Obra civil romana en la mina de oro que Roma explotó en Llamas de la Cabrera. Foto: Norberto

Fuente: Diario de León.es | 13 de septiembre de 2013

El agua fue un elemento esencial en las explotaciones auríferas romanas y era clave para la extracción de oro en Las Médulas  (derecha). Por eso, los romanos construyeron una de las mayores obras de ingeniería de la historia, casi 600 kilómetros de canales de abastecimiento, depósitos de derivación y almacenaje. Una red hidráulica que aún hoy se puede recorrer en algunas zonas del Teleno y que ha sido objeto de una interesante ruta denominada 'Monumento al Agua'. Se puede realizar a lo largo de todo el año y tiene 6,5 kilómetros de sencillo recorrido a pie. Un trazado descrito por la Diputación Provincial y también por la Asociación Montañas del Teleno con el fin de que un mayor número de visitantes se acerquen a conocer esta zona, la puerta a un paraje declarado Patrimonio de la Humanidad.

Los 600 kilómetros de canales se distribuyen en dos redes principales. Por un lado, la septentrional (Bierzo), que capta mediante dos canales las aguas del río Oza en el Valle del Silencio, en la vertiente norte de los Montes Aquilanos. Y por otro, la red meridional, más compleja que se sitúa en la Cabrera con un total de ocho canales principales con la captación en el río Cabrera en Odollo, Encinedo y La Baña; Arroyo de Rozana, en Llamas; y del río Eria en Corporales.

El punto de partida de la ruta es Truchas. Tras cruzar el puente sobre el río Eria, a la derecha se observa otro pequeño puente de mampostería de piedra. Cincuenta metros después, a la altura de los indicadores que señalan hacia Baillo y Corporales, se deja el asfalto y se coge un camino ascendente que sale a la derecha. Pasado un kilómetros, aparece una meseta rodeada por un complejo sistema de fosos defensivos. Se trata del Castro Minero de Truchas que, posterior a la primera mitad del siglo I, ocupa una hectárea.

Retomando la carretera en dirección a Corporales hay que hacer una parada para visitar el asentamiento prerromano de La Corona y El Castro, de época romana. Tras atravesar el barrio de Pedrosa, donde se alza la Virgen de las Ribas, hay que tomar el camino de la izquierda que conducirán a un profundo foso tallado en la roca a fuerza de martillo. A continuación el visitante se encuentrará con el Castro de Corporales. En el alto de Peña Aguda, un indicador en la carretera señala la existencia de un canal de conducción de agua a Las Médulas, cuyo trazado alcanza los 90 kilómetros y constituye uno de los primeros trasvases de cuencas hidrográficas de España, puesto que llevaba las aguas del río Eria (cuenca del Duero) a Las Médulas (cuenca del Sil). Así, el canal nace en el Barrio de Pedrosa de Corporales y alcanza la explotación de Las Médulas en Campo de Braña, por encima del Mirador de Orellán, en la cota máxima de abastecimiento a 978 metros.

El siguiente punto de interés está en Saceda de Cabrera, dónde se encuentra otro canal. Un tramo practicable que consta de seis kilómetros hasta alcanzar el cauce del río Cabo. Ha sido utilizado por los habitantes de Noceda, Saceda y Corporales como vía de comunicación y se conoce como el Camino de La Mata. Dos kilómetros antes de llegar a Castrillo de Cabrera, partiendo de Corporales, se encuentra el Castro de las Iglesias, del siglo I y cuya misión fundamental era mantener los canales que transportaban agua hasta las explotaciones auríferas.

Kilómetros tallados en roca

El canal que llevaba el agua del río Cabrera, a la altura de La Baña, hasta Las Médulas tiene 143 kilómetros y fue una de las conducciones más largas de la antigüedad. El objetivo de la Ruta Monumento al Agua es trasladar al visitante a aquellos tiempos para que contemple las dimensiones de semejante construcción de la época romana. Utilizaban el nivel y la coróbata, una especie de regla de 20 pies (5,94 metros). Unos instrumentos que, junto con otros, se pueden contemplar en el Aula Arqueológica de Las Médulas. De los depósitos de derivación y almacenaje, uno de los mejores ejemplos es el de la Horta, aunque su uso actual como aparcamiento hace que se haya olvidado para qué se utilizaba en el pasado.