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Los nativos americanos actuales se extienden desde el Ártico hasta la Tierra del Fuego. Imagen: Emiliano Bellini
Fuente: SINC| 11 de julio de 2012
Por primera vez, un estudio ha analizado las poblaciones nativas americanas desde la perspectiva genética para concluir que estas poblaciones surgieron de tres olas migratorias, según un estudio publicado en Nature.
“La metodología de nuestro estudio es uno de los puntos fuertes de la investigación, ya que la antropología molecular permite definir los patrones genéticos que explican los asentamientos actuales. Nuestra técnica logra reconstruir el genoma y el origen del individuo a partir de la historia demográfica que contiene el ADN”, dice a SINC Antonio Salas, investigador de la Universidad de Santiago de Compostela, y uno de los dos autores españoles del trabajo.
Hasta ahora, el origen demográfico de América había sido un tema de investigación polémico debido a las diferentes hipótesis científicas que postularon arqueólogos y lingüistas. Ahora, la genómica da la razón a la “criticada” teoría del lingüista norteamericano Joseph Greenberg, que postuló tres oleadas de expansión que corresponderían a las tres grandes familias lingüísticas: panamericana, esquimal y na-dené.
Según los investigadores, la mayoría de los nativos actuales –que habitan desde Canadá hasta Chile– descienden de una primera ola migratoria y cruzaron el estrecho de Bering hace unos 15.000 años. En cambio, las otras dos oleadas de expansión provienen de Asia.
Los científicos han reconstruido el genoma de 52 pueblos nativos de los Estados Unidos y 17 de Siberia a partir del material genético de poblaciones modernas. Además, los autores examinaron más de 360.000 variantes genéticas.
Tres grandes familias lingüísticas
Las lenguas nativas de América son las panamericanas, de los primeros pobladores, las lenguas esquimo-aleutianas, de los esquimales (nativas de Groenlandia, el Ártico canadiense, Alaska y Siberia) y las lenguas na-dené, de los indios americanos y los apaches.
Los investigadores se refieren a los descendientes de la primera ola como ‘primeros americanos’. “Los resultados muestran que hubo un proceso de expansión migratoria hacia el sur a lo largo de la costa, sobre todo la del Pacífico. Posteriormente, hubo diferenciaciones poblacionales que produjeron un aislamiento de grupos relativo hasta la actualidad, con muy poco intercambio genético entre ellos”, señalan los expertos.
Las lenguas esquimo-aleutianas heredaron la mitad de su genoma de una segunda ola migratoria procedente de Asia, según concluyeron los autores después de cruzar los datos registrados con las tres familias lingüísticas nativas principales del continente.
Por último, las lenguas na-dené del noroeste de Norteamérica tendrían un 10% de carga genética de una tercera ola migratoria procedente igualmente del continente asiático.
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Fuente: xornal.usc.es| 11 de julio de 2012
Ángel Carracedo (izquierda) y Antonio Salas son los únicos representantes españoles en este trabajo que presenta la revista Nature
La mayor parte de la población del continente americano surge de una ola migratoria de expansión única, aunque existieron como mínimo otras dos oleadas de expansión, donde los individuos se mezclaron con los que llegaron antes en distintas proporciones.
Este es el principal resultado de un proyecto de investigación internacional en el que participaron los investigadores de la Unidad de Genética del Instituto de Ciencias Forenses y profesores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Santiago, Antonio Salas Ellacuriaga y Ángel Carracedo Álvarez, y que por primera vez realiza un estudio integral de las poblaciones nativas americanas desde el punto de vista del genoma de los individuos.
La magnitud del trabajo y los resultados de la investigación acaba de ver la luz en el último número de la revista Nature, que, con un índice de impacto de 37, es la de mayor repercusión internacional en su ámbito. Las conclusiones de la investigación son el fruto del "mayor esfuerzo investigador llevado a cabo en la historia de la genómica para caracterizar el origen desde el punto de vista genético de las poblaciones nativas de un continente", dijo Antonio Salas. El trabajo contó con la participación de las instituciones de diversos países, especialmente América y Europa, siendo los investigadores compostelanos los únicos representantes españoles.
Además, esta es la primera vez que se demuestra, desde el punto de vista de la genómica, una de las hipótesis formuladas en el pasado a partir de los estudios lingüísticos, el modelo conocido como el de las tres olas de colonización americana propuesto por Joseph Greenberg. Sin embargo, Antonio Salas agregó que "la genética fue más allá, permitiendo introducir en el modelo una posibilidad de entrecruzamento entre los individuos que llegaron a América en distintos momentos".
En base al análisis de más de 360.000 variantes genéticas en 52 poblaciones indígenas de América y de 17 poblaciones de Siberia, los investigadores concluyeron que la primera gran separación entre los grupos de individuos analizados surge entre las poblaciones siberianas y las americanas. La mayor parte de los nativos que habitan en el continente americano, desde Canadá hasta Chile, desciende de una primera una gran ola migratoria que los investigadores señalan como aquellos que cruzaron el estrecho de Bering hace aproximadamente 15.000 años.
Cruzando los datos registrados con las tres grandes familias lingüísticas nativas principales del continente, los investigadores llegaron a la conclusión de que los indígenas que hablan lenguas esquimal-aleutianas -nativas de Groenlandia, el Ártico canadiense, Alaska y Siberia- heredaron aproximadamente la mitad de su genoma de una segunda ola migratoria procedente de Asia. Junto a éstas, los hablantes de Na-Dene -variante lingüistica localizada fundamentalmente en el noroeste de Norteamérica-, tendrían un 10% de carga genética de una tercera ola migratoria procedente igualmente del continente asiático.
Los primeros americanos -expresión con la que los investigadores se refieren a los descendientes de la primera ola- siguieron una expansión migratoria hacia el sur a lo largo de la costa, especialmente la del Pacífico. Durante este período de colonización se produjeron diferenciaciones poblacionales que provocaron cierto aislamiento hasta el presente, explica Antonio Salas, con muy poco intercambio genético entre las distintas poblaciones. Una de las poblaciones interesantes, añade el investigador, son aquellas que hablan lenguas Chibchan en la región de Panamá, "ya que su ancestralidad proviene del norte y del sur de América".
Proyección futura
Dado el grado de movilidad de las poblaciones actuales, "todas en mayor o menor grado están mestizadas entre sí", el resultado obtenido tiene en el campo de la clínica una proyección "evidente", añade Salas.
A modo de ejemplo, el investigador de la USC toma como referencia el estudio genético de enfermedades complejas -diabetes, esquizofrenia, Parkinson o hipertensión, entre otras-. Los factores de error más comunes en los estudios que se diseñan para evaluar el componente genético de estas enfermedades son debidos al ruido de fondo que introduce el mestizaje o las diferencias poblacionales entre los grupos de pacientes y los grupos de control utilizados. La metodología desarrollada supone un "revulsivo" a la hora de analizar datos de estas características.
Un trabajo sin precedentes
Además del diseño de una metodología apropiada, otro de los principales retos de este proyecto fue la creación de una colección significativa de muestras que representara lo mejor posible los pueblos originales de América y Siberia. Para ello, se obtuvieron muestras de grupos indígenas de todos los países del continente.
Por su parte, el reto metodológico tiene que ver con el hecho de que la mayoría de las poblaciones nativas actuales están mestizadas en mayor o menor grado con los europeos y los africanos desde la colonización iniciada en 1492. Este punto de partida obliga a desarrollar herramientas bioinformáticas y matemáticas específicas para diferenciar el componente nativo americano genuino de otros componentes ancestrales superpuestos en épocas más recientes.
Como explica Salas, es un proceso complejo que guarda similitudes con la paleontología, ya que se trata de clasificar los distintos segmentos del genoma de un individuo en los diferentes sustratos de los que está constituído, fruto de la historia demográfica reciente de estas poblaciones.
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Sr. Servan:
¿De dónde saca que las lenguas na-dené pudieran estar emparetadas con ancestros del pueblo vasco? Hasta donde llego, nada tiene que ver una cosa con la otra.
Un saludo
Lo siento Sr. Servan, pero me temo que su gusto por los "tótum revolútum" no me lleva en esta ocasión a indagar más sobre sus propuestas. Espero que haya mejor ocasión.
Saludos
La teoría que menciona Servan es real, aunque creo que es muy minoritaria entre los filólogos. A mí, lo poco que he leído al respecto, me ha parecido siempre muy traído por los pelos, pero vamos soy bastante ignorante en cuestiones filológicas (Dené–Caucasian languages - Wikipedia)
En relación al tema del post, apareció ayer, en ABC, la siguiente noticia:
Los primeros americanos no estaban solos
Denis Jenkins sostiene un fósil de excrementos humanos hallado en las cuevas Paisley /
JIM BARLOW
J de J
¿Quiénes fueron los primeros humanos que llegaron a Norteamérica? Los clovis han sido considerados durante mucho tiempo los habitantes más antiguos del continente, donde se establecieron hace unos 13.000 años, pero esta hipótesis ha sido cuestionada en numerosas ocasiones. Distintas investigaciones han aportado pruebas de que otro grupo humano desconocido, completamente distinto, ya había migrado allí antes, pero no han sido suficientes para cerrar el debate. Ahora, un trabajo publicado en la revista Science viene a reforzar esta teoría alternativa. Los científicos han encontrado en las cuevas Paisley, en Oregón, unos fósiles, excrementos humanos secos, y unas puntas líticas pertenecientes a lo que parece ser una población independiente con su propia tecnología, contemporánea o incluso más antigua que los famosos clovis.
Los investigadores, dirigidos por el arqueólogo Dennis Jenkins, de la Universidad de Oregón, encontraron en los sedimentos de las cuevas Paisley unos excrementos humanos fosilizados llamados coprolitos y unos artefactos, unas puntas líticas, conocidas como Western Stemmed, distintas de las puntas aflautadas, más anchas, de la cultura Clovis. Muchos investigadores sostienen que esa tecnología no es más que una evolución directa de la de los clovis, pero la datación con radiocarbono de los artefactos de Paisley sugiere que esto no es posible. Los restos y las puntas ahora encontrados datan de hace aproximadamente 14.000 años, lo que significa que sus creadores precedieron o convivieron con ellos. Los científicos creen que los clovis se desarrollaron en las planicies y el sureste de EE.UU., mientras que la otra misteriosa población ocupó el lejano oeste.
Los investigadores utilizaron datación con radiocarbono para estimar las edades de 121 muestras distintas de plantas, estiércol y colágeno óseo halladas en las cuevas. Los análisis revelaron ADN humano que pertenece al haplogrupo A -un genoma antiguo que llegó a América proveniente de Asia- y que también data de tiempos anteriores. Ninguna evidencia de tecnología clovis apareció en las cuevas.
Sr. Servan:
Sabe perfectamente (puesto que ya me conoce hace tiempo y hemos debatido y dialogado en múltiples ocasiones) que no hay nada más ajeno a mis intenciones que hacer algún comentario poco respetuoso sobre su persona. Que yo diagnostique su modo de articular sus argumentaciones como un "tótum revolútum" no va en esa dirección. Simplemente las encuadro en esa fórmula, sin mayores implicaciones.
Saludos
Atención, hay un error en la noticia: han traducido "52 Native American... groups" por "52 pueblos nativos de los Estados Unidos". En realidad los 52 grupos analizados en este estudio no son solo de EE.UU. sino de todo el continente.
Otra reflexión: en este estudio se han introducido hipótesis apriorísticas que estaría bien resaltar. Por ejemplo los autores se han esforzado en eliminar de sus muestras todo gen proveniente de Europa o África. Reich, uno de los autores, ha declarado que "We developed a method to peel back this mixture to learn about the relationships among Native Americans before Europeans and Africans arrived." Parten de la hipótesis de que los americanos nativos solo pudieron venir de Asia , borran todo gen de otros continentes y al final concluyen que los americanos nativos vinieron de Asia. No sé si soy el único que detecta un fallo lógico en este enfoque.
He conseguido el texto completo del artículo pero donde de verdad se muestran los datos es en las notas suplementarias, disponibles grauitamente en http://www.nature.com/nature/journal/vaop/ncurrent/extref/nature112...
En ellas se explica en detalle el procedimiento de 'filtrado' realizado por los autores del estudio. Primero evaluaron, para cada población analizada, el porcentaje de genes de origen 'africano' y 'europeo'. Luego procedieron a suprimir informáticamente de las muestras todos los fragmentos de ADN 'sospechosos' de contener genes de ese origen.
En la Tabla S.1 de las notas suplementarias (página 39) se dan los porcentajes de genes africanos y europeos para cada población. Es interesante que algunos de estos pueblos "americanos nativos" tienen grandes proporciones de genes no americanos. El caso más extremo el de los aleutianos, con 65% de genes europeos. Por su parte los chorotega de Costa Rica muestran la proporción más alta de genes africanos, un 12%. Los autores lo achacan a mezcla reciente de poblaciones y por tanto han eliminado todos esos genes de su estudio.
Un último comentario y ya lo dejo por hoy, lo prometo. Además del tratamiento estadístico comentado, encuentro otro prejuicio en el estudio: la selección de qué etnias se consideran "americanos nativos" y cuáles no. Un ejemplo extremo es el de las tribus de "cimarrones" de las Guayanas (saramaka, ndyuka, etc), que no han sido incluidas en el estudio. El razonamiento es que como son de piel negra *no pueden* llevar mucho tiempo en América sino que tienen que ser descendientes de esclavos fugitivos. Supongo que habrá otros casos menos obvios que este en los que ciertas etnias habrán sido excluidas a priori del estudio.
En el sentido de uno de los comentarios de Servan,pudo haber poblaciones de migraciones anteriores o símplemente distintas que se extinguieron y que no han sido analizadas
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