produciendo en las dos últimas décadas es espectacular. Cómo han anunciado todos los medios, un grupo de genetistas, arqueólogos y paleontólogos, liderados por Laura Weyrich y Alan Cooper, acaba de publicar en la revista Nature sus investigaciones sobre el ADN del sarro de los dientes de varios Neandertales. El estudio del contenido del sarro depositado en los dientes de nuestros antepasados no es nuevo. Recordemos una publicación reciente sobre el contenido del sarro de los dientes del resto fósil más antiguo de Europa, encontrado en la sierra de Atapuerca. Pero las investigaciones publicadas la semana pasada en la revista Nature superan de largo todas las marcas anteriores.
Los investigadores han contado con muestras de sarro de cinco ejemplares Neandertales. Dos de ellos se encontraron en la cueva de Spy (Bélgica) a finales del siglo XIX. Otro ejemplar, mucho más reciente, procede de la cueva Breuil (Italia). Por último, se analizó el sarro de dos de los nueve individuos identificados en la cueva del Sidrón (Piloña, Asturias). Los resultados solo fueron positivos en los dos ejemplares asturianos y en uno de los Neandertales de la cueva de Spy. Los otros ejemplares tenían mucha contaminación por ADN exógeno y fueron descartados.
Algunos de los restos neandertales fósiles de la cueva del Sidrón (Asturias). Fuente: CSIC Comunicación.
Los Neandertales del Sidrón están datados en unos 48.000 años, mientras que los de la cueva Spy son algo más recientes. El yacimiento asturiano ha sido clave para la obtención de ADN de este grupo humano, gracias a su formidable estado de conservación y a las características peculiares del sitio. Y todo ello sin olvidar que la excavación ha sido modélica en lo que se refiere a la obtención de todos los fósiles en condiciones de asepsia. No cabe duda de que estamos ante un yacimiento que seguirá dando resultados sorprendentes en biología molecular de nuestros ancestros.
El artículo publicado en la revista Nature es un verdadero compendio de conocimiento sobre diferentes aspectos de la biología de los Neandertales. En primer lugar, sorprende el hecho de que el ADN del sarro del ejemplar de Spy y el de los individuos del Sidrón difieran de manera considerable en los que se refiere a los elementos que definen su dieta. Ya sabemos que el registro arqueológico sobre este aspecto es muy engañoso, si nos atenemos solo a lo que obtenemos en los yacimientos. Es habitual encontrar restos de los mamíferos grandes y medianos consumidos, mientras que el hallazgo de evidencias de la ingesta de vegetales es excepcional. Es por ello que hemos de guiarnos por la lógica para afirmar que todas las especies del género Homo han sido omnívoras y han comido lo que tenían a su disposición en el medio en el que vivían. El Neandertal de la cueva de Spy se alimentó, entre otras cosas, de carne de rinocerontes y muflones, como señala el registro fósil y ahora el ADN del sarro de sus dientes. Lo que sorprende es que los expertos no hayan encontrado ADN de especies animales en el sarro de los Neandertales del Sidrón ¿Acaso eran vegetarianos? La mejor respuesta es que aquellos humanos comían lo que tenían a su disposición. Si el ADN de su sarro revela que comían setas, piñones o musgo implica que una parte sustancial de su dieta estaba compuesta por los alimentos vegetales que conseguían en los bosques de la región. Pero estoy convencido de que aquellos humanos también consumían la carne de las presas de diferentes especies que caían en sus manos. Los miembros de la especie Homo neanderthalensis fueron grandes cazadores y solo en determinadas circunstancias tuvieron que reducir la cantidad de carne de su dieta. No olvidemos que los bosques ofrecen también alimentos tan variados como insectos, anélidos, aves, huevos, anfibios, etc.
Aclarado este punto, nos fijamos en otro aspecto de las investigaciones. Los/las lectores/as que tengan perros en su casa se habrán fijado que estos animales comen ciertas hierbas, si tienen ocasión para ello. Su instinto les lleva a consumir plantas con propiedades medicinales. Es por ello que podríamos esperar conocimientos similares en las especies humanas que nos han precedido. La diferencia con otros animales es que los Neandertales habrían consumido aquellos medicamentos naturales no solo por puro instinto, sino por conocimientos acumulados durante milenios. Pero había que demostrar ese aspecto de su cultura. Y los expertos que han analizado el sarro de los Neandertales lo han conseguido. Sencillamente impresionante. El abedul, como otras plantas, contiene ácido acetil salicílico, el principio activo que ayuda a mitigar el dolor, mientras que otras plantas contienen antibióticos naturales. Las dolencias bucales (excepto las caries) fueron comunes en las especies del género Homo. Quienes llegaban a determinada edad solían padecer periodontitis apical y abscesos. Esta dolencia, que cursa con infección grave, podía causar la muerte si no era tratada con medicamentos naturales. Aquellos humanos usaban la medicina natural para paliar sus dolencias, incluyendo la diarrea, como demuestra la presencia de ADN de la especie Enterocytozoon bieneusi, un parásito intestinal del grupo basal de los hongos.
Por último, y no por ello menos importante, la presencia de ADN de diferentes microorganismos patógenos en el sarro de los Neandertales abre la puerta a una nueva línea de investigación en paleogenética. La comparación del ADN de las especies que nos afectan en la actualidad con las de humanos como los Neandertales nos da pistas sobre las diferencias en la forma de vida entre unos y otros. Cada especie/población tiene sus propios patógenos en función del tipo de vida. Resulta curioso que los Neandertales del Sidrón compartían más especies de patógenos con los chimpancés que con los humanos modernos. La especie de arquea Methanobrevibacter oralis detectada en el sarro de los Neandertales tiene diferencias genéticas con la nuestra, que sugieren una divergencia de las poblaciones de este microorganismo hace unos 112.000-143.000 años. En buena lógica, y dado que nuestro respectivos linajes divergieron desde el punto de vista genético hace seguramente más de 700.000 años, se puede proponer que los Neandertales y los humanos modernos volvieron a compartir este microorganismo cuando se encontraron e hibridaron en el Corredor Levantino, en el intento de expansión de nuestra especie por el suroeste de Asia a finales del Pleistoceno Medio.
En definitiva, estamos inmersos en una nueva forma de estudiar nuestro pasado. El estudio de la morfología de los fósiles seguirá siendo sumamente importante para conocer el aspecto de nuestros antepasados. Pero la biología molecular ha dado un paso muy firme en el conocimiento de la evolución humana.
Fuente: quo.es | 14 de marzo de 2017…
el que vivió el grupo de neandertales y por dónde entraron a la vieja cueva
El descubrimiento de la casa en la que hipotéticamente vivieron los hombres y mujeres del Sidrón está cada vez más cerca. Para conseguirlo han comenzado un septiembre más los trabajos de excavación que cada año llevan a cabo el profesor Marco de la Rasilla y su equipo en la famosa cueva de Piloña. Tras varios años de intensos hallazgos podría ser posible que en esta ocasión los investigadores dieran con el ansiado emplazamiento en el que vivieron hace casi 50.000 años este grupo de neandertales en la ladera del Sueve.
Además del trabajo habitual, de recuperación de huesos humanos, herramientas prehistóricas y posibles restos de la fauna local, en esta ocasión en la campaña que arrancó ayer se van a incorporar a los trabajos tres nuevas líneas de actuación.
Una de ellas se centra en la cueva de las Pinturas, que cuenta con grabados descubiertos ya en 1975. Hay diversas pinturas, algunas huellas de oso y aunque existen ya varios informes desde el año 2000, durante la actual campaña se repasarán y se volverán a fotografiar y dibujar los nuevos hallazgos. «Vamos a entrar, ver lo que hay, comprobar si realmente es lo que se pensó hasta ahora y, a partir de ahí, avanzar», explicó De la Rasilla.
Pero uno de los frentes más importantes se centra en la búsqueda del yacimiento arqueológico, el lugar que habitaban los individuos hallados. A este objetivo ayudará la definición de las áreas de mayor cantidad de materia prima de la zona, el denominado sílex de Piloña. «Es importante saber dónde se concentraba este material para determinar las zonas más frecuentadas por esos habitantes», apuntó el director de los estudios en la ya famosa cueva piloñesa.
Por otro lado, lograr conocer por dónde entraron los individuos hallados hasta ahora y si en la zona existen evidencias de fauna siguen siendo dos de las cuestiones más importantes a resolver y uno de los principales objetivos de los próximos días.
Cabe recordar que hace pocos meses se hacía público un convenio de colaboración, entre el Principado y la Universidad de Oviedo por el que se acordaba financiar la continuación de los trabajos de investigación durante los próximos cuatro años, con un presupuesto de 360.000 euros, de los que 55.000 estarán dedicados a las actuaciones de la campaña recién inaugurada, y en la que se abordarán áreas de arqueología, geología, antropología y genética.
El equipo del Sidrón llegaba ayer a Villamayor con las pilas cargadas. Cuentan ya en su haber con más de 1.500 restos de varios individuos neandertales que de momento han sido suficientes como para haber dado a la ciencia alguna de las claves de nuestro pasado.
Pero aún no está todo escrito, por eso año tras año, y ya van 17, se repiten las campañas de excavaciones. Los investigadores, arqueólogos, paleontólogos y todos los expertos que integran el equipo se resisten a dar por terminado el trabajo, convencidos de que aún queda mucho por desvelar.
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Agregado por Percha a Prehistoria a las 9:25am del septiembre 2, 2011
idad como causa que retrasaría el período en la mujer tras un parto (tal como mencioné, y unido quizá a una dieta deficitaria), pero también he subrayado que no me parece que sea un argumento que se pueda esgrimir de modo principal y firme para sostener que los neandertales usaban ese método para tener un hijo cada tres años.
Y no veo tampoco que sea muy riguroso, apoyar tal argumentación, en el hecho de establecer paralelos etnográficos en los cazadores-recolectores de una contemporaneidad más o menos actual. Los contextos de supervivencia de esos paraleos etnográficos son muy distintos de los acontencidos en la prehistoria, tanto en el ámbito demográfico, faunístico, climático y hábitat-ecológicos.
Poner en paralelo, por ejemplo, a los bosquimanos del desierto del Kalahari (sean los ¡kung, los san, o los basarawa, etc.) con los neandertales de hace 49000 años, que sobrevivían con una tecnología lítica determinada (musteriense), en un entorno climático durísimo bajo la glaciación del Würm, con un tipo de fauna a cazar tan distinta, y en un hábitat, en resolución, tan diferente, pues como que no parece muy riguroso sacar conclusiones que puedan ser válidas para aplicar de modo genérico, y mucho menos concreto, al pasado prehistórico. Aun cuando se observen pautas de comportamiento similares entre distintos grupos de cazadores-recolectores de una contemporaneidad más o menos actual, hay que ser muy cuidadoso o muy prudente a la hora de hacer su traslado al pasado prehistórico. Y,¡ojo!, con eso no se está negando la posible fertilidad que se deriva de ese conocimiento para comprender cómo pudo haber sido dicho pasado prehistórico.
Además, no debemos olvidarnos de un detalle importante: aquí hablamos de neandertales y, aun cuando se han verificado similitudes varias entre ambos, no son propiamente Homo sapiens, los cuales tenían otra tecnología y otros modelos de comportamiento, e, incluso, de percepción congnitiva. No por nada, en similar contexto de supervivencia, los Homo sapiens parece a las claras que demostraron mayor eficacia reproductora -y, en consecuencia, demográfica- que los neandertales.
Por último, respecto a si este grupo de 12 neandertales del Sidrón pudo ser canibalizado por los Homo sapiens, hay que decir que, dada la datación que se ha proporcionado sobre los mismos, esto es, hace 49000 años, no es posible, por ahora, hacer tal supuesto.
Hace 49000 años, según los estudios más recientes, los Homo sapiens estarían, tras su salida de África, llegando todavía a Oriente Próximo, cruzarían el Bósforo hace 46000 y llegarían a Francia y España hace 41000. Es decir, para cuando los Homo sapiens hubieran llegado a la cornisa cantábrica nuestros pobres neandertales del Sidrón ya habrían sido muertos y canibalizados hace 8000 años por otros congéneres de su misma especie.
También podría especularse (lo cual, a falta de más datos, es gratis) que los 12 neandertales del Sidrón pudieron haber sido muertos por un ataque de las fieras a un grupo mayor de neandertales, y éstos, los sobrevivientes, tras ahuyentar finalmente a las fieras, a continuación aprovecharon los cadáveres de sus congéneres como comida debido a la más que posible hambruna que estarían padeciendo.
Saludos navideños y no canibalicéis mucho turrón ;-)
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ustrie
Vendredi 27 et samedi 28 janvier 2012.
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Coorganizado por el modélico INRAP en París. El programa detallado puede verse aquí.
"Bien qu’elle en trouve parfois, l’archéologie n’a pas vocation à chercher de chefs-d’œuvre. Elle exhume et interprète les indices que recèle le sol pour connaître les sociétés humaines du passé. La recherche ne s’arrête pas à la fouille et se prolonge par un intense travail de laboratoire. Ainsi l’archéologie recourt-elle, de longue date, aux outils des géosciences, des sciences de la vie, des sciences environnementales, des sciences chimiques et physiques pour interpréter les éléments les plus ténus. Ces disciplines connaissent un développement continu pour analyser, dater, imager ou restituer les données sur les sociétés, les environnements du passé et leurs interactions. « L’archéologie au laboratoire » fait le point sur leurs dernières avancées." [...]
Una de las intervenciones presentará un tema español: "Une parenté patrilocale chez les Néandertaliens de la grotte d’El Sidrón (Asturies)", por Carles Lalueza-Fox, Instituto de Biología Evolutiva, Universidad Pompeu Fabra, Barcelona. Añado que el estudio comparativo de 2010 de los datos genómicos del Sidrón y otros yacimientos europeos: VV.AA., "A Draft Sequence of the Neandertal Genome", Science 328 nr. 5979, 7/5/2010, pp. 710-722, puede consultarse completo (incluyendo imágenes para power point docente) aquí: http://www.sciencemag.org/content/328/5979/710.full. Su conclusión fue que "se demuestra que los neandertales comparten más variantes genéticas con los humanos actuales en Eurasia que con los humanos actuales en el África subsahariana, lo que sugiere que el flujo genético de los neandertales en los ancestros de los no africanos se produjo antes de la divergencia de los grupos de Eurasia entre sí".
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La Cueva de El Sidrón está excelentemente representada en Terraeantiqvae
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Agregado por Alicia M. Canto a las 8:37am del diciembre 16, 2011
o campo de investigación, la paleogenómica, que ha hecho posible conocer la evolución reciente de numerosas especies, incluida la humana». Esa fue la razón del jurado para convertir al biólogo Svante Pääbo (Estocolmo, 1955) en Princesa de Investigación Científica y Técnica. Apasionado de la arqueología y de Egipto, su trabajo empezó con las faraónicas momias y ha evolucionado hacia un viaje en el tiempo cada vez más lejano. Director desde 1997 del Instituto Max Planck de Leipzig, el hijo de una química y un premio Nobel llegará el martes a Asturias para recoger su galardón el viernes. No será la primera vez que se deje ver por estas tierras. La cueva de El Sidrón fue clave en la secuenciación del genoma neandertal que él lideró con mano diestra y tuvo oportunidad de visitarla en 2017.
–Imagine que tiene una máquina del tiempo. ¿A dónde iría y por qué? ¿Qué respuestas trataría de encontrar?
–Un viaje interesante sería estar presente cuando los humanos modernos de África se encontraron con neandertales en algún lugar de Oriente Próximo hace unos 60.000 años. ¿Que pasó? ¿Qué pensaron el uno del otro? Sabemos que tuvieron bebés juntos, pero ¿cómo sucedió eso? ¿Se sentían atraídos el uno por el otro? ¿Cuáles eran sus sentimientos mutuos? ¿Fue uno de ellos el grupo socialmente dominante?
–Ha respondido en un sentido muy científico. Si le pregunto en un plano más personal, ¿a dónde viajaría?
–Ummmm... No le he contestado de una manera científica, pero si tuviera que responderle de nuevo le diría que me gustaría viajar al futuro.
–Pues allá vamos: ¿Cuánto sabemos de nosotros mismos y cuánto nos queda por averiguar en ese futuro que usted querría vivir?
–Sabemos un poco sobre cómo funcionan nuestros cuerpos, pero no tanto sobre cómo lo hacen nuestras mentes. Las condiciones de nuestras vidas aún son un misterio para nosotros, pero creo que eso siempre va a ser así, siempre estaremos confusos y aturdidos respecto a la muerte. Siempre nos va a parecer increíble e injusto que muramos, y más aún que mueran las personas a las que amamos.
–En los últimos años, su trabajo en la paleogenética nos ha dado muchísima información sobre el pasado. ¿Qué será lo próximo? ¿Con qué expectativas trabaja?
–Creo que gradualmente podremos retroceder más en el tiempo hacia restos de homínidos no extinguidos. También descubriremos qué grupos existieron en África cuando los humanos modernos emergieron allí. Espero que también podamos aprender más sobre todo ese proceso. Responder preguntas como: ¿Los diferentes aspectos de nuestra biología evolucionaron en diferentes lugares y en diferentes momentos? ¿O los humanos modernos evolucionan en un tiempo y lugar concreto?
–Usted comenzó trabajando con el ADN de momias egipcias, luego con animales extinguidos, después con neandertales y denisovanos... ¿Cómo ha cambiado y ha ayudado la tecnología en su trabajo? ¿Y cómo afectará la tecnología a futuras investigaciones?
–Como muchas partes de la biología, los avances en la recuperación del ADN antiguo han dependido en gran medida de la nueva tecnología que va apareciendo según pasa el tiempo. En los años 80, la tecnología permitió hacer muchas copias de una molécula de ADN que podría haber sobrevivido en viejas especies, y eso significó un gran paso adelante. A partir de ahí, trabajamos en la adaptación de esta técnica para el ADN antiguo. A principios del milenio surgieron nuevas tecnologías que permitieron secuenciar millones de moléculas de ADN en un hueso de manera rápida y económica. Así que ahora es posible secuenciar todo el ADN en un hueso y luego ver cuáles de estas moléculas de ADN provienen, por ejemplo, de una hominina, al comparar estas moléculas con el genoma humano que ahora está disponible. Y eso ha permitido determinar todos los genomas de neandertales y humanos modernos muertos hace mucho tiempo atrás.
–En España, miramos hacia Alemania, donde usted trabaja, y Suecia, de donde proviene, como paraísos para la ciencia. ¿Lo son para usted?
–Creo que la Sociedad Max Planck en Alemania, donde trabajo, realmente proporciona algo que es como un paraíso para los científicos que hacen investigación básica: tiene fondos adecuados a largo plazo, y los científicos pueden seguir libremente las instrucciones que marquen sus proyectos. No puedo pensar en un mejor lugar para trabajar.
–Dele unos consejos al Gobierno español. Díganos cuál es el mejor sistema para que la investigación ocupe un lugar destacado.
–Oh.... No me corresponde dar consejos. Creo que todos los países deben mirar dónde se encuentran y determinar qué proporción del dinero que tienen debe invertirse en investigación básica a largo plazo y qué parte debería invertirse en una investigación más aplicada, que trabaje de forma más inmediatamente para lograr aplicaciones útiles.
–Ha tenido una relación muy estrecha con los investigadores que trabajan en la cueva asturiana de El Sidrón. ¿Cómo han sido de importante sus fósiles en el Proyecto Genoma Neandertal?
–El Sidrón ha sido muy importante porque ha permitido que se secuenciaran todos los genes de un individuo neandertal y que se compararan con otros neandertales. Nos ha enseñado que los neandertales fueron tan pocos en número que acumularon más mutaciones en sus genes que los humanos modernos. Algunas de esas mutaciones quizás fueron malas para ellos. El Sidron fue también el primer lugar donde nos dimos cuenta de que los ejemplares macho también portaban el cromosoma Y. Otros usaron los datos que nosotros encontramos en Asturias para demostrar que el cromosoma Y neandertal presentaba variaciones diferentes al cromosoma Y de los humanos actuales.
–¿Preparado para viajar a Asturias? ¿Tendrá tiempo para visitar la cueva?
–No voy a tener tiempo de visitar El Sidrón esta vez. Pero espero regresar en otra ocasión y poder hacerlo.
–Se va a reunir con estudiantes de su campo. ¿Qué consejos les va a dar?
–Que se dejen llevar por aquello que les interesa. Si hacemos algo que nos divierte, seguramente lo hagamos bien y además pasemos un buen rato.
Fuente: elcomercio.es | M.F. Antuña | 14 de octubre de 2018
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razonable que un omnívoro oportunista coma más vegetales pero, uno, que tiene al neandertal de consumado cazador y carroñero en cualquier hábitat, se sorprende también de la magra dieta vegetal que dicen los sofisticados análisis. Este individuo de El Sidrón parece que de carne, poca. Que haya poca carne entre los dientes de una máquina de cazar sugiere que, en efecto, el pobre estaba tan “pachucho” que no recibía ni ración de sus compañeros y se tenía que conformar, como el sabio, de “las hierbas que cogía”. También es posible que todo el grupo estuviera pasando las de Caín por una falta generalizada de caza, cosa que ocurre a veces en la naturaleza, incluso hoy en día. De ahí comer corteza de álamo y musgo, setas y piñones. En los países nórdicos, en épocas de hambruna, se extrae la corteza interna del álamo para hacer una harina, en Finlandia utilizan el musgo. El hongo penicillium es muy común en suelos húmedos carbonatados y nitrogenados y es el que se encuentra en las frutas maduras. Si se consumen vegetales de continuo sin lavar lo normal es que hayan dejado restos. Así que de ahí, de la magra y miserable dieta vegetal de un individuo que sueña con un hígado de oso, se deduzca que era casi vegetariano y que usaba aspirina y antibiótico natural para calmar sus males creo que hay un poquito de precipitación.
Es muy posible que los neandertales dispusieran de los recursos naturales a su alcance para tratar ciertos males, con mayor o menor acierto; pero me pregunto si en este caso, en el que casi se sugiere que el enfermo está tratándose con específicos, cuando lo que puede estar pasando es que se esté muriendo de hambre, el uso de la botica era un conocimiento que ya se tenía o era uno que se estaba gestando con la cruel experiencia de la extrema necesidad.
Comer corteza de árbol es algo que llevamos dentro, cosas de nuestra ancestral familia.
HACE DOS MILLONES DE AÑOS NUESTROS ANCESTROS COMIAN CORTEZA DE ÁRBOLES.
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Agregado por Salvador Cuesta a las 9:54pm del marzo 16, 2017