Uno de los elementos que hicieron posible la civilización romana fueron sus avanzadas vías de comunicación, una red de 100.000 kilómetros de calzadas.
Esas vías llegaron a comunicar todo el Imperio romano desde la antigua Hispania hasta Asia Menor, y desde Britania hasta el norte de África.Sin duda, fue uno de los elementos más revolucionarios e innovadores de la antigüedad. La construcción de estas calzadas era tan buena y estaba tan bien diseñada queaún hoy se conservan algunas de ellas, a pesar de todo el tiempo transcurrido.
Hace unas semanasIsaac Moreno Gallopublicó un vídeo muy bien elaborado en el que explica brevemente, en sólo dos minutos y medio, cómo era la técnica de construcción de estas calzadas. Una técnica queincluía una forma de evitar el encharcamiento de las vías por la lluvia y medidas, recientemente descubiertas, para evitar que la naturaleza invadiese la calzada.