Arqueólogos descubrieron una necrópolis intacta de casi 2.000 años de antigüedad en las afueras de Roma, hallazgo que brinda una rara oportunidad para comprender la vida de los trabajadores pobres en la era romana.
Vía:
Deepa Babington | Reuters, Roma, 10 de junio de 2008
El simple complejo funerario, que data del siglo I y II d.C. (después de Cristo), cuando el Imperio Romano vivía su apogeo, tenía unas 320 tumbas con restos de esqueletos bien conservados y artefactos, como lámparas y joyas, que acompañan a los muertos en el más allá.
Arqueólogos calificaron el lunes al descubrimiento como significativo ya que ofrece una rara visión de las creencias y características de uno de los sectores más pobres de la sociedad romana: campesinos o esclavos que probablemente trabajaban en un puerto cercano.
"El aspecto predominante no es la recuperación de artefactos sino la posibilidad de aprender sobre la vida diaria de un pequeño grupo de ciudadanos de la clase más baja de la sociedad durante el imperio romano", dijo
Angelo Bottini, jefe de arqueología de Roma.
"Brinda una mirada concreta de cómo vivían estas personas y de sus creencias religiosas", explicó Bottini en una rueda de prensa en la que se informó del hallazgo.
TRABAJO AGOTADOR
Los restos humanos desenterrados eran predominantemente masculinos y mostraban señales de los efectos del trabajo agotador en condiciones húmedas, lo que sugiere que tal vez eran empleados en instalaciones portuarias.
En algunas tumbas también se encontraron restos de niños que vestían o tenían collares en sus manos, presumiblemente para protegerse de espíritus malignos.
También se encontraron anillos de bronce, pendientes de oro y un llamativo collar hecho con pequeñas estatuillas y piezas de ámbar, dijeron los arqueólogos.
Entre los hallazgos más intrigantes figuran los restos de un hombre adulto con una extraña enfermedad congénita que le habría hecho imposible abrir la boca, lo que significa que debe de haber recibido ayuda para alimentarse.
"En la antigüedad no se tenía una actitud positiva frente a las anomalías y las personas tendían a verlo como algo muy negativo. Pero aquí tenemos una situación en que el comportamiento fue todo lo contrario, ya que era una persona totalmente incapacitada pero que otros ayudaron a sobrevivir", explicó Bottini.
Los arqueólogos comenzaron a investigar en un área cercana al aeropuerto de Fiumucino, en Roma, hace más de un año, después de que la policía avisara sobre excavaciones ilegales en el lugar que sugerían la existencia de una necrópolis enterrada.