En las inmediaciones del río Guadalquivir y, junto al poblado de Los Villares, podría esconderse a menos de dos metros de profundidad uno de los yacimietos arqueológicos romanos más importantes de toda Andalucía. El pasado mes de mayo unas obras para la instalación de una torre metálica de tendido eléctrico sacó a la luz en una parcela privada este importante hayazgo que, por falta de financiación autonómica, se prevee que no vuelva a ver la luz.

La empresa responsable del suministro eléctrico comenzó unos trabajos para la instalación de una torreta para una línea eléctrica. Los operarios comenzar la excabación comprobaron que, tras el primer sustrato, se encontraban restos de carácter arqueológico. De inmediato se suspendieron estos trabajos tras dar parte a la Policía Nacional quien instruyó las diligencias de prevención pertinentes con informe a la fiscalía por si había delito, aportando también un informe a la Junta de Andalucía. 

En esta parcela privada se realizaron cuatro catas de las que dos dieron positivas y el resto negativas. En las zonas donde se obtuvo resultado quedaba a la vista una pavimentación romana que pudiera corresponder con eje decumano de las ciudades romanas, una gran basa de columna así como distintos niveles de pavimentaciones, pudiendo ser los más antiguos ibéricos, así como fragmentos de alfarería, entre ellos tégulas romanas (tejas de grandes dimensiones) y de útiles como la pieza de un molino de mano que ha sido entregada al Museo de Andújar.

Esta zona de Los Villares de Andújar es de gran riqueza histórica y arqueológica en la que próximo a este hayazgo se sitúa la zona de extracción de la "terra sigillata", cerámica que se exportaba a todo el imperio romano y cuyo centro de producción y comercialización estaba en Andújar, antigua Isturgi.

Miembros de la Asociación Amigos del Patrimonio de Andújar han visitado el lugar, manifestando que se debe delimitar el perímetro preguntándose que hasta cuando las autoridades de Cultura van a seguir dándole la espalda a este yacimiento de una gran importancia y puntualizando que todas las administraciones implicadas debe de aunar sus esfuerzos para buscar una situación satisfactoria. Se trata de un yacimiento arqueológico que beneficiaría a la economía local si se pusiese en valor. Y un campo arqueológico que podía completar la ruta del mundo antiguo en nuestra provincia con el escenario de la batalla de Baécula (Santo Tomé), Cástulo en Linares y Obulco en Porcuna.

Tras los trabajos arqueológicos realizados con el permiso de la Delegación de Cultura, los restos siguen ahí a la espera de ser tapadas. Las obras de la línea eléctrica continuarán con el tendido y lo que podría llegar a ser un referente cultural, arqueológico e histórico continuará ahí sepultado.