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Foto: Detalle de la obra "Resurrección" donde aparecen posiblemente representados los indígenas de América.
Fuente: hyperallergic.com | Hrag Vartanian | 6 de mayo de 2013 (Traducción de G.C.C. para Terrae Antiqvae)
Durante la reciente restauración del fresco de Pinturicchio, "Resurrección" (1494), en la pared de la Sala de los Misterios de los Apartamentos Borgia, en el Vaticano, se ha revelado lo que puede ser la primera imagen de los nativos americanos en el arte europeo.
El director de los Museos del Vaticano, Antonio Paolucci (izquierda), cree que un detalle de la obra se refiere a los nativos del continente americano que Cristóbal Colón encontró cuando viajó al Nuevo Mundo por primera vez.
"Justo detrás de la 'Resurrección', es decir, detrás de un soldado que está cautivado por el increíble evento que está viendo, se puede discernir a unos hombres desnudos que llevan plumas y que parecen estar bailando", dijo Paolucci.
El "Blog de Historia" proporciona a la imagen un cierto contexto y ofrece una posible explicación para la imprecisa representación, dado que el artista estuvo trabajando en el apartamento papal entre 1492 y 1494, y Colón había ya viajado al Nuevo Mundo:
"Ya que Pinturicchio pintó el conjunto de habitaciones del papa Alejandro VI entre 1492 y 1494, podrían muy bien ser la visión del artista de los amables nativos desnudos y ataviados con papagayos que Colón describió al regreso de su primer viaje".
El diario del Vaticano L'Osservatore Romano tiene esta explicación para la imagen:
"Examinemos las fechas. El cardenal Rodrigo Borgia se convirtió en Papa con el nombre de Alejandro VI en agosto de 1492. Unos meses más tarde, el 12 de octubre, Cristóbal Colón puso pie en el Nuevo Mundo. El ciclo completo de los frescos papales de Pinturicchio fue definitivamente concluido a finales de 1494, porque el 1 de enero de 1495, en estas estancias, se produce la pródiga hospitalidad al rey Carlos VIII de Francia, acompañado de sus barones, sus ministros y sacerdotes. El Papa Borgia estaba interesado en el Nuevo Mundo, al igual que en las principales cancillerías de Europa. El 7 de junio de 1494, en Tordesillas, Castilla, se firmó el Tratado del mismo nombre que dividía las Indias occidentales, las tierras fuera de Europa, en un duopolio exclusivo entre los imperios de España y Portugal. El Nuevo Mundo se dividió por una raya, una línea de meridiano que dividía las áreas de influencia española y portuguesa. El diario del primer viaje de Colón data entre 1492-1493. Y en él está lo que Colón vio el viernes 12 de octubre de 1492, cuando puso el pie en suelo americano. 'Muy pronto vimos gente totalmente desnuda (...), sin embargo, eran buenos e incluso amables, llegaron a nuestros barcos nadando, trayéndonos papagayos y fibras de algodón en bolas, y lanzas y muchas otras cosas, a cambio de otros objetos, tales como pequeñas cuentas de vidrio y cascabeles, que nosotros les dimos.'"
Pero en "Blog de Historia" se sugiere otra posibilidad:
"Creo que se está confundiendo el diario de Colón, editado posteriormente por Bartolomé de las Casas (si bien no fue publcado hasta 1825), con una carta que Colón escribió acerca de las nuevas islas en el sudeste de Asia que él pensaba había descubierto. No fue un secreto, sin embargo. Fue una sensacional noticia".
Se puede leer la carta de Colón aquí.
En "Blog de Historia" se hace, además, una interesante reflexión:
"Teniendo en cuenta que el Papa pasó gran parte del año 1493 haciendo frente a las consecuencias del descubrimiento de Colón, y cómo se enmarcaban todas las cuestiones políticas en términos de quién debía llegar a convertir a los paganos recién encontrados al cristianismo, tiene sentido que hicieran una representación de los mismos en él".
¿Por qué los investigadores tardaron tanto tiempo en descifrar este detalle del fresco? Según The Telegraph:
"Las misteriosas figuras pasaron desapercibidas durante mucho tiempo porque los Apartamentos Borgia fueron abandonados después de la muerte de Alejandro VI en 1503.
Los Papas posteriores no quisieron ser asociados con aquella notoria familia de estafadores y adúlteros. Finalmente fueron reabiertos en 1889 por León XIII, y ahora se utilizan para mostrar su colección de arte religioso".
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En el diario ABC, se dice, no obstante, lo siguiente:
"La pintura con los nativos americanos surgió durante la restauración del Pinturicchio que se realizó en el 2006, pero los expertos de arte vaticanos se habían mostrado hasta ahora cautos sobre su descubrimiento. «No le dimos publicidad, porque queríamos realizar ulteriores verificaciones. Ahora sí consideramos que es oportuno mostrar lo que hemos encontrado», ha afirmado la restauradora María Pustka".
El hallazgo es muy interesante y sugerente, desde luego. Como bien se apunta en el "Blog de Historia" referenciado, el hecho de que se representara a los indígenas americanos en esta obra, en la que, a su vez, se halla el Papa Alejandro VI, puede estar denotando la profunda preocupación que supuso para la doctrina de la Iglesia, en aquel tiempo, el descubrimiento de América. La magnitud de tal acontecimiento implicó plantearse mil preguntas incómodas de corte teológico/dogmático, desde si en el Arca de Noé se había salvaguardado la fauna americana, hasta cómo era posible que los apóstoles y sus seguidores hubieran dejado fuera de la mano de Dios, durante quince siglos, a millones de seres humanos.
No deja por ello de ser curioso que en la obra "Resurrección" de Pinturicchio los posibles indígenas aparezcan precisamente en ella, pues, de algún modo, es como si, desde las coordenadas de la Iglesias, se tratara de hacerlos inmediatamente partícipes de los beneficios que tal dogma implicaba.
Muy bien el post, Sr. Caso, y bien documentado, como siempre.
Nos gustan las sorpresas, sin duda, y poder ver, que nos enseñen, lo que estaba oculto.
Normalmente, en las escenas de resurrección las pequeñas figuras desnudas son almas que ya pueden salir de sus tumbas y esperar resucitar también. Los paralelos importan, y esto deberían ser en primer lugar estas figuritas.
Siendo Alejandro VI un Papa de origen español, sí sería hasta cierto punto normal que quienes diseñaran la teología de la decoración de sus apartamentos privados tuvieran en cuenta una circunstancia como la de lo descubierto por Colón, y los problemas que conllevaría. Pero lo primero que sorprende es, para tan trascendental acontecimiento, la mínima, irrelevante escala de estas figuras dentro del total del fresco. Para una noticia que hubiera ocupado tanto al Papa, no parece gran cosa, ni haber intención de dar ningún detalle de ello.
En la escena misma me llaman la atención un detalle a favor de que sea lo que se supone ahora, y dos en contra, el más importante no mencionado en ambas noticias.
A favor, que, haciendo un detalle del detalle, a la derecha "parece" verse un soldado con lanza y casco de época (lo que, de todos modos, no ubicaría la escena en América):
En contra, aparte de que no "bailan", que no termino de ver las supuestas "plumas" del único hombrecillo del primer plano que podría llevarlas, ni Colón en su minuciosa carta menciona que los indígenas llevaran tal tocado.
Pero, sobre todo, que a la izquierda se ven los torsos de dos caballos blancos, y un tercero, completo y montado, a la carrera, que no se recoge en la foto de la noticia, pero sí en este otro recorte que saqué de otro lugar; aunque sin nitidez, claro, se aprecia:
Y ésta sería mi principal objeción: Como es sabido, en América no había caballos en este momento, y Colón no los llevaba tampoco en su primer viaje. Sólo carga caballos y yeguas en su segundo viaje, que empieza en septiembre de 1493, cuando este fresco de Pinturicchio debía de estar ya terminado. Y no regresa de él hasta 1496...
Aunque es una noticia que suscita curiosidad, veo muy difícil, por lo dicho, que en esta escena, tan pequeña y tan invisible dentro del conjunto del fresco, se pretendiera aludir a un acontecimiento de la magnitud del que se propone ahora.
Aunque, como siempre, falta ver los argumentos completos de los investigadores. Saludos.
los primeros indígenas aparecen representados en los frescos del Monasterio de Guadalupe
Muchas gracias, Dra. Alicia, se hace lo que se puede, procurando (puesto que no siempre se consigue) seguir el adagio latino "Age quod agis et bene agis".
Ya en relación a su comentario, ciertamente, estoy con usted en que es complejo deducir si estamos ante la primera representación de los indígenas de América. Sólo a título de comentar con usted sus apreciaciones le ofrezco las mías.
Yo también pensé ayer si no estaríamos ante unas ánimas que esperan a ser resucitadas, pero lo deseché enseguida precisamente por la presencia del soldado y de los caballos a los que alude. No tendría sentido.
Lo de si llevan plumas o no, o si parece que bailan, es algo que pertenece a la cosecha explicativa del Sr. Paolucci. Se podría decir que sí llevan plumas (al menos eso aparenta lo que llevan en la cabeza, sobre todo el personaje indígena que está en primer plano), pero a saber si eso es lo que verdaderamente quiso detallar el artista Pinturicchio. Puede que simplemente incorpore este elemento con intención ilustrativa tomándolo de otras referencias de pueblos indígenas, por ejemplo de África. Sobre si están en actitud de baile o no, a mí tampoco me lo parece, pero no veo muy relevante este aspecto.
La objeción más seria, es, desde luego, la que usted apunta, esto es, la presencia de los caballos. En buena lógica si Colón cuando descubrió el Nuevo Mundo no llevó caballos ¿a cuento de qué vendría ponerlos en esta escena que se pretende interpretar como los primeros indígenas de América representados? Pero a ello se podría aducir lo siguiente: ¿sabía a ciencia cierta Pinturicchio que Colón no llevó caballos? Colón en su carta anunciadora del descubrimiento no dice nada sobre el particular. Por tanto, no había forma de saber si los llevó o no, y, en consecuencia, Pinturicchio podría estar en el derecho a suponer que sí los había llevado y representarlos en tal escena.
También tiene su importancia lo que usted señala sobre el pequeño espacio que se dedica a la escena. Dado este aspecto podría ser, efectivamente, que la misma no se refiera entonces al descubrimiento de América. Sin embargo, ¿si no son ánimas en espera de ser resucitadas qué son? Y sobre todo, aun cuando se las representa a una pequeña escala, y si no tenían trascendencia relativa al descubrimiento, ¿por qué se sitúa la escena justo en un lugar relevante, es decir, en centro del fresco, justo debajo de Jesucristo? Si se trataba de hacer una mera alusión a la trascendencia del descubrimiento, de modo no muy significativo, bien podía haber figurado la escena en uno de los lados del fresco.
Es posible que la escala de su tamaño quisiera cumplir con dos objetivos: primero, que no se quería obviar la trascendencia aludida y por eso se representa en un lugar privilegiado; segundo, que, aun cuando se reconoce lo primero, tampoco se deseaba magnificar las implicaciones que ello suponía para la doctrina dogmática de la Iglesia, y, por tanto, con una mera alusión, esto es, con una representación a pequeña escala, bastaba.
Pero, en cualquier caso, si la escena respondía a la representación de los indígenas de América, daba igual su tamaño. El hecho mismo de figurar en fresco tan señalado indica que se tenía muy presente la repercusión del descubrimiento.
Naturalmente, esto son meras interpretaciones, un mero intercambio de opiniones, puesto que es complicado, como ya se dijo, tener certeza al respecto.
Un saludo muy cordial
De nada. Ando con algo de prisa, pero le comento un par de cosas. En primer lugar, que sabemos, por los datos que se dan en el enlace que puse antes (pero habrá muchos más) que en el primer viaje no hubo caballos, sino en el segundo: "Los primeros caballos que llegaron a América fueron trasbordados por Cristóbal Colón en su segundo viaje. Antes de partir don Cristóbal, el 25 de septiembre de 1493, los Reyes Católicos escribieron a su secretario Fernando de Zafra para que escogiese veinte lanzas jinetas junto a cinco "dobladuras" hembras de entre la gente de la Santa Hermandad que estaba en Granada...". Pero también por otro detalle indirecto, en la interesantísima carta de Colón que Ud. enlazó y repetí, de febrero/marzo de 1493: estando en su primer viaje, manda algunos hombres de avanzadilla, y dice que "anduvieron tres jornadas", lo que da idea de que, en efecto, iban andando y no a caballo.
En todo caso, dudo que Pinturicchio (y su equipo) llegaran a leer la carta de Colón, y el sitio muy alto donde está el fresco haría también inútil poder ver ese detalle. En fin, ya veremos qué más datos van llegando sobre esta curiosa hipótesis. Saludos.
Ojalá todos los debates fueran tan abiertos y sagaces como este de A.M.Canto y Guillermo Caso. Estupendo.
Sí, yo también dudo mucho que Pinturicchio llegara a leer la carta de Colón, si bien es verdad que en el enlace a la misma se dice que existieron varias versiones en español, italiano y latín. Habría que comprobar, no obstante, en qué fechas se hicieron esas versiones, sobre todo la de italiano y latín.
De todos modos, aunque supongamos que Pinturicchio no leyera la carta, Colón sí dice en la misma que "... traigo conmigo Indios para testimonio". Es decir, como se sabe, Colón trajo consigo en su primer viaje de vuelta a un número determinado (no hay acuerdo sobre su cantidad) de indígenas para presentarlos en la corte de los Reyes Católicos. La repercusión de dicha presentación, y los comentarios que sobre estos indígenas debieron sucederse, a buen seguro corrió como la pólvora y llegarían a oídos de todos cómo era su aspecto.
Sobre los caballos: sigo creyendo que aún cuando Colón habla de que mandó a dos hombres que "anduvieran" tierra adentro para comprobar lo que había en la isla Juana (Cuba), no invalida que Pinturicchio pudiera creer, de todos modos, que se llevaron caballos en este primer viaje. Siempre se podía especular que los caballos iban en las otras dos carabelas.
Yo creo, después de reflexionar más despacio sobre este asunto, que el argumento más serio en contra de la interpretación de que el descubrimiento supuso en ese momento una convulsión trascendental para la doctrina de la Iglesia, es el hecho de que precisamente todavía ni Colón ni el mundo entero de aquella época se daban cuenta de que se había descubierto un Nuevo Mundo. Eso vendría más tarde. Hay que tener presente que Colón creía haber llegado a la provincia de Catayo (Catay, en China), y así dice: "Cuando yo llegué a la Juana, seguí yo la costa de ella al poniente, y la hallé tan grande que pensé que sería tierra firme, la provincia de Catayo".
Luego, debo rectificar mi primera opinión. La escena de los indígenas en el fresco no respondería a esa preocupación que la Iglesia tuvo posteriormente por dar respuesta a las múltiples implicaciones teológico/doctrinales que supuso el conocimiento efectivo de estar ante el descubrimiento de un Nuevo Mundo.
Es posible, pues, que tal escena de los indígenas no signifique nada en relación al viaje de Colón. A lo sumo, se podría interpretar más como una curiosidad antropológica derivada del novedoso viaje colombino, pues, no en vano, aun a pesar de que no se tenía conciencia de haber hallado un Nuevo Mundo, sí es verdad que el éxito de la travesía elegida por Colón para llegar a las supuestas Indias orientales era desde todo punto de vista de una trascendencia extraordinaria. Además, como cuenta el padre Las Casas, cuando la carabela "Niña" arribó a Lisboa (6 de marzo de 1493), mucha gente vino a ver a los indios, como si de tratara de un espectáculo: "hoy vino tanta gente a verlo y a ver los indios, de la ciudad de Lisboa, que era cosa de admiración", (ver cita aquí).
Es probable que, como consecuencia de ello, Pinturicchio introdujera la susodicha escena como una especie guiño a tal acontecimiento, como una curiosidad antropológica, ya digo, máxime siendo el Papa Alejandro VI de origen español. O bien, que a pesar de los pesares, es decir, aun cuando no se tuviera conciencia de estar ante un Nuevo Mundo, sí se consideraba que se abría un marco geográfico nuevo (asiático, desde su perspectiva) en el que habría que envangelizar a millones de individuos.
En resolución: la cosa se presta a especulación y debate. Habría que ver, en última instancia, como dice usted, Dra. Alicia, qué opinan los expertos del Vaticano de todo ello.
Saludos, igualmente
Muy buenas.
Pienso que pudieran, por el tipo de escena representada, sencillamente ser almas de soldados. Que quizá se representen esas figuras con un tono blanquecino, moribundo, con caras de igual aspecto, casi zómbicas, para poder compararlas con la tez más morena, viva, de las figuras en primer plano. Pienso que si se representaran, literalmente, pictográficamente, mejor dicho, a los habitantes de las Bahamas, La Española o Cuba, que es a donde primero llegó Colón, su tez debería ser realmente mucho más oscura para representar algo relacionado con las personas del "nuevo descubrimiento" y, probablemente, su pelo negro
Hablando del pelo de la figura, "alma", en primer plano, la que tiene la cabeza un poco ladeada, su forma se me parece mucho a las llamas, radiantes solares, que emana el Sol/Salvador que preside toda la escena de esta resurrección. Quizá sea una manera artística de representar las llamas de las almas en pena y no algún tipo de tocado o penacho. Salud.
Buenas tardes:
Interesante descubrimiento e interesante discusión.
A la espera de nuevas conclusiones, yo también adhiero a la hipótesis de las almas. La pequeñez de las figuras, que destaca la Dra. Canto, y su aspecto macilento y casi traslúcido, como bien nota Dani, en contraste con el resto del paisaje y las otras figuras secundarias y lejanas que aparecen nítidos y fuertemente coloreados, me hacen pensar en la representación de almas. Aventuro que podrían ser almas de no bautizados que estaban en el Limbo. En el siglo XV se creía que cuando Jesús al morir descendió a los Infiernos al resucitar sacó del Limbo muchas almas de justos que allí se encontraban privados del Paraíso al no haber sido bautizados, tal como relata Dante (Com.: Inf. IV, 46 y ss.). Es posible que las figuras represente a esas almas.
Hola,buenas..
Mi opinión,es la siguiente,si observamos "a ojo" la imagen,parece que,al ver al personaje principal "mirando hacia arriba" y esas especies de "burbujas" e imágenes medias "distorsionadas"de personajes desnudos,parece que refleje un pensamiento....
Si lo que querrían representar el tema del descubrimiento de Colón,no sería ésta la mejor manera
,digo yo, de plasmarlo,en una imagen ..
Lo más lógico,sería reflejar una representación de caballeros entrando en tierra frente a unos nativos semi-desnudos..etc..
Por otro lado si se dice que el tema de caballos parece ser que hay escritos que dicen que
se llevaban caballos en el segundo viaje,eso no quita que en el primero nos e haya llevado,ya que alomejor en el segundo era,una vez descubierto lo primero,pues llevar una raza de caballos
para procrear mas en un futuro..
Lógicamente en el viaje primero si se planteaba ir lejos tenian que estar provistos a parte de muchos víveres,instrumentos,herramientas,etc.. de animales,como los caballos,ya que
seria muy util para poder desplazarse en cualquier territorio que arribaran..no me imagino que fueran con todo preparado y luego al llegar "todo a pie"..
El hecho de aparecer entre Cristo y el sepulcro, su carácter secundario, casi como de narración paralela y su aspecto hacen que la tesis de las ánimas saliendo del purgatorio parezca posible, aunque lo cierto es que las representaciones que conozco sobre la liberación de las almas de patriarcas y profetas del limbo su representación no es como seres desnudos sino acompañados de sus elementos distintivos. Las "plumas" pudiera ser una manera de representar la agitación del pelo en una figura que se encuentra en movimiento. Pero loo realmente chocante en esta escena sería la presencia del soldado, los caballos, una cruz que parece sobresalir entre las figuras fantasmagóricas, algo fuera de la iconografía (que conozco) sobre el descenso de Cristo al limbo, que es como se suele representar esta escena. Tal vez el pintor como se ha señalado en otros comentarios representó algo que en ese momento estaba en boca de todos, añadiéndole lo que su imaginación le dio a entender. Pero lo cierto es que no creo que el Papa a no ser que subiera al andamio llegara a apreciar nunca este posible guiño a su ascendencia hispana que le hacía su pintor.
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