Cartel informativo en la puerta de la necrópolis donde se refiere el hallazgo de la cierva.

A finales del pasado año 2012 tuvieron lugar unas excavaciones en el castro vettón de Yecla de Yeltes (Salamanca) que afectaron a su parte suroeste, en concreto a las puertas conocidas como del río Huebra, situada al sur y de la necrópolis, situada al oeste; al interior del recodo que describe la muralla entre las referidas puertas; y a la zona extramuros situada frente a la referida puerta de la necrópolis donde se encontraron los cementerios principales de este castro cuya cronología se extendió desde la época prerromana a los finales de la Edad Media.

Los trabajos fueron verdaderamente importantes, sobre todo en las referidas puertas e interior del recinto fortificado rematándose con excelentes estructuras y carteles explicativos que ponen en valor lo descubierto. Por ello y porque salieron a la luz ciertas curiosidades el alcalde de Yecla de Yeltes me invitó a realizar una visita al castro la cual realicé el pasado sábado.

Roca con hendiduras y cazoletas junto a la puerta sur (del río Huebra) del castro.

Puerta del río Huebra. Consecuencia de lo dicho, la puerta del Huebra cambió totalmente su anterior fisionomía  apareciendo ahora un curioso acceso en ángulo recto algunas de cuyas estructuras, recuperadas prácticamente desde su base, no me parece pertenezcan a la obra original. Consecuencia de las obras han aparecido en este lugar más de una decena de piedras ostentado petroglifos, vettones representando, invariablemente, equinos de distintos tamaños; y, lo más curioso, una roca de forma sensiblemente semicircular integrada en la muralla de la parte este que presenta casi tres decenas de incisiones, la mayor parte de ellas en forma de cazoletas, algunas de las cuales se sitúan en las fisuras de la roca. No atribuyo ningún significado ritual a este elemento.

Interior. Las tareas del interior sacaron a la luz los restos de varias casas. Una de ellas presenta planta rectangular y se adosa a la muralla, particularidad que se da en otros castros de esta misma cultura. Lo excepcional aquí es que, en las primeras hiladas de la porción de muralla que integra la construcción, salieron a la luz varios grabados rupestres típicos del castro representando caballitos.

El alcalde de Yecla frente a una casa rectangular adosada a la muralla en cuyo interior se encontraron varios grabados rupestres de caballitos.

Inmediata a la puerta del Huebra, situada al sur del castro, apareció la base de una estructura, rectangular aparentemente, de enorme tamaño que, curiosamente, integra dos estelas funerarias de época romana lo que hace evidente que pertenece a la época medieval del castro. 

Las actuaciones en la zona de la necrópolis, exterior al castro en su parte oeste, sacaron a la luz, a un metro de profundidad, varias tumbas de inhumación fabricadas con lajas, de época medieval, pertenecientes a adultos y a niños, algunas de las cuales quedaron a la vista protegidas por una estructura de metal y vidrio.

¿La cierva vettona de Yecla? Pero una de las cosas más curiosas para los investigadores, para el alcalde de Yecla y para todas las personas que en lo sucesivo visitarán este yacimiento, han sido unos grabados situados en el paramento oriental de la puerta de la necrópolis (han aparecido varios allí todos representando equinos) que los excavadores identificaron como una cierva amamantando a su cría, según se lee en el cartel situado en el lugar: “la delicada imagen de una cierva alimentando a su cría. A pesar del esquematismo de las figuras la imagen ofrece un gran realismo y una gran maestría artística”. Una fantasía seguramente, basada únicamente en las largas orejas que presentan madre y cría (las crías de los cérvidos suelen nacer sin cornamenta aunque sí con orejas como lo hacen los equinos), que nadie podrá desvirtuar al menos en un futuro inmediato. Es cierto que podría tratarse de eso que se dice pero el caso es que en el castro existen centenares de grabados de caballitos: grandes, pequeños, solos, formando grupos, a veces tríos o binomios compuestos claramente por progenitores junto a crías  en actitud de protegerlas, en distintas posiciones y actitudes (recordemos a aquellos que hice famosos con mi entrada “EL MISTERIO DEL CABALLITO”, que organizó algún que otro revuelo), y de distintas características, incluido con frecuencia las largas orejas.

Representación de la supuesta "cierva de Yecla" en uno de los cuadros del panel informativo del lugar.

En conclusión, que sería rarísimo que el referido grabado represente a una pareja de cérvidos pues serían los únicos representados en el lugar; y que, por consiente, lo más probable es que se trate de una yegua y de un potrillo, lo cual no deja de ser interesante pues, aún así, se trataría de unos grabados únicos en el castro.