Foto: Detalle de cuchillos de sílex, puntas de flecha, punzones, etc., encontrados en el enterramiento prehistórico del paraje de Los Molinos de Caravaca de la Cruz. EFE.

Restos de al menos 1.300 individuos con una antigüedad de en torno a 4.000 años de antigüedad han sido localizados en el yacimiento Camino de Los Molinos, en el casco urbano de Caravaca de la Cruz, tal y como ha informado hoy el consejero de Cultura, Pedro Alberto Cruz, en una rueda de prensa ofrecida junto al alcalde de Caravaca, Domingo Aranda, al director general de Bellas Artes, Enrique Ujaldón, y al arqueólogo Joaquín Lomba, con motivo de la finalización de la excavación arqueológica.

Fuente: Web Murcia.com, 19 de enero de 2009

La cifra de inhumados convierte al yacimiento de Camino del Molino en el enterramiento con más número de individuos de toda la Prehistoria peninsular y uno de los mayores de Europa (sirvan de referencia los cerca de 300 enterrados en San Juan ante Portam Latinam (Laguardia, Álava), los algo más de 200 de Can Martorell (Barcelona) o los casi 170 de Carritx, (en Menorca).

En cuanto al ajuar funerario, aunque es escaso en comparación con el elevado número de individuos enterrados, es el habitual si lo relacionamos con el pequeño sector de esa población que debió considerarse como de alto rango, y que sin duda está también depositado en la cueva. Desde esa perspectiva, Camino del Molino ha proporcionado la mayor colección de punzones de cobre de toda la Región de Murcia y una de los mayores conjuntos de este tipo para enterramientos calcolíticos del sureste peninsular. Además, destaca como pieza excepcional un puñal metálico de 32 centímetros de longitud, los puñales de sílex (dos de ellos con una factura única) y un punzón de cobre que aún permanece enmangado en un fragmento de tibia de perro.

Los datos disponibles permiten plantear que se trata de un yacimiento excepcional en el que, rompiendo la norma habitual, se entierra la práctica totalidad de la población de una comunidad que depositó a sus finados en la misma cueva a lo largo de 400 años, lo que permite hacer una estimación de población de 60-70 personas para el poblado con el que se relaciona. Esto abre la posibilidad de estudiar, por primera vez, una población completa de un hábitat prehistórico de esas dimensiones en su totalidad, analizando cuestiones relacionadas con edades de muerte, patologías, enfermedades, dieta y diversos rasgos antropométricos.

También es la primera vez que se documentan perros acompañando a los difuntos en una cueva de enterramiento: hasta ahora los casos respondían siempre a pequeños enterramientos de la misma época pero ubicados en el interior de los poblados.

El consejero de Cultura ha adelantado que, una vez que concluyan los trabajos de estudio de los restos, se programará una exposición itinerante titulada “La vida y la muerte en la Prehistoria” con los restos más destacado del yacimiento caravaqueño.

Descubrimiento

El yacimiento se localizó en el casco urbano de Caravaca (Comarca del Noroeste, Murcia) durante las obras de construcción de una promoción de viviendas, cuando una pala excavadora, realizando unos desfondes, seccionó lateralmente el enterramiento y exhumó inadvertidamente huesos humanos, momento en el que se paralizaron los trabajos y se informó a las autoridades competentes, de acuerdo a lo que la legislación vigente establece en relación a los hallazgos con valor de restos arqueológicos.

Hay que destacar la sensibilidad e implicación del promotor de la obra en la conservación de los restos, cuya actitud, ejemplo a seguir, posibilitó la intervención mediante la denuncia del hallazgo y su continua disponibilidad durante la realización de los trabajos.

Descripción

Se trata de una cavidad en un contexto geológico de travertinos, formada por la acción del agua sobre una diaclasa y posteriormente acondicionada para su uso como lugar de enterramiento, probablemente por los habitantes del cercano poblado calcolítico de Molinos de Papel.

La cavidad, de unos 7-8 m de diámetro y una profundidad conservada de casi 2, alberga en su interior un enterramiento continuado de época calcolítica, acumulándose en su interior restos de al menos 1.300 individuos, depositados allí durante 350-400 años. Tres dataciones absolutas permiten situar el inicio del enterramiento en torno a 2400 a.C., finalizando su uso alrededor de 1950 a.C.

Los restos humanos, entre los que aparecen hombres, mujeres y niños, parecen haberse colocado en un primer momento en posición fetal y junto a las paredes, desplazándose algunos de ellos con posterioridad, o recolocándose desarticulados en el centro de la cueva, conforme se continuaban depositando más cadáveres. Fruto de esa recolocación ha sido tanto la dispersión anárquica de buena parte de los huesos en la parte central de la cueva, así como la acumulación de cráneos junto a las paredes de la cavidad.

Descripción de los trabajos

Dada la excepcionalidad del hallazgo, ha sido necesario aunar esfuerzos desde diferentes instituciones con el fin de garantizar el correcto estudio del lugar, así como la preservación de toda la información posible para ulteriores investigaciones. El mantenimiento de la excavación ha corrido a cargo de la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales y del Ayuntamiento de Caravaca, con la colaboración del promotor de la obra en la que se localizó el hallazgo, y la Universidad de Murcia.

Han participado de manera continua en los trabajos diversos técnicos arqueólogos y una antropóloga, varios peones de Arqueología, y un total de 18 estudiantes de la Universidad de Murcia, algunos de ellos con convenios en prácticas con el Ayuntamiento de Caravaca, que han intervenido en diversos turnos.

En este sentido, los trabajos han estado a cargo de una dirección colegiada de la que forman parte Mariano López Martínez y Francisco Ramos Martínez por parte de la empresa encargada de los trabajos de campo, ArqueoWeb; y Joaquín Lomba Maurandi, profesor de Prehistoria de la Universidad de Murcia y especialista en el período al que pertenece el yacimiento.

Dada la complejidad de los trabajos, ha sido necesario diseñar un novedoso sistema de registro de la información que permite contar con una planta fotográfica de todo el yacimiento permanentemente actualizada, a partir de la cual se efectúan las excavaciones y se toman todos los datos de campo.

Un gran número de investigadores colaboran en los trabajos desde sus respectivas especialidades. Así, por parte de la Universidad de Murcia, varios especialistas se han hecho cargo de estudios concretos:

-Carrión García (Facultad de Biología): estudio del polen prehistórico del lugar, con el fin de reconstruir el paisaje de la zona (palinología)

-Vázquez Autón y Gil Cano (Facultad de Veterinaria): restos de perros y fauna en general (zooarqueología)

-Osuna Carrillo-Albornoz (Facultad de Medicina): lesiones en restos humanos desde una perspectiva forense (paleopatología)

-Delgado Iniesta (Facultad de Química): identificación de materiales mediante la difracción de rayos X y Edafología

-Belmonte Serrato (Facultad de Letras): estudio geomorfológico de la cavidad y del entorno

-Azucena Avilés, antropóloga, estudia todos los aspectos morfométricos de los restos humanos (identificación de edad y sexo, control de restos durante la excavación)

-Soledad García (Facultad de Biología): estudio de carbones prehistóricos (antracología)

También participan investigadores de otras universidades:

-Gutiérrez Sáez (Prehistoria, Universidad Autónoma de Madrid): huellas de uso en objetos metálicos

-Ignacio Martín Lerma (Prehistoria, UNED-Madrid): huellas de uso en objetos líticos