Foto: El buque español Santísima Trinidad. Conocido como "El Escorial de los mares" fue el único navío en la Batalla de Trafalgar que tenía cuatro puentes y 136 cañones.
El "Santísima Trinidad", navío insignia de la flota española en el siglo XVIII y que se hundió en la batalla de Trafalgar en 1805, podría haber sido hallado a ocho leguas de la costa gaditana por un buque hidrográfico en una demostración con un sonar de barrido lateral.
Vía:
EFE, Cádiz | El Imparcial.com, 15 de julio de 2009
Vicente Carrasco, director comercial de SIMRAD SPAIN, S.L., empresa dedicada a la hidroacústica marina que el pasado 23 de junio hizo una demostración a bordo del buque Malaspina por las costas de Cádiz, ha informado este miércoles de que podría haber sido hallado el "Santísima Trinidad", buque insignia de la flota española en el siglo XVIII hundido durante la batalla de Trafalgar.
"Tanto la posición como la dimensiones del buque coinciden con el Santísima Trinidad", ha afirmado Carrasco quien no obstante ha señalado que es el Ministerio de Defensa el que tiene que confirmar el hallazgo tras una inspección visual con un robot. El descubrimiento del "Malaspina", provisto con un sonar, revela en imágenes acústicas y sombras del fondo marino que hay un buque "perfectamente reconocible tendido en el fondo" y que podría tratarse del "Santísima Trinidad", un hallazgo que ya ha confirmado la Universidad de Cádiz y el Instituto Hidrográfico de la Marina.
Carrasco ha explicado que las referencias históricas indican que el Santísima Trinidad se hundió en la
batalla de Trafalgar a ocho lenguas de la costa de Cádiz, por la zona de Barbate, una situación que coincide "al cien por cien" con la sondeada a un centenar de metros de profundidad.
El buque fue construido en La Habana en 1769 y era el buque de guerra más grande construido en aquel momento con más de 61 metros de eslora y 16,59 de manga. Por estas cifras se le conocía como "El Escorial de los Mares", aunque tras ser probado en alta mar, se dieron cuenta de que sufría de varios desperfectos que fueron corregidos en los astilleros de Ferrol y Cádiz. Tales fueron las modificaciones ejecutadas que se convirtió en el único navío del mundo que contaba cuatro puentes, con una tripulación de 1.071 plazas.
En julio de 1779, cuando España declara la guerra a Gran Bretaña junto a Francia en apoyo a las colonias norteamericanas en su Guerra de la Independencia, el "Santísima Trinidad" fue el buque insignia de la flota española, y tomó parte en las operaciones en el canal de la Mancha a finales del verano de ese año. Pero, sobre todo, se le recuerda por su trágico final en la batalla de Trafalgar, en 1805, donde tras una dura lucha fue capturado por los ingleses en muy malas condiciones, con más de 200 muertos y 100 heridos.
La Universidad de Cádiz pretende reflotar y exponer el navío 'Santísima Trinidad'
La institución avala un proyecto que sacaría de su tumba los restos del buque hundido en el Combate de Trafalgar y los haría visitables en un gran centro en Astilleros Crearía además un gran Museo de la Navegación y de las Culturas Marítimas del Mundo.
Vía:
FRANSICO APAOLAZA, CÁDIZ | La Voz Digital .es, 18 de julio de 2009
Foto: La UCA pretende una operación similar a la del 'Vasa' que se reflotó en Estocolmo. / LA VOZ
Un colosal proyecto que firma la Universidad de Cádiz pretende reflotar los restos de uno de los buques más legendarios de la historia de la navegación española. Se trata del Santísima Trinidad, el mayor navío de línea de su época que se hundió en 1805 tras el Combate de Trafalgar, que tuvo lugar frente a las costas de Cádiz. En aquella brutal batalla de Francia y España contra Inglaterra, el país perdió -además de la hegemonía marítima y miles de vidas-, el apodado Escorial de los mares, que se fue a pique en una tormenta cuando era remolcado por los hombres de Horacio Nelson hacia Gibraltar.
Tras dos siglos de silencio en su tumba de algas, un equipo de la UCA propone la titánica tarea de sacarlo a flote, conservarlo y exponerlo en tierra en Cádiz, la ciudad que lo vio zarpar por última vez, en un gran museo. No se trata de una empresa de ciencia ficción, pese a que la tarea tendría una relevancia a nivel mundial, similar al museo del navío Vasa del siglo XVII que fue recuperado y que se expone en Estocolmo como el más visitado del mundo.
Un informe de la universidad al que ha tenido acceso LA VOZ revela uno de los mayores proyectos de arqueología marina de los últimos años, programado de cara al año 2012.
Dicho proyecto confirma que el pecio del buque se ha localizado ya frente a las costas de Barbate. La posibilidad del hallazgo saltó a las páginas de los periódicos esta semana al saberse que el buque Malaspina de la Armada Española había localizado durante unas pruebas de material de detección de pecios, una irregularidad que podría corresponder con el Escorial de los mares. La información remitía al catedrático de Historia de la Navegación de la UCA Luis Coín, que es quien firma el proyecto de puesta en valor del legendario navío. El proyecto ya se presentó a las instituciones hace unos años, aunque no consiguió el respaldo suficiente. Ahora, sus responsables pretenden ponerlo de nuevo en marcha tras los últimos hallazgos de la Armada.
Años de trabajo
El salvamento de los restos del Santísima Trinidad, conllevaría años de trabajo divididos en tres fases. La primera consistiría en la recuperación del pecio, «localizado ya cerca del Cabo de Trafalgar» y tomaría un año entero.
Más tarde, los técnicos tendrían que tratar en Puerto Real durante dos años los restos para su conservación tras más de dos siglos sumergidos y a merced de las corrientes y el agua marina. Esta parte tomaría dos años, al igual que la construcción del edificio del museo y la preparación de todo el material didáctico para acompañar la descomunal pieza.
Foto: Maqueta del 'Santísima Trinidad'. / ANTONIO VÁZQUEZ
El Santísima Trinidad fue construído en 1769 en los astilleros de La Habana como un gigante de guerra. De todos los navíos de línea -disparaban de costado-, era el único concebido con cuatro puentes armados con una artillería de 140 cañones.
Fue el buque insignia de la flota española durante el combate, al mando de Federico Gravina. Pese a su escasa maniobrabilidad, se trataba de uno de los buques más respetados y en la lucha de astillas y pólvora de la fatidica mañana del 22 de octubre de 1805, luchó contra seis naves inglesas antes de ser desarbolado y rendirse. Los ingleses quisieron guardarlo como presa, y en ese intento lo comenzaron a remolcar rumbo al puerto de Gibraltar. Sin embargo, la fortísima tormenta que siguió a la lucha mandó a pique la nave, al parecer frente al cabo de Trafalgar. En esas inmediaciones, buzos privados encontraron hace cinco años un ancla de doce metros de longitud en madera y metal que se consideró de manera extraoficial como parte del navío. La historia completa podría salir a flote en los próximos años si las instituciones consiguen el acuerdo y los fondos suficientes, una cantidad que se presume astronómica.
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Defensa y Cultura firman un acuerdo que permitirá levantar las Cartas Arqueológicas de pecios españoles
Vía:
Ministerio de Cultura, 9 de julio de 2009
Las ministras Carme Chacón y Ángeles González-Sinde asistieron a bordo del cazaminas ‘Duero’ a una demostración en la mar de las capacidades de la Armada para localización de restos submarinos
En el caso de que se recuperen pecios o restos arqueológicos pertenecientes a buques de Estado, se tendrá en cuenta el interés del Museo Nacional de Arqueología Subacuática y del Museo Naval en ser destinatarios de las piezas extraídas.
Las ministras de Defensa y de Cultura, Carme Chacón y Ángeles González-Sinde, han firmado hoy en el Museo Nacional de Arqueología Subacuática de Cartagena (Murcia) un Protocolo General sobre colaboración y coordinación en el ámbito de la protección del Patrimonio Arqueológico Subacuático, que permitirá, entre otras cosas, el levantamiento de las Cartas Arqueológicas de pecios, y en particular de los pecios de buques de Estado que se encuentran en las aguas de soberanía o jurisdicción española.
El acuerdo suscrito, que tiene por objeto dar cumplimiento a lo establecido en el Plan Nacional de Protección del Patrimonio Arqueológico Subacuático, establece que el Ministerio de Defensa, a través de la Armada, aportará los medios materiales y humanos que se determinen en cada caso y aportará los fondos documentales y archivísticos de que dispone.
Por su parte, el Ministerio de Cultura aportará el asesoramiento técnico de la Subdirección General de Protección de Patrimonio Histórico y del Instituto del Patrimonio Cultural de España, así como los medios de que dispone el Museo Nacional de Arqueología Subacuática. Ambas partes, además, estudiarán oportunidades de formación y adiestramiento mutuo en aquellas áreas de interés común.
Asimismo, el protocolo contempla que los acuerdos que sea preciso establecer con las Comunidades Autónomas o con otras Administraciones implicadas en la Protección del Patrimonio Arqueológico Subacuático serán concertados por el Ministerio de Cultura, previo acuerdo con el Ministerio de Defensa a través de la Armada.
En este sentido, en todos los proyectos se podrá contar con la participación del personal cualificado de la Armada y de cualquier órgano de la Administración Central del Estado que sea preciso, en colaboración con los que determine la Administración Autonómica correspondiente.
EXTRACCION Y RECUPERACION DE PECIOS
En el caso de que en aplicación de este protocolo se efectúe la extracción y recuperación de pecios o restos arqueológicos pertenecientes a buques de Estado, se tendrá en cuenta el interés del Museo Naval y del Museo Nacional de Arqueología Subacuática en ser destinatarios, en forma de depósitos temporales, de aquellas piezas extraídas que completen colecciones ya existentes en los mismos, o que tengan una especial significación histórica, naval, náutica o arqueológica. En cualquier otro caso, el destinatario de dichos bienes será un museo de titularidad pública que determine la Administración Pública competente.
Igualmente, el protocolo suscrito señala que el Ministerio de Cultura se hará cargo de los gastos derivados de las campañas y proyectos de colaboración que realicen las unidades de la Armada, así como los de instalación, mantenimiento, reparación o modificación de los equipos de exploración submarina o de prospección, o los empleados en estas actividades. Por su parte, el Ministerio de Defensa sufragará los gastos corrientes correspondientes a los medios materiales (buques e instalaciones) y humanos que proporcione.
Tras la firma del protocolo, la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, ha destacado "la importancia de la suma de esfuerzos entre ambos Departamentos para obtener un mapa detallado de todos los yacimientos subacuáticos que hay en España”. También ha resaltado que “el Acuerdo representa una estrategia común dirigida a la protección, conservación y difusión de uno de los legados más importantes de nuestra historia, en el marco del Plan Nacional de Protección del Patrimonio Arqueológico Subacuático aprobado por el Gobierno en 2007”.
Por su parte, la ministra de Defensa, Carme Chacón, ha señalado que “la defensa de nuestro patrimonio cultural subacuático es una de las misiones prioritarias para nuestras Fuerzas Armadas”, y ha anunciado que antes de que finalice el verano, la Armada comenzará en las aguas cercanas a Barbate (Cádiz) los trabajos para intentar localizar e identificar el buque ‘Reina Regente’ que se hundió en marzo de 1895 y en el que fallecieron más de 400 marinos españoles.
Antes de la firma del protocolo, las ministras de Defensa y de Cultura han embarcado en el cazaminas ‘Duero’ para asistir a una demostración en la mar de las capacidades con las que cuentan los buques de la Armada que participarán en estos proyectos, para la localización de restos subacuáticos mediante vehículos submarinos operados de forma remota.
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