El Museo de Prehistoria sigue a la espera desde el 12 de julio de que la institución que dirige Lasheras reintegre las piezas cedidas hace 10 años

José Luis Pérez / El Diario Montañés

Las piezas más sobresalientes del arte mueble paleolítico del Museo Regional de Prehistoria y Arqueología, dependiente del Gobierno de Cantabria, siguen expuestas y en manos del Museo Altamira. El pasado día 12 de julio venció el convenio de cesión provisional firmado hace diez años por la Consejería de Cultura y el Ministerio de Cultura. No se contemplaba la prórroga, por lo que las colecciones azagayas, arpones, bastiones de mando decorados... de yacimientos como El Castillo, El Pendo, Morín, Rascaño, Altamira, Cualventi o El Valle tendrían que haberse devuelto ya al Museo Regional cuya sede administrativa se ubica ahora en la Avenida de los Castros. El objetivo es que las mismas tengan un papel estelar en el discurso expositivo de la nueva muestra del Museo de Prehistoria en los bajos del Mercado del Este.

Tensas relaciones

Sin embargo, han transcurrido los días y no hay noticias de Altamira. La institución dependiente del Gobierno central y que dirige desde los años noventa José Antonio Lasheras siempre ha mantenido tensas relaciones con los responsables de las instituciones cántabras que ahora se traducen en este gesto de no devolver en plazo unas colecciones que se siguen contemplando en las vitrinas del centro museístico enclavacdo en Santillana del Mar.

Los cambios que se han producido en el Ejecutivo cántabro no deberían haber retrasado esta devolución administrativa de las piezas. No obstante, y con Altamira cerrada y sin señales de vida de la ministra de Cultura Ángeles González-Sinde de convocar el Patronato de la cueva que anunció para antes del 31 de marzo, los nuevos responsables de Cultura del Gobierno que preside Ignacio Diego tienen ante sí el reto de articular un nuevo formato de relaciones con Lasheras y el Ministerio. Hasta el momento, Cantabria no ha sido partícipe de la gestión de la cueva.

Otra batalla

La colección de arte mueble no es un episodio aislado de las deficientes relaciones que Altamira y Lasheras mantienen con las instituciones regionales. El Museo de Prehistoria viene reclamando desde hace más de una década que los materiales procedentes de excavaciones arqueológicas realizadas en la región en los años ochenta y depositados irregularmente en Altamira por los directores de los trabajos científicos sean trasladados a sus almacenes.

La legislación vigente en materia de actuaciones arqueológicas contempla que todos los bienes muebles recuperados en las mismas deben ser depositados en el Museo regional una vez se hayan realizado todos los pertinentes estudios.

En el caso de Altamira, siendo director González Echegaray, se depositaron allí materiales arqueológicos de diferentes excavaciones que José Antonio Lasheras, pese a las reiteradas solicitudes tramitadas desde la administración regional, se niega a reintegrar. El caso sigue abierto.