Foto: El relieve de mármol formaba parte del relleno de una puerta que fue tapiada hace cuatro siglos. © Roi Fernández.
La pieza apareció al abrir una puerta tapiada en 1601, junto con una labra románica y otros restos arqueológicos.
Fuente:
Francisco Albo | La Voz de Galicia.es, 15 de abril de 2010
La reapertura de la puerta de la fachada sur de la iglesia monfortina de San Vicente do Pino -dentro de las recién iniciadas obras de rehabilitación del templo- ha sacado a la luz importantes testimonios del pasado del núcleo histórico de la ciudad. Entre el material de relleno que se utilizó hace 409 años para tapiar esta puerta han aparecido valiosas piezas arqueológicas de diferentes épocas, entre las que destaca un bloque de mármol labrado con un relieve al que en un primer examen se le ha asignado un posible origen paleocristiano. Otros restos que se han recuperado en los trabajos de demolición realizados ayer pueden encuadrarse con más precisión en los períodos prerrománico, románico y renacentista.
El relieve de mármol, de unos cuarenta centímetros de anchura y unos veinte de grosor, muestra una figura que parece una silueta humana con el rostro vuelto hacia la izquierda. La figura está acompañada por una decoración geométrica consistente en unas franjas o cenefas decoradas con pequeños círculos que se cruzan en forma de aspa. En su parte posterior hay una inscripción tosca en caracteres latinos en los que parece leerse las letras vama , que seguramente formaban parte de una palabra más larga, por ahora irreconocible. Los arqueólogos
Iván Álvarez -que supervisa las obras de restauración de la iglesia- y
Enrique Alcorta, tras un examen preliminar, opinan que la pieza puede encuadrarse de un modo genérico en el arte paleocristiano y que posiblemente data de algún período posterior al siglo VI. «Hai que estudala con máis detenimento, pero a datación pode resultar bastante problemática por ser un fragmento descontextualizado», puntualiza Álvarez.
Dovela medieval
Menos dudas ofrece otra piedra labrada, en este caso de granito, que apareció igualmente embutida entre los escombros que tapiaban la puerta. La pieza muestra una decoración formada por dos rosetas -figuras de tipo vegetal- de una factura claramente románica. Todo parece indicar que se trata de una dovela, es decir, un bloque que formó parte de un arco que debió enmarcar una de las puertas del templo medieval que se alzó en mismo lugar que la actual iglesia de San Vicente, construida a finales del siglo XVI.
Entre los materiales de relleno se encontraron además dos grandes fragmentos de la jamba de una puerta, posiblemente también medieval, y otras piezas de granito que Iván Álvarez considera como pedazos de pináculos -elementos decorativos en forma de pilar- y que por su estilo podrían haber sido elaborados en la primera mitad del siglo XVI.
Otra pieza arqueológica de notable interés que ha sido recuperada en estos trabajos ya se conocía con anterioridad, puesto que podía verse verse empotrada en el relleno de la puerta antes de llevar a cabo la demolición. Es un bloque de granito con un pequeño relieve en forma de cruz, de tipo prerrománico. Presumiblemente perteneció a otro templo más antiguo que existió en el monte de San Vicente antes de la iglesia románica y de la iglesia renacentista actual.
Entre los materiales de relleno de la puerta tapiada se hallaron por otra parte varios fragmentos de huesos humanos, procedentes sin duda de antiguos enterramientos realizados en diversas épocas en la iglesia.