En el 14 a. C., durante el reinado de Herodes el Grande, Berytus se convirtió en una importante colonia romana. La ciudad fue nombrada Colonia Iulia Augusta Felix Berytus en honor a Julia, la única hija de Augusto. Berytus fue considerada la ciudad más romana de las provincias orientales del Imperio Romano. Fue una de las cuatro colonias romanas en la región de Siria-Fenicia y la única con pleno Ius Italicum, es decir, exención de impuestos imperiales.
Su territorio bajo Claudio alcanzaba el valle de Bekaa e incluía Heliópolis, era la única área mayoritariamente de habla latina en la región de Siria-Fenicia debido a los colonos romanos que promovieron la agricultura en las tierras fértiles del valle de Bekaa, que sirvió como fuente de grano para las provincias romanas del Levante e incluso para la misma Roma. Agripa favoreció mucho a la ciudad de Berytus, y la adornó con un espléndido teatro y anfiteatro, además de baños y pórticos, inaugurándolos con juegos y espectáculos de todo tipo. La facultad de derecho de Berytus era ampliamente conocida en el Imperio Romano. Contó con casi 50.000 habitantes durante el reinado de Trajano, pero en el siglo VI una serie de terremotos demolieron la mayor parte de los templos de Heliópolis (Baalbek) y destruyeron la ciudad de Berytus, arrasando su famosa facultad de derecho y matando a casi 30.000 personas.
Hoy solo quedan ruinas menores, pero, tuvo cuatro grandes complejos de baños, así como numerosos baños privados, abastecidos por un acueducto alimentado por las fuentes del río Beirut situadas a 10 km de la ciudad. El acueducto cruzó el río en Qanater Zbaydeh. En Berytus, grandes decantadores y una compleja red de tuberías de plomo y cerámica distribuían el agua. Era un centro comercial de producción de seda y vino, bien conectado por eficientes calzadas romanas con Heliópolis y Cesarea.