, donde cualquier excavación es un auténtico problema de interpretación por los múltiples avatares de la ciudad y de todos sus edificios romanos principales. Pero normalmente la arqueología no puede ir en contra de las fuentes literarias, salvo que medien pruebas muy contundentes (por ejemplo epigráficas), que en este caso no se ofrecían, y ya desde el principio.

Y, en espera de más detalles, así quedan por ahora las cosas: por aclarar, y por probar.

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