Red social de Arqueologos e Historiadores
Aspecto del claustro de la finca Mas del Vent, cerca de Palamós (Girona). /VINCENT LEROUX
¿Quedan todavía en España joyas artísticas desconocidas, aunque sean del siglo XII? Parece que sí. La última y sorprendente noticia al respecto ha saltado en las proximidades de Palamós (Girona), con el hallazgo (¿o habría que decir redescubrimiento?) de un claustro excepcional, sobre cuyo origen románico los expertos albergan pocas dudas y al que se ha buscado muchas semejanzas con el del monasterio de Santo Domingo de Silos, en Burgos.
El anuncio saltó durante las recientes jornadas que bajo el título Arte fugitivo organizó el grupo EMAC de investigación sobre románico y gótico de la Universidad de Barcelona. Lo presentó Gerardo Boto, profesor de Arte Medieval de la Universidad de Girona, especializado en el análisis de la plástica monumental románica y en la iconografía y la organización del espacio eclesiástico medieval. De pronto, Boto dejó a profesores y estudiosos con la boca abierta cuando explicó que, en el jardín de una finca privada de Palamós, existía desde hacía más de medio siglo un claustro románico. Los asistentes a las jornadas no dieron crédito cuando este experto en historia y arte de la Edad Media desveló que no se conocía su procedencia exacta y que el monumento no estaba inventariado como bien cultural, ni por supuesto, protegido por administración alguna. En definitiva, que era un edificio anónimo, sin nombre ni apellidos.
Gerardo Boto conoció la existencia de esta construcción de forma casual. La edición francesa de la revista de decoración AD publicó, en su número 94 de julio y agosto de 2010, un espectacular reportaje sobre la vivienda del suizo Kurt Englehorn y su mujer Carmen, en Mas del Vent, una inmensa finca de 22 hectáreas localizada en la zona de la Fosca, en el término de Palamós. En el reportaje, el fotógrafo Vincent Leroux no pudo evitar fijar su objetivo en la enorme galería de arcos románicos del claustro que bordeaba la piscina. Pese a las reticencias del propietario, el fotógrafo tomó la imagen de aquel espectacular conjunto de piedra que bordeaba la no menos espectacular piscina entre los pinos: la imagen fue publicada en la revista a doble página.
Desde que tuvo constancia de la existencia de este nuevo edificio, Boto ha intentado sin descanso acceder al interior de la vivienda para estudiarlo, pero los propietarios del mismo no se lo han permitido. “Jamás he podido acceder al interior de la propiedad”, confesó decepcionado el historiador durante su presentación. Pero sí consiguió las fotografías de Leroux, de 80 megas de calidad, algo que le ha permitido buscar en primer plano las características de lo que, según su opinión, es un claustro románico con todas las de la ley.
Según Boto las galerías miden, aproximadamente, 20,8 y los 21,9 metros de largo, unas medidas que determinó a través de las imágenes aportadas por Google Earth. Cada una de ellas presenta diez arcos sobre columnas y capiteles dobles, salvo en el medio, que es cuádruple. De las otras dos galerías que acabarían de cerrar el claustro de 44 capiteles no se conservan columnas ni arcos y los capiteles reposan directamente sobre las basas.
Tras analizar estas imágenes Boto asegura que el claustro de Palamós es comparable, en distintos aspectos, a los de Silos y Las Huelgas, los dos en Burgos, y al de Santa Maria de Ripoll, en Girona, porque en todos ellos, algo infrecuente en los claustros españoles o hispanos, las columnas dobles están esculpidas por separado, mientras que los capiteles que las coronan forman un solo bloque.
Además, en los capiteles de Palamós aparecen representadas figuras humanas y gran número de elementos vegetales y animales, sobre todo aves, leones y jabalíes, y monstruos, como grifos, arpías y dragones... pero no escenas religiosas. El investigador resaltó las grandes dimensiones “insólitas en el panorama del románico hispano” de los arcos: más de tres metros y medio desde la clave de los arcos hasta las bases, independientemente de que algunos de los fustes fueran nuevos para restituir los perdidos.
El profesor Boto explica entusiasmado: “Tanto en el aspecto estilístico como en el temático, la mayor parte de los capiteles de Palamós están enraizados con el repertorio del claustro de Silos, tanto con el llamado Primer Taller, realizadas hacia 1100, como del llamado Segundo Taller, realizados hacia 1165. No hay duda: el operario que realizó estos capiteles conocía las formas y los registros de Silos”.
Boto se cuestionó durante tiempo la autenticidad del conjunto y se planteó la posibilidad de que todo fuera, tan solo, un decorado cinematográfico. Pero ahora, y a falta de que otros expertos confirmen su diagnóstico, no tiene dudas: “Seguí la pista de los posibles reproductores por moldes o por labra directa y en el siglo XX solo un moldeador tomó moldes de los capiteles de Silos, cuyos positivos en yeso se encuentran en el Museo de Reproducciones Artísticas, en el Victoria and Albert de Londres, en el museo de la Real Academia de Bellas Artes y en el propio Silos, pero no son los de Palamós. Tampoco hay constancia que se instalara en el monasterio ningún cantero para reproducir los capiteles”, explica.
Pero la prueba más contundente sobre la autenticidad del conjunto la encontró Boto en el Archivo Municipal de Palamós. Allí ha localizado una serie de imágenes del proceso de montaje de las arcadas que se remonta a 1959. “En ellas se ven la naturaleza pétrea de las piezas, su peso, su erosión de siglos y las marcas de montaje incisas normales en piezas románicas. Las fotos no muestran ningún atisbo de modernidad o falsedad. Si estos arcos no son auténticos, podemos dudar de la autenticidad de todo lo que vemos en fotos y en directo”, concluye tajante.
Según la revista francesa que dio a conocer la existencia del claustro románico, la construcción fue adquirida por el abuelo del actual propietario en Madrid, en los años cincuenta. Boto no duda de la fecha y apunta que quizá llegaron en 1958 a Palamós, pero sí de la procedencia: en su ponencia defendió que procedía de la provincia de Segovia o Burgos. “Seguro que este singularísimo patio porticado conoció estaciones intermedias en su trayecto desde su origen hasta su destino actual junto al Mediterráneo. No sabemos si estos estadios intermedios estuvo montado o empaquetado en cajas”, comenta.
Paralelamente a la acción investigadora de Boto, la Asociación de Amigos del Románico emprendió el año pasado una campaña para conseguir que se inventaríe y proteja la construcción y que sus dueños permitan analizarla. “En febrero de 2011 escribimos a los representantes legales de los dueños exponiéndoles nuestra intención de estudiarlo y conseguir una protección patrimonial acorde con su relevancia histórica artística. No nos han contestado”, se lamenta Juan Antonio Olañeta, presidente de la asociación. “No entendemos por qué no permiten el acceso, si tenemos en cuenta que la vivienda se alquila”, asegura Olañeta. En efecto, en la página web del grupo Rough Luxe , propiedad de Kurt Englehorn, se pone a disposición del cliente 11 fabulosas mansiones repartidas por todo el mundo, entre ellas la de Mas del Vent de Palamós. En la descripción se asegura que es una vivienda del siglo XVIII reformada por el equipo de arquitectos RCR para disfrutar de la naturaleza, pero para nada menciona el claustro, que tampoco aparece en las imágenes promocionales.
La asociación también se ha dirigido a las diferentes administraciones: Ayuntamiento de Palamós, responsables de patrimonio de Castilla y León y de la Generalitat de Cataluña, y Ministerio de Educación y Cultura, pidiendo que inicien los trámites para protegerlo. En septiembre de 2011 recibieron una breve respuesta de la Generalitat asegurando que se está siguiendo el protocolo de actuación que prevé la ley de patrimonio catalán de 1993. La nota aseguraba: “La actuación ha de conducir a la inspección por parte de nuestros técnicos del citado claustro”. Sin embargo, el director general de Patrimonio, Joan Pluma, reconoce que todavía no se ha hecho: “En unos días se enviara al juzgado un requerimiento con la intención de que nuestros técnicos puedan comprobar su existencia y si es auténtico”, asegura Pluma. Desde el Ministerio, tras la consulta realizada por este diario, han respondido a la asociación que “se ha dado traslado a la petición para estudiarla” y que en todo caso será la Generalitat de Cataluña la que tendrá que valorar las medidas a adoptar. Desde Castilla y León están interesados en el tema, pero no manifiestan intención de hacer nada, más allá de contactar con la Generalitat. Por fin, María Gràcia Artigas, concejala de Cultura y Patrimonio de Palamós, admite conocer la existencia del claustro, pero sostiene que “el ayuntamiento no tiene previsto hacer ninguna acción de forma inmediata. Es como si un particular tuviera en casa un Picasso; no nos corresponde a nosotros, porque al parecer es un elemento patrimonial castellano”. Sin embargo, la ley de patrimonio estatal y autonómica no excluye los bienes en manos privadas.
Comunicado de la Asociación de Amigos del Románico respecto de las conclusiones vertidas en el informe (o en lo alcanzado a ver a través de la prensa) encargado por la Generalitat, conclusiones que yo comparto plenamente y que creo que incluso compartirían los creadores del informe si no lo hubieran escrito ellos (en conclusión que hay que investigar algo más y presentar pruebas más contundentes tanto a favor de la originalidad como de la copia)
Comunicado de la Junta de AdR en relación al informe sobre el claus...
08 de agosto de 2012
En relación al asunto del claustro de Palamós, la Junta directiva de Amigos del Románico emite el siguiente comunicado:
Una vez emitido el informe del equipo de técnicos nombrados por la Generalitat de Cataluña sobre el claustro de Palamós y anunciadas sus conclusiones del mismo, Amigos del Románico (AdR) realiza las siguientes consideraciones:
1. Valoramos positivamente el hecho de que se haya creado un equipo de técnicos que han podido acceder al claustro para determinar su posible interés, dado que era una de las demandas realizadas por nuestra asociación a lo largo de un año. Sin embargo, tal y como ya pusimos de manifiesto en su momento, echamos en falta la presencia de un especialista en escultura románica castellana.
2. Respecto a las conclusiones, valoramos también de forma positiva el hecho de que el informe proponga que el claustro sea dotado de una figura de protección patrimonial para garantizar su conservación y estudio.
3. El principal interés de la asociación Amigos del Románico es que se determine de forma rigurosa e imparcial la autenticidad o falsedad del conjunto a fin de que se actúe en consecuencia en términos de su conservación, protección y estudio.
4. Consideramos que los argumentos aducidos en el informe para determinar que se trata de una copia contemporánea carecen de la solidez necesaria para inferir de ellos una conclusión firme, y mucho menos demoledora, como la ha calificado algún medio de comunicación. En este sentido, nos sorprende que se haya utilizado la homogeneidad del conjunto como prueba de su falsedad. El mismo argumento nos llevaría al absurdo de que claustros como Arles, Tudela o Sant Cugat del Vallès serían copias por ser homogéneos. Tampoco encontramos en la perfección del claustro un argumento serio que permita llegar a conclusiones definitivas. Si bien hay numerosos claustros que son irregulares, existen otros muchos que tienen una planta regular. Es llamativo como se intenta deliberadamente minimizar la importancia de los únicos elementos que desde un punto de vista científico informan de una cronología anterior a la que se pretende en el informe. Así, la importancia de la presencia de líquenes, cuyo largo proceso de crecimiento habla de forma inequívoca de la antigüedad de la piedra donde se asientan, o de pátinas naturales es minimizada aludiendo, sin ningún tipo de justificación, a que son puntuales y de insegura extrapolación al resto del conjunto. Resulta contradictorio que se destaque la homogeneidad del material y al mismo tiempo se hable de que hay piezas auténticas dentro de una copia historicista contemporánea, pues de ser así no existiría tal homogeneidad. También es sorprendente que el informe afirme con rotundidad el carácter de copia del claustro y, por otra parte, se señale la posible existencia de piezas auténticas por determinar ¿No es paradójico que se afirme con rotundidad la falsedad de esta obra si no se ha podido distinguir hasta el momento lo auténtico de la copia? ¿Cómo se explica esta coexistencia de piezas auténticas con piezas falsas con la homogeneidad del material? Asimismo, nos llama la atención que en las conclusiones no se hayan tenido en cuenta los aspectos iconográficos de los capiteles, algunos de los cuales resultan desconcertantes y difíciles de imaginar en una copia realizada en el primer tercio del siglo XX. Tampoco consideramos como prueba concluyente que el claustro no haya estado documentado hasta el momento pues, al contrario de lo que afirma el informe, son numerosos los claustros que han desaparecido sin dejar rastro y son conocidas las deficiencias en el proceso de elaboración de los catálogos monumentales de la época.
5. En el informe se han valorado exclusivamente indicios, que no pruebas, que podrían llevar a cuestionarse el hecho de que sea auténtico, pero no se ha hecho lo propio en relación al hecho de que sea una falsificación. En todo estudio que se realice con un mínimo de rigor deben plantearse preguntas en ambos sentidos a fin de cuestionarse todas las hipótesis posibles. Así, por ejemplo, llevaría a dudar de que se trate de una copia la profusa talla que hay en la parte inferior de los puntos de unión entre las cestas de los capiteles, sobre todo de los conjuntos de cuatro. ¿Por qué se iba a complicar la vida el tallista “falsificador” trabajando una parte difícil de tallar y de muy poca visibilidad? La ausencia de este cuestionamiento de la hipótesis de la falsificación puede tener dos posibles explicaciones: se puede deber a un error metodológico que tiene como consecuencia que deba dudarse de las conclusiones finales del estudio, o bien puede ser un claro indicio de que muy probablemente el resultado del informe ya estaba definido antes del inicio del trabajo de los técnicos.
6. Es por todo ello que echamos en falta argumentos de peso que justifiquen la rotundidad de las conclusiones. Tan solo se podrá afirmar con seguridad que es un falso historicista cuando se sepa quien ha sido el autor de la copia, o que es una pieza auténtica cuando se sepa su origen. Mientras tanto se ha de actuar con el rigor que requieren los estudios relacionados con el patrimonio y la historia del arte, el cual echamos en falta en el informe emitido, aspecto éste que nos hace pensar en que el trabajo realizado por los técnicos que formaban el equipo no ha sido llevado a cabo en las condiciones de imparcialidad que cabría esperar.
En definitiva, pensamos que ante la debilidad de los argumentos es todavía prematuro la emisión de conclusiones rotundas, y reclamamos un estudio del claustro serio, riguroso, imparcial y con la presencia de especialistas en la escultura románica castellana y hacemos un llamamiento a las autoridades para que tomen las medidas necesarias para garantizar que el claustro pueda seguir estudiándose hasta que se descubra realmente su grado de autenticidad o falsedad.
La Junta directiva de AdR
Pues sí, Roberto, muy en la línea de lo que aquí se está manifestando, más publicidad a los informes y mayor investigación para aclarar los puntos poco claros. A ver si les hacen caso o si se permite continuar a los interesados.
Si las piedras del claustro de Palamos hablasen
Se tratará de establecer qué proporción de las galerías es medieval dentro del conjunto reconstruido en los años treinta por el anticuario zamorano Ignacio Martínez, y para ello será fundamental conocer con exactitud el origen de la piedra.
Los responsables catalanes apenas ofrecieron detalles de los análisis petrológicos realizados y se limitaron a exponer que la aparición de líquenes y la degradación de algunos ábacos (una parte de los capiteles) constatan que hay elementos originales en el conjunto. Sobre el origen de la piedra, señalaron que se trata de arenisca «tipo Villamayor», que podría proceder tanto de la provincia de Salamanca como de otra provincia.
«Los técnicos de la Generalitat han empleado recursos tecnológicos como habíamos pedido y nos gustaría leer el informe y que incluya información detallada de dónde se han tomado las muestras de la piedra y cuáles son los resultados obtenidos»,
Han visto alguien los análisis del claustro de Palamos con una toma de muestras de varios partes tanto de los sillares fustes capiteles cimazos etc. De distintas porque hay dos tipos de análisis el subjetivo y el objetivo el informe de la Generalitad habla mucho subjetivamente pero y el ¿objetivo? la importancia de la presencia de líquenes, cuyo largo proceso de crecimiento habla de forma inequívoca de la antigüedad de la piedra donde se asientan, o de pátinas naturales es minimizada aludiendo, sin ningún tipo de justificación.
Resulta contradictorio que se destaque la homogeneidad del material y al mismo tiempo se hable de que hay piezas auténticas dentro de una copia historicista contemporánea, pues de ser así no existiría tal homogeneidad. También es sorprendente que el informe afirme con rotundidad el carácter de copia del claustro y, por otra parte, se señale la posible existencia de piezas auténticas por determinar ¿No es paradójico que se afirme con rotundidad la falsedad de esta obra si no se ha podido distinguir hasta el momento lo auténtico de la copia? ¿Cómo se explica esta coexistencia de piezas auténticas con piezas falsas con la homogeneidad del material?
Detalle inferior entrelazado vegetal de uno de los capiteles del Claustro romanico Palamos
En el informe se han valorado exclusivamente indicios, que no pruebas, que podrían llevar a cuestionarse el hecho de que sea auténtico, pero no se ha hecho lo propio en relación al hecho de que sea una falsificación. En todo estudio que se realice con un mínimo de rigor deben plantearse preguntas en ambos sentidos a fin de cuestionarse todas las hipótesis posibles. Así, por ejemplo, llevaría a dudar de que se trate de una copia la profusa talla que hay en la parte inferior de los puntos de unión entre las cestas de los capiteles, sobre todo de los conjuntos de cuatro. ¿Por qué se iba a complicar la vida el tallista “falsificador” trabajando una parte difícil de tallar y de muy poca visibilidad? La ausencia de este cuestionamiento de la hipótesis de la falsificación puede tener dos posibles explicaciones: se puede deber a un error metodológico que tiene como consecuencia que deba dudarse de las conclusiones finales del estudio, o bien puede ser un claro indicio de que muy probablemente el resultado del informe ya estaba definido antes del inicio del trabajo de los técnicos.
Foto capitel entrelazado vegetal 1930
Es cumbre del entrelazo vegetal capitel de Silos (foto inferior) . El tallo es el elemento dinámico que genera la propia belleza del capitel, con variaciones en su curso y desarrollo. Existe una gran perfección en los aligeramientos del tallo, que dificulta su talla, pero aumenta el valor decorativo. Ha sido interpretado en relación con algunas letras mayúsculas de la miniatura.
Capitel de entrelazado vegetal pertenece al claustro de Silos
Muchas gracias a todos por mantener al día el seguimiento y por sus comentarios.
Desde mi desconocimiento. Dicen los Amigos del Románico que en tanto no se identifique al autor del falso historicista no habrá seguridad sobre su autenticidad.
En este sitio se hace memoria de los canteros de Moralzarzal y ¡buen número que hay de ellos!. Se da noticia de los que abrieron talleres en Madrid, algunos cerca de donde se montó el claustro y por aquella época. En Madrid había mano de obra cualificada para elaborar tan hermosas filigranas ¿Sería posible que preguntando a algunas de la muchas personas que aún vivan , que las habrá, se podría ir tirando del hilo? Tanto para desechar su autoría del siglo XX, si es que no hubiera memoria ni noticia alguno entre los canteros, como para confirmarla por el contrario.
En la catedra nueva de Vitoria lo mejor es la obra de los artistas canteros y escultores que labraron maravillosos motivos y elaborados adornos. Lo mismo en otras catedrales como la Almudena o la Sagrada Familia. Hoy sabemos el nombre de todos ellos. Es casi imposible que de una obra así, en la que debió trabajar todo un taller completo y hábiles artesanos, no exista memoria alguna siendo tan reciente. Quizás una encuesta entre los talleres, los pueblos donde hay tradición y la gente mayor del mundo de la cantería podría dar buenos resultados.
Parece ser que hemos encontrado los canteros que hicieron la reconstrucción del claustro romanico de Palamos ¿pero quien hizo los capiteles?
Podríamos imaginar que los reconstructores del claustro de Palamos en Ciudad Lineal eran canteros de la sierra de Madrid nada más lógico ¿para que traer canteros de Salamanca? Cuando en Madrid teníamos los mejores de España y que seguramente Julián Ortiz Fernández el anticuario conocía perfectamente a estos canteros por algún otro trabajo que le hubiesen realizado.
Monumento al cantero de la sierra de Madrid ¿pero si hicieron los capiteles? habria que levantarles otro monumento
En este sitio se hace memoria de los canteros de Moralzarzal y ¡buen número que hay de ellos!. Se da noticia de los que abrieron talleres en Madrid, algunos cerca de donde se montó el claustro y por aquella época. En Madrid había mano de obra cualificada para elaborar tan hermosas filigranas.
Cantero de la sierra de Madrid en plena faena
Los canteros de Morazarzal o de la sierra de Madrid posiblemente trabajaron en el claustro románico de Palamos en Ciudad Lineal (Madrid) y seguramente desmontaron y montaron el claustro , eran unos grandes expertos en mampostería de muro seco haciendo sillería llamándose sillar a cada una de las piedras labradas, la piedra venia ¨estalleada¨ posiblemente de Villamayor (Salamanca) expresión dicha por los canteros para indicar que esta lista para trabajar y marca según plantilla para empezar a tallar o labrar, volvieron a ser utilizados instrumentos que hoy día ya están olvidados pues las obras modernas no los necesitan, pero los canteros de Morazarzal o de otros lugares de la sierra de Madrid sabían manejar, reglas de madera, escuadras, martillos…
Un plano como este usaron los canteros para la reconstrucción del claustro
La medida de todas las piezas debería ser múltiplo o submúltiplo de 281 mm., lo que mide un pie castellano, si no, no encajarían
Julián Ortiz Fernández, el anticuario que durante años y hasta 1958 veló por el buen estado de la obra cuando esta estaba montada no en Palamós, sino en un solar del madrileño distrito de Ciudad Lineal.
Juan Manuel Ortiz, de 86 años, no daba crédito a la imagen que había publicado EL PAIS en su primera página, cuando la contempló en casa de su hijo en El Escorial: era el claustro con el que había convivido durante décadas, como quien comparte su existencia con un elemento cualquiera del mobiliario. No había vuelto a saber nada del conjunto desde que en 1958 había salido, desmenuzado, en camiones rumbo a Girona. La familia Ortiz se puso en contacto con este diario, a través de una red social, con la intención de contar su historia, y la del claustro.
Sr. Ortiz el restaurador del claustro de Palamos y familia
Según relatan padre e hijo al unísono y con precisión de fechas, las piedras del conjunto llegaron a Madrid en 1931 ¨no se refiere a sillares ni capiteles¨se refiere a piedras ¨estalleadas¨desde un lugar indeterminado. Las compró Ignacio Martínez , un anticuario “de gran prestigio y reconocimiento en el Madrid de entonces”.Las piedras de los sillares ( Juan Manuel Ortiz se refiere solo ha los sillares ¿ los capiteles donde se hicieron) las piedras como antes hemos dicho venían posiblemente de Villamayor ëstelleada¨se instalaron en un solar que le cedió una conocida suya, “una marquesa”, situado entre los números 7 al 11 de la calle Ángel Muñoz, en el actual distrito de Ciudad Lineal. “Quería montarlo para venderlo a un americano rico”, aseguran.
Andamiaje para la reconstrucción del claustro ¨solo unos expertos canteros podrian hacer esta obra¨
También sabían cambiar la coloración de la obra hecha, de manera que la piedra, cuyo color real era blanquecino, se le daba una capa protectora de cal mezclada con diversos pigmentos de tal modo que cubría y permitía resaltar los detalles de la talla, dándose esa mezcla periódica con lo que se conseguía recuperar la viveza de los colores y a la vez mantenida perfectamente protegida la piedra de las inclemencias del tiempo.
Foto del claustro de Palamos 1930 montado en Ciudad Lineal (Madrid) las zonas rojas son las que pueden hacer los canteros para su restauración ¿pero todavia no hemos encontrado al cantero que hiciese los capiteles? no era otro que el Maestro Dominicus calificado de ¨operarius¨ que trabajo como monje cantero en Silos y paso al monasterio de San Pedro de Arlanza en 1175 para empezar la obra de dicho claustro.
Los canteros a veces empleaban trucos para dar otra apariencia a lo hecho y era teñir las piedras nuevas a base de una mezcla hecha de cemento blanco y una masa caldosa recogida de una vaquería, la cual tenia por supuesto orín de vaca, consiguiendo un efecto homogéneo y es que cuando se restaura con piedra nueva, no se puede tener la misma apariencia de la que había ya que esta no se encuentra envejecida por el paso del tiempo sufriendo el efecto del sol dándole una ilusión visual, aspectos emocionales que no tienen y donde hay un problema creamos una falsedad, para averiguar la verdad hay que hacer un esfuerzo en investigación ¿ los técnicos de Generalitad han hecho ese esfuerzo?
Para ver mas información hacer clic aquí Maestro de Covarrubias.
Ignacio Martínez Hernández , al parecer natural de Zamora y establecido hace tiempo en Madrid, era por lo que se dice un anticuario afortunado y rico. En los años 30 su domicilio estaba en Ciudad Lineal c/ Ángel Muñoz 17.
En 1931 es un hombre de paja de Arthur Byne para sus expolios del Patrimonio. Así, por ejemplo, mientras el sr. Byne asegura en las cartas que envía a Hearst que se ha hecho con la propiedad del Monasterio de Las Caleras de León en Badajoz, resulta que la propiedad está registrada a nombre del anticuario Ignacio Martínez que es el que pleitea con el Estado a partir de 1930, fecha en la que adquiere el monasterio, hasta 1934 cuando las autoridades republicanas prohíben cualquier desmonte y traslado y conmina al propietario a llevar obras de mantenimiento. El sr. Martínez lo abandona a la ruina y en 1941 es el Estado franquista el que acaba expropiándolo por la cantidad de 7.975 pesetas.
No parece que el advenimiento de la República les fuera nada bien a estos personajes. Todo lo contrario, el artículo 47 de la Nueva Constitución republicana intenta proteger con celo el Patrimonio. La obsesión de Byne es que la nueva política “bolchevique” acabe por convertir en Monumento Nacional los castillos, iglesias y claustros que ambiciona ofrecer a sus clientes. De buen seguro su preocupación debió de ser compartida por su compinche I. Martínez que veía como las nuevas autoridades republicanas intervenían con celo, lo que echaba por tierra más de un negocio.
Así que mi hipótesis provisional es que siendo propietario de un claustro del siglo XII, o al menos de una parte muy importante de piezas significativas, y no queriendo que estas fueran intervenidas de ninguna manera por el Estado quizás decidiera camuflarlas como si fueran nuevas, esperando tiempos mejores. Y que mejor para camuflar piedras que juntarlas con otras piedras. Un taller con una treintena de operarios y un restaurador estuvieron durante cinco años manos a la obra, hasta la guerra. Es obvio que la administración no iba a meter las narices en una empresa que daba trabajo.
Solo así se entiende que una obra así pudiera lucir en medio de un barrio madrileño sin que nadie pusiera ninguna objeción ni los vecinos se preocuparan por el “nuevo claustro” que se estaba construyendo en la finca de la c/Angel Muñoz, 17. Porque un claustro así no podía resultarle indiferente a un casi vecino que vivía unas manzanas más allá en la calle Julia Belenchana 17, el arquitecto y Director de la Escuela de Artes y Oficios de Madrid, don Vicente García Cabrera ,un reputado ciudadano que construyó numerosos edificios en Madrid, que trabajaba con personajes dedicados a la protección de patrimonio, como fueron Guillermo Joaquín de Osma y la condesa de Valencia de Don Juan, que le encargaron el diseño del Museo de la Fundación Valencia de Don Juan, construcción de carácter historicista granadino nazarí. Y tampoco a otro vecino del barrio, el escultor Julio González Pola, natural de Oviedo, formado también en la Escuela de Artes y Oficio y que llegó a ser Secretario de la Sociedad de Escultores y Pintores y vicepresidente del Círculo de Bellas Artes. A mí me resulta imposible de creer que estos dos personajes no se sintieran atraídos en forma alguna por el repiqueteo y el fragor de un ta ller en plena elaboración de una obra monumental que se estaba levantado en el barrio.
En el trabajo de José Miguel Merino de Cáceres “El frustrado exilio de las conventuales de Alcántara y Calera de León. Noticia sobre la singular aventura corrida por los conventos extremeños”. Sobre las maniobras de Byne para engañar al mismo Hearst (En Dialnet)
La gran falsedad de un claustro románico ó callan todos porque están implicados en un Expolio
Un claustro románico del siglo XXI es lo transcrito en la información que llega de los expertos de la Generalitad, este claustro aparecido en el siglo XXI con una apariencia moderna, habrá de ser para nosotros licito, sin embargo recalcar, la peligrosa especie de las falsificaciones arquitectónicas, no solo tan difíciles, si no tan imposibles de realizar un ¨background¨estilistico sintieran y expresasen con aciertos artistas o canteros de este siglo bajo un afán lucrativo o de imitación a Silos.
Cuando llegamos a encontrarnos ante un problema arquitectónico como nos plantea este claustro de Palamos que no comprendemos a primera vista, siendo el expediente más fácil el de negar a los monumentos su autenticidad, quedaría estos despojados a nuestro arbitrio de significación y de importancia, permaneciendo mudos, o como no existentes para los investigadores y el esclarecimiento de la historia, ó, por lo menos, resultaría sospechoso, haciendo todo estudio imposible.
Aun cuando el presente claustro de Palamos fuera único en su especie, aun cuando no nos brindara el claustro comparación alguno de la misma época pero en este caso si pudiendo ser el hermano menor de Silos, todavía haría indispensable muy largo, muy meditado estudio comparativo para la duda de lo desconocido y no explorado tuviera virtualidad suficiente a producir la sospecha de una falsificación.
Ya tenemos a los canteros que trabajaron en Madrid posiblemente en la reconstrucción del claustro de Palamos.
Foto Taller de canteros en Madrid 1930
Pero y el arquitecto historicista, subsidiariamente se posee el problema de la identificación de arquitecto experto que pudo reconstruir el claustro de Palamos.
Es cierto que el claustro se venia construyendo en la c./ Angel Muñoz 17 en Ciudad Lineal propiedad de Ignacio Martínez el anticuario y como vecino tenia al arquitecto Vicente García Cabrera en la calle c./ Julia Belenchea 17 en Ciudad Lineal ambas direcciones se tardan en recorrer con un coche de la época seis minutos por lo tanto no podía ignorar que en Ciudad Lineal se estaba construyendo un claustro de las dimensiones y calidades de Silos, entonces ciudad lineal contaba con escasas casas y creo que desde su casa podría ver perfectamente la construcción del claustro ya que no que superasen los dos pisos las construcciones que había en esa zona. El taller de cantería que viene en las fotos trabajo para D. Vicente García Cabrera en un el edificio nº 22 de la Gran Vía de Madrid por aquella época
Vicente García Cabrera ,un reputado ciudadano que construyó numerosos edificios en Madrid, que trabajaba con personajes dedicados a la protección de patrimonio, como fueron Guillermo Joaquín de Osma y la condesa de Valencia de Don Juan, que le encargaron el diseño del Museo de la Fundación Valencia de Don Juan, construcción de carácter historicista granadino nazarí. Reformo su casa y la transformo en la institución Valencia de Don Juan para albergar el museo, tratando estar en consonancia con el estilo de palacete original y lo hizo en los terrenos del jardín, obras de ampliación que terminaron sobre 1922. Lo dotó de forma soberbia de una entrada neoclásica preciosa, bellísima, contrastando con las paredes de ladrillo y haciendo una unión sutil y delicada. Con sus escudos nobiliarios perfectamente encuadrados. Es tal como ahora se puede ver.
Foto museo Fundación Valencia de Don Juan
Era de estilo neo mudéjar fue un movimiento artístico de finales del XIX y principios del XX en el que viendo en el arte mudéjar como algo identificador y genuino español, diversos arquitectos empezaron a diseñar edificios en ese viejo estilos, usando de nuevo las formas abstractas de de ladrillo y los arcos de herradura. Hay mucho y bueno en nuestras calles, solo hay que verlo. Todo nació realmente por la admiración creciente
por esa Maravilla del Mundo que es “La Alhambra de Granada” y esa corriente nacionalista que imperaba en los estados
Vicente García Cabrera se codeaba con lo mas alto de la intelectualidad de Madrid era socio numerario 5772 vivía entonces en Marques de Leganes 17 Madrid pero ¨sorpresa¨ quien estaba como Socio Honorario en primer lugar Acher M. Huntington (1870-1955) fundador de la Society of America a la que pertenecía Arthur Byne
Podríamos imaginar que la reconstrucción del claustro de Palamos estaba financiado por Acher M. Hustington. Durante cinco años, hasta 1936, se sucedieron los trabajos de montaje. “Había prisa porque el anticuario quería venderlo a algún rico estadounidense, por eso contrató a 30 operarios. De hecho, tenía precio: cinco millones de pesetas que bajaron a tres y medio después en 1939”.
No se sabe hasta qué punto la Generalitat ha consultado las fuentes escritas o los datos arqueológicos. Para Riu, las únicas referencias confirman la falsedad. Por ejemplo, el hecho de que el estadounidense James Rorimer, primer director de los Cloisters del Metropolitan, y el historiador del románico Manuel Gómez Moreno lo conociera y no lo publicaran. Posiblemente porque estaban implicados en un expolio.
La única relación comprobada entre ellos y el claustro es la carta enviada por la viuda de Hans Engelhorn, comprador del claustro en 1958, a Carmen, hija de Gómez Moreno. En ella se aseguraba que esta última le había mostrado fotografías de la construcción a su padre. Ni en el Metropolitan de Nueva York ni en la fundación Gómez Moreno de Granada existe informe alguno sobre el claustro. Tampoco en el Archivo Nacional de Cataluña ¿Por qué se dirigió directamente la viuda de Hans Engelhorn a la hija de Gómez Moreno y no ha otro historiador? Posiblemente ella sabia que le podía dar más información porque sabía que el padre afamado historiador podía estar implicado en el claustro románico que se monto en Ciudad Lineal y todos callan por ser un expolio consentido.
Vicente García Moreno en 1934 dejó su cátedra aunque continuó sus actividades como director del Instituto Valencia de Don Juan entre 1925 y 1950, en el Patronato de la Alhambra (fue su secretario desde 1913) o en las academias de la Historia y Bellas Artes. Durante la Guerra Civil fue miembro de la Junta de Incautación del Tesoro Artístico.
Miembro de la Society of Antiquaries de Londres y de la Hispanic Society de Nueva York, además de integrante de los Patronatos del Metropolitan Museum de Nueva York, del Museo del Prado, de Artes Decorativas, del Arqueológico Nacional o del Museo de La Alhambra; director del Instituto de Valencia de don Juan.
Tras la muerte de Guillermo de Osma la Institución Valencia de Don Juan confío el cuidado de sus colecciones entre otros a Acher M. Hustington para la que trabajaba Manuel Gómez Moreno por lo tanto el historiador tendría que conocer al Arthur Byne (ya que este trabajaba para la Society of America de la que M. Hustington era fundador). Gómez Moreno era director del Instituto Valencia de Don Juan en aquella época.
Pero Gómez Moreno Durante la Guerra Civil fue miembro de la Junta de Incautación del Tesoro Artístico tenia que tener conocimiento del claustro románico montado en Ciudad Lineal.
Posiblemente tengan datos en el archivo de la Junta de Incautación del Tesoro artístico
Posiblemente en los archivos del Museo de la fundación Valencia de Don Juan guarden la información sobre este tema, pero que nunca saldrá ha la luz por ser un expolio que fue abortado con la llegada de la Republica y la Guerra Civil en 1936
Foto blibioteca Museo Valencia de Don Juan
El claustro fue adquirido al anticuario Eutiquiano García Calles, uno de los más acreditados y mejor relacionados de Madrid, tenia su tienda de antigüedades junto a la Cervecería Alemana en la plaza de Santa Ana de Madrid dicha tienda era visitada por Dña. Carmen Polo mujer del General Franco y Ignacio Martínez era muy amigo de Eutiquiano ya que los dos se dedicaban a las mismas antigüedades por las que se le conocían la telas eran especialistas en este tema en Madrid ¿Cómo paso de ser el propietario Ignacio Martínez del claustro montado en Ciudad Lineal (hombre de paja de algún rico estadounidense) al anticuario don Eutiquiano? Lo heredo, lo compro o es que no pertenecía a nadie y era del estado por no aparecer el propietario para el cual se estaba haciendo este expolio y no se quería ver implicado.
Foto Cervecería Alemana en la plaza Santa Ana de Madrid problamente aqui hacian su reuniones Byne, Martinez y Eutaquio, muchos estadounidenses como Ernest Hemingway pasaron por esta taberna del viejo Madrid
El legendario anticuario don Eutiquiano García Calles que en 1963 regala un manto o mantilla hecha de encaje de punto inglés, del siglo XVIII, que al parecer perteneció a Eugenia de Montijo. Que regalo a la virgen del Castañar de Bejar.
Amigo personal y proveedor del ministro de comercio Manuel Arburúa así como de otros destacados coleccionistas de la época. Hans Engelhorn contaba con el seguro respaldo de su amigo Baldomero Falguera, quien fuera primer presidente del Gremio de anticuarios de Catalunya. Todos estos personajes buscaron los documentos que avalasen que el claustro de Palamos fuese falso porque de otra manera no se podría vender ya que era un expolio.
Foto claustro de Palamos año 2012
Hans Engelhorn compró un claustro románico aparentemente sin cuestionarse grados de autenticidad. Le importó su belleza, la belleza que emana de lo verdadero. Seguramente el conocía la procedencia y los compradores antes de la guerra civil por esta razón se dirigió por carta su viuda al Metropolitan de Nueva York y a la fundación Gómez Moreno de Granada diciendo que no existe informe alguno sobre el claustro.¨ Dieron la callada por respuesta¨
Continuara………………………………………………………………………
Para ver más informacion sobre el claustro de palamos hacer clic en MAESTRO DE COVARRUBIAS
Del 17 de agosto en La Opinión de Zamora.
http://www.laopiniondezamora.es/zamora/2012/08/17/muestras-de-piedr...
A la Comisión de la Generalitad ¨LES HAN PILLADO CON EL CARRITO DE LOS HELADOS¨
Era una pura farsa la formación de una comisión para dilucidar si el claustro de Palamos que era autentico romanico, hitoricista o valla a saber que otro invento hubieran sacado les han pillado con el carrito de los helados¨sabian de antemano que habia piezas en su mayoria autenticas¨ pero se creen que Hans Engelhorn el comprador del claustro de palamos era tonto y compro un claustro falso cuando era un experto en compra de antiguedades, se seguro con el contrato que alguna otra persona o el mismo estado Español se lo reclamasen algún día.
Pero para que tanto técnico de la Generalitad para dilucidar que había partes originales de piezas románicas, en el contrato de compra venta la documentación relativa a la compra del claustro, esta depositado en el Archivo de Palamós se describe en dicho contrato que hay piezas originales del siglo XII Se pregunto por este extremo, sus responsables aseguraron que ellos no tenían constancia de que eso fuera así ocultado una prueba importante al estudio del claustro de Palamos y que todavía no ha visto la luz.
Preguntados por este extremo, sus responsables aseguraron que ellos no tenían constancia de que eso fuera así ocultado una prueba importante al estudio del claustro de Palamos y que todavía no ha visto la luz, al menos a otros miembros que no componían la comisión de expertos de la Generalitad.
En el contrato de transacción, fechado en julio de 1958 dos años después de la muerte del anticuario Ignacio Martínez, aparecen dos nuevos personajes en la trama. El primero de ellos es quien figura como vendedor, Eutiquiano García Calles, un anticuario que atendía a la alta sociedad de Madrid y que sorprendentemente no estaba especializado en piezas de arte, ya que su fuerte eran los bordados, blondas y joyas, teniendo entre sus clientes a Carmen Polo, la mujer de Franco.
No está claro cómo se conocieron Federico Martínez y Eutiquiano García, pero sí se sabe que ambos entraron en contacto con el comprador, Hans Engelhorn, ¿no esta claro porque Federico Martínez (hijo de Ignacio Martínez) no firmo el contrato de compra- venta y si Eutequiano García.?
Saludos DYSS
En Foro Club del Románico Alfaomega "ha encontrau isto"
http://www.circuloromanico.com/foro_club_del_romanico/viewtopic.php...
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