Joven canadiense de 15 años encuentra perdida ciudad maya en Yucatán (México)

Un joven de tan sólo 15 años descubrió una ciudad maya de la que los expertos no tenían noción alguna. Para lograr esta tarea, William Gadoury estudió la Civilización Maya durante cerca de cuatro años, periodo en el que notó que la antigua población no había fundado sus ciudades cerca de ríos o corrientes de agua como solían hacer en el pasado, situación que llamó su atención.

Fuente: Emol.com, 10 de mayo de 2016 

Gadoury encontró en el Códice Maya de Madrid información sobre las constelaciones que utilizaban los mayas en su cultura y decidió utilizar el mapa de estas estrellas sobre el mapa desarrollado por Google Earth. Al calzar ambas cartografías notó la correlación entre la localidad de las 23 constelaciones y 117 ciudades mayas, incluso descubrió que las principales ciudades corresponderían a las estrellas más brillantes.

Foto: El Códice Tro-Cortesiano o Códice de Madrid. Wikipedia.

Esta relación no había sido descubierta por ningún científico dedicado a la civilización que ocupó el territorio de la Península del Yucatán, sin embargo el joven canadiense no se detuvo ahí. Según detalla Le Journal de Monterreal, Gadoury notó en que una de las constelaciones que se compone de tres estrellas, mostraba sólo dos ciudades; ante la duda llegó hasta la Agencia Espacial de Canadá con la información donde utilizaron imágenes satelitales de la zona en que debería estar la tercera ciudad y descubrieron que existían formas geométricas que podrían constituir una nueva cuidad. "No entendía por qué la Civilización Maya construyó sus ciudades lejos de los ríos, en tierras limítrofes y en las montañas", comentó el joven al diario local, y añadió que "ellos debieron tener un motivo para aquello; y cómo trabajan con las estrellas, la idea de verificar esta teoría llegó a mi mente. Estaba realmente sorprendido y entusiasmado cuando me di cuenta de que las ciudades más grandes correspondían a las estrellas más brillantes de las constelaciones".

Con tan sólo 15 años, Gadoury logró encontrar vestigios de una ciudad que nadie había visto antes. El joven decidió llamarla K'AAK' CHI', que significa "Boca de Fuego", y ahora deberán esperar conformar una expedición que viaje hasta esa zona de la selva para encontrar los vestigios vistos en las imágenes satelitales.

Ante el posible descubrimiento de una nueva ciudad, el especialista de la Universidad de Nuevo Brunswick, doctor Armand LaRocque, analizó las fotografías junto a la Agencia Espacial de Canadá y señaló que "figuras geométricas, como cuadrados o rectángulos aparecieron en las imágenes. Formas que difícilmente se pueden atribuir a un fenómeno natural". "Cuando el doctor LaRocque me dijo en enero que habíamos encontrado una pirámide y cerca de treinta estructuras fue extraordinario", señaló el William Gadoury.

El joven canadiense comenzó a estudiar la Civilización Maya luego de que se revelara el calendario de este pueblo en 2012 junto a las teorías de catástrofes en el planeta. Desde entonces Gadoury se ha dedicado a entender esta cultura, a pesar de que aún continúa sus estudios en el colegio.

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Comentario por José Luis Santos Fernández el mayo 11, 2016 a las 1:29pm

Arqueólogos tienen dudas sobre ciudad maya descubierta por adolescente

El adolescente de 15 años William Gadoury fue recientemente catapultado a la fama, cuando el pasado 7 de mayo, el periódico canadiense Le Journal de Montréal le atribuyó el descubrimiento de una nueva ciudad maya en la Península de Yucatán, México.

Muchos medios replicaron la noticia rápidamente, no obstante su “hallazgo” ha sido recibido con mucho escepticismo por parte de la comunidad arqueológica en México. Varios expertos han señalado que la teoría del joven Gadoury, con la que “detectó” la ciudad, ya ha sido descartada antes por la ciencia.

El matutino canadiense consignó que el joven estudió 22 constelaciones mayas que aparecen en el Códice Tro-Cortesiano del Museo de América de Madrid, y luego lo colocó sobre un mapa de Google Earth. Así se percato que las estrellas correspondían con la ubicación de 117 ciudades mayas.

Al analizar una constelación que no estaba en el códice pero sí en otro libro de cultura maya, Gadoury, se dio cuenta de que dicha constelación estaba conformada por tres estrellas y que en el mapa de Google Earth solo dos ciudades coincidían con los astros. Así que pensó que debería existir una metrópoli, la número 118, en algún lugar de Yucatán.

Según Le Journal de Montréal, la hipótesis del joven fue comprobada cuando se observaron formas geométricas en imágenes satelitales de la zona donde Gadoury decía que podía estar la ciudad Maya “no descubierta”.

La postura de los expertos

El joven canadiense ya bautizó la ciudad descubierta como K’ÁAK Chi, que significa Boca de fuego, a pesar que nunca ha viajado al lugar para corroborar su existencia. Los científicos mexicanos dicen que el hallazgo es una exageración, una teoría que debe comprobarse y una especulación arriesgada.

Según reporta El País, la teoría que plantea que los mayas construían ciudades a partir de constelaciones ha sido descartada por los arqueólogos. “Los mayas no diseñaban sus ciudades orientados en las estrellas. Lo hacían con base en factores tan mundanos como fuentes de agua, materias primas y disponibilidad de suelo utilizable para el cultivo ¿De qué iban a vivir, de la mirada al cielo?”, dice el profesor e investigador responsable del Laboratorio de Zooarqueología de México.

Por su parte, Héctor Hernández Álvarez, maestro en Ciencias Antropológicas  especializado en Arqueología por la Universidad Autónoma de Yucatán, opina que la idea no es descabellada considerando la precisión de las observaciones astronómicas de los mayas.

"La peculiar propuesta de explicar la distribución espacial de asentamientos mayas se ha hecho en otras ocasiones y, claro, jugando y moviendo el plano celestial uno puede llegar a encontrar un sinnúmero de arreglos espaciales que se asemejan a lo humanamente hecho en nuestro planeta", explica el doctor Rafael Cobos Palma, miembro del Sistema Nacional de Investigadores y doctor en Antropología por laUniversidad de Tulane (Estados Unidos).

Para Cobos, la ciencia se construye con investigación y si el joven quiere dar a conocer un hallazgo tan importante, debe ir al campo y comprobarlo.

Fuente: Soy502.com, 10 de mayo de 2016

Comentario por Percha el mayo 11, 2016 a las 5:15pm

Las dudas de los expertos ante la ciudad maya ‘descubierta’ por un quinceañero canadiense

Vista aérea de la zona arqueológica de Uxmal en Yucatán, México.

Vista aérea de la zona arqueológica de Uxmal en Yucatán, México.. Gobierno de Yucatán

MÓNICA CRUZ ABRIL MULATO para Verne/El País

El pasado 7 de mayo, el diario canadiense Le Journal de Montréal publicó que el adolescente William Gadoury, de 15 años, había descubierto una nueva ciudad maya en la Península de Yucatán, México. De acuerdo con el periódico, el joven estudió 22 constelaciones mayas que aparecen en el Códice Tro-Cortesiano del Museo de América de Madrid (uno de los tres libros mayas jeroglíficos que se conservan) y tuvo la iniciativa de colocarlo sobre un mapa de Google Earth. Así notó que las estrellas correspondían con la ubicación de 117 ciudades mayas.

Hace ya dos años, este estudiante, que entonces tenía 14 años, fue invitado por la Agencia Espacial de Canadá por su proyecto para estudiar si las civilizaciones mayas construían sus ciudades en correlación con la posición de las estrellas. Según el diario canadiense, fue al analizar una constelación que no estaba en el códice pero sí en otro libro de cultura maya, cuando se percató de que dicha constelación estaba conformada por tres estrellas y que en el mapa de Google Earth solo dos ciudades coincidían con los astros. Así que pensó que debería existir una metrópoli 118 en algún lugar de Yucatán.

En el artículo anteriormente citado se menciona que el diario tuvo acceso a algunas de esas imágenes de satélite en donde se aprecian diferentes estructuras de lo que podría ser una ciudad antigua. Según lo que el Doctor Armand LaRocque, especialista en teledetección de la Universidad de New Brunswick, explicó a Le Journal de Montréal, las formas geométricas que aparecen en las fotografías difícilmente pueden atribuirse a fenómenos naturales.

Aunque Gadoury no ha corroborado su teoría, pues no ha podido desplazarse al lugar, ha llamado a la hipotética ciudad perdida K’ÁAK Chi, que significa Boca de fuego. Según su investigación, el sitio podría tener un área total que oscila entre los 80 y los 20 kilómetros cuadrados y haber contado con una pirámide 86 metros y con 30 estructuras, lo que podría posicionarla como la cuarta ciudad maya más importante.

Instituto Nacional de Antropología e Historia. El códice Tro-Cortesiano contiene escenas adivinatorias en un contexto de ciclos calendáricos (tzolkín y haab) y direcciones del universo.

La posición de los arqueólogos mexicanos

Para algunos investigadores mexicanos y expertos en arqueología, el supuesto descubrimiento de William es una exageración, una teoría que debe comprobarse y una especulación arriesgada. “Los mayas no diseñaban ni sus ciudades, ni sus paisajes orientados en las estrellas. Lo hacían con base en factores tan mundanos como fuentes de agua y materias primas y disponibilidad de suelo utilizable para el cultivo ¿De qué iban a vivir, de la mirada al cielo?”, dice en entrevista a Verne el profesor e investigador responsable del Laboratorio de Zooarqueología de la Facultad de Ciencias Antropológicas de la Universidad Autónoma de Y....

“Hay una gran cantidad de ciudades prehispánicas aún "escondidas" en la selva (en Campeche, Quintana Roo, Yucatán), por lo que no me parece extraño que el niño hubiese encontrado  algún sitio con ruinas al aplicar algún patrón al bosque o a ruinas existentes. Esto tiene que ver con la afluencia de contextos prehispánicos, más que con alguna fórmula ancestral o algo parecido”, explica.

Por su parte, Héctor Hernández Álvarez, maestro en Ciencias Antropológicas especializado en Arqueología por la Universidad Autónoma de Yucatán, opina que la idea no es descabellada considerando la precisión de las observaciones astronómicas de los mayas. "Actualmente, las nuevas tecnologías de percepción remota permiten identificar asentamientos o descubrir sitios que fueron ocupados por grupos humanos en el pasado. Lo que habría que comprobar es si esto realmente coincide con la idea de que las ciudades mayas fueron planificadas basándose en un cosmograma", detalla.

El doctor Rafael Cobos Palma, miembro del Sistema Nacional de Investigadores y doctor en Antropología por la Universidad de Tulane (Estados Unidos), cree que el lugar donde Gadoury encontró la estructura está muy cerca de Calakmul, Uxul y Tortuga, sitios mayas que se encuentran en el sur de Campeche. "Esta es una zona amplia y extensivamente explorada desde la década de 1930 por numerosos investigadores mexicanos y no mexicanos", dice. "La peculiar propuesta de explicar la distribución espacial de asentamientos mayas se ha hecho en otras ocasiones y, claro, jugando y moviendo el plano celestial uno puede llegar a encontrar un sin-número de arreglos espaciales que se asemejan a lo humanamente hecho en nuestro planeta".

Para Cobos la ciencia se construye con investigación y si el joven quebequés quiere dar a conocer un hallazgo tan importante, debe ir a campo y comprobarlo. "Si descubrir la ubicación de sitios arqueológicos, saber la altura de sus edificios y el área de extensión de sus asentamientos fuera una tarea fácil, entonces los arqueólogos no tendríamos que ir a campo e instituciones que apoyan la investigación", agrega. "El trabajo de investigación científica de un arqueólogo es algo serio, muy serio".  

El Instituto Nacional de Antropología e Historia dijo a Verne que no puede avalar la existencia de esa ciudad, ni la información presentada por el diario canadiense. Agregó que la teoría que planeta que los mayas construían ciudades a partir de constelaciones ha sido descartada por sus arqueólogos.

Comentario por Luis Castaño Sánchez el mayo 12, 2016 a las 12:33am

Personalmente me parecen razonables las objeciones del Sr. Cobos ("Para Cobos la ciencia se construye con investigación y si el joven quebequés quiere dar a conocer un hallazgo tan importante, debe ir a campo y comprobarlo") ya que al fin y al cabo efectivamente la ciencia se basa en la comprobación.

De hecho bajo mi punto de vista el chico parece tener un espíritu investigador bastante bien amueblado, ya que por lo que se cuenta sí que está intentando ver cómo comprobar su propuesta, ¿no? Si ha hablado con la Agencia Espacial de Canadá ha sido con esa intención.

Pero es evidente que cuando el Sr. Cobos dice "si el joven quebequés quiere dar a conocer un hallazgo tan importante, debe ir a campo y comprobarlo" olvida / obvia (diría que muy conscientemente) la situación personal del investigador. Y creo que es algo que debería tener en cuenta, porque no creo que a un chico de 14 años le sea tan fácil plantarse desde Montreal hasta Yucatán para verificar su propuesta.

En cualquier caso dejo aquí un enlace a lo último que he leído sobre este tema:

http://m.magnet.xataka.com/en-diez-minutos/no-ningun-nino-de-15-ano...

 

Comentario por Guillermo Caso de los Cobos el mayo 16, 2016 a las 5:06pm

Ahora dicen que la ciudad maya perdida es en realidad un campo de marihuana

El adolescente canadiense William Gadoury, de 15 años, aseguró haber descubierto una ciudad maya.

Fuente: clarin.com | 16 de mayo de 2016

Hace unos días se conoció la noticia del descubrimiento de una ciudad maya perdida a manos de un chico canadiense de 15 años. Sin embargo eso que sacudió a toda la comunicad científica la semana pasada ahora parece provocar dudas, también risas. Es que un arquélogo -que asegura haber trabajado en la zona del presunto descubrimiento- afirma que en realidad en el sitio no hay una civilización perdida, sino un campo de marihuana.

El arqueólogo Geoffrey E. Braswell (izquierda), de la Universidad de California en San Diego, señaló que la presunta “ciudad maya perdida” descubierta por el adolescente William Gadoury en realidad podría tratarse de otra cosa. En una carta enviada al diario The Washington Post, Braswell señala que él y un grupo de estudiantes realizaron investigaciones en la zona donde supuestamente se ubicaría una ciudad maya oculta en la selva.

 

El arqueólogo afirma que la imagen satelital en la que el joven canadiense fundamenta su presunto hallazgo corresponde con la laguna El Civalón, y las dos figuras rectangulares identificadas como pirámides en realidad se tratarían de campos de marihuana, los que afirma ser muy comunes en esa zona.

Además Braswell añadió que en esa región no hay pirámides, únicamente un sitio arqueológico colonial cercano, que formaba parte de la vía real española que unía a Campeche y el lago Petén Itzá, en Guatemala.

Esto viene acompañado de la cautela con la que tomó el caso el Instituto Nacional de Antropología e Historia de México, quienes no avalaron el hallazgo porque carece de seriedad. El coordinador nacional de Arqueología del Instituto, Pedro Francisco Sánchez, destacó que la teoría del canadiense no tiene fundamentos, ya que no se sabe qué escala está empleando para que coincidan las constelaciones con los asentamientos.

 

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