Un equipo de arqueólogos viajará a las profundidades de Stonehenge, el círculo de piedra más famoso del Neolítico, para averiguar cuándo y por qué fue construido y determinar si fue el santuario de Lourdes de la época, un lugar al que se peregrinaba en busca de curación.
Excavaciones en Stonehenge. Estudiantes de arqueología participan en las nuevas excavaciones en el monumento más importante de Reino Unido. Foto: AP - 31/03/2008
La excavación, que ya ha comenzado y es la primera desde 1964, tratará de resolver el misterio que ha rodeado a este milenario monumento y que ha cautivado a todo tipo de investigadores desde la Edad Media.
Durante dos semanas, dos de los mayores expertos en la materia, el profesor de la Universidad de Bournemouth Tim Darvill y el profesor de la Sociedad de Anticuarios Geoff Wainwright, culminarán una investigación que ya dura más de seis años.
Ambos están convencidos de que la estructura de la llanura de Salisbury, en Wiltshire, era un lugar de peregrinación al que acudían enfermos desde lugares remotos.
Para seguir adelante con esta hipótesis, los arqueólogos esperan encontrar respuestas en la muerte, ya que algunos de los restos humanos hallados en la zona presentan roturas de huesos y otras dolencias.
Además, nuevas técnicas de análisis han confirmado que muchas de estas personas recorrieron grandes distancias para llegar al suroeste de Inglaterra, lo que puede significar que viajaban en busca de una ayuda sobrenatural.
Algunas inscripciones neolíticas del entorno de Stonehenge relatan que existía la creencia de que las piedras eran mágicas y que las aguas locales tenían propiedades curativas.
En una zanja de 3,5 por 2,5 metros en el cuadrado sureste, los investigadores tratarán de recuperar fragmentos de los pilares originales del círculo de piedra originario, del que no hay restos visibles.
Las piedras que se aprecian en la actualidad fueron repuestas años más tarde de la construcción del original y las muestras tomadas en anteriores excavaciones fueron destruidas o mal datadas, por lo que no arrojan una información determinante para solucionar los misterios de Stonehenge.
Para ello, el análisis de unas pequeñas piedras del centro del círculo será crucial, ya que los arqueólogos creen que han guardado el secreto durante más de 4.500 años.
Con las muestras que se obtengan en la excavación se realizarán pruebas con la última tecnología de datación, la del radiocarbono, algo que puede explicar durante cuánto tiempo se utilizó el círculo de piedra, cuándo fue desmantelado y vuelto a construir.
Fuente:
Terra Actualidad - EFE
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