Descubren que la ciudad de Baelo Claudia, de Cádiz, fue destruida por un tsunami hace menos de 2.000 años

Ruinas de la ciudad romana de Baelo Claudia, en la playa de Bolonia (Cádiz).JUAN CARLOS TORO

La ciudad de Baelo Claudia, situada en la provincia de Cádiz, próxima al Estrecho de Gibraltar, se levantó en la ensenada de Bolonia, flanqueada a los lados por las sierras de la Plata y San Bartolomé a finales del siglo II antes de Cristo.

Su origen y posterior evolución están muy ligados al desarrollo de las industrias salazoneras y al comercio con el norte de África, siendo puerto de unión con la actual Tánger y convirtiéndose en uno de los motores económicos de la zona.

Un amplio equipo de investigadores de diversas universidades e instituciones, liderados por Pablo Silva Barroso (izquierda), catedrático de Geología de la Universidad de Salamanca, ha estudiado desde 2005 indicios en las ruinas que parecían indicar que en este enclave construido en el siglo I a.C. presenció un fenómeno sismológico importante, que contribuyó a su definitivo ocaso. "Vimos que había cosas raras que no se podían explicar por una causa normal", ha explicado Silva a la Agencia Efe.

Entre otras señales, unos suelos arcillosos de color oscuro y sedimentos marinos que la gran ola dejó en cotas altas han permitido, con las nuevas tecnologías de la arqueosismología, confirmar que la ciudad romana sufrió un importante tsunami que destruyó y anegó sus zonas más cercanas al mar.

Entre otras señales, unos suelos arcillosos de color oscuro y sedimentos marinos que la gran ola dejó en cotas altas han permitido, con las nuevas tecnologías de la arqueosismología, confirmar que la ciudad romana sufrió un importante tsunami que destruyó y anegó sus zonas más cercanas al mar.

Entre otras señales, unos suelos arcillosos de color oscuro y sedimentos marinos que la gran ola dejó en cotas altas han permitido, con las nuevas tecnologías de la arqueosismología, confirmar que la ciudad romana sufrió un importante tsunami que destruyó y anegó sus zonas más cercanas al mar.

Entre otras señales, unos suelos arcillosos de color oscuro y sedimentos marinos que la gran ola dejó en cotas altas han permitido, con las nuevas tecnologías de la arqueosismología, confirmar que la ciudad romana sufrió un importante tsunami que destruyó y anegó sus zonas más cercanas al mar.

Se podido descubrir una capa de sedimentos de entre 28 a 52 cm de espesor que dejó el tsunami, conteniendo fragmentos caóticamente mezclados de cerámica, huesos de peces y animales, cristales, ladrillos y grandes bloques de mampostería, entre otros restos de microfósiles y fragmentos rotos de conchas. Sedimentos que se encuentran amalgamados con arenas finas o medias procedentes de la antigua playa y cuya procedencia son de "un evento de alta energía" referido al tsunami.

Se calcula que la altura de las olas que destruyeron Baelo Claudia podrían ser de entre cuatro y cinco metros, penetrando en los pequeños valles interiores, hecho que probaría los daños en un pequeño acueducto al este de la ciudad romana.

Un terremoto destruyó parte de la ciudad, siendo reconstruida por completo, entre los años 40 y 60 d. C., en una época en la que la villa romana  experimentaba una gran prosperidad, gracias a sus preciadas factorías de salazones, a la salsa garum y al comercio que le permitía su geoestratégica situación.

En esa etapa de esplendor, la destrucción causada por el terremoto fue tomada como una oportunidad para reconstruirla bajo los cánones monumentales de una ciudad romana, así que fue el momento en el que se construyeron el teatro, el foro, templos, murallas, termas, acueductos y una gran avenida, entre otros edificios.

Un tsunami la devastó entre los años 365 y 390, porque fueron los años en los que se usó una moneda con fecha de acuñación que fue hallada en la excavación arqueológica de un mausoleo también destruido por el tsunami. 

Se calcula que la altura de las olas que destruyeron Baelo Claudia podrían ser de entre cuatro y cinco metros, penetrando en los pequeños valles interiores, hecho que probaría los daños en un pequeño acueducto al este de la ciudad romana.

Cuando tuvo lugar el segundo terremoto del tsunami, la villa vivía ya en el último periodo de decadencia del Imperio Romano, un momento en el que "no habría mucho dinero para reconstruir", según relata el investigador. "Nadie se preocupó en reedificar aquello, la destrucción debió de ser muy grande". Baelo Claudia pasó entonces a ser ocupado por un pequeño pueblo cuyas casas se instalaron sin orden encima de las ruinas de las cotas más altas, que no fueron tan dañadas.

Panorámica del yacimiento de Baelo Claudia.

"La vida continuó allí a otro nivel. El abandono definitivo se debe sin duda a la invasión bereber del norte de África, en el 711", explica Iván García Jiménez, arqueólogo del Área de Investigación y Conservación del Conjunto Arqueológico de Baelo Claudia, dependiente de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.

Los restos de la ciudad romana lograron conservarse porque fueron cubiertos por las dunas de arena, de la misma forma que han estado hasta el año pasado, cuando fueron descubiertos, otros importantes restos de época romana en la cercana costa de Caños de Meca, entre ellos unas termas en un excepcional estado.

Desde 1907 las excavaciones y hallazgos en Baelo Claudia continúan ayudados por nuevas tecnologías como la arqueosismología, con lo que siguen saliendo a la luz los avatares que ha sufrido a lo largo de la historia, incluso que sus ruinas fueron afectadas por el terremoto de Lisboa de 1755.

Aquel terremoto se originó en otra factura tectónica, distinta a la que se intuye que originó la que causó el tsunami que asoló Baelo Claudia en el siglo IV d.C. "No la tenemos identificada claramente, sabemos que ocurrió en el mar hacia el suroeste del emplazamiento de la ciudad. En 2009 un buque alemán que realizó una campaña de geofísica marina en la zona e identificó unas fallas", concluye Pablo Silva.

Hasta ahora las causas del abandono de Baelo Claudia no estaban claras, especulándose, entre otras razones, la inseguridad del tráfico comercial o un periodo de crisis económica y social en el Imperio Romano a finales del siglo II después de Cristo.

Fuentes: elespanol.comportaldecadiz.com | 28 de febrero de 2022

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