Una técnica de talla lítica de estrías de esta cultura en el continente americano, puede ser el secreto para la supervivencia del instrumento de caza, pues la novedosa característica no se encuentra entre las herramientas de piedra del Pleistoceno en el nordeste de Asia, de donde procedían los antepasados de los Clovis.
Los arqueólogos han debatido durante años por qué los Clovis añadieron una característica en forma de acanaladura o estría a sus puntas flechas y/o lanzas.
Básicamente se trata de una ranura delgada desprendida en la base por las dos caras, tal vez hecha por primera vez por accidente, que hace lógicamente a la punta de flecha muy delgada y frágil.
Sin embargo, después de varios tipos de pruebas, los investigadores informaron que ese adelgazamiento de la base es fiable y adecuado para absorber el impacto de la punta con un objeto duro, tal como el hueso de un mastodonte o bisonte.
“Era arriesgado y podría no haber sido fácil aprender hacer esto de manera efectiva”, explicó Metin Eren(izquierda), profesor de la Universidad Estatal de Kent.“La evidencia arqueológica sugiere que hasta una de cada cinco puntas se quiebra cuando se intenta hacer esta base acanalada, y se tarda al menos 30 minutos en producir una muestra terminada.
Así que, aunque era un proceso que consumía tiempo y era una técnica de riesgo, el éxito de las puntas Clovis estriadas habría sido extremadamente fiable, especialmente al viajar grandes distancias a través de regiones desconocidas en un nuevo continente. Necesitaban puntas que se mantuvieran intactas para ser usadas una y otra vez, al menos el tiempo suficiente hasta que pudieran encontrar material lítico adecuado para hacer nuevas puntas".
En su artículo, los investigadores afirman haber comparado en computadoras modelos de puntas acanaladas y no acanaladas, al tiempo que hicieron ensayos experimentales con las mismas. Encontraron que la base acanalada de las puntas actúa de hecho como un “amortiguador”, incrementando la robustez de las mismas y la capacidad de soportar el estrés físico a través de la redistribución y reubicación de los daños. En otras palabras, producido el impacto, la base frágil de la punta 'se arruga' y absorbe parte de la energía, lo que evita roturas fatales en cualquier otro lugar de la punta, por lo que se puede volver a utilizar.
“Es increíble pensar que gente de hace 12.000 años hacían desconches-amortiguadores y armas de piedra sofisticadas de una manera que se necesita la ingeniería moderna del siglo XXI para averiguarlo”, dijo Eren.
“Como ingenieros, no solemos llegar a trabajar con arqueólogos, pero este proyecto nos ha permitido la emocionante oportunidad de proporcionar herramientas adicionales de ingeniería mecánica para explorar cómo las estrías acanaladas afectan al comportamiento de las puntas Clovis”, dijo Brett Story (derecha), de la Southern Methodist University.
Fuentes: bohemia.cu |heritagedaily.com | 6 de abril de 2017
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