Iruña Veleia y sus "revolucionarios" grafitos VI: En los juzgados

Habiéndose publicado en el DNA de hoy una noticia relevante que afecta a una de las tres denuncias presentadas, en este caso la de Euskal Trenbide Sarea (ETS), y dada la extensión de los comentarios al anterior post de la serie, "Iruña Veleia y sus "revolucionarios" grafitos V: En espera de los j...", parece procedente abrir una nueva sección de la misma.

LA JUEZA NO VE DELITO POR EL 'CASO VELEIA' EN LOS TRABAJOS QUE ELISEO GIL REALIZÓ PARA EUSKOTREN

La magistrada sobresee una de las dos denuncias de la firma por fraude y daños
El auto recuerda que el convenio de patrocinio entre ambas partes se firmó años antes de la aparición de los grafitos

Garikoitz Montañés

VITORIA. Cuando parece que el caso Veleia ya no puede generar más sorpresas, siempre tiene una vuelta de tuerca pendiente. La jueza ha decidido sobreseer una de las dos querellas presentadas por EuskoTren -en concreto, se trata del litigio de Euskal Trenbide Sarea- contra los responsables de Lurmen, la empresa encabezada por Eliseo Gil e Idoia Filloy y responsable de los otrora revolucionarios hallazgos del yacimiento romano, por presunto fraude y daños en recinto arqueológico. La titular del Juzgado de Instrucción nº 1 de Vitoria entiende que "no aparece suficientemente justificada la perpetración de una infracción penal". Contra esta decisión aún cabe recurso.

El arqueólogo Eliseo Gil, ex director del yacimiento de Veleia. Foto: M. Ruiz

Las expectativas generadas por los hallazgos de Iruña Veleia, basados en unos grafitos con inscripciones en euskera, latín y de temática cristiana llamados a cambiar la Historia, saltaron por los aires el 19 de noviembre de 2008: una comisión de expertos activada por el Departamento foral de Cultura concluyó que las inscripciones eran falsas. Ese anuncio conllevó la decisión del Ejecutivo foral de retirar los permisos de excavación a Gil, que siempre ha negado las acusaciones, y de cerrarle las puertas del yacimiento. Pero el asunto no quedó ahí, ya que también comenzó una batalla legal en los tribunales.

La Diputación anunció, ya en marzo de 2009, que presentaba una querella con doble vertiente para tres personas vinculadas a Lurmen: por un lado, cargó contra Eliseo Gil y el geólogo Óscar Escribano por un presunto delito de atentado contra el patrimonio cultural y, por otro, contra el físico nuclear Rubén Cerdán y el propio Gil por estafa. El asunto fue más allá, puesto que la empresa pública que financió los trabajos de Lurmen, EuskoTren, también presentó sendas demandas -la firma en su día dividió el patrocinio entre la propia EuskoTren y Euskal Trenbide Sarea (ETS)-, en este caso contra el ex director y la ex codirectora de Veleia, Gil y Filloy.

El panorama, así, se complicó de tal forma en los tribunales que, por momentos, hasta tres juzgados diferentes manejaron información en torno al caso Veleia. Desde la Diputación y EuskoTren, de hecho, se barajaba la posibilidad de aunar sus querellas. Gil, por su parte, también respondió presentando una denuncia contra la Diputación y la UPV que, sin embargo, fue archivada. La situación ahora se repite, pero a la inversa.

La titular del Juzgado de Instrucción nº 1 de Vitoria ha sobreseído las acusaciones de ETS. En el auto, al que ha tenido acceso este rotativo, la magistrada se centra sobre todo en las acusaciones de estafa. La jueza destaca, como ya sostuvo la Fiscalía, que el acuerdo entre el querellante y Lurmen es cuatro años anterior a la aparición de los hallazgos excepcionales y que, por tanto, los arqueólogos no tenían el propósito de engañar a la empresa.

EuskoTren y Lurmen suscribieron su acuerdo, en concreto, el 27 de abril de 2001, mediante el que la firma pública se comprometía a financiar la excavación en Veleia entre 2001 y 2010 a cambio de casi 620.000 euros. En 2004, nace Euskal Trenbide Sarea que, dos años más tarde, se reparte el presupuesto con ET. La compañía abonó, entre 2006 y 2008, unos 648.000 euros para este fin. Sin embargo, la magistrada considera que "la aportación patrimonial del querellante no obedece a la aparición de los grafitos" y, además, "tampoco se alega que la aportación se hiciera por la promesa de encontrarlos".

En definitiva, la jueza entiende que el mecenazgo financió un trabajo arqueológico que, de hecho, se ha realizado, "por lo que en origen no existió engaño alguno". Además, por los hallazgos de las piezas "no consta, ni se denuncia, que el querellante hubiera incrementado su aportación patrimonial".

OTROS DELITOS, OTRAS VÍAS

La magistrada, finalmente, también hace referencia tanto al perjuicio a su imagen que, según ETS, ha supuesto el escándalo de Veleia como al presunto daño causado al yacimiento arqueológico. Por un lado, entiende que para el daño al honor bastaba con acudir a la vía civil y mercantil y, por otro, que si se produjo un delito contra el patrimonio arqueológico, ETS debería presentarse "como acusación popular, presentando fianza, y no como perjudicado".

Llama atención, además, la celeridad con que el juzgado ha solventado esta querella, puesto que se anunció en mayo y el auto fue dictado, pese a las vacaciones, el pasado 17 de agosto. Este sobreseimiento provisional, contra el que cabe recurso, marca un precedente que podría motivar que, en próximas fechas, la denuncia pendiente de EuskoTren siga el mismo camino. Un nuevo enredo para un caso que no termina de aclararse.

LA POSICIÓN DE LA FISCALÍA AL PEDIR EL ARCHIVO DE LA CAUSA, CLAVE EN LA DECISIÓN JUDICIAL

El auto de la magistrada hace referencia en cuatro ocasiones a los argumentos anunciados por el fiscal

G. Montañés

VITORIA. El posicionamiento de la Fiscalía Provincial de Álava en el caso Veleia ha sido clave en la decisión judicial. El auto hace referencia en al menos cuatro ocasiones al razonamiento que llevó al fiscal a pedir el archivo de una de las denuncias de EuskoTren por las mismas razones que ahora esgrime la jueza: el convenio entre la firma pública y la empresa Lurmen, con Eliseo Gil al frente, se firmó cuatro años antes del inicio de los hallazgos y estos no motivaron un aumento del presupuesto de mecenazgo.

La posición de la Fiscalía, en cualquier caso, resultó sorprendente sólo hasta cierto punto. Y es que, en un primer momento, la Diputación alavesa simplemente trasladó la información del caso Veleia al fiscal jefe, Josu Izaguirre, para que estudiara el caso, pero la primera reacción de Izaguirre, el 5 de diciembre de 2008, fue solicitar más documentación. Ya en marzo, después de que Izaguirre mostrara sus dudas sobre la metodología seguida por el Ejecutivo foral en este caso, el Gobierno dio un paso más y presentó formalmente una querella contra tres personas vinculadas a Lurmen: Eliseo Gil, Óscar Escribano y Rubén Cerdán.

A Gil, de hecho, se le acumularon las causas en los tribunales, puesto que a la denuncia de la Diputación se sumaron las dos de EuskoTren, también por fraude y daños al patrimonio. Sin embargo, en julio, la Fiscalía solicitó el archivo de una de las querellas, la de ET. Fuentes del proceso incluso apuntaron que no se había repetido la fórmula con la otra causa de ETS porque el Ministerio Público no había recibido notificación de la misma.
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Al día siguiente, en El País:

LA JUEZ ARCHIVA LA QUERELLA DE UN PATROCINADOR POR EL FRAUDE DE IRU...

El País - Vitoria - 06/09/2009

El Juzgado de Instrucción número 1 de Vitoria ha sobreseído una querella contra el arqueólogo Eliseo Gil e Idoia Filloy, directivos de la empresa Lurmen y responsables del yacimiento romano de Iruña-Veleia cuyos hallazgos resultaron falsos, presentada por la sociedad pública Euskal Trenbide Sarea (ETS), que patrocinó junto a EuskoTren las excavaciones. La juez entiende que "no aparece suficientemente justificada" la existencia de una infracción penal, puesto que el acuerdo de mecenazgo se firmó cuatro años antes de la aparición de las inscripciones en euskera y dibujos de temática cristiana calificadas por Gil de "excepcionales" en junio de 2006. El fallo es recurrible.

La sentencia argumenta que los arqueólogos no tenían el propósito de engañar a la empresa al presentar los hallazgos, debido a que la aportación no estaba condicionada a su aparición, según adelantó Noticias de Álava. La justicia aún debe pronunciarse sobre la querella de EuskoTren por el mismo motivo (ambas compañías compartían desde 2004 el patrocinio), y la presentada posteriormente por la Diputación de Álava.

Sobre el perjuicio de imagen invocado por ETS por el fiasco, la sentencia, siguiendo la opinión del fiscal, resuelve que para exigir reparaciones bastaba con acudir a la vía civil y mercantil. Añade que, de existir un delito contra el patrimonio arqueológico, la empresa debería acudir como acusación popular y no como perjudicada.

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P.D.- Permítaseme una apostilla. Con los datos expuestos, para un lector común, no experto en leyes, y no habiendo podido leer la totalidad de los argumentos, este auto de sobreseimiento sentaría un curioso principio: En cualquier acuerdo que se firme, por ejemplo a diez años, una de las partes puede engañar a la otra sin consecuencias ni responsabilidad penal, siempre que el propósito de engañar no fuera inicial sino sobrevenido, en el transcurso de la ejecución plurianual del convenio. Dicho así no sé si será legal -me imagino que sí, pues lo sostienen un fiscal y una magistrada- pero al menos muy lógico no suena.

Traslademos el caso a otro ámbito: Un organismo público adjudica a una empresa particular la ejecución de un plan de viviendas a diez años. Si a los cinco años la empresa, o alguien, comienza a sustituir algunos ladrillos aquí y allá por bloques de cartón-piedra, como los primeros cinco años se hicieron las casas perfectamente, cuando nadie tenía intención de engañar, pues lo que ocurra después no es importante, no pasa nada, aunque un edificio empiece a agrietarse, o se venga abajo. No tiene lógica que algo así no conlleve cierta responsabilidad penal sólo por haberse producido con posterioridad a la adjudicación. El incremento patrimonial para la empresa, o el enriquecimiento ilegítimo, se darían a partir del momento en que los materiales usados y la obra prometida -en definitiva el resultado final- no tuvieran ya el valor estipulado al principio, por el que el organismo pagaría a la constructora lo mismo cada año.

Y todo ello además sin entrar antes que nada a establecer si los ladrillos son auténticos o de cartón-piedra, ni si el cambiazo lo hizo la empresa, sólo alguien de ella, algún avispado obrero, o quién... Porque, ¿qué impide a un juez, si considera que no está bastante justificada, completar por sí mismo la "justificación de la perpetración de una infracción penal"? A veces el ciudadano de a pie no consigue entender los razonamientos de la Justicia.

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Comentario por David Montero el octubre 12, 2009 a las 11:35am
Sr. Escribano:

Su desconfianza respecto a los lingüistas me parece jocosa, pero no se dirige en absoluto a mis objeciones, que son más bien de orden lógico o iconográfico. Creo que se ha equivocado de comentario.
Comentario por Percha el octubre 12, 2009 a las 1:17pm
Que no, que no, Gadaxera es pasiega ;-), aunque sea por que se puede intuir que quizá lleva un niño en el cuévano niñero.

Comentario por Alicia M. Canto el octubre 12, 2009 a las 3:47pm
Por cierto, ya que sale por enésima esta vez a la palestra esta preciosa pieza, daré una primicia, y esta vez sí adelantaré algo de lo inédito que irá en mi prometido estudio:

Este curiosísimo "óstrakon", el 17194_2:


presenta una inscripción que ha pasado desapercibida hasta ahora a todo el mundo, tanto a los sres. y sras. arqueólog@s como a los sres. y sras. expert@s de la comisión, todos los cuales han tenido además el privilegio de manejarla. La pondré ahora en blanco y negro, pues creo que se apreciará mejor, y además he enmarcado el epígrafe con un recuadro rojo:

(Espero que se comprenda por qué le añado el ©)

Como puede verse, debajo de la cintura, diagonalmente, pone GANIS, esto es, Juan en euskera.

El "Ganis" más famoso fue un contrabandista vasco-francés, laburdino, de la zona de Macaya, en realidad Jean Anchordoqui, a veces también llamado "Ganish". Aquí puede leerse un relato del romancero vasco que hace referencia a sus aventuras: F. Michel, Le Pays Basque: sa population, sa langue, ses moeurs, sa littératur..., París, 1857, págs. 121 y ss., pero, como es sabido, hay mucho más sobre él y la redacción de sus gestas; y, como es mejor conocido seguramente para muchos de los lectores de TA, ahorraré el ponerlo.

Documenté también un Sir Blamor de Ganis en las gestas artúricas, pero sin duda me quedo con la época de la aventura del laburdino Ganis y la Princesa de Beira, 1835-1838, y con este marco, el de las guerras carlistas.

Así que la duda que se discutía últimamente aquí se zanja sin duda en favor de la, más que pasiega (aunque el tipo es parecido) campesina vasca, sea de un lado u otro de la muga. En todo caso, sus posibilidades de ser romana, lo mismo que el paisaje que la rodea, son tan remotas como las nuestras propias.

Por este tipo de piezas he defendido de vez en cuando las "intrusiones dentro de las instrusiones", pensando también en el siglo XVIII-XIX, en Santa Catalina de Badaya, etc. (ya lo comenté en el artículo en El País, el pasado noviembre). Una época en la que esta pieza y alguna otra irían muy bien (sin descartar una hábil imitación moderna, obviamente, que esto sigue sub iudice).
Comentario por Percha el octubre 12, 2009 a las 4:23pm
Muy interesante Alicia. El día 7 de junio el Sr. De La Sala en IIM comentó que le parecía que en la pieza en cuestión ponía "anís", lo relacionaba con las etiquetas de esta bebida con diferentes trajes regionales (Asturiana, Castellana) La verdad es que en el momento no se le prestó demasiado caso a aquella aportación. Quizá parecía demasiado rara hasta para Veleia.
Comentario por Karistiarra el octubre 12, 2009 a las 4:23pm
¡¡¡Qué interesante!!!
Comentario por Karistiarra el octubre 12, 2009 a las 4:32pm
Ahora que ponerle copyright...
Comentario por David Montero el octubre 12, 2009 a las 4:34pm
Sr. Escribano:

Zeus me libre de reirme de nada que tenga que ver con el profesorado de instituto. Estoy emparentado por arriba, por debajo y por en medio con profesores/as de instituto que me cuentan sus pesares casi todos los días. A veces me parecen héroes homéricos en su vertiente trágica. Estoy dispuesto incluso a justificar al pobre pedagogo veleiense que debía desesperarse al ver que ninguno de sus alumnos era capaz de escribir Anchises correctamente. (¿Existiría ya la ESO?) Lo que nunca se les ha ocurrido a mis allegados es poner a sus alumnos a hacer los ejercicios con punzón y loza. Hasta que se le ocurra al próximo equipo ministerial como técnicas de aprendizaje cognitivo-virulísticas en Pretecnología Aplicada. Que todo es posible en este país, como se demuestra con Iruña-Veleia y sus asombrosos grafitos.
Comentario por Percha el octubre 12, 2009 a las 6:33pm
Pues he encontrado otra mención a un Ganis que podría, porqué no? ;-) hacer referencia al plato en cuestión. Se trata de la obra de Pío Baroja, La Leyenda de Jaun de Alzate. El resumen de esta obra es más o menos el que sigue : Jaun es un vasco pagano, uno de los últimos resistentes al cristianismo y la cultura latina, pero su hija Ederra se ha enamorado de un castellano cristiano. Jaun enfadado intenta buscarla pretendientes diversos (judíos, vikingos, etc) hasta que llega Ganis un vascofrancés. Lo que sigue, lo he encontrado aquí, corresponde a una conferencia de Fernando García de Cortázar y Jon Juaristi en Vitoria el 19 de octubre de 2006.

Desgraciadamente en la versión digital de Google Books no aparece el fragmento en cuestión.
Comentario por María // el octubre 12, 2009 a las 7:12pm
el edificio que está a la izquierda de la pasiega-vasca parece que recuerda, por el estilo, a los grafitis del confesionario etc.Probáblemente lo habrá dicho ya alguien en su momento.
Alicia,está claro que hay que tener experiencia para ver ahí una inscripción.
Ramón,es realidad,el Ganis ahí tiene el mismo poco sentido que tantas otras inscripciones :-)
¿podría ser que el Ganis hubiera estado antes de que se hiciera el dibujo?
Comentario por satorrotas el octubre 13, 2009 a las 1:10am
He visto que durante el puente he andado en boca de parte de la peña. Koen v. d. Driessche en vez de responder a mis argumentos se sale por la tangente con el eterno juego de las identidades en el foro, sabiendo que no tiene nada que hacer por ese lado; como defiendo las ideas de los comisionados, debo ser uno de ellos, y como me manifiesto claramente sobre la falsedad de los grafitos no hago más que atacar mezquinamente, como los de la Comisión, a Eliseo Gil. Yo también podría empezar preguntándome qué hace un geólogo en un asunto de arqueología, que “desentona más que un belga cantando por soleares” y especular sobre ciertas semejanzas profesionales como traductores, pero no desbarro. Y luego le secunda Hator-Ra, como un resorte, calificándome casi de general que arenga a sus tropas. Pues no veo a mi lado ejército por ninguna parte. Intervengo en TA de manera totalmente individual, dando mis opiniones con el mayor respeto del que soy capaz sobre lo que me parece interesante (y me satisface que algunos como a David les guste y lo agradezco). Está claro que tras ese “nosotros” de Koen actúa un grupo coordinado. No tengo conciencia de haber atacado injuriosamente nunca a Gil, ni a Koen. Y si ha ocurrido alguna vez, que me traigan el texto y se borra ipso facto. Reconozco que alguna vez he sido algo sarcástico, especialmente en momentos en que sentía cierta indignación. Pero de ataque nada. Incluso recuerdo una larga intervención mía en la que reconstruía un escenario en el que Gil podía haber sido víctima de un engaño en cadena y justificaba su defensa de los grafitos por obcecación comprensible.

Llevaba tiempo sin intervenir; esencialmente por falta de materia y sensación de repetición continua. Y si lo hice la última vez, no fue tanto por el informe de Filloy, que creo que merecería un comentario por parte de gente especialista en paleografía, sino por el montaje de la plataforma ciudadana. Todo el mundo tiene derecho a manifestar lo que quiere. Solo que esa plataforma no tiene, como afirma, el objetivo de esclarecer la verdad, sino de confundir y hacer un gran ruido mediático que deje todo en una gran confusión y duda. Me explico.
Se parte de una deslegitimación de la Comisión. Esto viene desde el mismo momento en que emite sus informes, especialmente de parte de Gil (está en los periódicos) y luego continúa de una manera sistemática por todos sus defensores. Se utiliza todo tipo de argumentos: es endogámica, los arqueólogos tienen intereses en el yacimiento, los filólogos tienen intereses en mantener sus teorías y autoridad, etc. Se pueden criticar los informes, y aquí en TA ha habido algunos descubrimientos que han corregido lo dicho en algunos informes, p. ej. la frase de Kempis, la existencia de alguna M de ángulo alto, quizá algún paralelo iconográfico (todo ello nada o poco relevante para el fondo de la cuestión), pero es inaceptable deslegitimar la Comisión, tanto en el modo de su formación, como en sus miembros o en su capacidad científica para emitir informe libre y honestamente. (Como inciso, señalo que el dosier de Elkin en la revista Archaeology traía como novedad opiniones de expertos totalmente alejados de la UPV y TODOS coincidían en la falsificación, hasta en los argumentos utilizados por la Comisión; y además Perring tuvo ocasión de dejar bien a las claras su opinión, con lo que se ha terminado la matraca con la que nos han aburrido durante tantos meses los defensores de Gil).
Si Gil y sus asesores creen que los informes de la Comisión no son concluyentes, siguiendo un símil judicial, pueden recurrir ante un tribunal superior, formado por miembros de mayor cualificación. Pero no lo hacen. En su lugar solicitan a la Diputada que a) asegure que las piezas se mantengan intactas (como si los funcionarios del museo de arqueología las fueran a manipular!), b) que se hagan nuevas pruebas, sin acompañar ningún informe razonado por autoridades de diversas disciplinas que indiquen la debilidad del veredicto del tribunal de primera instancia y aconseje la revisión por el tribunal superior, y c) nuevas excavaciones a cargo de arqueólogos independientes en lugares “señalados” (por quién?). Y mientras tanto que la DFA retire la querella.

Pero nada de esto ayuda a buscar la verdad. En mi opinión, las conclusiones de la Comisión son totalmente consistentes y solamente pueden ser invalidadas por: a) aporte fiable de las pruebas circunstanciales de la mayoría de los hallazgos (fotos, testimonios independientes, etc.) y b) informes mejor razonados de acuerdo a la ciencia que les den la razón a los excavadores. (Alguien ha dicho que con otras excavaciones; éstas se harán, no me cabe la menor duda, pero en sí mismas no pueden resolver nada, sino dar más material y contexto comparativo). Por eso decía la última vez que tenían que escribir a Alan Bowman o a cualquier epigrafista de renombre, si Isabel Velázquez, catedrática de la Universidad Cumplutense y directora de la revista Hispania Epigraphica en la que intervienen decenas de epigrafistas españoles, no les parece suficiente. Y lo mismo en todo lo demás. Pero no lo hacen. En su lugar buscan firmas de gente, que por mucho derecho ciudadano que tengan para mostrar su parecer no son especialistas en nada de lo que atañe a este asunto. Y estoy seguro que a la mayoría de ellos lo único que les mueve no es que avance el conocimiento de nuestro latín vulgar o de la onomástica tardorromana, ni siquiera de la cristianización temprana, sino que como decía Tutubel no se toque ninguna “óstraca euskalduna”. El inmenso peligro es que se alimente una bolsa de opinión fundamentalista, acrítica y científicamente marginal, que engarce con movimientos políticos a cuya ideología o intereses estratégicos pueda favorecer, cosas que no se estilan por Madrid o Sevilla, por citar algún lugar.


Y termino. Como sé, según quedó demostrado en la guerra de Argelia, que en todo conflicto se produce o se pretende producir una dinámica de acción - reacción, ya mismo anuncio que no entraré en ella para no perjudicar otros intereses. El general Satorrotas, afectísimo suyo, que queda a la espera de la caída de las murallas de Jericó.

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