Los anales de la Historia de Malta le confieren una ocupación por los grupos humanos hacia los años 5.200 antes de nuestra era. Esos grupos, se piensa, provendrían de la cercana isla de Sicilia, gran isla que dista unas pocas leguas marítimas hacia el norte y que habrían constituido, al llegar, los primeros asentamientos de corte neolítico, agricultores y ganaderos. Las siguientes referencias históricas hacen alusión a una época llamada de la "gran arquitectura" ya en un marco cercano o incluso dentro de los esquemas del Calcolítico, "gran arquitectura" enmarcada a su vez dentro del fenómeno Megalitismo.

Malta es la mayor de las islas del archipiélago maltés constituido por tres islas, a saber: Malta, Gozo y Comino. Existen unas viejas leyendas entre los habitantes del lugar, las gentes de nuestro siglo y pasados, que hablan de que las más viejas construcciones y de aspecto formidable en aquellas islas las habrían realizado una raza de gigantes. Así quedan muestras de esa leyenda en el yacimiento de Ggantija en la isla de Gozo y que significa eso mismo. Pero esa construcción megalítica queda enmarcada en una serie bastante amplia de otros edificios encontrados en el archipiélago.

Una enumeración de esos monumentos podría ser: en la isla de Gozo, ciudad de Xaghra, Ggantija que consta de dos edificios en forma de trébol datados cronológicamente entre el 3.600 y el 3.000 años antes de nuestra era (a.n.e.), el hipogeo circular Brochforff y un Círculo Megalítico de piedra relacionado con los edificios. En Malta, y de más viejo a más nuevo, hay que hablar de Ta Hagrat de Mngarr, datado entre el 3.800 y el 3.600 a.n.e.; muy cerca del anterior aparece Skorba, datado entre el 3.600 y el 3.000 a.n.e.; otros dos edificios funerarios en forma de trébol o trébol superpuesto son Hagar Gim (3.600-2.500 a.n.e.) y Mnandra (3.600-3.000 a.n.e.) y que distan entre ellos tan solo 500 metros; y el edificio funerario de Tarxien (3.600- 2.900 a.n.e.). Tan solo queda ahora nombrar los hipogeos, lugares donde depositaban a los difuntos, y que en Malta son las Tumbas de Xemxija, con una datación que va desde el año 4.100 al 3.100 a.n.e., y el gran hipogeo de Hal Safieni, con dataciones muy diferentes que podrían llegar hasta los 6.500 años a.n.e., y la datación convencional que habla de 2.500 años antes de esa era. En este último fueron inhumados alrededor de 7.000 esqueletos.

Esto así, a vuela pluma, pero existen otros muchos más.

La interpretación que ofrece la Prehistoria y la Historia del Arte es que se trata de construcciones destinadas a veneración o culto de diversas divinidades sin que se haya podido precisar el tipo de diosas o dioses, o fuerzas de la Naturaleza, ni los ritos o ceremonias llevados a cabo en esos edificios. Se habla de culto a la "Diosa Madre" relacionada con la fertilidad.

Sin embargo, aquellas edades, entre los 4.000 y los 3.000 años a.n.e., sean quizás algo muy temprano para hablar de religión y culto, y que la abstracción mental de las gentes del final del Paleolítico acaso persiguiera otra clase de asuntos o inspiración.

Nuestra interpretación personal  -no especializada por ende-  iría encaminada a conceptuar todas y cada una de esas construcciones del archipiélago maltés dentro de alguna gran función funeraria, dentro del antiquísimo y muy practicado en los ambientes paleolíticos del Culto a los Muertos, "culto a los muertos" que por las eras cercanas al Calcolítico habría conseguido ciertos niveles de abstracción y sutileza.

Para ello imaginemos una escena que puede recrear y dar explicación para la existencia esas construcciones. Un pequeño barco, o varios de ellos, llega a los fondeaderos de la isla de Malta. A bordo vienen una serie de mujeres y de hombres, a parte de la tripulación, cuya misión consiste tan solo en dar sepultura a un importante personaje -mujer u hombre- cuyo féretro o ataúd va en ese barco.

Una vez en la isla el cortejo sería atendido por unos personajes especializados, azafatos de la compañía (recordemos las estatuillas de hombres encontradas en el Círculo Megalítico de Xaghra y conservadas en el Museo de La Valeta), uno o varios brujos-chamanes (que podrían ser tanto hombres como mujeres), coros de plañideras, etc., y que serían los encargados de oficiar las ceremonias del difunto. A continuación, el cortejo llegado sería conducido a uno de los edificios en forma de trébol (Hagar Qim, Mnandra Tarxien) -los llamados "templos"-, al que usasen en esos momentos o que estuviese de moda, o quizás al que el difunto se pudiese permitir, y que serían no más las capillas que hoy día se usan en los cementerios, pero con fines digamos más ampulosos.

 

Una vez en el lugar se llevarían a cabo los negocios pertinentes de intercambio de objetos preciosos, estatuillas de Venus, pequeños apriscos de animales, cestas con granos para la siembra, etc.,  y que servirían para pagar las ceremonias.

Ahora ya podían comenzar las exequias del difunto, cuidados del cadáver por parte del brujo-curandero, canto de las plañideras y cantores y acaso ritos y sacrificios, quema de incienso y mirra, pero siempre, siempre, dentro del ceremonial relacionado con el entierro y el importante señor o señora del féretro.

Bien. Pues una vez terminadas todas las ceremonias, el cortejo con el difunto sería sin más conducido al Hipogeo (Borchforff en Gozo, Xemxija y Hal Safieni en Malta) donde sería enterrado junto a los otros importantes personajes que allí yacían desde antiguo. Allí terminaría el paquete de ceremonias y el cortejo regresaría al barco para navegar hacia su lugar de procedencia.

Quedarían así ciertos cabos sueltos como la distancia entre las diferentes construcciones o la interpretación de las Venus encontradas, tanto las de pequeño tamaño como las de gran tamaño, a las que habría que otorgar un significado más normal o arquetípico, pues, ya que no cuadra el "culto a la fertilidad" con la finalidad de la necrópolis, habría que mirarlas como símbolos de vida, compañera o consuelo, para el difunto.

Ahora solo queda por dilucidar una cuestión, una importante cuestión de fondo: ¿de dónde eran esas gentes que llevaron a cabo esas magníficas construcciones, demostraciones de fuerza como son los edificios megalíticos, que se preocuparon de forma tan especial en esos enterramientos, que desplegaron tanta sabiduría, cuadros de gentes y aparatos, tiempo y ganas, solo, solo para descansar en paz en aquel lugar maravilloso, ¿de dónde vinieron en los años 3.500 antes de la era cristiana?

La hipótesis no son muchas, no pueden ser muchas, y puesto que el hecho es verdad, está demostrado por la arqueología y los estudios pertinentes, y los ojos de miles de turistas los contemplan cada año, es mejor indagar sobre la procedencia de esas gentes que usaron el archipiélago maltés solo con esa finalidad, el boato de su entierro, la consecución de su descanso eterno en unas islas perdidas en el mar.

La primera procedencia, el primer lugar a incluir es sin duda lo más inmediato, los grupos de humanos desplegados y desarrollados en el archipiélago. Que habrían sido ellos quienes, en un alarde de progreso y civilización, especialización e interés, habrían construido esos edificios megalíticos y habrían desplegado aquellas ceremonias mortuorias. Pero la cosa parece un poco desfasada. La "era de la gran arquitectura" comienza en el archipiélago y en Malta hacia el año 4.000 a.n.e., y las primeras ocupaciones de la isla son de hacía tan solo 1.200 años. Pensemos así mismo que la población de las islas maltesas por aquel entonces era tan solo de 4.000 individuos y que los esqueletos inhumados hablan de 7.000 individuos. Es como si los rescates arqueológicos fueran demasiado espectaculares y refinados para un desarrollo tan corto de civilización, como si 1.200 años, según la forma de ser y desarrollarse las cosas en aquel tiempo, no fueran suficientes para justificar ni los objetos de pequeño tamaño ni la grandeza del megalitismo.

Vinieron entonces de otros lugares. Acaso de Sicilia, siguiente lugar inmediato, puede ser que allí sí existiera el suficiente desarrollo causante de esas magníficas demostraciones. Pero la Prehistoria siciliana,  siempre permaneció un poco aparte de las pequeñas islas del sur, a pesar de las hipótesis sobre sus primeros habitantes.

El lugar que tiene, a mi entender, mejores posibilidades de procedencia sería el sur y mediodía de Italia, que sería desde allí desde donde se dispondrían esos alucinantes cortejos mortuorios marinos. Aquí hay que tener muy en cuenta la migración de gentes que en el Epipaleolítico habrían llegado a la península italiana a través del Adriático y procedentes de Dalmacia y las culturas danubianas. Esas gentes se habrían mezclado con las comunidades epipaleolíticas y neolíticas desarrolladas en Italia y que ya disfrutarían de un grado avanzado de desarrollo. Sería entonces ese tipo de civilización la que habría puesto en marcha, paso a paso, todas y cada una de las construcciones en el archipiélago maltés. Traer a cuento aquí la proverbial habilidad de los artistas, escultores y constructores de aquellas regiones danubianas.

Aunque pueden conjeturarse otras procedencias. Pensemos así que el lugar mágico, las islas maltesas, se habría ido haciendo famoso en los ambientes mediterráneos hasta el Próximo Oriente como eso, para eso precisamente: los entierros magníficos. Es de aseverar aquí que, en las inhumaciones llevadas a cabo en el Hipogeo de Hal Safieni, la gran diversidad de esqueletos encontrados y la diferencia entre unos cráneos y otros. Así, los importantes personajes enterrados en los hipogeos podrían llegar desde Creta, por ejemplo, la Civilización Minoica, desde la "cultura de los palacios" desarrollada en la isla, o desde Anatolia, las prósperas sociedades de comerciantes allí desplegadas, pensar aquí en el paralelo sorprendente entre las estatuillas femeninas encontradas en los lugares malteses y las desarrolladas en las culturas anatólicas. 

Otro posible lugar de procedencia de esos muertos enterrados en las instalaciones de Malta podrían ser las avanzadas ciudades de Mesopotamia sur, la ciudad de Uruk, en concreto. Hay que considerar aquí esa clase de cráneos alargados descubiertos en Hal Safieni que coinciden de manera admirable con la estatuaria y las costumbres de alargamiento de cráneos en consecución de nobleza, importancia y posibilidad intelectual en aquella ciudad de Uruk. Curiosamente, en las superficies arqueológicas descubiertas en Uruk no existe cementerio, es decir, no fue descubierta la necrópolis de Uruk, así, como en otras ciudades importantes mesopotámicas -Ur, por ejemplo-  sí que existe y fuera descubierto una hermosa necrópolis. Podría ser así, no más, que la isla de Malta y sus avanzadas instalaciones hubiera servido de auténtica necrópolis de esa ciudad Uruk, y acaso de otras diversas ciudades y culturas de aquel lugar Mesopotamia.

Bien, la situación entonces de esa "gran necrópolis maltesa" quedaría representada de esa manera, unas construcciones al estilo del Megalitismo, con un importante sucederse en el tiempo y que seguirían sin más las costumbres de "culto a los muertos", pero con ciertos grados de sutileza y magnificencia.

Piénselo entonces aquellos que planean sus vacaciones en Malta, pues no sucederán sus días de recreo y diversión, sino en un formidable "Jardín de Reposo". 

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