Una página de pergamino manuscrita por ambas caras denominada
el Fragmento de Regensburg, ha sido adquirida por el University College de Cork (UCC) a través del Dr. Timothy Bolton, delegado de la Sección de Manuscritos Occidentales de la galería Sotheby’s de Londres, del bibliotecario John Fitzgerald y de Cronan Ó Doibhlin, director de las Colecciones Especiales de la Biblioteca Boole en la UCC.
El fragmento, una letanía en letra románica del s. XII, contiene los nombres de varios santos irlandeses, entre ellos San Patricio, S. Brandán y S. Columba, manuscritos en una pieza que formaba parte del repertorio de un coleccionista privado.
Lo más emocionante para coleccionistas e investigadores es que tales fragmentos se encuentran a menudo pegados en antiguos libros impresos para reforzar su encuadernación. Los primeros impresos se hacían para reproducir antiguos manuscritos, de manera que los folios originales se desechaban y hasta eran arrancados del original para cumplir dicha función de refuerzo.
El Dr. Bolton afirma que éste fragmento se encontraba “descansando” en una colección privada que estaba examinando y que “lo cogió al vuelo” cuando comprendió de lo que se trataba.
Bolton, un medievalista, identificó la elegante letra del manuscrito en el siglo XII, ya que además de nombres de santos germánicos contenía los de los primeros abades de Ratisbona. En la otra cara, el manuscrito contenía nombres de santos irlandeses que comenzaban con Patricio y que estaban escritos “como solamente un irlandés los pronunciaría”, lo cual despertó el interés de Bolton que se puso en contacto con los especialistas de la UCC a través del profesor emérito de la misma, el Dr. Ó Riain, a su vez especialista en la labor de los misioneros irlandeses de la Edad Media.
En el año 2008, Ó Riain organizó un seminario para discutir el origen y significado del Fragmento y para promocionar su eventual retorno a Irlanda.
Ratisbona o Regensburg, llamada por los romanos
Castra Regina, fue convertida en obispado por San Bonifacio, en el año 739. Fue capital del Sacro Imperio Romano-Germánico y mantuvo estrechos lazos con Irlanda, de dónde se nutrían sus
Schottenklöster o monasterios benedictinos poblados por irlandeses, hasta que en el s. XVI el número de pupilos de esta nación empezó a decrecer en favor del de escoceses.
El Schottenklöster de Ratisbona (el de Santiago) es el más probable lugar de procedencia del Fragmento. El que se encuentren nombres de santos Irlandeses junto a los de santos Alemanes, refuerza esta identificación y el deseo de su autor de estrechar los lazos entre la comunidad germánica y la de la tierra madre.
Pero además, la elección de los nombres irlandeses muestra una lógica devocional que enlaza el Schottenklöster con la provincia de Munster, lo que sugiere que la letanía pudo ser compuesta en torno a 1150, cuando muchos de los abades de Ratisbona procedían del norte de esta provincia irlandesa.
El hecho de que los nombres de los Ss. Brandán, Columba, Finián, Kiarán, Cronán, Molúa o Molaga aparezcan tan claramente escritos en el Fragmento ha revelado que el manuscrito se realizó para ser leído en voz alta o cantado, como corresponde a una letanía.
Para enfatizar este aspecto funcional del documento, después del seminario organizado por Ó Riain en el 2008, los monjes de la abadía de Glenstal, en el condado de Limerick —tan afamados como los de Silos en grabar sus cantos litúrgicos— cantaron la letanía de Ratisbona en Vísperas, de forma que fue seguramente la primera vez que ésta se escuchaba en Irlanda y quizá también la primera vez que se hacía desde el siglo XVI.
(Vía
Medieval News. Resumen & traducción Carmen L.)
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