Foto: La investigadora Begoña González estudiando los petroglifos de Airoá (Chantada, Lugo).

Vía: La Voz de Galicia.es | Francisco Albo | 29 de junio de 2011

En todo el municipio de  Chantada sólo fueron catalogados hasta el momento dos conjuntos de petroglifos. Uno de ellos -la Peña de las Mentiras, en la parroquia de Vilaúxe- ya era conocido desde hace bastante tiempo. El otro se encuentra en la localidad de Airoá, en la parroquia de Pesqueiras, y fue inventariado por Patrimonio en  2009. El último grupo de tallas rupestres, sin embargo, sigue siendo desconocido incluso para los vecinos de las cercanías.

Los petroglifos de Chantada están siendo estudiados por Begoña González, licenciada en Historia del Arte, que cursa un máster de arqueología y realiza una investigación sobre los grabados rupestres del sur lucense. Según explica: "Los petroglifos de Airóa están entre menos conocidos, y ni siquiera los arqueólogos que trabajan habitualmente en esta zona tenían noticia de ellos".

Los grabados, añade González, presentan un diseño que permite encuadrarlos aproximadamente entre el tercer y segundo milenio antes de nuestra era, un período que correspondería al Calcolítico o a la Edad del Bronce. Consisten en incisiones redondas, del tipo conocidas como covinas o cazoletas, que se combinan con surcos rectilíneos profundamente tallados en la roca. Las inscripciones están repartidas en dos rocas situadas a pocos pasos una de otra, y a unos trescientos metros de las viviendas de Airoá.

Begoña González opina que en el municipio de Chantadacree deben exitir más conjuntos de petroglifos que nunca fueron inventariados. "Si exiten estos grupos en Airoá y  Vilaúxe, lo  normal es haya más por estas zonas, pero para localizarlos habría que hacer un rastreo prolongado por las  parroquias e ir preguntando a los vecinos que puedan saber donde hay rocas con grabados", señala. "Aquí nadie se ha preocupado de búsquedas como las que realiza en Sober la asociación O Colado do Vento, que ha logrado descubrir bastantes petroglifos en los últimos años", añade.

La investigadorea tiene previsto seguir trabajando sobre el patrimonio prehistórico de estas comarcas y contribuir a la catalogación de los elementos que están sin inventariar. "Pretendo estudiar no sólo los petroglifos de Chantada y de otros municipios de la zona, sino también túmulos y castros que siguen siendo muy poco conocidos", afirma.