Comentario por Hispalois el mayo 11, 2013 a las 1:48am

En respuesta al comentario de Guillermo, "dudo mucho que Pinturicchio llegara a leer la carta de Colón, si bien es verdad que en el enlace a la misma se dice que existieron varias versiones en español, italiano y latín. Habría que comprobar, no obstante, en qué fechas se hicieron esas versiones, sobre todo la de italiano y latín.", encontrarán la información en el artículo Cartas anunciando el descubrimiento de las Indias, que escribí en Wikipedia. La primera versión en latín fue impresa en abril de 1493 y la versión en italiano en junio del mismo año, ambas en Roma.

Comentario por Guillermo Caso de los Cobos el mayo 11, 2013 a las 12:06pm

Gracias, Hispalois, por la información (por cierto, espléndida esta entrada de Wikipedia, la cual he leído con sumo interés). Ahora ya tengo muchas menos dudas de que Pinturicchio pudo muy posiblemente tener acceso a esa carta de Colón, dada la rapidez con que se propagó por toda Europa y en varias lenguas.

Yo sigo sin ver muy claro que esta escena pueda corresponderse con ánimas que han resucitado, o que van resucitar, por las razones ya expuestas, es decir, la presencia de caballos y soldados. Ambos aspectos no encajan.

Fijándonos detenidamente en la escena que nos ocupa (y salvando las dificultades inherentes de una foto digital) observo dos aspectos que quizá merecen reflexión.

El primero es el color o colores que aparecen en los cuerpos de los supuestos indígenas. En los mismos se aprecian líneas, trazos y pequeñas manchas, de color rojizo. ¿Son ellas fruto de la restauración? ¿De la calidad de la imagen? ¿O son efectivamente notas de color con las cuales Pinturicchio quiso reflejar el color de la piel de los supuestos indígenas? Es esta una cuestión que, de ser cierta, deberían aclarar los expertos que llevaron a cabo la restauración de la obra.

El segundo aspecto que llama igualmente la atención es esa especie de mástil que figura entre los dos personajes del primer plano. ¿Qué es en concreto y qué significa? Mirándolo de cerca con una lupa se ve que está bien elaborado (no es un simple palo). Quizá se trate de una especie de tótem del grupo, o una especie de estandarte indígena (la parte superior del mismo se diría que termina en una especie de penacho de plumas), algo que les une y simboliza, pues los personajes parece que giran o se mueven en torno a él (de ahí que se dijera que estaban en actitud de baile).

Creo que también hay que apreciar de nuevo las palabras de la restauradora María Pustka. Ella dice que la escena de los nativos americanos surgió durante la restauración que se realizó en 2006, pero que no dijeron nada hasta ahora (la cosas de la Iglesia siempre van despacio) porque querían realizar verificaciones al respecto, y que ahora sí consideraban oportuno mostrar lo encontrado.

Entonces, si los expertos dicen, después de siete años de cautela y valoración, que tal escena podría ser la primera reprepresentación de los indígenas de América, es que tienen más argumentos para interpretarla de este modo que no de otro. Es decir, podrían haber dicho que también podrían ser ánimas, o cualquier otra cosa, pero se han inclinado por manifestar la opción de los indígenas, lo cual es muy a tener en cuenta.

Roberto:

En aquella época los Papas (y cardenales) eran muy expertos en valorar las cualidades y calidades de los artistas. Su interés por las obras de arte era máxima, hasta el punto de que si había que subirse a un andamio para apreciar el trabajo y recibir las explicaciones oportunas de sus pupilos-artistas lo hacían. Máxime en este caso, donde las estancias o apartametos Borgia no requieren de grandes andamios (como sería el caso, por ejemplo, de la Capilla Sixtina) para apreciar los frescos, tal como puede comprobarse por la foto que le pongo aquí debajo. En consecuencia, no sólo el Papa, sino posiblemente muchos cardenales, bien pudieron apreciar los detalles (y los guiños) de la obra de Pinturicchio.

Buenos días a todos

Comentario por Roberto el mayo 11, 2013 a las 4:13pm

Guillermo, es cierto que es una posibilidad que pudieran haber sido vistos por el Papa y algunos cardenales, pero entiendo que el sentido de hacer un guiño, tendría algo que ver con hacer propaganda pro Borgia, de relacionar a Alejandro VI con el descubrimiento de una nueva ruta y la cristianización de nuevos pueblos y creo que esto sería muy poco obvio para quien viera estas pinturas solo desde el suelo.

Buscando un poco más de iconografía sobre el tema, en el caso del descenso de Cristo al limbo si que suelen aparece personajes desnudos o más bien semidesnudos, pero también es cierto que no he conseguido encontrar ninguna imagen en que aparezcan en la misma escena la Resurrección y el descenso de Cristo al limbo, al margen de iconos ortodoxos donde si suelen ir unidas ambas escenas (si alguno conocéis alguna escena similar enlazadla si no es molestia). En caso de ser una innovación (o no) de Pinturicchio esta unión de las dos historias, los soldados y caballos podrían relacionarse con los demonios que suelen representarse en la salida del limbo atormentado a los liberados, aunque bien es cierto que siempre se les representa como monstruos y no con forma humana (aunque esto también puede deberse a lo limitado de mis conocimientos).

Comentario por Ari el febrero 2, 2014 a las 11:15am

Ha pasado casi un año desde que tuvo lugar la noticia y estos comentarios, pero espero que el interés por la misma no se  haya apagado por completo.

Quería añadir una variante a esta conversación: la posibilidad de que el primer viaje de Colón, no fuera el viaje del descubrimento. Y lo hago basándome en el trabajo del iluste Juan Manzano Manzano, que en su libro “Colón y su secreto”, y a través del análisis de las fuentes, entre ellas un documento de capital importancia como las Capitulaciones de Santa Fe, documenta la posibilidad de un predescubrimento.

Efectivamente. Las Capitulaciones se inician con la siguiente declaración:

"Capitulaciones de Santa Fe(17 de abril de 1492) 

"Las cosas suplicadas e que Vuestras Altezas dan e otorgan a don Christoval de Colon, en alguna satisfacion de lo que HA DESCUBIERTO en las Mares Oceanas y del viage que agora, con el ayuda de Dios, ha de fazer por ellas en servicio de Vuestras Altezas, son las que se siguen:”

El tiempo verbal delata que “algo” ya había sido descubierto. No cabe error posible en la redacción de un documento de capital importancia para las partes, entre ellas el Reino, ya que presumiblemente tuvo que ser revisado por más de un experto jurista.

Pero personalmente creo que este entuerto se dilucida a través de otro texto básico en el descubrimento: el Breve Inter Caetera, bula redactada y firmada el 3 de Mayo de 1493 por el mismísimo Alejandro VI a los Reyes Católicos, tan sólo 49 días más tarde del regreso de Cristóbal Colón de su primer viaje.

En ella se puede leer:

“Nos hemos enterado en efecto que desde hace algún tiempo os habíais propuesto buscar y encontrar UNAS TIERRAS E ISLAS REMOTAS Y DESCONOCIDAS Y HASTA AHORA NO DESCUBIERTAS POR OTROS,  a fin de reducir a sus pobladores a la aceptación de nuestro Redentor y a la profesión de la fe católica, pero, grandemente ocupados como estabais en la recuperación del mismo reino de Granada, no habíais podido llevar a cabo tan santo y laudable propósito; pero como quiera que habiendo recuperado dicho reino por voluntad divina y queriendo cumplir vuestro deseo, HABÉIS ENVIADO AL AMADO HIJO CRISTÓBAL COLÓN con navíos y con hombres convenientemente preparados, y no sin grandes trabajos, peligros y gastos, para que A TRAVÉS DE UN MAR HASTA AHORA NO NAVEGADO BUSCASEN DILIGENTEMENTE UNAS TIERRAS REMOTAS Y DESCONOCIDAS. “

No hay duda, la declaración es clara...

“hace algún tiempo os habíais propuesto buscar y encontrar unas tierras e islas remotas y desconocidas y hasta ahora no descubiertas por otros"

Es evidente, que si se precisa “unas tierras e islas remotas”, con el término “tierras” se hace referencia a tierra continental. Una tierra continental que no debía estar en Asia, ya que este continente había sido recorrido y era conocido hasta sus confines gracias a exploradores de la talla de Marco Polo o Nicolo Conti. Así, lo evidencia además el Mapamundo de Génova, realizado en 1470 y que algunos atribuyen a Toscanelli.

Así pues, las tierras e islas remotas y desconocidas a las que se alude, deben ser otro continente.

Esta duda queda zanjada en la continuación del breve...

“Estos, navegando por el mar océano con extrema diligencia y con el auxilio divino hacia occidente, o hacia los indios, como se suele decir, ENCONTRARON CIERTAS ISLAS LEJANÍSIMAS Y TAMBIÉN TIERRAS FIRMES QUE HASTA AHORA NO HABÍAN SIDO ENCONTRADAS POR NINGÚN OTRO, en las cuales vive una inmensa cantidad de gente que según se afirma van desnudos y no comen carne y que -según pueden opinar vuestros enviados- creen que en los cielos existe un solo Dios creador, y parecen suficientemente APTOS PARA ABRAZAR A LA FE CATÓLICA (...)”

“tierras firmes que hasta ahora no habían sido encontradas por ningún otro”, no hay lugar a dudas de que se habla de tierras continentales “tierras firmes” y dado que se señala que “no han sido encontradas por ningún otro” , evidentemente alude a un continente desconocido.

Es mas...en este texto se describe a los indígenas y sus creencias, y se sentencia que son “aptos para abrazar la fe católica”,  lo cual es una evidencia de un profundo conocimiento de la zona y sus habitantes, que sólo es justificable a través de contactos previos al ldescubrimento. De ahí, la presencia de enormes cruces, caballos y soldados en el cuadro de Pinturicchio.

A la luz de estos documentos...la pintura de Pintoruchio ya no parece tan enigmática ¿no creen?, ya que el pintor sólo pintó…., algo que ya Roma sabía. Otro tema es por qué lo hizo en un cuadro de la Resurrección de Cristo. Y ese razón…es realmente apasionante para cualquier amante del misterio.

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