de luminiscencia con resultado positivo.
Ya andaremos por una década cuando en aquellas fantásticas "listas de Traianus" moderadas por nuestro apreciado Isaac Moreno, unos cuantos solicitábamos a "quién correspondiese" se les hiciesen las analíticas que hubiese lugar precisamente esas de luminiscencia que hoy ya sabemos se les han realizado, ya que la mayoria teníamos nuestras ligeras dudas de ser verdaderas y hoy habría que recular, quizás, y pensar en otras cosas...
Yo mismo, hará esto cosa de cuatro o cinco años y en un viaje por Oviedo se lo volvía a comentar a D. Ángel Villa Valdés arqueólogo de la Consejería de Cultura del Principado de Asturias en su despacho -por cierto, mejor persona imposible- ya que me traía un cabreo encima de tres pares ya que el Museo de Oviedo se encontraba cerrado por obras y no por lo tanto no me fue posible ver con mis propios ojos las misteriosas tabletillas de barro que su autor, un tal Lépido, nos tenía a todos un poco confusos.
Esta mañana recibo un correo electrónico de: "Ediciones Universidad de Salamanca" donde se me pone en conocimiento del último número, el LXX, de la revista: ZEPHYRVS y en pp. 151-179 el artículo de la Dra. Cármen Fernández Ochoa y otros titulado: "El Itinerario de Barro. Cuestiones de Auténticidad y lectura". Exáctamente esto que copio/pego:
“El «Itinerario de Barro». Cuestiones de autenticidad y lectura
Carmen FERNÁNDEZ OCHOA, Ángel MORILLO CERDÁN, Fernando GIL SENDINO
Resumen
El empleo de la técnica de la termoluminiscencia sobre las 4 tablillas del denominado Itinerario de Barro, objeto de una encendida polémica desde su publicación hace casi un siglo, ha permitido establecer su autenticidad. A partir de esta constatación esbozamos la hipótesis de identificación de las mansiones de cada uno de los itinerarios y reinterpretamos esta fuente en el contexto de la red viaria del norte y occidente peninsulares, señalando los problemas que aún plantea.”
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Desconozco si D. José Manuel Roldán Hervás, con el que coincidí la pasada primavera y me recordó que ya no solo consideraba falsas tres de ellas sino las cuatro, habrá cambiado de opinión con las nuevas pruebas.
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a su altura) pero puestos a elucubrar, como Vd. pide, permítame que haga mi valoración sobre su defensa de la veracidad en su enésimo intento... en esta ocasión manifestando la posibilidad de una escritura sobre barro en fresco. Mire Antton, admiro su tesón y la de Koen (ya se lo he reconocido en alguna ocasión) a la hora de defender a ultranza a los acusados del proceso, posiblemente por afinidad familiar o confraternal, pero piense que los que ponemos muy en duda la veracidad de las inscripciones (hablo por mí y creo que por una gran mayoría de los amantes de la arqueología, profesionales o no, que se manifiestan en este foro de T.A.) no tenemos ningún interés personal en la defensa en uno u otro sentido, y vuelvo a hablar por mí, sino tan sólo proteger la verdadera esencia de la Arqueología desde el parapeto del rigor y la prevalencia de la verdad. Dicho esto, y aún admitiendo el extraño caso de escolares veleienses acuñando las enseñanzas a base de mandobles de escarpelo, le hago algunos comentarios: efectivamente, las fotografías, puede que con motivo de un perfil de incidencia de luz favorecedor, parecen ofrecer incisiones en barro fresco. Pero aparte de lo que indica el contertulio Percha en lo relativo a alguna pieza, con gran insistencia y contundencia, sobre la imposibilidad de que se trate de una inscripción en barro fresco, cuando los grabados invaden la fractura, observe que lo normal al escribir en una superficie dócil, es que la mayoría de los trazos, aún habiendo vértices, no ofrezcan discontinuidad ; es decir, a mayor facilidad de deslizamiento del punzón, menos trazos. Y como se puede apreciar mayoritariamente, no es así (por ejemplo, una V realizada sobre un soporte blando se practica con un solo trazo dibujando un vértice redondeado, no con dos (trazos)). Aún más, sobre la arcilla fresca, las hendiduras practicadas, incluso independientemente del filo del instrumento, pues solo variaría el grado, mostrarían prominencias a los lados de la incisión o al final del trazo, fruto de arrastrar el blando barro con la punta de "la estilográfica", cosa que no se aprecia en las fotografías. Y si aún hay dudas, otra observación que le hago con una pregunta: Si Vd. Realiza una incisión curva sobre una superdicie plana de barro fresco, la profundidad de la incisión será igual o no será igual que si se trata de una línea recta? Si no puede llevarlo a la práctica, recreelo mentalmente. Igual, verdad? No hay ningún motivo por el que puedan tener distinta profundidad. Sin embargo, realice el mismo proceso sobre barro cocido o sobre una superficie dura. Observará que la profundidad de la raya es mucho menor en el trazo curvo... Pura física! Lo podrá observar en varios de los pocos trazos curvos de las inscripciones. Estos son algunos de los motivos que me hacen albergar dudas sobre la autenticidad. Y Antton, estoy convencido de que algun hallazgo es auténtico pero lo falso hace que lo verdadero no trascienda, cómo es normal, y es una pena. Quién haya realizado las falsificaciones y malogrado material arqueológico, debería pagar por ello. Y si lo hace, lamentablemente, nunca será suficiente para restituir el daño causado. De eso también estoy seguro.…
Agregado por Viriato a las 12:46am del noviembre 13, 2018
No puedo añadir imágenes, no tengo barra de herramientas para incluirlas y no me las admite copiando y pegando...En esta página no aparece el "responde" que carga la barra de herramientas.
Lo siento
er caso se tendría que haber hecho y documentado fotográficamente si se hubiera observado la mínima precaución de contratar un restaurador para que se ocupara de la limpieza de las piezas). No obstante, en relación con la 15920, si se va a levantar la costra sugiero que se tomen muestras de la misma para analizarla, no vaya a ser que no sea tal costra. A juzgar por la fotografía, que demuestra que en algunas zonas la "costra" está medio disuelta, me da la impresión de que no hay tal, sino que se trata de barro seco y que estamos ante una pieza a medio lavar. Se por experiencia que si pasa un año sin lavar la cerámica, el barro seco se endurece de tal manera que es necesario tener los fragmentos en remojo un tiempo para que se reblandezca, pero evidentemente no es una concreción calcárea: ésta no se disuelve con el agua el y el barro, por muy seco que esté sí.…
perficie dura creo que no se explicaría, por ejemplo, el doble trazo del palo vertical de la "R". No obstante, creo que sería fácil de comprobar con lupa o microscopio porque si el barro estaba fresco, se habrá acumulado en mayor cantidad a uno u otro lado del ductus siguiendo la dirección del trazo.
Saludos…