Ampliación de los cortes realizados con herramientas de piedra en el fémur izquierdo de un perezoso gigante de Jefferson. © Cleveland Museum of Natural History

ScienceDaily

Las marcas de corte encontradas en huesos de la Edad de Hielo indican que los seres humanos en Ohio cazaban o aprovechaban carne de animales antes de lo que se conocía.

El Dr. Brian Redmond, conservador de arqueología en elMuseo de Historia Natural de Cleveland, fue el autor principal de la investigación publicada en el 22 de febrero de 2012 en la edición online de la revista World Archaeology.

Redmond y los investigadores analizaron 10 huesos de animales encontrados en 1998 en las colecciones del Museo de la Sociedad Histórica de Firelands en Norwalk, Ohio. Encontrados por un miembro de la sociedad y co-autor Burr Mateo, los huesos eran de un perezoso gigante de Jefferson. Este gran animal herbívoro se extinguió a finales de la Edad de Hielo, hace unos 10.000 años.

"Esta investigación proporciona la primera evidencia científica de la caza o la recolección de restos de perezoso de la Edad de Hielo en América del Norte", dijo Redmond. "La significativa edad de los restos  los hace la más antigua evidencia de actividad humana prehistórica en Ohio, ocurrida en el Pleistoceno Tardío."

Una serie de 41 incisiones aparecen en el fémur izquierdo del animal. La datación por radiocarbono del hueso del fémur estima que su edad está entre 13.435 a 13.738 años de antigüedad. Los análisis microscópicos de las marcas de corte revelaron que las marcas fueron hechas con herramientas de piedra. El patrón y la ubicación de las incisiones indican el fileteado de los músculos de la pierna. No hay rastros del uso de herramientas modernas de metal, por lo que las marcas no son el resultado de los daños sufridos durante su exhumación. Además, la morfología de las marcas revela que fueron hechas por lascas de piedra de bordes afilados o cuchillas.

El "Perezoso Gigante de Firelands", como ha sido llamado, es uno de los tres ejemplares de Megalonyx Jeffersonii conocidos de Ohio. Basándose en las medidas del fémur, la tibia y otros huesos, es uno de los mayores ejemplares de esta especie registrado. Tenía un peso estimado de  unos 1.295 kilogramos (2.855 libras).

Los huesos de perezoso se describieron por primera vez en un documento de 1915 por el geólogo Oliver Hay. La colección fue puesta en conocimiento de Hey por Roe Niver, un estudiante de la Universidad de Illinois, que vivía en el condado de Huron y murió en julio de 1915. Los huesos fueron donados al Museo de Firelands antes de 1915. La documentación de los restos sólo indica que se encontraron en un pantano en el municipio de Norwich. El lugar exacto donde los huesos se descubrieron es incierta.

Otros co-autores de la investigación son el Dr. Gregory H. McDonald, del Servicio de Parques Nacionales y el Dr. Haskel J. Greenfield, de la Universidad de Manitoba.