Un investigador del CSIC descubre que el único petroglifo catalogado de Ribadeo se labró calculando el recorrido del sol el día de San Juan

Cazoleta labrada en el petroglifo de As Fádegas, con cinco marcas en la parte superior semejantes a la garra de un plantígrado. / MARIÑAPATRIMONIO

Fuente: EL PAIS.com | Silvia R. | Pontevedra | 5 de marzo de 2013 | 

Encanto, guapa hasta un extremo insoportable, y por supuesto rubia según detallan los vecinos de la zona, tiene una gallina clueca que no es que haya puesto huevos de oro, sino que pone tal empeño en la incubación que al final de sus fiebres logra que nazcan pollitos de 18 kilates.

En San Juan, Encanto aparece por arte de magia y es conveniente no cruzarse con ella. El resto del año vive en el alma de una roca de esquisto, una formación pétrea alargada que pavimenta el estrecho paso del camino entre As Anzas y Salcedo, en Ribadeo. La gente que está al tanto de esta particular tentación rubia de A Mariña evita esta ruta y elige una alternativa, bastante más larga, en el solsticio de verano. Al parecer, los que se topan con la bella, con su oro y sus aves de corral, quedan embrujados y desaparecen, engullidos por la propia piedra. No se conocen más pormenores porque ninguno ha vuelto para contarlos.

En esta roca, encajonada entre el río Grande o Alesancia y el acantilado, que se levanta vertical en la vera opuesta del camino, hay grabadas desde un tiempo remoto sin determinar, la Edad de Bronce (hipótesis oficialmente registrada) o la de Hierro, al menos 11 pisadas humanas. Se suele decir que estas huellas son las de Encanto, su único rastro durante el resto del año, pero la Xunta, en verano de 2011, las catalogó como petroglifo labrado por la mano del hombre y el cuento del hada pareció morir.

Después de que el colectivo cultural Mariñapatrimonio avisase a Cultura de su existencia, el grabado rupestre pasó a formar parte del inventario administrativo con el nombre de As Fádegas-As Pisadas do Encanto, seguido de un número. El registro tenía en cuenta los grabados podomorfos y también unas misteriosas formas circulares o cazoletas que aparecían al final de la secuencia de pisadas y que salieron a la luz en 2010, tras una riada que arrasó la capa de tierra. Manuel Miranda (izquierda), voz de Mariñapatrimonio, explica que estas cazoletas son cuatro y que podría ocultarse más cantidad donde el agua no excavó.

                                                                                                                     

Lo que nadie apreció en 2011 fue que estos grabados redondos tenían uñas. El primero que cayó en la cuenta fue Marco García Quintela, catedrático de Historia Antigua en la Universidad de Santiago, cuando visitó el lugar la primavera pasada. Según describe, en la parte superior de las cazoletas están claramente talladas cinco garras, no le cabe duda. Podrían ser de oso (y de hecho, Miranda guarda fotos de huellas reales de plantígrado que son idénticas), pero también de otro animal. Quintela no quiere aventurarse en esto y tampoco en dar una interpretación.

Foto: Sucesión de huellas humanas en el petroglifo de As Fádegas (Ribadeo). En el solsticio de verano resultan invisibles por la sombra que proyecta una roca. /MARIÑAPATRIMONIO

Petroglifos podomorfos los hay en Pontevedra, Ourense y el norte de Portugal, pero este es el único caso en el noroeste peninsular, que no el primero en Europa, en el que se representa una sucesión de pisadas humanas que se acaban transformando en rastros animales.

“En Suecia, por ejemplo, se conoce otra representación”, pone como ejemplo el historiador. “Están al borde de un lago, en el lugar preciso donde es fácil imaginar un oso pescando”.

Sin embargo, el profesor le resta importancia a su descubrimiento. Para él, la conclusión más reseñable de aquella expedición al estrecho paso junto al río Grande que lleva a As Fádegas, la huerta ecológica de Elia y Vicente, fue la que sacó otro integrante de la comitiva de investigadores.

                                                        

César González García (derecha), arqueoastrónomo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), hizo cálculos sobre el terreno, después en su despacho, y descubrió que en el atardecer del San Xoán la sombra que proyecta el acantilado va ocultando paulatinamente las huellas humanas pero nunca llega a cubrir las animales. El mar engulle el astro antes de que la sombra alcance las cazoletas, y esto sucede así durante un periodo de “entre cinco y siete días antes y cinco y siete después del solsticio de verano”, comenta González.

La leyenda del Encanto, tras su paso por el registro de la Xunta, no feneció, sino que llamó la atención de los estudiosos y ganó dimensión. Los petroglifos, cuando mejor se aprecian es con luz rasante. En penumbra difícilmente se puede ver. Lo de As Fádegas no es fortuito. Los hombres que labraron aquellas huellas en el paso estrecho entre el río y el acantilado conocían el juego del sol. Las pisadas humanas desaparecen conforme la sombra avanza, igual que se esfuman los incautos que siguen a la encantadora hembra de la roca, y a su gallina y sus pollos, un símbolo este último que se relaciona tradicionalmente con las estrellas Pléyades. De esta sabiduría de antaño, en Ribadeo ha sobrevivido la leyenda.

El astrónomo del CSIC habla de otros casos: Los petroglifos de A Ferradura, en Amoeiro, se relacionan con los equinoccios, cuando el día y la noche duran lo mismo. En Campolameiro el número de puntas de los cuernos de algunos ciervos ayudaban, probablemente, a entender los ciclos de la luna y podían servir de referencia para ajustar calendarios. Los antepasados de la Edad de Bronce vivían con los ojos puestos en el cielo. Infinitamente más que sus tataranietos del siglo XXI.

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Respuestas a esta discusión

Me encanta esa "cazoleta" formando garra de oso con sus cinco uñas.  Gracias profesor Marco García Quintela es todo un hallazgo muy importante a desarrollar.

Lo  que sí es que uno queda verdaderamente encantado con esa preciosa historia muy castreña de la gallina choca (clueca) que puso huevos de oro y, además, de 18 kilates.

Es muy interesante.

Sí que es curiosísima esa cazoleta-garra, Abo. Todo un hallazgo de lo más original e interesante.

Hay que ver hasta qué punto la relación numinosa del hombre con los animales se muestra tan poderosa. 

Saludos

La gallina de los huevos de oro,de F.Alonso Romero

http://anuariobrigantino.betanzos.net/Ab2002PDF/2002%20063_076.pdf

Lo de garra de oso me encanta,pero creo que también en este campo  se debe de tener  prudencia ante los "unicum"(no sé si dice así).Quiero decir:a lo mejor se dió forma de garra a la cazoleta en  tiempos posteriores ,o se intentó hacer otra cosa distinta a una garra.Y al no haber-que yo sepa-más petroglifos o representaciones de,inequivocamente, garras de oso ,no se si esta se puede interpretar así con seguridad.

Por ejemplo:pudiera ser que una manera de labrar cazoletas grandes consistiera en trazar primero el perímetro a base de ángulos y proceder luego quitar estos.En la parte de abajo a la izquierda se vé lo que puede haber sido también un ángulo de estos.Para labrar la piedra se utiizan trucos de este estilo.

M.G Quintela parece que tampoco ha querido avanzar una interpretación,supongo que hasta no tener claro realmente de qué se trata.

Si fuera una garra de oso tendría preciosas interpretaciones :- )pero de momento..

Guillermo, un saludo.

De acuerdo con lo que comentas, pero a la frase:" ... la relación numinosa del hombre con los animales se muestra tan poderosa." , que ya digo: me gusta y está muy bien en conceptos más generales, yo la haría como mía para esto que estamos hablando con algún que otro matíz:  "la relación numinosa del hombre y su poder imaginario en la plástica rupestre para con los animales se muestra tan poderosa".

Una cosa es dar una opinión entre bastidores y otra mucho más seria es que desde la Universidad se digan cosas que la prudencia aconseja, o debiera, poner un poco de límite en darles nombres y "soluciones" a estas cosas del arte rupestre en que muchas veces no hay nada, solamente imaginación de la persona que se pone delante de ellos.   Sí hay que avanzar, pero con mucha cautela, precaución y eso sí con los pies en el suelo.  Digo lo de la Universidad, Guillermo, pues ya sabes que es mucha la gente que por el hecho de que la fuente proceda de un lugar tan importante, culturalmente hablando, de las aulas universitarias se lo creen a pies juntillas (con razón y asi debiera ser) y muy pocas veces no es así, de aquí que digo lo de mucha prudencia desde cualquier ámbito y mucho más desde la Universidad.   La interpretación de muchos petroglifos están aún en el aire para personas expertos en ello, no digamos para los demás, y pensando en plásticas desarrolladas por la mano humana que muchísimos de los "petroglifos" que se hablan ultimamente no tienen nada que ver y son fruto de las leyes físicas de la misma naturaleza.   A veces no es bueno el escepticismo pero, estarás conmigo, que el pasarse cinco pueblos por modernismo, estar de moda o un exceso de imaginación, se dicen cosas que ya, ya.  Espero, amigo Guillermo, cojas el lado bueno de mi comentario, no hay otro interés.  S2.

Maria, un saludo.

Estoy de acuerdo, esas leyendas de "gallinitas de oro", "trabes de oro y alquitrán", "moura peinando sus pelos de oro", "viejas que llevan en su cabeza una mesa (megalito)", "pasadizos subterráneos que van de castro tal a otro", "dejar, los moros castreños, una campana de oro donde vive la gallina de los huevos de oro", etc, etc, etc, entra dentro del folklore castreño y no dejan de ser leyendas que los especialistas se encargan de ir descubriendo ese poso que toda leyenda lleva y es real.  Fernando Alonso es uno de esos especialistas y además muy bueno desde mi punto de vista.  Pero es que lo de la... "garra de un oso"....primero, no es cazoleta pero da igual, es ....como muy imaginativo, fíjate en esas..."uñas" donde asoman un sin fin de grietas de la piedra donde facilita el corte natural de la misma.  

En fin, creo que mis comentarios nada positivo aportan a este tema donde la excesiva imaginación abstrata en la plástica rupestre de ciertas personas me desbordan ampliamente.  Lo redondo es redondo y lo cuadrado es cuadrado, lo que no puede ser es que lo redondo sea cuadrado y lo cuadrado sea al mismo tiempo redondo. 

En todo caso es muy posible que el exceso imaginativo en este campo sea necesario para el avance más menos científico en esto que se dió en llamar arte rupestre o cultura de los petroglifos. 

Un saludo a todos.

Hola Abo;entonces parece que a tí también te resulta un poco forzado lo de la garra  

 A mí me gustaría que fuera una garra de oso  pero,por eso mismo,me gustaría estar segura de que es una garra y no otra cosa. Pero   pienso más,como tú , en algo debido a la talla o a la naturaleza de la piedra.

Saludos a ambos

Buenas noches, mis muy estimados Abo y María:

Agradezco vuestros comentarios, pero debo deciros que me parece que no habéis leído con atención la noticia, y, en consecuencia, tampoco habéis valorado suficientemente el alcance del hallazgo del conjunto del petroglifo.

Veamos: podéis comprobar que en la noticia se dice que no sólo hay una especie de cazoleta con forma de garra de oso (el animal más plausible), sino cuatro en total, y que incluso es posible que haya otras por descubrir.

Es decir, no sólo hay una especie de cazoleta con forma de garra en el conjunto del petroglifo (es una pena que no tengamos fotos de las otras tres), y, por tanto, no cabe hablar o suponer que tales formas pudieran deberse a la casualidad de la naturaleza o a que se las interpreta de modo excesivo. Si sólo existiera una sola garra cabría poner más de un punto de sospecha sobre la misma, pero al ser una serie de cuatro no es pertinente proceder de tal modo. Esto es obvio.

Pero es que, además, tenemos en nuestro suelo español algunos ejemplos comparativos más de petroglifos donde se puede decir que se reflejan las garras de un posible oso (no es que sean muchos, pero tampoco es nada). Estos petroglifos de garras de oso (es decir, únicamente como tales) encontrados en Galicia no son algo inédito (por supuesto, en el resto del mundo hay bastantes ejemplos), si bien sí hay que admitir que es totalmente original una sucesión de podomorfos que acaban convirtiéndose en garras de oso (el profesor Quintela parece querer decir que existe otro ejemplo similar en un lago de Suecia. Por cierto, ¿alguien tiene información sobre esta referencia?).

Así, a bote pronto, recuerdo el petroglifo que se halla en el monumento megalítico llamado "Piedra Escrita", en Cenicientos, Madrid, y que analizó e interpretó (para mí con acierto) como una garra de oso precisamente la Dra. Canto. Puede verse al respecto sus interesantes artículos publicados en Celtiberia.net, aquí y aquí.

                                                   

                                

También tenemos una huella petroglífica de la planta de una un oso en Cebreros, Ávila, según puede comprobarse en este enlace:

Y otra más en Ávila (creo que en la necrópolis de La Osera), según vemos en este otro enlace:

Seguramente hay alguna más que se pueda traer a colación.


En definitiva, hay ejemplos que permiten realimentar las fundamentaciones o argumentaciones que se dan para interpretar los petroglifos que nos ocupan como posibles representaciones de garras de oso.


Sobre su trascendente significado final es, desde luego, sumamente complejo dilucidarlo a ciencia cierta. En eso estamos de acuerdo, Abo. Como del mismo modo estoy de acuerdo en que siempre conviene ser prudente en las interpretaciones. Sin embargo, hay una cosa clara. Los petroglifos con forma de garra de oso, o los que hacen referencia a cualquier otro tipo de animales, establecen, en muchísimos caso, una clara relación de carácter numinoso (religación) entre éstos y el hombre. Hay ejemplos a barullo en este sentido a partir del Paleolítico Superior y que llega -con sus distintas características- hasta la conformación y desarrollo de las primeras sociedades agrarias. Si no se admite tal relación numinosa del
hombre con los animales no se pueden explicar ni entender multitud de manifestaciones del hombre en las que están siempre presentes esos otros seres con los cuales interactúan o se relacionande muchas formas, es decir, los animales.

Por eso, Abo, si me lo permites, y con la mayor cordialidad, te diría que la frase que me sugieres como mejor a tu gusto, esto es "la relación numinosa del hombre y su poder imaginario en la plástica rupestre para con los animales se muestra tan poderosa", a mi juicio, para que tenga mejor sentido gramatical y conceptual con arreglo al mío, la reescribiría del siguiente manera:

"la relación numinosa del hombre para con los animales se muestra poderosa en su poder
imaginario de la plástica rupestre".

De todos modos, es posible que en el fondo coincidamos, tal como me comentas en otro lado. El escepticismo siempre es muy bueno (por lo que tiene de crítico), pero no conviene llevarlo a extremos esterilizantes.

En conclusión: a mi este conjunto petroglífico de podomorfos que terminan en garras de oso (a pesar de que sólo he visto una foto, me fío de lo que dice el profesor Quintela cuando afirma que no tiene dudas de que son representaciones de garras de oso) me parece un hallazgo importantísimo, singular y trascendental, todo un lujo, vamos, de primerísmo orden, por cuanto tiene de significación su elaboración.

No sólo es una garra de oso aislada, como en los ejemplos anteriores, sino que estamos ante varias, y lo fenomenal, lo trascendental, es que se configuran a partir de podomorfos muy claros, esto es, en una serie de podomorfos que se metamorfosean, por así decir, para acabar siendo garras de oso. Todo lo cual me sugiere múltiples aspectos interpretativos, pero siempre, como digo, dentro de las coordenadas mencionadas de la relación numinosa que los hombres venían manteniendo con los animales desde el Paleolítico Superior. Y si a eso se le añade que el conjunto se enmarca en un contexto donde lo astronómico le confiere unas particulares características, entonces ya no sólo diría que me parece poderosa la significación de la relación susodicha, sino poderosísima.

En fin, Abo, es como lo veo. No obstante, admito, como es natural, que todo se puede debatir y/o afinar matices.

Como siempre, un cordialísimo saludo a los dos, y encantado de dialogar con vosotros sobre estas cosas que tanto nos interesan.

Yo no he podido encontrar información sobre los petroglifos suecos, Guillermo. Es una pena, como lo es no tener más información sobre estos impresionantes petroglifos. Sería interesante tener una imagen más global del conjunto. Aquí hay alguna foto como esta relativa al hallazgo del 2011.

Y en este enlace un buen reportaje fotográfico aunque no hay más que una de la "garras", que debe tener un diámetro no mayor a 10 cm. Realmente nos dirán más si se palpan y los vemos in situ. Lo que a mí me llama la atención es que se interpreten como parte del mismo conjunto (los podomorfos y las cazoletas) y que solo haya encontrado fotografías de una de las "cúpulas".  Me ha llamado mucho la atención también que no se representan pasos ya que en realidad hay podomorfos en paralelo como otros paralelos. Estaremos atentos a la publicación de nuevas fotografías para poder valorar mejor. Gracias y un saludo a todos.

Si,Guillermo,es verdad que en el artículo dicen que hay cuatro.Habría que ver todas.De todas formas,como también decis tú y  Viriato,es una pena que no haya fotos del conjunto para poder valorar todo.

En cuanto a la relación de los humanos con los animales ,nadie la pone en duda. Lo único de lo que dudamos es de que eso sea una garra de oso,hasta más ver.Y no por falta de ganas de lo que lo fuera,al menos en mi caso.

Por otro lado,la garra  de Cenicientos que estudia Alicia.M.Canto,sería  una marca que indicaría la presencia de un bosque,es decir,que ,a mi modo de ver,no sé si sería el mismo contexto de estas otras "presuntas garras":-)entre podomorfos. Aunque también se piensa en general en los petroglifos como marcadores territoriales.

 ".....En el texto se están describiendo distintas formas de señalar en el campo terminationes (es decir, divisiones o límites), y entre ellas se cita ésta: Terminus sive petra naturalis, si branca ursi habuerit, lucum significat, esto es: "Si en un cipo divisorio o en una piedra natural se representara una garra de oso, significa (el comienzo de) un bosque", remitiendo a su fig. 250, que aquí reproduzco fig. 16

Leer más: http://www.celtiberia.net/articulo.asp?id=1681&cadena=garra%20d...


Leer más: http://www.celtiberia.net/articulo.asp?id=1681&cadena=garra%20d...

 Las otras dos que pones,pues es que no sé valorar si lo son o si pueden deberse a la casulalidad.

Me parece interesante lo que comenta Viriato,de que no son pasos,sino que están en paralelo,como en otros petroglifos.

En fin,a ver si van saliendo más fotos.Yo también estoy a la búsqueda de los petroglifos escandinavos .

Saludos a todos

Además,si   fuera  huella  de oso se parecerían más a las otras que has puesto,incluída la de Cenicientos ,en las que se señalan las almohadillas.

http://www.barbastella.org/mastozoologia/oso_pardo.htm

Aparte del asunto de la garra,los podomorfos son impresionantes

Muchas gracias Mariña Patrimonio! Excelente blog el vuestro. No es la primera vez que, al menos yo, hago una incursión en vuestra página. Os invitamos a formar parte de este grupo de apasionados de los petroglifos. Tan solo tenéis que pinchar en IR A en la parte superior. Estaremos encantados de vuestras aportaciones y comentarios. Saludos.

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