Rafael Álvarez "El Brujo" (en la foto, a la izquierda) estrena el próximo 10 de enero en los Teatros del Canal su particular versión de 'La Odisea' de Homero, una narración en solitario de este clásico que intercala la hazaña épica de Ulises con el siglo XXI.

Estrenada en el Festival de Teatro Clásico de Mérida el pasado mes de agosto, el espectáculo continúa el particular estilo de este intérprete que trata de contar al espectador esta extensa obra "como quien explica la catedral de Notre Dame a los turistas que no han tenido tiempo de leer sobre ella y, entre medias, les cuenta otras cosas que aluden a la actualidad o a lo contemporáneo", ha ejemplificado hoy el artista.

Este juego interpretativo del "El Brujo" con el público tiene algo de "juglar", según señala. Hasta tres versiones (incluida la más famosa de Carlos García Gual) ha utilizado Rafael Álvarez para poner en pie este espectáculo en el que el reto principal ha sido "no perder el hilo secuencial del relato ni la rítmica y hacer una síntesis de la materia narrativa sin que ello restara fluidez", ha apuntado.

LA "VIDA GRANDE"

Dos percusionistas (Daniel Suárez y Mauricio Loseto) y un pianista (Javier Alejano) acompañan al intérprete en este montaje que supone para el artista "un disfrute" por la "belleza de la palabra".

"'La Odisea' nos remite a la vida grande. Ulises vuelve después de 20 años y se reencuentra con su mujer, su hijo, su padre y, sobre todo, con su perro, el único que sabe que regresaría. Este animal es lo más importante porque representa el amor incondicional y es ahí donde está la fuerza poética del relato", explica.

Rafael Álvarez ha pasado ya por el filtro de la actualidad y de su peculiar manera de reinterpretarlos, otros clásicos como Lazarillo de Tormes, El Quijote o El Evangelio de San Juan. El actor considera que el "respeto" a estos textos"no debe ser reverencial" y que el límite está "en los derechos de autor".

El director de los Teatros del Canal, Albert Boadella (en la foto a la derecha), ha elogiado el teatro "feroz, transgresor y sin pretensiones" que hace "El Brujo", de quien ha señalado que es un artista que sobrevive a todos los tiempos, "un comediante puro y duro". "El teatro es el arte del actor y él representa esa fuerza, también como constructor de su propia estructura", ha añadido.