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Detalle del yacimiento de Libisosa con un encuadre de un casco de hierro de tipo Montefortino y una lámina triangular de hierro de 21 centímetros encontrado en el mismo.
La antigua población de Libisosa, cuyos vestigios se encuentran al oeste de la ciudad española de Albacete, fue un importante enclave urbano donde diversas civilizaciones como la íbera, la romana y la medieval dejaron sus huellas. Ahora, un grupo de arqueólogos que han trabajado en excavaciones de la zona ha presentado un conjunto de armas hallado en el lugar, el cual consta, entre otras cosas, de espadas, cascos y escudos y que tienen una antigüedad de más de 2000 años.
Libisosa era una ciudad que se encontraba próxima a la actual localidad de Lezuza, al oeste de Albacete, en la región de Castilla-La Mancha. Su ubicación privilegiada en la península ibérica la convirtió en un lugar geoestratégico que atrajo a los romanos en el año 180 a.C. cuando Roma era todavía una República, pero ya había realizado su expansión sobre lo que hoy es España.
Con los romanos llegaron entonces una serie de conflictos que debieron resolverse por las armas. Así, Libisosa sufrió los efectos, entre los años 82 y 72 a.C., de la primera guerra civil romana, conocida como guerra de Sertorio, o guerra sertoriana. El nombre se relaciona con Quinto Sertorio, miembro de la facción de los populares, que se había proclamado procónsul de Hispania en su enfrentamiento con el grupo de hombres conocidos como los optimates o aristócratas de la República romana.
Elementos cortantes como hojas de cuchillas, espadas o puntas de flechas aparecieron en la zona y fueron exhibidas por los arqueólogos. Crédito: Héctor Uroz.
En este sentido, de acuerdo a lo que consigna el medio El Español, la ciudad de Libisosa era indispensable para asegurar el paso desde la Meseta hacia Andalucía y de Levante a Extremadura y Portugal y resultaba un punto clave para la conquista de la península ibérica.
Es por ello que los arqueólogos e historiadores llevan décadas estudiando esta histórica zona y explorando sus terrenos. A lo largo de este tiempo, se han encontrado todo tipo de tinajas, platos, escudillas, copitas o cerámicas de lujo que evidencian la importancia de este yacimiento arqueológico.
Así las cosas, las novedades y descubrimientos en la zona de esta antigua ciudad son constantes, y ahora, gracias a una publicación realizada por el catedrático de arqueología de la Universidad de Madrid, Fernando Quesada (izquierda) y al profesor de Historia Antigua de la Universidad de Murcia, Héctor Uroz (derecha), se puede conocer un poco más sobre el pasado de Libisosa.
Las armas halladas en Libisosa
Los catedráticos publicaron en la revista académica Gladius un artículo titulado "El armamento de la época iberromana de Libisosa (Leluza, Albacete). Un conjunto excepcional", y allí muestran un conjunto armamentístico espléndido hallado en la zona, que sirve para arrojar luz sobre el conflicto de Sertorio y sobre otras contiendas incluso de tiempos prerromanos.
"Las excavaciones que se vienen desarrollando en la ciudad de Libisosa han proporcionado -y siguen haciéndolo- un gran número de armas datables sobre todo en dos fases concretas: el período de estabilización de la conquista romana en el tercer cuarto del siglo II a.C. y el período sertoriano, hacia el año 75 a.C.", dice el mencionado artículo en su párrafo inicial.
La antigua ciudad de Libisosa, ubicada al oeste de la ciudad de Albacete es hoy una fuente inagotable de hallazgos para los arqueólogos. Crédito: 24 noticias.
Allí también se asegura que el número de armas hallado es notable, y tienen todas ellas, las ofensivas y las defensivas, una buena calidad de conservación.
Los hallazgos armamentísticos oscilan entre la época prerromana, donde abundan piezas militares del pueblo oretano (quienes habitaban la zona antes de la llegada de los romanos), y armas de la República de Roma.
Una espada hallada en la excavación tiene una torcedura que tomó por estar apoyada cientos de años contra una pared de la localidad. Crédito: Héctor Uroz
Una de las piezas más llamativas de todo el material hallado es una espada de mediados del siglo II a.C. "Fue encontrada apoyada verticalmente contra una pared, lo que ha provocado una curvatura no intencionada de la hoja", indica el informe de Quesada y Uroz.
Pero esta no es la única arma blanca encontrada en el lugar. En la zona aparecieron además puñales y puntas de flecha. En cuanto a las armas defensivas, los arqueólogos descubrieron parte del umbo de un escudo bivalvo en chapa de hierro forjado. El umbo es una pieza metálica que se usa como adorno en el frente y el centro de un escudo de guerra.
Fragmentos de un umbo -adorno metálico que se coloca en la pante delantera de los escudos de guerra- fueron encontrados también en la excavación. Crédito: Héctor Uroz.
Pero quizás el elemento más interesante y llamativo de esta colección de armas es un increíble casco de hierro que se recuperó del interior de un pequeño hogar donde también se hallaron otros "objetos excepcionales" de la etapa prerromana o íbera.
El casco es de tipo Monteforino, pero sin carrilleras, que son las correas metálicas que ajustan el elemento protector a la barbilla. Precisamente, la ausencia de estas correas en el casco y el metal empleado en su confección "aleja a este elemento de lo que podemos habitualmente esperar para un contexto de legionarios romanos", señalan Uroz y Quesada.
En el informe los arqueólogos detallan que el origen romano o íbero de las piezas militares no implican que fueran ellos los últimos en utilizarlas. Las armas se perdían en el campo de batalla y podían ser perfectamente recuperadas y utilizadas por el enemigo.
"En realidad, en pleno siglo II a.C., por el arma en sí misma no puede deducirse si en último uso se lo dio un hispano resistente contra Roma, un hispano aliado de Roma, o un legionario romano", agrega el artículo.
Armamento ofensivo. Armas empuñadas: a. espada LB 152140; b. espada LB 130597; c. puñal LB 152201; d. puñal LB 152382. Fotografías: Héctor Uroz. Dibujos: Nora Hernández.
Los investigadoras continuarán excavando la zona de Libisosa para poder encontrar más respuestas sobre lo sucedido allí hace cientos de miles de años. Lo cierto es que, por lo reconstruido hasta ahora, la región no ha tenido, al menos en varios períodos de su historia, un pasado demasiado apacible.
Fernando Quesada sanz / Héctor uroz rodríguez
Fuentes: lanacion.com.ar | elespañol.es | 30 de diciembre de 2020
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