Respuestas a esta discusión

Permalink Responder para Xavier Sierra V el marzo 22, 2010 a las 6:38pm

A mi modo de ver las catacumbas sólo eran totalmente clandestinas en las épocas de persecución, que fueron muy concretas. Pero sí representaban un lugar discreto donde encontrarse. Por lo general estaban en las afueras de Roma, en sitios ya no muy céntricos.
Los cristianos no eran los únicos que usaban templos subterráneos. Los adoradores de Mithra, por ejemplo (una religión popular entre los legionarios en el s. III) tambien lo hacían. En Roma pueden verse algunos ejemplos: el mitreo de San Clemente, por ejemplo, bajo la iglesia de este nombre (cerca de Via Merulana) También en Ostia pueden verse diversos ejemplos de mitreos.
El control sobre los cristianos (fuera como digo, de las épocas de persecución abierta) no era excesivo. Los romanos eran en general tolerantes con todas las religiones. El principal problema estribó en el culto al emperador. Augusto divinizó a Julio César tras su asesinato (en parte para legalizar su poder, como hijo del divino Julio) Más tarde, a instancias de las provincias orientales aceptó que se erigieran templos a su misma persona, a condición de que también se rindiera culto a la personificación de Roma. El emperador se emparejaba así con Roma, en una alianza divina.
El culto al emperador fue generalizándose y devino una costumbre. Rendir culto al emperador, en una sociedad cada vez más llena de bárbaros, se convirtió en una declaración de fidelidad a Roma. eso no era un problema para las religiones politeístas, que incorporaban al panteón de sus dioses a una divinidad més, pero sí que lo era para las religiones monoteístas: judíos y cristianos, que se negaban a aceptar esa forma de culto idolátrico. Esa fue entonces la acusación que se hizo a los cristianos: que profesaban un ateísmo, una impiedad al negar el culto a un dios (que además representaba el poder del Estado).
Si se tiene en cuenta que algunas heterodoxias cristianas (como el marcionismo), se negaban a luchar con el ejército romano, la situación se fue haciendo cada vez más tensa y desembocó en las persecuciones contra los cristianos.
Las autoridades romanas querían que los mártires cristianos fuesen enterrados con discreción, para evitar su culto público.
Los cristianos estaban muy infiltrados en las filas del ejército y en la burocracia, especialmente a partir del s.III. Tambien habia muchos cristianos entre los esclavos, situación nada desdeñable en una sociedad esclavista en la que los esclavos llevaban el peso del trabajo.
La importancia de los cristianos en las filas del ejército quedó patente cuando Constantino se enfrentó a Majencio e intentó congraciarse con los numerosos cristianos que se contaban entre sus soldados. Cuando se hizo con el poder, dictó leyes favorables a los cristianos. A pesar que la leyenda asegura que se convirtió al cristianismo en su lecho de muerte, no hay pruebas fehacientes de que lo hiciera.

Permalink Responder para María // el marzo 22, 2010 a las 9:25pm

Gracias Javier;me imagino que además llovía sobre mojado en el sentido de que los cristianos para lor romanos debían de ser una secta más de los judíos y estos la representación de una fuente de problemas en Palestina.

Servan,concedo que haber visto en la más tierna infancia "Quo Vadis " y haber nacido en un país que era católico por decreto influye en la visión del asunto y nunca es tarde para desmontar ideas preconcebidas;de todas formas,si te pueden encarcelar,torturar y matar te haces clandestino de forma espontánea y desarrollas maneras de comunicarte con tus correligionarios.
Aunque claro,como suele ocurrir ,hay veces en los que la represión se recrudece y otras se baja la guardia,en función de las circunstancias políticas.

Permalink Responder para David Montero el marzo 23, 2010 a las 8:13am

María:

Lo que nos contaban en la catequesis (los/las que fueran) sobre las persecuciones son leyendas piadosas. Las persecuciones contra los cristianos (exceptuando las de Decio y Diocleciano) eran muy relativas e intermitentes. Generalmente se dirigían contra algunos líderes, en la creencia -que se demostró erronea-, de que descabezando a la Iglesia la hundías. Y según Puente Ojea y Antonio Piñero cuando la maquinaria burocrática se dedicó a la faena, a finales del III, el cristianismo estuvo a punto de desaparecer. Antonio Piñero especula con que si la persecución de Diocleciano hubiera durado unos años más no hubiera acabado con el cristianismo. Son condicionales contrafácticos que no me hacen mucha gracia, pero indica la crítica situación que se produjo con abjuraciones en masa (esas no nos las contaban en la catequesis) y una práctica desaparición de los documentos escritos (que facilitó la posterior reescritura de los mismos a cargo de Eusebio de Cesarea).

Tampoco está nada clara la masiva presencia del cristianismo en el ejército. Veyne, en "El sueño de Constantino", afirma que no había prácticamente cristianos en el ejército y que si éste toleró el giro de la política religiosa del Emperador es porque el edicto de Tolerancia ya había sido promulgado por un colega de la tetrarquía (creo que Galerio, si no recuerdo mal) y porque Constantino no impuso la religión cristiana al Estado, sino que la adoptó como una religión personal, con elementos que recordaban a la del Sol Invicto, cosa que era común entre los emperadores de la época. Lo de tener una religión personal y adorar al Sol Invicto, digo, como forma de sincrética

Tampoco el crecimiento del cristianismo es tan espectacular como se dice, antes de su conversión en religión de Estado. Rodney Stark ("La expansión del cristianismo") lo compara con el de otras religiones, como la mormona, y son exactamente equivalentes. Cierto que con las cifras demográficas del Imperio hay que ir con prevención. Pero existen otros ejemplos de religiones que han crecido delante de nuestras narices de una manera mucho más espectacular que el cristianismo. La religión de Simón Kimbangu, que ahora mismo no recuerdo como se llama, se plantó en más de un millón de creyentes en el entonces Congo Belga en pocos años. A pesar, o debido a, la persecución, juicio y encarcelamiento, de su líder y su conversión posterior en una Iglesia institucional. En un proceso muy similar al cristianismo, sólo que acelerado y local.

Creo que para la explicación de la expansión y consolidación del cristianismo hay que estudiar una serie de factores que se dieron en aquél momento que estaban en el aire y que permitieron a la Iglesia Cristiana convertirse en cuatro siglos de perseguida a perseguidora. Son factores esencialmente políticos y sociales, pero también basados en temas circunstanciales como en la habilidad de algunos de sus valedores (Constantino, por ej.) y en la debilidad de sus oponentes. Como habría que analizar los factores políticos y sociales de la conversión del Al Andalus al islamismo y de otras expansiones "milagrosas" de religiones en el pasado y el presente.

Permalink Responder para Xavier Sierra V el marzo 23, 2010 a las 1:05am

Los cristianos eran un grupo minoritario en Roma en el s.I (época de Nerón) y ciertamente indistinguible de los judíos para la mayoría de los romanos.
Pero no lo fueron tanto en los siglos posteriores, ya que se expandieron con rapidez.
Las persecuciones a los cristianos revistieron intensidad variable, con frecuentes diferencias locales. En general fueron más acusadas en el Mediterráneo oriental y en el Norte de África. Muchas veces eran a criterio del gobernador local, que las acentuaba o no según su conveniencia política.
Las persecuciones fueron notablemente exageradas por los escritos de los cristianos para crear nuevos mitos en los que basar la fe. Como ejemplo, podemos citar el caso del martirio de las santas Perpetua y Felicidad, en Cartago. Su fama fue tal y suscitó tal devoción que hubo que recordar a los cristianos del Norte de Africa que era más conveniente leer el Evangelio que la historia del martirio de estas santas.

Permalink Responder para María // el marzo 24, 2010 a las 9:58am

gracias a todos;gracias David,no sabía lo de las abjuraciones en masa;entonces,con todo esto lo que se cae un poco es lo del arte paleocristiano con algunas características debidas a la clandestinidad.