Espacio doméstico descubierto en el Abric Romaní, Capellades (Barcelona), atribuido a una comunidad de neandertales -Gerard Campeny/IPHES
Un espacio doméstico bien conservado y delimitado, con hogares, herramientas de piedra y huesos de animales de hace 60.000 años, descubierto estos días en el nivel Q del
Abric Romaní de Capellades (Barcelona), ha permitido conocer cómo era una casa comunal neandertal, gracias a una prueba concluyente que evidencia cómo vivía y organizaba el espacio esta especie: un recinto posiblemente cerrado en forma de elipsis. El hallazgo ha tenido lugar durante la campaña de excavación que este mes se desarrolla en el Abric Romaní bajo la dirección del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (
IPHES).
El equipo de investigadores constató que un grupo humano de la especie Homo neanderthalensis, formado probablemente por entre 30 y 40 individuos, organizó en el interior de dicho abrigo una zona doméstica para llevar a cabo todo tipo de actividades. Estaba formada por tres hogares centrales y 14 periféricos que jerarquizaban el espacio bajo la visera del abrigo.
Se han observado tres áreas bien definidas para diferentes usos y funciones. Las más próximas y en contacto con la pared del abrigo actuarían como áreas dormitorio. En el medio, los hogares centrales donde se desarrollarían las actividades domésticas. Finalmente, la zona más alejada de la pared se utilizaba como un vertedero de basura.
Foto: Eudald Carbonell en el yacimiento de Abric Romaní
"Los autores de estas acciones eran comunidades de cazadores de caballos, ciervos y cabras, así como recolectores de leña de pino, entre otros recursos vegetales, que se establecieron estacionalmente en este abrigo", observa Eudald Carbonell, director de la excavación e investigador del IPHES-URV (Universitat Rovira i Virgili de Tarragona). "El fuego era el elemento central de estos campamentos ya que servía para iluminar, calentar, cocer los alimentos y para eliminar los desechos, además de ser un elemento organizador del espacio y de socialización", ha añadido. De hecho la buena conservación de los hogares de este yacimiento le otorga una singularidad para el conocimiento de las actividades pirotécnicas de los neandertales y de su estilo de vida.
Además, dentro del área interior mencionada se ha podido constatar la existencia de varias estructuras o modificaciones intencionales del espacio para llevar actividades como hogares y agujeros de palo. En este nivel a lo largo de tres años de excavaciones se han recuperado más de 10.000 restos que dan testimonio de estas actividades: herramientas de piedra y huesos de animales.
La excavación ha aportado numerosos restos de fauna y de herramientas de piedra - Gerard Campeny/IPHES
La campaña de este año en el Abric Romaní se inició el 8 de agosto y finalizará el próximo día 28. La realiza un equipo de 55 personas provenientes del IPHES, de la URV, de la UniversitatAutònoma de Barcelona ( UAB), de la Universitat de Barcelona (UB), de Universitat Oberta de Cataluña (UOC), de la Universitat de Girona (UdG), de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), de la Universidad de Alcalá de Henares, del Museo de Ciencias Naturales, de la Universidad de Granada (UGR), de la Universidad del País Vasco (UPV), de la Università di Ferrara (Italia), de la Universidad de Toulouse (Francia) , y de la Universidad de Brno (Chequia).
Para el equipo que trabaja en el Abric Romaní, este nuevo descubrimiento permite postular que los neandertales tenían estructuras y espacios organizado parecidos a los delHomo sapiens, una prueba más de la complejidad social y organizativa de esta especie desaparecida. O sea, que neandertales y sapiens a pesar de ser especies paleontológicas diferentes tenían formas de vivir y organizar el espacio similares.
Fuente: IPHES | 26 de agosto de 2016