La provincia esconde grandes tesoros y, muchos de ellos, herencia de los antepasados más lejanos. El peso del arte rupestre, superviviente desde la Prehistoria, es muy simbólico en Castellón, tanto que los vestigios del Arco Mediterráneo están considerados Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco. También es significativo el número de conjuntos de yacimientos hallados, sumando un total de 218.

Fuente: elperiodicomediterraneo.com | Yolanda Clares | 2 de junio de 2013

La Universidad Jaume I ha realizado un extenso trabajo de investigación para clasificar e inventariar los enclaves con pinturas. Fruto de esta tarea ha editado el libro El arte rupestre en la provincia de Castellón, escrito por varios autores y coordinado por el experto Juan Jesús Ferrer Maestro.

Los espacios se dividen en torno a cuencas de ríos y barrancos donde antaño se asentaban los hombres primitivos. Cada uno alberga, a su vez, las cuevas y abrigos con grafías que representan animales, escenas de caza o cotidianas.

De las ocho áreas de división, las más prolíficas son las del Millars (con 106) y de la Valltorta, con 66. En el primer caso, en el área de influencia se incluye la Rambla de la Carbonera, de Ares, término con enclaves tan importantes como la Cova Remígia o el Mas del Cingle.

El centro del arte rupestre por excelencia en la Comunitat es la Valltorta, donde se encuentra el museo temático y sería el punto de inicio del futuro parque cultural que se centraría en los descubrimientos y pinturas que todavía se conservan.

RIQUEZA DEL INTERIOR

Los grandes conjuntos, como Morella la Vella, la Valltorta o Gasulla se descubrieron, de forma casual, en la primera mitad del siglo XX. En el manual de la UJI se revela que los hallazgos se han ido produciendo de manera regular, aunque no se ha llegado a realizar una campaña específica.

La preservación de las pinturas se debe, sobre todo, a factores climáticos y geológicos, ya que hay rocas más resistentes al paso del tiempo y a las condiciones meteorológicas.