Los arqueólogos creen que El Palao (Alcañiz, Teruel) fue un gran centro de distribución de aceite

Fuente: Diario de Teruel | Maribel Timoneda | 28 de enero de 2013

El yacimiento ibero-romano de El Palao, en Alcañiz, pudo haber sido un gran centro de producción, almacenamiento o de distribución de aceite o vino durante la época en que este poblamiento -uno de los más grandes que se conocen en el Bajo Aragón- alcanzó su máximo apogeo, entre el año 100 a.C. y 100 d.C. En ese momento, el poblamiento ibero ya se encontraba bajo la dominación romana.

Aunque no es una opinión unánime, algunos de los investigadores que han dirigido el último programa de excavaciones en El Palao -Salvador Melguizo, Francisco Marco, Pierre Moret y José Antonio Benavente- sostienen esta hipótesis. Uno de ellos es este último, arqueólogo y director del Taller de Arqueología de Alcañiz, director de la Ruta Iberos en el Bajo Aragón.

Lo que permite apuntar a que El Palao fue un centro neurálgico de producción o distribución de aceite fue el hallazgo -durante la campaña voluntaria de excavaciones realizada el verano pasado- de una habitación de planta rectangular y de unos 25 metros cuadrados (izquierda) que presentaba un tipo de pavimento de cal o yeso blanco con un banco perimetral situado alrededor y donde “se supone que se guardaban diferentes vasijas de almacenamiento”, comentó José Antonio Benavente. Además, las excavaciones sacaron a la luz lo que parece ser un pequeño depósito que sirvió para la recogida de líquidos.

Según el arqueólogo alcañizano, esta zona de almacenamiento hallada recientemente en El Palao se sitúa al noroeste del poblamiento. En su opinión, este habitáculo cuadrangular es “idéntico a bodegas de aceite que todavía hoy se conservan en pueblos del Bajo Aragón”. En concreto, señaló que “hay una copia idéntica en una vivienda de Castellote” (abajo).

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Nuevos hallazgos arqueológicos confirman la importancia de El Palao

Fuente: Diario de Teruel | Maribel S. Timoneda| 3 de mayo de 2013

Los trabajos que durante los últimos meses están realizando los alumnos del módulo de Arqueología de la Escuela Taller Ciudad de Alcañiz II en el yacimiento íbero-romano de El Palao han sacado a la luz interesantes estructuras arqueológicas.

Uno de los hallazgos más importantes se produjo el verano pasado en la Zona 5, en el extremo noroeste de la cima amesetada del yacimiento, los trabajos iniciados el pasado verano por el Taller de Arqueología de Alcañiz dieron con una gran habitación de planta rectangular, con pavimentos y bancos corridos de yeso o cal, y un pequeño receptáculo central que se destinó al almacenaje de grandes vasijas para la conservación de algún tipo de preciado líquido, quizás vino o, más probablemente, aceite.

Al lado de esta habitación, y excavadas el suelo de roca natural, aparecieron numerosas cubetas, canales, entalladuras, apoyos de poste, etc. cuya disposición parece indicar la presencia de grandes estructuras de madera, posiblemente relacionadas con el trabajo de prensado y elaboración de aceite o vino.

Junto a estas estructuras, aparecieron otras grandes habitaciones, actualmente en fase de excavación por la Escuela Taller, que parecen formar parte de un mismo conjunto fabril.

Asimismo, en la Zona 6, ubicada en la ladera Este del cerro, en una zona de fuerte pendiente -orientada al Este y protegida de los vientos dominantes de la zona-, se está llevando a cabo la excavación de varias estancias. Estos trabajos han ofrecido una interesante información sobre las nuevas técnicas constructivas utilizadas en la remodelación urbanística experimentada por este núcleo poblacional en los últimos siglos anteriores a nuestra Era.

Destaca la presencia de gruesos muros de aterramiento, realizados con pequeños mampuestos construidos con un tipo de roca caliza que no existe en las inmediaciones del yacimiento, cuyo uso parece generalizarse en El Palao a partir del siglo II a.C. Perpendiculares a estos muros de piedra se ha detectado la presencia de otro muro, de unos 80 cm. de grosor, construido mediante la técnica de tapial, que conserva parte de su enlucido de cal o yeso. Asimismo, se documenta la caída de cubiertas de madera -de la techumbre o quizás de un altillo o primera planta del edificio- actualmente en fase de excavación.

Se refuerza la hipótesis de una gran producción agrícola ibera en Alcañiz (Teruel)

Trabajadores de la empresa en la excavación del barrio que ha aparecido junto a Tiro de Cañón. | M.S.T.

 

Fuente: diariodeteruel.es | 20 de diciembre de 2013

 El descubrimiento de la finca anexa al yacimiento de Tiro de Cañón, en Alcañiz, podría ayudar a confirmar una teoría que manejan los arqueólogos que en los últimos años trabajan en el Bajo Aragón: que junto a los poblamientos ibéricos de periodo tardío se construían también estructuras destinadas al almacenamiento, posiblemente de algún líquido (aceite o vino) y que no se trataría de pequeñas producciones.

 

Los arqueólogos vinculados al Taller de Arqueología de Alcañiz han seguido, aunque ajenos a la obra, las excavaciones que la empresa Qcalcina ha realizado en la zona. El director del Taller de Arqueología de Alcañiz, José Antonio Benavente, reconoció conocer los trabajos (que saltan además a la vista de cualquier paseante que se acerque por la zona). Sin querer entrar en valoraciones acerca de su conservación (una decisión que corresponde a la dirección general de Patrimonio), Benavente sí destacó que "se está viendo que junto a los poblados de la zona aparecen construcciones de distinto uso relacionadas con actividades de tipo agropecuario que, además, se encuentran debajo de rellenos de tierra bastante densos". Este hecho ha impedido que puedan documentarse muchas estructuras de esta índole, pues sólo en Castellote, en El Palao y en Tiro de Cañón presentan evidencias hasta la fecha.

 

La existencia de este tipo de barrios anexos a los poblados es "seguramente, un fenómeno que debe de repetirse en la mayoría de los poblados de esta época", dijo Benavente. Estas estructuras relacionadas con el almacenamiento de productos agrícolas están datadas en los siglos II y I antes de Cristo, aproximadamente entre los años 150 y 50 antes de nuestra Era.

 

Según el director del Taller de Arqueología de Alcañiz, el mismo tipo de estructuras se han encontrado en El Palao, en concreto en los últimos tramos excavados, y son similares a otras halladas cerca de Castellote.

 

Se trata de habitaciones con pavimentos de yeso, bancos perimetrales para el apoyo de grandes vasijas y con suelos con cierta pendiente, lo que hace pensar en que están construidas para facilitar la recogida de líquidos. Las estructuras que ahora están ya a la luz en el yacimiento de Tiro de Cañón "son idénticas a las de El Palao, y se pueden asociar claramente a la producción importante de productos agrícolas", añadió el arqueólogo.

 

A su juicio, estos hallazgos "podrían aportar mucha información científica e interesante para que podamos conocer de manera más profunda la cultura ibérica de esta época".

 

La empresa

Este periódico se puso ayer en contacto con la empresa Arasfalto para solicitar y contrastar la información facilitada por otras fuentes sobre el desarrollo de la explanación y las catas arqueológicas en la zona, pero desde la empresa no se facilitó respuesta.

 

Un poblado excavado en los años 60 por Antonio Beltrán

Las excavaciones que la empresa de arqueología efectúa junto al yacimiento Tiro de Cañón se aprecian a simple vista desde la carretera que conecta el polígono La Estación con Motorland. El desmonte ocupa unos 1.000 metros cuadrados, y desde la lejanía ya se aprecian los aterrazamientos y muros que han salido con los trabajos arqueológicos.

 

Las excavaciones dirigidas a finales de los años 60 por el profesor Antonio Beltrán determinaron que éste es un yacimiento de la primera Edad del Hierro que continuó con los periodos Ibérico Pleno y Tardío. Fue coetáneo durante parte de su existencia con el yacimiento de El Palao, el poblamiento más amplio e importante del Bajo Aragón. En aquellas excavaciones iniciales por el profesor Beltrán se descubrieron restos de una calle y casas con dependencias interiores, algunas cubiertas con suelo de yeso, según consta en la Carta Arqueológica del Plan General de Ordenación Urbana.

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Zona excavada, vista desde su lado derecho. Ocupa una superficie de unos 1.000 metros cuadrados. | M.S.Timoneda

Una excavación destapa que el poblado Tiro de Cañón es mucho mayor de lo que se creía

 

Fuente: diariodeteruel.es| 20 de diciembre de 2013

 

Las dimensiones del yacimiento ibero romano Tiro de Cañón de Alcañiz, situado junto al polígono La Estación, son mucho mayores de lo que se pensaba hasta ahora, desde las investigaciones efectuadas por el profesor Antonio Beltrán, en los años 1968 y 1969. La excavación arqueológica que lleva a cabo la empresa "Qcalcina" en la finca anexa al yacimiento (donde una empresa había iniciado una explanación para la construcción de una planta de hormigón y asfalto) ha sacado a la luz estructuras de piedra muy similares a los habitáculos que la Escuela Taller de Alcañiz ha documentado en el yacimiento El Palao -uno de los más importantes del Bajo Aragón.

 

Los arqueólogos han trabajado ya en una zona de unos 1.000 metros cuadrados, en donde han quedado al descubierto muros y aterrazamientos, han aparecido habitaciones con pavimentos de yeso y cubetas, lo que presupone que estas se usaron como zona de almacenamiento por parte de los últimos iberos que poblaron el entorno. También se han destapado otras dependencias con hogares, así como estructuras de usos indeterminados que la empresa arqueológica se encargará de interpretar en un informe que enviará a principios del año que viene a la dirección general de Patrimonio del Gobierno de Aragón.

 

Se trataría, según algunos arqueólogos consultados, de un barrio nuevo asociado a Tiro de Cañón. El descubrimiento de tantas estructuras y además similares a los espacios de almacenamiento documentados en El Palao ha sido una sorpresa para los investigadores.

 

Las estructuras fueron localizadas a raiz de las catas que realizó la empresa Arasfalto a instancias de la dirección general de Patrimonio, cuando presentó un proyecto para construir una planta de hormigón y de asfalto en una parcela colindante con el yacimiento, donde se contempla la construcción de una rotonda vinculada a la futura variante noroeste. Según la dirección general de Patrimonio del Gobierno de Aragón, "se autorizaron las catas hace dos años, al tratarse de una zona anexa al yacimiento arqueológico". Las catas fueron positivas, así que la segunda fase "ha consistido en la excavación de la zona para comprobar qué hay debajo", añadieron las mismas fuentes.

 

Desde la dirección general de Patrimonio no se pronuncian sobre la importancia que puede tener el yacimiento. Reconocen que "han salido estructuras, pero todavía no se sabe qué son, lo tiene que determinar el informe que nos pase la empresa contratada" por Arasfalto y que estos días está culminando los trabajos de excavación de mayor calado. Una vez el informe esté en manos de Patrimonio, la dirección general decidirá "si tiene importancia o no, y si se continúa con la excavación, se traslada lo que ha salido o se cubre", añadieron. Según Patrimonio, "sólo el análisis posterior determinará qué importancia tiene lo que ha salido".

Desde la empresa "Qcalcina", el arqueólogo Javier Ibáñez rehusó ofrecer información sobre los restos que han aparecido ni los materiales cerámicos que se han encontrado durante los varios meses de excavación y remitió a ofrecerla a principios del año que viene, cuando la empresa Arasfalto y la dirección de Patrimonio tengan el informe arqueológico que previsiblemente presentará en enero, una vez culmine la investigación.

 

El Ayuntamiento paró la obra y Medio Ambiente denunció a la empresa

La parcela anexa al yacimiento ibero romano de Tiro de Cañón en donde se han descubierto nuevas estructuras asociadas al poblado comenzó a ser acondicionada por la empresa Arasfalto, que solicitó licencia municipal al Ayuntamiento de Alcañiz para realizar una explanación del terreno en vistas a la construcción de una planta de hormigón y asfalto. En la zona irá en el futuro una circunvalación asociada a la variante noroeste y a los accesos a Motorland.

 

El Ayuntamiento de Alcañiz autorizó la obra exigiendo a la empresa la obtención del resto de permisos que necesitaban los trabajos de nivelación, algo que, al parecer, no hizo del todo, ya que a principios de noviembre, después de una advertencia inicial que no fue atendida, el departamento de Medio Ambiente denunció a la empresa por haber realizado unos trabajos de desmonte para los que no contaba con autorización ambiental por parte del Inaga. Medio Ambiente instó entonces de manera verbal a la empresa a que no diera continuidad a la obra que efectuaba en la zona para la que no contaba con autorización.

 

Días después era el Ayuntamiento de Alcañiz el que intervenía ordenando la paralización de las obras para las que se había dado licencia de actividad. Según informó ayer el Alcalde de Alcañiz, Juan Carlos Gracia, "la explanación que se estaba efectuando no se correspondía con la licencia que se había otorgado". Según el primer edil, la empresa había nivelado más superficie de la que en un principio figuraba en su proyecto, por lo que "la Comisión de Urbanismo ordenó la paralización de las obras hasta que el proyecto que se presente se adecúe a la realidad".

El alcalde afirmó ser conocedor de las estructuras que han salido "en la misma medida que lo sabe cualquier vecino que pasa por la zona, porque esas ruinas arqueológicas se ven a simple vista". El alcalde lamentó que "hasta la fecha, nadie de Patrimonio del Gobierno de Aragón ni del Consorcio de los iberos, del que formamos parte, nos ha dado parte de lo que allí sucede o se ha encontrado".

Excavaciones en El Palao (Teruel) confirman que el poblado íbero-romano fue un gran productor agrícola

Trabajos en la zona 6, donde ha salido a la luz un gran almacén de 40 metros cuadrados 

 

Fuente: Diario de Teruel | 12 de marzo de 2014

 

El yacimiento íbero-romano alcañizano de El Palao se está descubriendo como un gran centro de producción agrícola que abastecía no solo a esta gran ciudad de la época, sino también al valle del Ebro en la última etapa del poblado, la de la romanización.

 

En los últimos meses, las investigaciones llevadas a cabo por la Escuela Taller de arqueología promovida por el Ayuntamiento de Alcañiz y el Inaem han sacado a la luz, en distintos puntos escogidos al azar, importantes almazaras destinadas a la producción de vino o aceite que indican que El Palao, aparte de ser el centro urbano o la capital del Bajo Aragón, producía excedentes para vender fuera, ya que las habitaciones que se están encontrando "superan con mucho las necesidades domésticas", explicó el gerente del Consorcio Patrimonio Ibérico de Aragón, José Antonio Benavente.

 

La Escuela Taller de Alcañiz ha intervenido ya en tres áreas distintas de El Palao, un yacimiento íbero-romano que algunos investigadores asocian con la antigua ciudad de Osicerda-Usekerte, cuya ubicación segura se desconoce. En tres zonas distintas elegidas al azar, han comprobado que en todas aparecen y se repiten una serie de estructuras, fundamentalmente unos característicos almacenes y restos o improntas de prensas que pueden relacionarse con una intensa actividad económica de producción agroalimentaria. La primera es la zona 5, situada en el sector noroeste del yacimiento, donde se ha localizado "un almacén de unos 25 metros cuadrados con pavimentos y pequeños bancos corridos de yeso o cal, junto a una serie de entalladuras, cubetas, canales tallados en la roca y restos probables de al menos cuatro prensas y un pie de prensa en las habitaciones anejas, algunas de las cuales fueron transformadas para formar parte de una gran vivienda de planta itálica con patio central", expuso Benavente. Estas estructuras se sitúan en dos fases distintas del periodo íbero-romano, una en una época republicana (siglos II-I a.C.) y otra en época imperial (siglo I d.C.).

 

En la zona 6, la ladera oriental del cerro, las excavaciones de la Escuela Taller de Alcañiz han sacado a la luz otro gran almacén, en este caso de unos 40 metros cuadrados, que presenta las mismas características de los descubiertos en otros sectores. "Aquí tenemos hasta tres metros de nivel arqueológico y unos suelos muy bien trabajados en yeso con sus cubetas. Es raro en España, sobretodo en esta zona, que se conserven estos elementos con tanta potencia arqueológica", destacó el arqueólogo encargado de la Escuela Taller, Raúl López.

 

En la zona 7 se ha ampliado la excavación iniciada en los años 20 del siglo pasado por Mosén Vicente Bardavíu, "confirmando la presencia de un gran pie de prensa sobre un bloque de arenisca en una alargada y estrecha habitación de planta rectangular de unos 20 metros de longitud que, como en los casos anteriores, no puede interpretarse como una vivienda", dijo Benavente.

 

Romanización globalizadora

En definitiva, todos estos hallazgos parecen confirmar la hipótesis de una intensa actividad agropecuaria en este sector del Bajo Aragón en época íbero-romana entre los siglos II a.C y I d.C. "Parece tratarse de una economía organizada, claramente excedentaria, que produce y elabora productos de consumo destinados a la venta y comercialización exterior", analizó Benavente. En este sentido, añadió el experto, cabe señalar que en el cercano yacimiento de Tiro de Cañón, contemporáneo de El Palao, han aparecido recientemente y de forma muy abundante este mismo tipo de estructuras.

 

"Estamos hablando del cambio de era, de las campañas romanas de conquista del norte de la península ibérica, con necesidades de abastecimiento. El corredor del Ebro era un corredor natural para abastecer a las tropas", explicó López, quien estableció un símil con la actual globalización: "Se pasó de una economía de subsistencia a un mercado más globalizado. En esto consiste la romanización".

 

La Escuela Taller pondrá en valor los restos como recurso turístico e identitario para un territorio

 

El siguiente paso al hallazgo de estas pistas es la puesta en valor del yacimiento para sacarle un rendimiento turístico dentro de la Ruta de los Íberos en el Bajo Aragón y para que los propios bajoaragoneses conozcan su patrimonio. "Con la Escuela Taller queremos hacer una campaña de restauración y puesta en valor de las estructuras", ya que "los museos son aburridos y hay que intentar musealizar el yacimiento", dijo López. De esta forma, los alumnos de la escuela aprenderán una nueva faceta del que podría ser su oficio como mano de obra especializada. Como segundo objetivo, "se generaría un recurso turístico y a la vez una identidad". Y es que "intentamos que la población se identifique con el yacimiento, que aprenda a valorarlo y protegerlo en mayor medida para que aprenda a vender su propia historia".

 

En este sentido, Benavente instó a esperar a que las investigaciones determinen, tras la realización de los preceptivos análisis y estudios en laboratorios especializados, si las almazaras halladas prensaban uva o aceitunas, para que "podamos responder a esta incógnita cuyo resultado podría potenciar notablemente y añadir valor a alguno de nuestros más tradicionales productos agroalimentarios".

 

 

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