Foto: Los tres restos óseos (húmero, cúbito y radio) del pre-neandertal hallado y su posición comparativa.
Fuente: Irap.fr | 9 de octubre de 2014
Un equipo de arqueólogos del Inrap ha descubierto los vestigios de un pre-Neandertal en el sitio prehistórico de Tourville-la-Rivière, situado en el departamento de Sena Marítimo. A día de hoy, este importante hallazgo ha sido objeto de una publicación en la revista internacional PLOS ONE por parte de un grupo de investigadores del Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS, por su siglas en francés), del Inrap, de la Universidad Nacional Australiana, del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana de Burgos y del Departamento de Antropología de la Universidad de Washington, en San Luis.
Pese a que desde fines del siglo XIX se han exhumado numerosos yacimientos muy antiguos, los fósiles humanos del Pleistoceno medio (781.000 - 128.000 años) siguen siendo extremadamente escasos en Europa del noroeste. En efecto, fuera de los dos cráneos fragmentarios de Biache-Saint-Vaast (norte de Francia), los pocos fósiles humanos de este período han sido descubiertos en diez sitios, entre Alemania e Inglaterra. El individuo de Tourville-la-Rivière constituye, por tanto, un hallazgo de la mayor importancia en Europa para el conocimiento de esta estirpe humana.
Se han encontrado restos humanos de lo que se ha denominado el "parisino más antiguo" en los sedimentos cerca del río Sena en Francia. En la foto aparecen los restos (izquierda) junto a los huesos del brazo equivalentes de una mujer neandertal.
El Hombre pre-neanderal de Tourville-la-Rivière
Los vestigios humanos fósiles se componen de tres huesos largos del brazo izquierdo (húmero, cúbito y radio), pertenecientes a un mismo individuo: el estudio paleoantropológico y los análisis morfológicos y métricos han permitido atribuirlos a la estirpe neandertal. El fósil y la ocupación humana del sitio de Tourville-la-Rivière están fechados entre 236.000 y 183.000 años. Cinco muestras de huesos humanos han sido analizadas con isótopos radiactivos de la serie de uranio-238; asimismo, ocho dientes animales lo han sido con el mismo método y con la técnica conocida como resonancia paramagnética electrónica (ESR, por sus siglas en inglés).
Pese a que resulta imposible determinar el sexo del individuo debido a las dimensiones de las diáfisis de los tres huesos, podría tratarse de un sujeto en sus últimos años de adolescencia o de un adulto. La falta de pruebas de una intervención humana o de carnívoros sobre las osamentas permite sugerir que el brazo completo de este pre-neandertal fue arrastrado por el río Sena antes de posarse –con o sin la mano- en las riberas o los bancos de arena situados a los pies del acantilado gredoso de Tourville-la-Rivière.
¿Un neandertal que padecía una entesopatía?
El Hombre de Tourville constituye un primer fósil humano antiguo en presentar en el húmero una protuberancia inhabitual, allí donde converge el músculo deltoides. Esta anomalía corresponde posiblemente a una solicitación del músculo deltoides posterior debido a la realización de un movimiento repetitivo –tal vez el acto de lanzar-, y puede compararse a aquella que se observa en algunos atletas profesionales de hoy en día. Pese a que dicha anomalía debe haber influenciado poco en la supervivencia de este individuo, lleva no obstante a preguntarse acerca del comportamiento individual y colectivo, así como sobre la vida cotidiana de los homínidos del Paleolítico medio.
Detalle de la protuberancia en el húmero izquierdo del pre-neandertal hallado que pudo haber sido creada por una lesión en el músculo deltoides en el hombro del propietario.
Tourville-la-Rivière hace 200 000 años
El yacimiento prehistórico y paleontológico de Tourville-la-Rivière está situado en uno de los numerosos meandros del valle del río Sena, a 14 km al sur de la ciudad de Ruan, y ofrece una imponente secuencia de más de 30 m de alto, la cual reposa sobre la terraza baja del Sena. La estratigrafía se compone de capas aluviales que se acumularon entre 350.000 y 130.000 años antes de nuestra era. En el año 2010 la excavación de una hectárea se focalizó en aquellas que contenían abundantes vestigios y que son características de un período interglaciar fechado hace alrededor de 200.000 años.
Foto: Registro de una capa estratigráfica.
Los huesos del brazo (húmero, radio y cúbito) fueron encontrados por arqueólogos del Instituto Nacional Francés de Investigación Arqueológica Preventiva. En la foto está la orilla del río donde fueron encontrados.
Una fauna de clima templado
Las especies animales presentes en el lugar son características de un contexto de fin de período interglaciar; además del ciervo, se han encontrado también uros y dos especies de équidos (entre las cuales Equus hydruntinus). Junto a estos herbívoros gregarios se encontraron también jabalíes y rinocerontes, acompañados de varios carnívoros, tales como el lobo, el zorro, el oso y la pantera. Además de esta abundante gran fauna, en el yacimiento se han hallado igualmente pequeños mamíferos (gatos salvajes) y roedores (castores, liebres). Esta acumulación es en gran parte el resultado de fenómenos naturales: los esqueletos de los animales, parciales o enteros, fueron arrastrados por el río y depositados en las riberas o los bancos de arena de Tourville-la-Rivière.
Foto: Extracción de los restos torácicos de un cérvido.
Herramientas particularmente elaboradas y verdaderamente eficaces
Tomando en consideración la superficie excavada, la industria del sílex ha resultado ser poco abundante (sólo 500 objetos sobre una hectárea): se trata de lascas y esquirlas producidas según un proceso particular y complejo conocido como la
técnica Levallois. No obstante, un área pequeña de lascado concentra en menos de 3 m² trescientos objetos, y aporta preciosas informaciones sobre los objetivos de producción de los talladores pre-neandertales. Las lascas y esquirlas Levallois –verdaderamente eficaces desde el punto de vista funcional- respondían a las necesidades inmediatas como herramientas específicas y permitían extraer las materias animales (tales como carne, tendones y pieles, entre otras) de la fauna depositada de forma natural en las riberas del Sena.
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