Me he encontrado esta historia entre mis feeds arqueo-hibérnicos. La traigo por lo curiosa.

Durante la revolución de los United Irish Men de 1798, tuvo lugar una sangrienta batalla en New Ross, condado de Wexford. Los rebeldes que se habían levantado contra la ocupación inglesa, cayeron como moscas ante las murallas y en las calles de dicha ciudad del S.E. de Irlanda. Sus armas consistían mayormente en picas, contra los cañones, mosquetes y otras armas de fuego de la guarnición inglesa. Se calcula que unos 3.000 hombres quedaron en calles y campos de dicha ciudad, en una batalla que duró la mayor parte del día.

En la mano de uno de los rebeldes no había una pica, sino una espada a la que se le había añadido una rudimentaria empuñadura de cuero sujeta con clavos de hierro. era una espada de la Edad del Bronce cuyo lugar de origen se desconoce.

La noticia, recolectada por Colm Moriarty en su blog Irish Archaeology, no indica cómo el ejemplar fue a parar al Real Museo de Ontario, en Canadá, donde se encuentra actualmente. Me figuro que la curiosidad "anticuaria" que entonces se extendía entre los británicos jugó algún papel en ello.

¡Si al menos el rebelde hubiera llevado un arcabúz de mecha del XVI...! Los irlandeses siempre han sido "mu exageraos".