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Cueva de Altamira / Nómada
Una nueva datación confirma que fueron creadas 10.000 años antes de lo que se pensaba
Las pinturas rupestres de Altamira, así como las de otras cuevas del norte de España, podrían haber sido realizadas por neandertales y no por nuestros antepasados directos. Una nueva datación, llevada a cabo con la técnica uranio-torio en 50 pinturas de once cuevas españolas, ha revelado, en efecto, que esa forma de arte primitivo es por lo menos 10.000 años más antigua de lo que se creía y procede, por lo tanto, de una época en la que los primeros Homo sapiens aún no habían llegado, o estaban llegando, a Europa. El estudio ha merecido esta semana la portada de la revista Science.
Los investigadores, españoles, portugueses y británicos, dirigidos por Alistair Pike (foto), del Departamento de Arqueología y Antropología de la Universidad de Bristol, analizaron 50 pinturas en once cuevas del norte de España, entre ellas las de Altamira, El Castillo y Tito Bustillo, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
La datación de pinturas en cuevas es una tarea extremadamente difícil y para la cual los métodos tradicionales, como el del radiocarbono, no resultan adecuados.
Según explica el propio Pike, «tenemos, o teníamos, un problema real a la hora de elaborar cronologías fiables para el arte rupestre. Y una de las razones para ello es que los arqueólogos utilizan el método de datación del radiocarbono, que no es adecuado para fechar pinturas que están elaboradas solo a base de pigmentos minerales (sin compuestos orgánicos)».
Además, segun Pike, hay un segundo problema cuando se datan por radiocarbono las pinturas rupestres: y es que «se toman muestras tan pequeñas que los efectos debidos a una contaminación externa se magnifican de forma tremenda. Por eso algunas dataciones por radiocarbono difieren de otras también hechas por radiocarbono en la misma pintura; o incluso fechas que se procesan de formas diferentes arrojan diferentes dataciones por radiocarbono. Por eso, hemos intentado evitar esos problemas usando un método completamente diferente y que está basado en la descomposición radiactiva del uranio».
Pike y su equipo pueden haber encontrado, de hecho, la forma de terminar con tanta controversia en la datación de las pinturas halladas en cuevas de toda Europa. Según Joao Zilhao, profesor del ICREA (Instituto Catálan de Investigación y Estudios Avanzados) en la Universidad de Barcelona y coautor del trabajo publicado en la revista «Science», «uno de los mayores problemas es que sabemos muy poco sobre la cronología del arte rupestre europeo. No sabemos si llegó (a Europa) junto a los primeros humanos modernos (Homo sapiens, nuestra especie). No sabemos si ya estaba allí antes de que ellos llegaran».
Por eso, y dado que los métodos tradicionales de datación (como el radiocarbono), no funcionan en los pigmentos de las pinturas, en los que no hay elementos orgánicos, el equipo dirigido por Pike decidió datar las pequeñas incrustaciones calcáreas que se han ido formando con el tiempo sobre las propias pinturas. «Estas incrustaciones -explica Pike- se han formado por el mismo proceso que da lugar a las estalactitas y estalagmitas de las cuevas. E incorporan pequeñas concentraciones de uranio radiactivo que se van descomponiendo en torio a un ritmo constante. Midiendo la cantidad de torio presente, podemos saber con precisión la edad de las incrustaciones. Y dado que éstas se forman sobre las pinturas y que, en ocasiones, las propias pinturas están realizadas sobre esta clase de incrustaciones (grandes estalagmitas), podemos obtener una edad mínima y una máxima para las pinturas».
Así, por ejemplo, los investigadores han determinado que las siluetas de manos que hay impresas en los muros de la cueva de El Castillo tienen, por lo menos, 40.800 años, lo que las convierte en las pinturas rupestres más antiguas de toda Europa, entre 5.000 y 10.000 años más antiguas que las que hay en Francia.
Más ejemplos: algunos de los símbolos de la famosa cámara policromada de Altamira tienen por lo menos 35.600 años de antiguedad. Es decir, 10.000 años más de lo que se pensaba. Altamira, además, fue periódicamente ocupada (y pintada) en un número indeterminado de ocasiones a lo largo de un periodo que abarca por lo menos 20.000 años.
Al aumentar la antigüedad de las pinturas rupestres aumentan también, inevitablemente, las dudas sobre la autoría de esas obras de arte primitivas. ¿Quién pintó las cuevas? Los nuevos datos implican que la tradición de pintar cuevas con pigmentos de colores empezó en Europa hace más de 40.000 años. Pero resulta que esa edad coincide plenamente con la llegada al Viejo Continente de los primeros humanos de nuestra propia especie. Por eso, Pike y sus colegas no pueden descartar la posibilidad de que los autores no fueran nuestros antepasados, sino la «otra» especie humana que por entonces vivía en Europa. Los neandertales, en efecto, ya estaban allí cuando los primeros «humanos modernos» llegaron.
En palabras del propio Pike, «las evidencias de la presencia de humanos modernos en el norte de España se remonta a hace 41.500 años. Antes de ese momento solo había neandertales». Lo cual, según los investigadores, abre tres posibilidades diferentes a la hora de explicar el origen de las pinturas rupestres. O bien los humanos modernos trajeron consigo la pintura como parte de su cultura; o bien la desarrollaron de forma muy rápida, nada más llegar, quizá como respuesta a la competencia con los neandertales; o bien las pinturas ya estaban allí y los artistas no fueron ellos, sino los neandertales.
La cuestión no es menor, ya que la capacidad de los humanos primitivos para crear arte se considera como un hito de la máxima importancia para la evolución de la cognición y la conducta simbólica, algo que está íntimamente relacionado con el desarrollo del lenguaje y nuestra capacidad de formar y vivir en sociedades complejas. Por no hablar, claro, de que hasta hace poco se pensaba que los neandertales carecían de esa conducta simbólica y que por eso sucumbieron sin remedio ante la llegada de los primeros Homo sapiens, nuestros antepasados, que gracias a su mayor capacidad intelectual terminaron por dominar por completo el continente europeo.
«Tenemos evidencias de arte simbólico prehistórico -explica Pike- en forma de cuentas perforadas, cáscaras de huevos grabados y pigmentos en África entre hace 70.000 y 100.000 años. Pero parece que las primeras cuevas decoradas están en Europa. Un argumento para apoyar este desarrollo es que la competencia por los recursos con los neandertales causó un incremento en la capacidad de innovación cultural de los primeros grupos de humanos modernos, algo que necesitaban para sobrevivir. La otra posibilidad es que el arte rupestre empezara antes de la llegada de los humanos modernos, y que sus autores fueran los neandertales. Lo que sería un hallazgo fantástico y supondría, además, que las famosas siluetas de manos en las paredes de las cuevas eran, en realidad, una firma neandertal, y no nuestra. Sin embargo, necesitamos llevar a cabo más dataciones para estar totalmente seguros de ello».
Los investigadores, aunque aún no pueden demostrarlo sin posibilidad de error, se inclinan pues a pensar que la posibilidad más realista es precisamente la más espectacular: que los autores del arte rupestre no pertenecían a nuestra especie. De hecho, y a pesar de las evidencias africanas de un «arte simbólico» de 100.000 años de antigüedad, nunca se ha encontrado en el continente negro una cueva decorada. Las primeras, las más antiguas, son las del norte de España, y ahora sabemos que tenían, por lo menos, 40.000 años.
¿Quién pintó esas cuevas? ¿Por qué no se ha encontrado arte rupestre en África? ¿Por qué, si «nosotros» ya teníamos arte simbólico hace 100.000 años, dejamos pasar 60.000 años antes de empezar a pintar cuevas? Las respuestas definitivas tardarán aún en llegar. Nuevas investigaciones podrían incluso encontrar muestras aún más antiguas y procedentes, por lo tanto, de una época en la que no había rastro de Homo sapiens en todo el continente europeo.
Los que sí estaban allí, durante más de 250.000 años hasta que llegaron los primeros hombres modernos, eran los neandertales...
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El arte rupestre en Altamira y otras dos cuevas españolas es el más...
Manos pintadas en la cueva de El Castillo, de hace 37.300 años.|'Science'
Algunas de las obras rupestres de la cueva de Altamira y de otras cavernas del norte de la península se han convertido en la expresión artística más antigua de los seres humanos, quizás anterior a nuestra propia especie. Un nuevo método de datación ha permitido averiguar que la creatividad simbólica tiene más de 40.000 años y se ha encontrado en una zona donde por entonces habitaban los neandertales. ¿Fueron ellos los autores?
Esta pregunta, sin una confirmación por el momento, se refiere a la hipótesis que plantea la investigación que hoy publica la revista 'Science' y que confirma que el arte rupestre es al menos 5.000 años anterior a lo que se pensaba hasta ahora.
Las evidencias de esta creatividad humana, sea o no de un 'sapiens', se han localizado en tres cuevas de las 11 investigadas por un equipo liderado por Alistair Pike, de la Universidad de Bristol, pero formado, principalmente, por investigadores de España y Portugal.
Hasta ahora no era fácil datar estas pinturas prehistóricas, pero Pike ha desarrollado un método que mide los isótopos de uranio en las calcitas, una costra de milímetros que se ha ido depositando sobre las pinturas con el paso de los milenios.
En total, se recogieron 50 muestras microscópicas en las cuevas. Joao Zilhao, uno de los coautores, e impulsor del trabajo, reconocía a ELMUNDO.es que no podía imaginarse que fueran a obtener fechas tan antiguas. Zilhao, de la Universidad de Barcelona, ya encontró, en cuevas en Murcia, conchas perforadas utilizadas como adornos por los neandertales.
En concreto, ahora, en la cueva El Castillo se ha determinado que algunas de las huellas de manos y discos rojos tienen al menos 40.800 años, lo más antiguo del mundo. En Altamira, encontraron que unas figuras claviformes (como hoy se pintan las gaviotas en la lejanía), en el Techo de los Polícromos, que tienen 35.600 años (10.000 más de lo que se creía); y en la cueva Tito Bustillo dos figuras humanas sencillas de entre 35.000 y 29.600 años. Todas ellas son Patrimonio de la Humanidad.
No todos los autores del trabajo defienden que las hicieran neandertales. Entre los que así lo creen está Zilhao: "Ya hemos encontrado que los neandertales se decoraban el cuerpo con ocre, que tenían adornos y tallaban piezas, así que también podían hacer arte no figurativo", asegura. Otros, como José Antonio Lasheras, director del Centro de Investigación de Altamira, creen que es precipitada esta conclusión y que aún no se puede afirmar con certeza quién hizo esas pinturas.
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La mano del neandertal asoma tras las pinturas más antiguas
Tal vez nada nos acerque más a los ignotos humanos del pasado que las pinturas que hicieron en las cuevas. Y no solo se convierte en mensaje casi directo un primoroso bisonte policromado, sino incluso la simple silueta de la mano de alguien que la contorneó soplando un tinte por una caña. El norte de España es rico en esos vestigios. ¿Quién hizo las pinturas rupestres? ¿Y cuándo? A la segunda pregunta hay ahora una respuesta clara: algunas tienen más de 40.000 años. Esto las hace unos 5.000 años más antiguas de lo que sugerían las dataciones anteriores y, además, abre una inquietante incógnita sobre sus autores.
Siempre se ha considerado que fue nuestra especie, la humanidad moderna, la autora de esas obras de arte primitivas, entre otras cosas porque cuando fueron pintadas muchas de ellas ya habían desaparecido los neandertales (hace casi 30.000 años). Pero no hay razón para negar a estos últimos la capacidad de pintar, para afirmar que carecían de la cultura simbólica necesaria para hacerlo. Ahora resulta que algunas de las pinturas son más antiguas de lo que se creía y claramente contemporáneas de los neandertales, por lo que cabe especular que pueden ser obra suya. Es solo una idea, advierten los expertos, porque no se conocen pinturas rupestres de aquella especie. Y hace 40.000 años ya estaba el hombre moderno en Europa. De cualquier modo, esas obras de arte primitivo de Cantabria y de Asturias son las más antiguas del mundo de edad bien determinada.
El descubrimiento viene de la mano de unas nuevas dataciones de 50 pinturas en 11 cuevas. En la de El Castillo, un disco tiene 40.800 años o más, y algunas siluetas de manos, 37.300. En Altamira, un símbolo rojo claviforme tiene, al menos, 36.500 años.
“Las pruebas de la presencia de humanos modernos en el norte de España se remontan a 41.500 años y antes de ellos estaban allí los neandertales”, explica Alistair Pike, líder del equipo autor de este trabajo que se presenta en la revista Science. “Nuestros resultados indican que, o los humanos modernos llegaron a Europa con la pintura ya incorporada a su actividad cultural o esta se desarrolló inmediatamente después de su llegada, o tal vez se trata de arte neandertal”.
La creación artística es un hito de la evolución de las capacidades cognitivas y el comportamiento simbólico, y puede ser asociado al desarrollo del lenguaje, recalcan los investigadores.
Se conocen vestigios de capacidad simbólica de la humanidad moderna anteriores a su llegada a Europa, como cuentas perforadas y cáscaras de huevo de avestruz decoradas de hace entre 70.000 y 100.000 años, encontradas en África, recuerdan los científicos. Tal vez nuestros antepasados prehistóricos desarrollaron más aún esa innovación cultural, ya en el continente europeo, en su competición por los recursos con los neandertales. Pero de estos últimos, que vivían en el territorio miles de años antes de que llegaran los humanos modernos, también se han encontrado pruebas de su capacidad simbólica, como enterramientos y adornos corporales.
Si resultase que los artistas prehistóricos eran la otra especie “sería un descubrimiento fantástico”, añade Pike. “Significaría que los contornos de mano en las paredes de esas cuevas son de neandertal... pero necesitamos datar más muestras para ver si esto es así”, añade. La prueba definitiva sería identificar pinturas rupestres anteriores a la llegada a Europa de la humanidad moderna, es decir, anteriores a 42.000 años, como mínimo.
“No sería sorprendente que los neandertales resultaran ser los primeros artistas de las cavernas. Puede parecer chocante, pero en el contexto de lo que hemos aprendido de ellos en la última década no debería sorprender demasiado”, dice Joao Zilhao, investigador de la Universidad de Barcelona y uno de los miembros del equipo de Pike. Reconoce que no se puede afirmar por ahora que está demostrada esa autoría. Pero si fuera así, añade, significaría que “el lenguaje y las capacidades cognitivas avanzadas estaban presentes en el linaje humano hace mucho tiempo: al menos desde el ancestro común de neandertales y humanos modernos, hace medio millón de años”.
Juan Luis Arsuaga, codirector de las excavaciones de Atapuerca, destaca dos aspectos en este “magnífico trabajo”. “Lo primero que resulta muy interesante es la datación exacta del arte paleolítico, que permite comprobar el esquema clásico de evolución estilística: ahora está claro que las siluetas de manos y los símbolos son más antiguos, y luego evolucionaría hacia un estilo más descriptivo, más figurativo”.
En cuanto a si pudieron ser los neandertales los autores de las obras rupestres más antiguas, Arsuaga afirma que no hay nada probado con este trabajo de Pike y sus colegas, “que nos deja con la miel en los labios. Las elaboradas figuras de ciervos y bisontes, no creo, pero las siluetas de manos y los símbolos, ¿por qué no?”.
Las dataciones de las pinturas rupestres y los grabados prehistóricos han sido muy inciertas desde hace años. El problema es que, a menudo, los pigmentos utilizados son minerales, no de origen orgánico, por lo que no son eficaces las técnicas de radiocarbono. Y en los que son de carbón, solo se pueden extraer cantidades minúsculas para no dañar las obras, lo que dificulta la datación, porque cualquier contaminación se magnifica.
Pike (Universidad de Bristol, Reino Unido) y sus colegas, casi todos ellos de España y de Portugal, han utilizado una técnica denominada de uranio/torio con la que no analizan directamente los pigmentos sino las capas mineralizadas (calcitas) que, con el tiempo, se forman sobre las pinturas. Las obras de arte rupestre que están debajo no pueden ser más modernas. Es una técnica mínimamente invasiva, comentan, porque ahora se puede aplicar a muestras de pocas decenas de miligramos.
“Nada impide, que sepamos, que los neandertales pudieran tener arte, aunque aún no lo hemos encontrado”, dice Ignacio Martínez, paleoantropólogo de Atapuerca. “Aquellos individuos tenían todo lo necesario para poder ser artistas: un cerebro grande, seguramente capacidad de hablar, una tecnología compleja... y tenemos pruebas de que practicaban el adorno personal”.
En este nuevo trabajo de datación de las pinturas rupestres participan, además de Pike y Zilhao, investigadores de varias instituciones españolas: Marcos García-Diéz, de la Universidad del país Vasco; J. Alcolea y R. De Balbín, de la Universidad de Alcalá de Henares; C. González-Sainz, de la Universidad de Cantabria; Carmen de las Heras, José Antonio Lasheras y R. Montes, del Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira; D.L. Hoffmann, de la Universidad de Bristol y del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana, y B.P. Pettitt, de la Universidad de Sheffield, en el Reino Unido.
Un símbolo claviforme rojizo del Techo de los Polícromos de la cueva de Altamira tiene, por lo menos, 36.500 años. Luego el arte rupestre empezó allí 10.000 años antes de lo que pensaba. Lo han datado ahora los científicos con el nuevo método. Las espectaculares figuras de bisontes son de hace unos 18.000 años. Esto significa que el lugar fue visitado y pintado por los hombres prehistóricos repetidas veces a lo largo de un período de casi 20.000 años, concluyen los investigadores. Como prueba, otra pintura de la famosa cueva también datada de nuevo, es de hace 22.000 años.
“Altamira tiene numerosas pinturas, incluidas manos humanas y animales. La cronología de este arte se ha debatido desde su descubrimiento [en 1868]”, escriben Alistair Pike y sus colegas en Nature. Ellos recuerdan en su artículo que los expertos coincidían ya en distinguir varias fases superpuestas en las 10 principales zonas decoradas de la cueva, pero no coincidían acerca de cuánto tiempo habría durado la repetida presencia y utilización —al menos artística— de los humanos en Altamira.
También en El Castillo se empezaron a fondo los grafiteros prehistóricos. En esa cueva hay más de un centenar de imágenes en múltiples cámaras. Los científicos ahora han datado un disco rojizo hecho con salpicaduras en el llamado Panel de las Manos y tiene más de 40.800 años. Las siluetas de las manos —hechas con la misma técnica de soplar un pigmento alrededor de un objeto pegado a la pared—, tienen 37.300 años.
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Las claves del descubrimiento. Presentación del estudio de Science a la prensa.
Muy interesante. Si alguien necesita consultar el artículo original, se lo puedo enviar en PDF por correo privado. Saludos.
Muchas gracias, interesantísimo. Yo estudié en la época en la que Leroi -Gourhan era la biblia, así que, ,independientemente de si fueron los neanderthales los autores de algunos de los motivos, todo esto me resulta apasionante. La verdad es que , tras escucharlos, todo recobra bastante sentido.
Vía: LNE | M. S. Marqués | 16 de junio de 2012
El estudio publicado ayer por «Science», que adelanta unos 10.000 años la posible datación de las pinturas rupestres de algunas cuevas de la cornisa cantábrica, incluida la asturiana de Tito Bustillo, acaba de remover los cimientos mismos de la Prehistoria y de abrir un debate en el que los investigadores entran con prudencia, pero también dejando clara la inexistente vinculación del hombre de neandertal con el arte rupestre.
El profesor de Prehistoria de la Universidad de Oviedo Adolfo Rodríguez Asensio (izquierda) pide cautela ante lo que considera una moda reciente favorable a elevar las fechas. Admite, no obstante, que si fuera así, si realmente se realizaron antes de lo pensado, «no sería nada más que eso, más antiguas», porque lo que Asensio no admite es que se quiera vincular esa rebaja con los neandertales. «Los datos científicos no avalan que los neandertales hayan tenido arte», afirma contundente.
Convencido de que muchas veces las cifras que se dan no son de una representación artística, es partidario de que se abra una discusión sobre la antigüedad de las pinturas, pero desaprueba «saltar del hombre moderno al neandertal porque necesita más demostraciones».
Para el catedrático de Prehistoria de la Universidad de Cantabria Manuel González Morales (izquierda) el trabajo «demuestra lo contrario» de lo que se ha querido vender utilizando lo que él llama «los datos más mediaticos». «No han conseguido que ninguna fecha vaya más allá de 41.000 años y sabemos que el equivalente de esa datación en radiocarbono serían 35.000 años, cuando en Asturias ya están presentes los hombres modernos».
Licenciado en Prehistoria en Oviedo, González Morales inició en esta ciudad su vida profesional y es buen conocedor del arte rupestre asturiano. Crítico con lo que se ha querido destacar, subrayó la importancia del estudio sobre la cronología del arte paleolítico de las cuevas, «un artículo mucho más interesante», dijo, «por otras fechas que vienen bien para ir ajustando cosas y no las más mediáticas que se han destacado».
Está convencido de que con este estudio «se va a abrir un debate sobre los procedimientos de trabajo y las distintas técnicas» que para él tiene especial interés, según manifestó. Como muestra de esa importancia, cita las fechas de Tito Bustillo que dan una antigüedad para la galería de los antropomorfos de entre 35.000 y 29.600 años. Datos que, a su juicio, ratifican lo que los especialistas vienen diciendo desde hace años y que «establecen una buena relación con los aportados por la excavación de Rodrigo Balbín en esta misma galería».
Los expertos opinan que «se han forzado demasiado las conclusiones» del estudio, centrándolo «en dos o tres cifras extremas de toda una serie» para hacer hincapié en la mayor antigüedad de las pinturas y su posible vinculación con el hombre de neandertal. En cambio, González Morales está totalmente convencido de que todas las pinturas son posteriores a la primera llegada de los humanos modernos.
Pone como ejemplo el abrigo de La Viña, en Oviedo. Allí se pudo constatar la presencia de una industria lítica típica del hombre moderno que fue datada en 36.500 años, una edad que con el método utilizado ahora alcanzaría los 41.000 años que se están dando para la Cueva del Castillo. Sin embargo, ni González Moreno ni Marco de la Rasilla tienen ninguna duda de que esa industria, a pesar de su antigüedad, pertenece a individuos de nuestra propia especie.
Para Marco de la Rasilla (izquierda) director del yacimiento neandertal de El Sidrón, y por tanto cercano a la cultura de la especie, «se está queriendo ir más lejos de lo que los datos permiten». No descarta que los neandertales hayan podido dejar algún rastro de manchas o rayas, pero «dudo mucho de que pudieran llevar una parte significativa del arte tan atrás». Sin restar importancia al estudio, todo lo contrario, lo considera «necesario e imprescindible para seguir avanzando en las dataciones y en el conocimiento del arte del Paleolítico superior». Añade que sería deseable que se pudiera ampliar a otras cuevas tal como parece que se está intentando hacer.
Las nuevas dataciones presentadas en la réplica de Altamira fueron realizadas con la técnica uranio-torio y en el proyecto participaron cincuenta pinturas de once cuevas de la cornisa cantábrica. En tres de ellas Tito Bustillo, Altamira y El Castillo, las dataciones adelantan en 10.000 años las fechas sostenidas hasta ahora para las pinturas.
El video es interesantísimo,pero estoy de acuerdo con los prehistoriadores asturianos en que lo de los neandehrtales está cogido por los pelos y que lo más importante es lo que no sale en los titulares:el retraso en la datación y la perspectiva que se abre al seguir utilizando el método en otras cuevas.Y como dicen los investigadores en el video,ver la evolución desde un arte más "sencillo" y esquemático a otro figurativo.
Sin embargo,la gente ya empieza a asumir que las pinturas son neanderthales.
Los neandertales, autores del arte rupestre más antiguo
"Es la explicación más plausible, sino habría que ver por qué los Homo sapiens las inventaron apenas llegar a Europa, y no las practicaron en otras regiones que habitaban para esa época."
Con el mismo tipo de argumentación se podría preguntar por qué después de estar miles años en Europa ,los neanderthales comienzan a pintar justo cuando llegan los sapiens.
Además.si ya los sapiens en sudáfrica pintaron reticulados y puntos sobre huevos de avestruz 60.000 mil años BP¿porqué no pudieron pintar en la cornisa cantábrica?
Aquí también se posicionan directamente ,con el agravante de que es un periódico y no un blog personal
http://www.elperiodico.com/es/noticias/sociedad/unas-cuevas-del-nor...
Con los neanderthales se ha pasado de creer los unos patanes y unos brutos a considerar que negarles la capacidad simbólica del sapiens es un signo de ideología conservadora.De momento,como dicen los mismos autores del estudio ,no hay datos;es sólo una idea
Por añadir otro punto de vista al debate :
Sin embargo,como idea me gusta lo que dice Zildhao de que unos y otros pudieran haber intercambiado conocimientos y la realización de pinturas esquemática.Quien sabe:quizá los neanderthales les explicaron que en la cuevas se entraba en un estado que permitía ver a los espíritus de los animales....
PD
Hispalois, a mí me interesaría mucho tener el artículo
Diepkloof ,60.000 bp
Blombos ,100.000 BP
Apoyando al tesis de capacidad de los neanderthales:
Bilzingsleben (Alemania),300.000 bp
http://terraeantiqvae.com/group/prehistoria/forum/topics/hallan-hue...
En Nawarla Gabarnmang ,Australia,han datado pinturas hacia el 28.000BP.Además,se hacen eco de las dataciones por el método de Uranio de las del Cantábrico
https://apps.facebook.com/theguardian/world/2012/jun/18/rock-austra...
No se parecen en nada a las europeas (al menos a primera vista)y tienen continuidad con el arte australiano aborigen que se hacía hasta hace muy poco.
La antigüedad de las pinturas rupestres de España es cuestionada
Vía: Archaeology News Network | Bloomberg Businessweek | 18 de junio de 2012
Discos rojos, de entre 34.000 y 36.000 años atrás, en el Corredor de los Puntos de la cueva de El Castillo.
Las pinturas rupestres en España necesitan ser analizadas más a fondo, antes de que las mismas puedan ser confirmadas como los ejemplos más antiguos conocidos en el mundo, dijo un arqueólogo, planteando la duda sobre un artículo publicado en la revista Science.
Un equipo dirigido por Alistair Pike (izquierda) de la Universidad de Bristol, en Inglaterra, dijo en un documento que las pinturas de la cueva de El Castillo se remontaban, al menos, a 40.800 años atrás.
Eso las hace unos 4.000 años más antiguas que las de la cueva de Chauvet, en Francia, es decir, las obras españolas podrían ser el único arte rupestre hallado que habría sido pintado por los neandertales, según Pike.
Los hallazgos en la cueva de El Castillo necesitan confirmación adicional, dijo en una entrevista por teléfono Jean Clottes (derecha), el cual dirigió el equipo de investigación que dató las obras de Chauvet en 1998.
El equipo de Pike ha utilizado un método basado en la desintegración radiactiva del uranio para analizar las costras de carbonato cálcico formado en la parte externa de las pinturas. Esto contrasta con la datación por radiocarbono empleado en Chauvet. Los dos métodos han llegado a fechas conflictivas en el pasado, según Clottes.
"Tienes que mantener la cabeza fría y no salir de manera sensacionalista", dijo, y agregó que ambos métodos deben ser empleados en nuevos ensayos, siempre que sea posible. Clottes es un veterano asesor científico en arte prehistórico del gobierno francés y anteriormente enseñó en la Universidad de Toulouse. "Hay que cotejar más".
La datación por radiocarbono fue evitada en la cueva de El Castillo, dado que este método no funciona cuando no hay ningún pigmento orgánico, dijo Pike. Además, sólo pequeñas muestras pueden ser datadas utilizando este método para minimizar el daño en la obra de arte, "magnificando los efectos de la contaminación y dando lugar a grandes incertidumbres", dijo en el documento publicado.
¿Las pinturas más antiguas?
Las obras de arte de El Castillo son "las pinturas más antiguas, datadas con seguridad, en el mundo", dijo Pike en una conferencia telefónica la semana pasada.
La datación de las series de uranio son también susceptibles de inexactitud, pues parte del uranio en la calcita puede haber sido arrastrado por las corrientes de agua posteriormente, provocando que las muestras aparezcan más antiguas de lo que ellas son en realidad, advirtió Clottes. Esto ha dado lugar a discrepancias entre los resultados de los dos métodos a la hora de evaluar las pinturas rupestres de Borneo, en Indonesia, afirmó.
Tal efecto fue reducido al mínimo ya que los científicos analizaron las capas externas de la calcita, que son más jóvenes que aquellas que están por debajo, contrareplicó Pike. En Borneo, las muestras tomadas de estalagmitas pulverizadas puede haber proporcionado diferencias de edad, mientras que en España, sólo "duras y coherentes" estalagmitas fueron elegidas, adujo.
El equipo de Pike continúa reuniendo más muestras en España y Francia, y pasará el año que viene analizándolas para determinar si las obras fueron creadas por los neandertales.
"Esto es sólo el comienzo del proceso, no el final del mismo", dijo en la entrevista telefónica. "El próximo año cualquiera de los dos estará rascándose la cabeza diciendo que sigue siendo todo tan ambiguo como siempre lo ha sido, o seremos capaces de salir con una declaración bastante definitiva".
Interesante seguimiento amigos. También interesante que se haya exagerado atribuyendo a neandertal simplemente en base a una "nueva" datación. Creo que la cautela no ha estado presente, pero ¿qué le vamos a hacer? Como alguien apunta en los comentarios, parecería que se quiere tan dar la vuelta a la imagen del neandertal que al final se les atribuirá el invento de la bicicleta ;) De todos modos, esto sí que suscita un debate -que ya lleva tiempo abierto- sobre el uso de los tituláridos (copyright El Paleofreak) y de las noticias científicas en los medios de comunicación. A mi también me sugiere un politi-corri deseo de "dar la vuelta" porque si a distintas tortillas... lo cual no va más allá del sensacionalismo.
PD: No había visto nunca las fotos de Diepkloof que aporta María, ¡impresionante arte de 60.000 añitos!
Esta mancha sobre el "Panel de las Manos" en la cueva de El Castillo, Cantabria, tiene 40.800 años según las nuevas dataciones, lo que la convierte en la pintura rupestre más antigua de Europa localizada hasta ahora. Las manos y el bisonte que se ven sobre la zona superior son posteriores.
Los científicos han datado 50 pinturas de 11 cuevas del norte de España, incluyendo las cuevas de Altamira, El Castillo y Tito Bustillo, y los datos suponen retroceder 10.000 años respecto a las fechas que hasta ahora se manejaban. De entre todas las pinturas, la silueta de esta mano en el techo de la Cueva de El Castillo es la que plantea la cuestión más abiertamente. Lo que estamos viendo, ¿podría ser la mano de un neandertal? ¿Tendríamos manera de distinguirlo?
El antropólogo Steven E. Churchill (izquierda) de la Universidad de Duke, ha estudiado con detalle la anatomía de la mano de los neandertales y cree que las diferencias serían muy difíciles de apreciar. "Aunque hay algunas diferencias importantes en la morfología", explica a lainformacion.com, "no podrían apreciarse a nivel de la superficie externa de la mano".
Las manos de sapiens y neandertales se diferencian en el mismo sentido que el resto de su cuerpo, nos cuenta Pedro Rasines, paleoantropólogo y prehistoriador del Museo de Altamira, quien está convencido de que no se podría distinguir entre las huellas de unos y otros. "Los neandertales tenían una estructura ósea considerablemente más robusta y en las manos sucedía lo mismo", asegura, "pero algo tan etéreo como una huella no refleja estas diferencias con el detalle suficiente".
Diferencias sutiles
La diferencia fundamental entre ambas manos está en las proporciones del hueso del pulgar, según Churchill, aunque los dos tienen pulgares con una longitud parecida respecto al resto de dedos. En los neandertales la falange próxima es más corta y en los sapiens es al revés, pero la combinación da como resultado un pulgar que externamente es muy parecido. "Las puntas de los dedos de los neandertales son más gordas", explica Churchill, "pero las diferencias serían demasiado sutiles para apreciarse en una huella".
“Los neandertales tienen generalmente manos más robustas y unas proporciones entre falanges del pulgar ligeramente distintas a los Homo sapiens”, confirma Carlos Lorenzo, que investiga fósiles de manos de los yacimientos de Atapuerca. “Esto nos permite distinguir los fósiles de mano entre ambas especies pero que serían imperceptibles en el contorno de una mano”.
Como mucho, según Rasines, se podría distinguir la huella entre ambos humanos por descarte. "Es decir", concreta, "podríamos descartar que fueran huellas de neandertal en el caso de manos que sean muy gráciles, más esbeltas o pequeñitas. El problema es que tampoco sabemos la edad de quién puso allí la mano y podría ser de individuos femeninos o individuos infantiles o juveniles. A la hora de establecer la interpretación no hay argumentos serios".
Y si lo que encontráramos en una cueva fueran los restos óseos de una mano neandertal, ¿podríamos identificarla por sus rasgos? "Ahí sí podríamos hacer aproximaciones fundadas", comenta Rasines, "aunque no sería el mejor hueso para hacerlo, porque son partes pequeñas y no hay un gran archivo de referencia. Es mucho más sencillo clasificar un cráneo o un hueso largo como una tibia", explica.
Esta marca roja en el "Techo de los Polícromos", en la cueva de Altamira, tiene 36.000 años de antigüedad. No solo es la más antigua de la cueva sino de las más antiguas de Europa. Imagen © Museo Nacional de Altamira / Pedro Saura.
Capacidad de abstracción
Aparte de la cuestión formal, el asunto de fondo está en si los neandertales fueron capaces o no de desarrollar su propio arte, como se plantea desde hace algunos años. "Lo que habría que demostrar es que los autores de esas marcas no eran de nuestra especie", matiza Rasines. "Hasta ahora las manos paleolíticas que se conocían estaban dentro del intervalo cronológico de nuestra especie. Con esta cronología nueva se abre una ventana y se propone una hipótesis que habría que probar de otra manera".
“Tampoco la morfología de la mano permite determinar la capacidad pictórica de los neandertales”, añade Lorenzo. “Es decir, no podemos distinguir a la especie autora a través de sus obras. La mano neandertal es diferente pero no es menos capaz de realizar el arte rupestre de lo que era Homo sapiens”.
Las pruebas muestran que los primeros humanos usaban dos métodos para fijar sus huellas: o bien impregnaban directamente la mano con ocre y la plantaban sobre la pared, o utilizaban una especie de aerógrafo soplando por un huesecillo como los que el equipo de Rasines ha encontrado en Altamira. Un comportamiento bastante sofisticado que no se ha probado en neandertales.
Pero, ¿para qué pintaban? El motivo último por el que los primeros hombres dejaban la huella de sus manos en las paredes de las cuevas no es más que una hipótesis. La interpretación general lo atribuye a un sentido simbólico, tal vez espiritual. Este tipo de comportamiento está atribuido con certeza a nuestra especie, pero ¿lo tenían los neandertales? "Ése es el fondo de la cuestión", comenta Rasines, "si eran capaces de tener la capacidad de abstracción. La hipótesis que necesitaría pruebas es la de que lo realizaron los neandertales".
Esta marca en el "Techo de los Polícromos", en la cueva de Altamira, tiene unos 36.000 años. Imagen © Museo Nacional de Altamira / Pedro Saura.
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