Una costumbre del Cáucaso y el caldero de Gundestrup

El caldero de Gundestrup apareció en una turbera de Jutlandia, Dinamarca; probablemente fué depositado allí en un ritual de ofrenda relacionado con las aguas, habitual en el mundo lateniense  y que se remonta a la Edad de Bronce y al periodo de Hallstatt. (Lopez Monteagudo).

 

El caldero está hecho a base de láminas de plata repujada y se acepta por lo general que fue realizado en el norte de los Balcanes en el s. I a.C.; las escenas representadas tanto en su interior como en el exterior han sido interpretadas de diversas maneras, generalmente situándolas en el universo religioso de los pueblos celtas aunque no sin polémica.

 

El caldero de Gundesdrup es un ejemplo de cómo la interpretación se dá de bruces ante la falta de textos religiosos o cualquier otra referencia más concreta.

 

Una de las escenas más enigmáticas es aquella en la que un personaje de gran tamaño sumerge en un caldero a un individuo sujetándolo por los pies, en un escenario con dos procesiones en sentido contario de guerreros a pie o a caballo, y en el que otro grupo está haciendo sonar los carnix.

 

El  personaje grande veces se ha interpretado como una representación de Teutates al que se ofrendaban prisioneros introduciéndolos por los pies en un caldero. Por otra parte: “Estrabón (V II 2,3) relata que los cimbrios de Jutlandia, que estaban fuertemente influenciados por los celtas, tenían la costumbre de arrojar a los prisioneros degollados en un gran caldero de resurrección, bajo el que encendían un fuego“  (G .López Monteagudo).

 

En “Escitas y osetas” George Dumezil  refiere una costumbre de un pueblo del Cáucaso recogida por un autor ruso, L. L. Llavrov que pienso puede ayudar a entender la escena, pues inevitablemente nos transporta a ella aunque solo sea de una manera visual.

 

Esta costumbre es además interesante porque, según Krutas, el caldero presenta no solo tema célticos propiamente dicho, sino también, “numerosos elementos estilísticosno latenienses, pero frecuentes en los territorios que bordean el mar Negro“, es decir, la zona en la que se desenvuelven los actuales Osetas y antiguos Escitas.

 

La costumbre es relatada tal y como sigue:

“…Nos han  contado entre los Chepsuges, que las mujeres llevaban a su hijos a la forja. El herrero los  sumergía en la cuba del agua que le servía para templar el hierro, pidiendo a la vez a
Tleps, (el dios herrero ) fortificar la salud del niño.”

 

Dumezil la pone en relación con el tema del “héroe templado”, es decir, el héroe cuyo exceso de furor  es templado en cubas de agua (Cuhulain y el héroe Batraz) pero a mí me parece también una 
reliquia, aun viva, del mundo mítico y ritual de los calderos mágicos que devuelven a la vida, la salud y la juventud a quienes son inmersos o beben de él y, también nos sitúa en el mundo del herrero y su relación con las iniciaciones de jóvenes en la fragua, y también con las iniciaciones de guerreros en el contexto de las mannerbund, las cofradías guerreras de hombres (Eliade, Herreros… ).

 

En cuanto a los calderos milagrosos M. Eliade piensa que su virtud realmente se debe al agua y su cualidad regeneradora  (el agua de la vida): 


“…El nombre de la caldera milagrosa de la tradición irlandesa, murias, deriva de muir , el mar >>. La fuerza mágica reside en el agua; las calderas, pucheros, los cálices, son los recipientes de esa fuerza mágica que muchas veces está simbolizada por un licor divino, ambrosía o “agua viva”; confiere la inmortalidad o la eterna juvnetud, convierten al que los posee en héroe o Dios.…”.

 

Pero, también el caldero tiene virtud en función de que es un recipiente, trasunto del Utero, lugar por excelencia de transformación y vida (Uribe Villegas) y contenedor del líquido amniótico que se desborda en la “rotura de aguas “ que precede al nacimiento.

 

El caldero hereda toda la mitología asociada a los recipientes de todo tipo (piedra, cerámica, cuero, madera, hueso, cáscaras de frutos) en los que la materia se transforma: no solo los alimentos se cocinan y se hacen aptos para el consumo; también se cocinan las hierbas medicinales o venenosas  y  la miel, los granos de cereal y los frutos fermentan y se convierten en bebida; esa bebida que a menudo proporciona a los guerreros, en definitiva, al héroe, el vigor y el valor necesarios para enfrentarse al peligro. Bebidas inseparables, en toda cultura del mundo de la guerra.

 

Caldero también es el lugar en el que, en algunos pueblos, el chamán es “cocinado”, despedazado y vuelto a nacer, con otro cuerpo, un cuerpo sobre-humano que ha sobrevivido al fuego (Eliade) y esto nos lleva otra vez a la fragua del herrero, un “señor del fuego” -como los chamanes- que en muchos lugares tenían una importante función en las iniciaciones de jóvenes:

 

 

“Ahora bien, estos grupos de metalúrgicos míticos tienen puntos de contacto con

la magia (Dáctilos, Telqui-nos, etc.), la danza (Coribantes, Curetas), los misterios

(Kabiros, etc.) y la iniciación de los jóvenes (Curetas). Tenemos aquí vestigios

mitológicos de un antiguo estado de cosas en el que las cofradías de herreros desempeñaban un papel en los misterios y las iniciaciones. H. Jeanmaire ha subrayado oportunamente la función de «instructores» que correspondía a los Curetas en las ceremonias de iniciación en relación con las clases de edad: los Curetas, educadores y maestros de iniciación, recuerdan en ciertos aspectos la misión de los Herreros-Héroes Civilizadores africanos. Resulta significativo que, en un estado ulterior e infinitamente más complejo de cultura, la función iniciadora del forjador y del herrador sobreviva con tanta precisión…”

 

Eliade, Herreros y alquimistas

http://www.thule-italia.net/Sitospagnolo/Eliade/Eliade,%20Mircea%20... 

 

Quizá la escena del caldero de Gundesdrup representa a Tleps, ese dios herrero del Caúcaso o a otro semejante, en el momento de introducir en el agua al joven que se inicia como guerrero, lo mismo que el herrero introduce a los niños en el agua de la fragua para dotarlos de vigor, como en un bautizo, un rito de paso. El hecho de que el caldero tenga elementos estilísticos propios de los territorios que bordean el mar negro ( V.Kruta ) hace bastante factible la idea. Aún así sería necesario integrar esta posible representación del dios herrero en el conjunto de escenas.

 

Dumezil completa la referencia a la costumbre descrita con otra en el mismo contexto de la fragua :

Según  N. Zardenscaya (….) Las mujeres encinta iban a la forja donde eran rociadas con agua mezclada con carbones. En caso de parto dificil, hacían beber a la parturienta agua que
hubiera servido para templar una espada.”


¿Porqué tiene tanta fuerza renovadora el agua de la fragua? ¿Por qué participa de la sacralidad del hierro y del trabajo del metalúrgico o porque hay una asociación profunda entre la fertilidad y el mundo de la guerra?; los dioses de la tormenta a menudo son divinidades guerreras, destructivos, envían temporales y granizo, y, sobre todo, el arma temida del rayo, pero también fecundadores, pues hacen caer la lluvia.

 

Y el trabajo de la fragua emula el acto del dios de la tormenta, golpeando con su martillo soltando chispas (relámpagos ) (Eliade) y testimonio de su furia son las “ piedras del rayo“, presentes en todo el floclore universal y que son asociadas en algunas de sus funciones las hachas y las espadas. 

 

Por otra parte, bastante flocklore, tradiciones relacionando armas y fecundidad, por ejemplo, los escandinavos depositaban en el regazo de la novia un “martillo de Thor” el día de la boda; y en
Escandinavia y Alemania del Norte el herraje es un rito de
entrada en la sociedad secreta de hombres, pero también un rito de matrimonio.” (Eliade) entre otros, pero eso ya excede el tema este artículo. 

 

Bibliografía :

Georges Dumezil, Escitas y Osetas, F.C.E 2006,

 

Venceslav KrutaS  ,Los celtas ,SARPE 1985

Jose María Blazquez  ,Guadalupe Lopez Monteagudo  et al, Historia de las religiones de la Europa antigua , Cátedra S.A 1994   

 

María Alicia Uribe Villegas

Mujeres,Calabazo  ,brillo y  Tumbagas .Símbolos de transformación en la orfebrería  quimbaya temprana

http://redalyc.uaemex.mx/pdf/557/55703604.pdf

Mircea Eliade ,” Tratado de historia de las religiones ,edic Cristiandad 1981 ,pag 219

Mircea Eliade ,  Tratado de historia de las religiones ,edic Cristiandad 1981  

Mircea Eliade ,Herreros y Alquimistas ,Alianza editorial 2004

 http://www.thule-italia.net/Sitospagnolo/Eliade/Eliade,%20Mircea%20...

Mircea Eliade  ,El Chamanismo y las técnicas arcaicas de éxtasis ,Alianza Editorial

Y en este foro se habló mucho sobre calderos :

 http://www.celtiberia.net/verrespuesta.asp?idp=2912&pagina=1#comentarios

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Comentario por María // el diciembre 24, 2010 a las 10:11am
Disculpas por la edición no pretendía que saliera en forma de poema,pero desistí tras varios intentos.
Comentario por José Luis Santos Fernández el diciembre 24, 2010 a las 10:15am

Hola, María:

No te preocupes, lo estoy editando ahora. Ya me encargo yo. No lo toques. :))

Comentario por María // el diciembre 24, 2010 a las 10:43am
Gracias Jose  Luis :-) ha quedado muy bien;pienso que a lo mejor tiene que  ver con la forma en la que  el documento sale de Word
Comentario por María // el diciembre 24, 2010 a las 10:46am
y gracias por la foto! que  no la había visto
Comentario por Guillermo Caso de los Cobos el diciembre 24, 2010 a las 4:20pm

Excelentes, como siempre, María, la asociación de relaciones etnológicas que describes.

 

La cita que haces de la costumbre caucásica de meter a los niños en la cuba o caldero de agua del herrero, donde se templa la forja del metal, es muy sugerente y muy oportuna para volver sobre estas cuestiones. En relación con ello, me han venido a la memoria enseguida dos cosas:

 

1º El mito de Aquiles y las dos versiones que hay sobre él, al intentar su madre Tetis hacerlo inmortal como los dioses sumergiéndolo en un caldero hirviendo (primera versión) o sumergiéndolo en la laguna Estigia (segunda versión).

 

Indagando a continuación sobre ello me encuentro con estas interesantes reflexiones en la obra "Los orígenes de la mitología griega" (varios autores):

 

 

Como puedes ver las referencias y significaciones sobre el tema del post son elocuentes. No cabe duda que estos mitos y sus correlatos con las propiedades que se derivarían de las inmersiones en calderos, o semejantes, tienen un trasunto originario indoeuropeo que se modela en distintas versiones en los diferentes pueblos que los asumen.

 

2º Al leer tu trabajo, me recordó también enseguida que algo habíamos tratado de caldero de Gundestrup en el post titulado "El conjunto de las saunas castreñas del Occidente es el más import..., y en donde se consideraba que dichas saunas también podían tener el carácter de espacios rituales de iniciación de los jóvenes guerreros.

 

Y, dentro de la iconografía de los guerreros portando calderos también veíamos la espléndida diadema-cinturón de Moñes, digna de ser de nuevo puesta aquí por sus semejanzas iconológicas con el caldero de Gundestrup:

 

 

Foto: Diadema o cinturón de Moñes.

En esta otra imagen se aprecia mejor el detalle:

 

Foto: Diadema o cinturón de Moñes

 

 

Comentario por María // el diciembre 25, 2010 a las 8:40pm

Gracias compañeros. Me alegro de que os haya gustado. Me he olvidado las gafas en el ajetreo familiar, así que hasta mañana no podré incorporarme a la vida intelectual; el tema da para mucho.

 

José Luis, mil gracias por  las fotos

Comentario por Francisco Fernández Lara el diciembre 26, 2010 a las 11:35pm
Adjunto el presente artículo sobre el misterio de los druidas
http://www.lanacion.cl/el-misterio-de-los-druidas/noticias/2010-04-...
Por Stéphane Foucart
Popularizados por la célebre historieta francesa Asterix, los antiguos magos de las Galias siguen causando la curiosidad popular y científica. Los franceses siguen empeñados en buscar en ellos sus raíces más remotas y en definir quiénes eran.


1 comentario


Viernes 2 de abril de 2010 | | Blog Columnistas
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Esta aldea es un patio de escuela. Está el doliente: el bardo Assurancetourix. Está el pleiteador: el herrero Cétautomatix, que le busca constantemente el odio al pescadero Ordralfabétix. Están los buenos y los malos alumnos. Y, por supuesto, está el druida Panomarix, el viejo sabio. La Tercera República Francesa pasó por ahí. En su “Historia de Francia popular” publicada en 1875, el historiador y político Henri Martin (1810-1883) “representa a los druidas como filósofos-preceptores”, escribe Nicolas Rouvière en “Asterix o la parodia de las identidades” (Flammarion, 2008). “En la enseñanza laica de la Tercera República”, agrega, “el druida atenúa la barbarie de la religión (...), es depositario del saber, ancestro del instructor”. Más que la del mágico bárbaro, fue entonces esta figura del druida como profesor laico la que eligieron Groscinny y Uderzo, los creadores de Asterix.

¿Los druidas, precursores de la escuela republicana? Veamos. El poeta romano Lucano (39-65) los describe como habitando “en el fondo de las selvas, en bosques retirados” y, sobre todo, les reprocha sus “ritos bárbaros y su siniestra costumbre de los sacrificios” humanos. En cuanto al historiador Suetonio (70-130 aproximadamente), fustiga el salvajismo de su “religión atroz”. Pero es verdad que ambos escriben en una época en que el druismo ya ha entrado a la leyenda… ¿A quién creer? Para el historiador y arqueólogo Jean-Louis Brunaux, los druidas no son ni gentiles profesores ni sombríos sacrificadores sanguinarios. Según él, hay que ver al druismo como una escuela filosófica “a la griega”. Un movimiento que habría literalmente reinado sobre Galia entre los siglos V y II antes de nuestra era, antes de declinar para desaparecer del todo al inicio de la era cristiana.

De esta manera, cuando César (100-44 aC) parte en campaña el año 58 antes de nuestra era, “ya casi no quedan druidas en Galia, los últimos se hacen discretos y no son más que productos de la institución pedagógica”, asegura Jean-Louis Brunaux. Cosa extraña, porque César es también el autor de la Antigüedad que más se extiende sobre los druidas y el druismo. En “La guerra de las Galias” (el relato, llevado a tambor batiente, de sus operaciones diplomáticas y militares entre el Rhin y el Atlántico) dedica al tema algunas de sus más célebres páginas. Pero en ningún momento de su relato narra el menor encuentro con uno de esos misteriosos magos galos. “En realidad, la mayoría de los pasajes etnográficos de ‘La guerra de las Galias’ fueron recogidos de la obra de Poseidonio de Apamea (135-51 aC), un filósofo griego que viajó por Galia unos 40 años antes de César”, explica Brunaux.

Injustamente desconocido, Poseidonio de Apamea es una potencia intelectual. Es director de la escuela del Pórtico. Es astrónomo y geómetra. Es quizás el inventor del prodigioso mecanismo de Anticítere, una máquina antigua que permitía calcular las posiciones astronómicas. Es geógrafo e historiador. Gran reportero. ¿Qué diablos fue a hacer en las lejanas Galias? “Busca la Edad de Oro, quiere observar un mundo donde los gobiernos son todavía ejercidos por los sabios, como había sido el caso algunos siglos antes de él, cuando las escuelas filosóficas administraban ciudades griegas”, dice Jean-Louis Brunaux. “Era, entre otras cosas, lo que pensaba encontrar en Galia con los druidas”.

Un siglo y medio antes de Lucano y Suetonio, los druidas galos podían entonces ser también considerados por los filósofos griegos como sus alter ego. Por desgracia, el relato completo de Poseidonio se perdió: hay que confiar a lo que de él dejan filtrar los autores posteriores que lo leyeron, entre ellos César. Los druidas, escribe el procónsul, “aprenden de memoria, por lo que se dice, una gran cantidad de versos; también algunos permanecen veinte años en su escuela. Estiman que la religión prohíbe confiar cursos a la escritura, mientras que para el resto en general, para las cuentas públicas y privadas, utilizan el alfabeto griego”.

César agrega que “discuten abundantemente sobre los astros y su movimiento, sobre el tamaño del mundo y de la Tierra, sobre la naturaleza de las cosas”; que buscan “establecer que las almas no mueren, sino que pasan después de la muerte de un cuerpo a otro”. Les otorga, por lo tanto, un poder político desorbitante, que excede de lejos a la sola regulación de las prácticas religiosas. Esos druidas, “mandados por un jefe único” y que se reúnen una vez al año, “en un sitio consagrado al país de los Carnutos” (cerca de Orleans), arbitran los diferendos entre particulares o entre la sesentena de pueblos que forman este mosaico abigarrado que es entonces la Galia. “Si un particular o un Estado no acatan su decisión, ellos les prohíben los sacrificios y esta pena es entre ellos la más grave de todas”, precisa César. Pero todo aquello ya había terminado en el momento de la Guerra de las Galias; si no, César se habría inquietado por los druidas durante sus operaciones. Y no lo hizo.

DESTINO DE LOS ESPÍRITUS

Creencia en la transmigración de las almas; prohibición de la escritura, para conservar el secreto de la enseñanza; iniciacCión; práctica de la astronomía; participación en la vida de la ciudad: para un espíritu griego formado en la filosofía, lo que allí se describe no puede más que hacer pensar en la doctrina del gran Pitágoras (hacia 580-497 a.C), el “primer filósofo”. Jean-Louis Brunaux explica que “numerosos autores griegos se interrogaron sobre esas semejanzas impactantes entre las ideas pitagóricas y las de los druidas. ¡Algunos incluso se preguntaron si Pitágoras no habría sido instruido por los druidas!”.

La verdad es lo contrario, como lo atestigua San Hipólito, que en el siglo II de nuestra era escribió que “entre los celtas, los druidas se aplicaron con particular celo a la filosofía de Pitágoras”. De la misma forma, Amiano Marcelino (hacia 330-395), último gran autor pagano de la Antigüedad, dice a propósito de los druidas que “se formaron en comunidades cuyos estatutos eran la obra de Pitágoras” y que su espíritu “siempre está orientado hacia las preguntas más abstractas y más arduas de la metafísica”.

FIN DE UNA ÉPOCA

¿Podría ser real ese vínculo presentido entre los primeros círculos pitagóricos y el druismo? Por qué no. Desde las más antiguas épocas, los contactos entre el mundo celta y el Mediterráneo fueron frecuentes. “A través de la colonia griega de Focea (Marsella), fundada en el siglo VI antes de nuestra era, los galos del sur estaban en contacto casi permanente con el mundo helénico”, dice Brunaux. “Pudieron por allí transitar influencias”.

La conquista de la Galia meridional, unos cuatro siglos más tarde, en 122 aC, marcará la declinación del poder druidico. Es por lo demás desde esta base de retaguardia que César logrará, 70 años más tarde, someter al resto. Con la creciente influencia romana y la declinación de las instituciones antiguas, los conocimientos de los sabios galos, transmitidos oralmente, cayeron poco a poco en un irremediable olvido. Confesémoslo: eso es bien práctico. Nos es muy difícil creer en esta historia de sabios celtas disertando sobre el largo del meridiano o el curso de los astros.

Las imágenes forjadas tanto por la historieta como por los manuales escolares son demasiado fuertes. ¿Queremos una prueba de lo extendido de ese saber? Existe, quizás, una. Podría estar inscrita en el fondo de un caldero ceremonial de plata fechado entre el siglo II aC y los primeros inicios de nuestra era. Es el caldero de Gundestrup, por el nombre de la comuna danesa donde fue encontrada en 1891. Las escenas representadas en sus placas laterales lo identifican sin duda alguna como gálico. En particular, la presencia de carnyx (grandes trompas de guerra verticales) es inequívoca. En el fondo de esta cuba de plata está la figura de un gran toro, rodeado de una lagartija, de un oso y de un hombre que lleva una espada con un perro a sus pies.

De esas imágenes existen tantas interpretaciones como especialistas hay. Pero la que más entusiasma es la del ex rector de academia Paul Verdier, el astrónomo Jean-Michel Le Contel y el arqueólogo Christian Goudineau. Para ellos, el fondo del caldero podría ser una representación del cielo. Podría mostrar una conjunción de constelaciones. Estarían las de Orión y del Pequeño Can (el hombre armado seguido por el perro), de Tauro, del Dragón (la lagartija), etcétera. ¿Es posible una conjunción astral como ésa? “Sí”, responde Christian Goudineau. “La utilización de un firmamento ad hoc mostró que ella era visible desde las latitudes medias del hemisferio norte alrededor de 2.200 antes de Cristo”.

Ocurre que, en ese período, se sabe que se produjo en el cielo un acontecimiento capital para las civilizaciones mediterráneas: el Sol dejó de levantarse, en el equinoccio de marzo, en la constelación de Tauro. Terminaba la era astrológica iniciada alrededor de 4.400 aC, dando paso a la era del Carnero. En el caldero, se representa por lo demás al animal agonizante. “En mi opinión, el caldero de Gundestrup expresa la fecha a partir de la cual los celtas cuentan el tiempo”, dijo Paul Verdier. “En suma, el origen de su calendario”.

¡El caldero representaría por lo tanto el aspecto del cielo unos 20 siglos antes de su fabricación! Proviniendo de astrónomos griegos o mayas, semejantes proezas no sorprenden. Viniendo de druidas, generan incredulidad. ¿No serían, sin embargo, esos magos galos, en definitiva, sabios como los otros?
Comentario por María // el diciembre 27, 2010 a las 10:48am

Hola a todos; es un tema que sugiere muchas cosas y tiene muchos  aspectos.

Antes que  nada,quería decir que el artículo tengo algunos errores de redacción; hice dos versiones y con el lío que me hice al editarlo terminé poniendo la primera;por ejemplo:digo
que el personaje que está sumergiendo a otro en el caldero ,lo sujeta por los  pies ,y no es así ,como se puede ver en la
foto .Supongo que estaba pensando en los sacrificios a Teutates.

También  creo que tendríamos  que tener claro que sin tener textos religiosos o alguna referencia coetánea es dificil aseverar  nada;si hablamos de la zona del  mar negro en general,aquello era un auténtico
caldero de etnias ,confluencias de pueblos ,religiones,mitos estilos artísticos
etc ;por otra parte orfebres ,caldereros y metalúrgicos en general a menudo han
sido trashumantes y han ido de un lado para otro y,me imagino,serían contratados
por reyes o jefes concretos.

Lo que tenemos es un caldero de plata (he leído aquí http://www.temakel.com/galeriaartecelta.htm que inicialmente estuvo cubierto con una lámina de oro y que se acepta fué fabricado en el periodo  lateniense (I aC) y
depositado en una turbera de Dinaamrca ,seguramente de modo ritual.Se piensa
que fue realizado en la zona norte del mar negro.Desde luego ,es un objeto
suntuario y ritual,que sólo pudo ser obtenido y utilizado por alguien muy
poderoso .¿llegó hasta Dinamarca  como
objeto de prestigio ,a través de redes comerciales  o como producto de algún regalo, o intercambio
de presentes  o   fue hecho
directamente por encargo de la persona que lo ofrendó? Si fue hecho por encargo
de la persona que lo arrojó al pantano, probáblemente  también dio las directrices para las
representaciones.¿Sería un jefe cimbrio?

No sé  si se han renovado últimamente las interpretaciones del caldero.Generalmente se atribuye al mundo céltico,también,como dice Servan hay una interpretación desde la religión y mitologías de la India.

Pero pienso que se puede profundizar algo más el tema desde otras mitologías ,como las de las etnias del mar negro(el ejemplo que he puesto de la fragua),pero también de los pueblos del norte no célticos.Por ejemplo:el
personaje con la rueda,puede ser una referencia al héroe solar del  Cáucaso que 
tiene  influencia en el clima y
rescata los  granos de cereal para que
los siembren los Nartos.

También es importante el luegar de las imágeens en el caldero;no sabía que la escena del toro estaba en el fondo como dicen en el artículo que ha puesto Francisco .F.Lara;por ejemplo:en la parte afuera parece
que son divinidades mientras que dentro,parece un relato de algún mito o leyenda;

Una hipótesis:que el caldero estuviera relacionado con una ceremonias de la realeza y se describiera la historia y hazañas de algún rey, su función de promotor de la fertilidad de la naturaleza (a semejanza de Cernnunos)
,su sabiduría (contacto con las serpientes);se relataría también su inmersión
ritual en el caldero (o esa escena es una imagen de la muerte?) ¿en primavera
,en la constealción de Tauro? 

Guillermo, si,la diadema de Moñes parece formar parte de toda esa mitología ;muy interesante el libro que has enlazado;pensaba haber hablado de Aquiles y de Sigfrido (ambos tiene una parte del cuerpo que queda
vulnerable) pero quería saber algo más.sobre todo,porque lo de Sigfrido no sé
si es así  en el personaje como aparece
en los  eddas o si es añadido posterior
en las leyendas y cuentos.

Servan ¿cómo se interpreta el que a la posible divinidad la  estén peinando?En cuanto al indoeuropeo está claro que hay lenguas indoeuropeas, ,que los que   las hablaban se dispersaron en un momento y que ,lógicamente  llevaron su ideología o parte a los lugares a
los que llegaron . Los estudios de Dumezil 
dejan claras muchas relaciones, aunque  no todo lo que sabemos de los pueblos con
habla indoeuropea entre  como un guante  en  el esquema
 trifuncional .

Lo del  bebé y el fuego,es que  son temas muy universales ,muchos de ellos ligados al mundo de los ritos de paso.  Démeter hace lo mismo con el hijo de Metanira
.

 “Deméter se encariñó con el niño y, queriendo hacerlo inmortal, por el día lo ungía con ambrosía como si fuese un dios y por la noche lo acostaba desnudo sobre carbones al rojo
vivo quitándole su carne mortal.

http://es.wikipedia.org/wiki/Tript%C3%B3lemo

Vladimir Propp también dedica un ensayo al “héroe ceniciento “ que vive junto al fuego o una estufa ,cubierto de ceniza   ;lo leí hace mucho, así que lo repasaré ,para ver cómo se relacionaría con esto.

 Saludos a todos

  interesante sobre arte celta:

http://www.temakel.com/fotoarteceltadd.jpg

http://www.temakel.com/gaaceltadd.htm

Comentario por María // el diciembre 27, 2010 a las 11:02am

 En cuanto a esto: "Por ejemplo:el
personaje con la rueda,puede ser una referencia al héroe solar del  Cáucaso que 
tiene  influencia en el clima y

rescata los  granos de cereal para que
los siembren los Nartos."

 

se me ha olvidaddo poner que a este personaje se le cortan las piernas con una rueda y que el tema aparece ,con variaciones,  tanto en la parte indoeuropea (Osetas)com en la no-indoeuropea.En el libro de Dumezil(Escitas y Osetas ) se vá muy bien  cómo hay intercambio de temas y motivos mitológicos entre los pueblos de la zona ;por eso creo que a priori ver el caldero como únicamente perteneciente al  mundo indoeuropeo o al hindú   es un error;pienso que es más fructífero ver el asunto desde más puntos de vista.

 

Comentario por María // el diciembre 27, 2010 a las 11:05am

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