Fuente: Ayuntamiento de Barcelona | 18 de abril de 2013

Jaume Ciurana, teniente de alcalde de Cultura, Conocimiento, Creatividad e Innovación del Ayuntamiento de Barcelona y Josep Pujades, responsable de intervenciones arqueológicas del Servicio de Arqueología del ICUB, han presentado el fragmento escultórico que se ha sido encontrado durante la excavación arqueológica que se lleva a cabo en torno a la villa romana del Puente del Trabajo Digno.

Los trabajos arqueológicos en la villa romana del Puente del Trabajo Digno, que empezaron el mes de junio del 2012, está ofreciendo diversos hallazgos. Estos trabajos están siendo dirigidos por Daniel Alcubierre y Jordi Ardiaca (CODEX, Arqueología y Patrimonio).

En los últimos meses se han recuperado, entre otros objetos, diversos fragmentos escultóricos, como el previamente presentado de una cabeza de mármol de una persona joven que representa el dios romano Baco (izquierda), dios de la agricultura, del teatro y del vino.

La continuidad en los trabajos en la zona del vino de la villa, ha permitido exhumar una nueva cabeza de mármol de pequeñas dimensiones, que representaría un anciano calvo y barbudo y que formaría parte de una escultura. La verosimilitud con otras esculturas permitiría identificar a este personaje con el dios menor de la embriaguez Sileno, un sátiro que pertenecía al séquito del dios Dioniso, el equivalente griego del dios Baco, y que previamente había sido su maestro y padre adoptivo. Pero posiblemente estemos más cerca de que se trate de uno de los múltiples sátiros hijos del propio Sileno, y que constituían parte del séquito del dios del vino.

Este hallazgo, junto con el realizado de la posible cabeza del dios Baco, formarían parte de un mismo conjunto escultórico asociado al mundo de la viña y el vino, de tanta importancia en el mundo romano, y en el que tanto Barcelona como la villa de La Sagrera eran integrantes muy activos y desde fechas muy tempranas. Esta hipótesis se vería claramente afianzada por la documentación en la villa de un extenso y extraordinario complejo de producción agropecuaria, que confirma que la villa basaba su actividad en el cultivo de la viña y la producción de vino.

Este último fragmento que se ha presentado formaba parte de los niveles de amortización de la zona de prensas, fechado antes del siglo III d.C. Habrá que esperar a los posteriores estudios que se harán a la Zona Franca para poder configurar el entorno en el que se fabricó y convivió, y fecharlo con más precisión. Hasta que no haya este estudio más profundizado de la escultura, no se podrá dar datos más precisos, aunque según las primeras apreciaciones realizadas por la Dra. Isabel Rodà se podría fechar hacia el 117 d.C.