Se realizaron dos excavaciones: en La Muela y La Zamora. Además, se creó una ruta para recorrer los yacimientos y un aula de interpretación en una antigua escuela - DL

Fuente: Diario de León.es | Crsitina Fanjul | 10 de noviembre de 2014

El desinterés, el olvido y el vandalismo se ceban con el aula de interpretación de los castros de Rioscuro, en Villablino, un proyecto que se llevó una partida de más de un millón de euros de los fondos de reactivación de las cuencas mineras. El proyecto acarreaba abrir un aula de interpretación de los castros, la realización de excavaciones en La Muela y La Zamora y la adecuación de rutas y accesos. Todo ello con la finalidad de convertir Laciana en un espacio para el arqueoturismo que generara rentabilidad social y económica.

El director general de Patrimonio, Enrique Saiz y la alcaldesa de Villablino, Ana Luisa Durán, se hacían la foto en este nuevo foco arqueológico el pasado 11 de diciembre de 2013. Saiz calificó entonces el proyecto como «un ejemplo a seguir» que ponía en valor el territorio. «Supone la aplicación de los fondos Miner a proyectos que son verdaderas alternativas en desarrollo de esta comarca».

Sin embargo, al día siguiente se cerró. Hasta hoy. Y lo peor es que nadie es capaz de decir cuándo se abrirá. Una sucesión encadenada de negligencias, quiebras empresariales y actos vandálicos están detrás de este escándalo que a nadie parece importarle. No parece raro cuando se observan las toneladas de estériles que la MSP estuvo vertiendo durante años hasta que la Comisión de Patrimonio mandó parar y del que los sucesivos gobiernos municipales han preferido desentenderse hipotecando con ello el valor medioambiental y la vida de los lacianiegos.

La historia

El ‘ejemplo a seguir’ comenzó a fraguarse en el 2008, año en el que se anunciaba una partida de un millón de euros con cargo a los Miner del 2006. El 30% de esa cantidad se destinó a la excavación del castro de la Muela, mientras que el 70% restante fue a parar a la ampliación, reforma y dotación del edificio. Dicho centro tendría cuatro salas para acoger el mundo celta, el mundo romano, distintos audiovisuales y una visión general sobre la historia de Laciana. Además, se anunció una ruta desde el castro de la Muela hasta el propio centro. Seis años después, nada. Los restos que descubrieron los trabajos arqueológicos en los yacimientos de La Muela y La Zamora están literalmente engullidos por la maleza, los elementos de la señalética han sido arrancados y, según ha podido saber este periódico, los proyectores que se habían adquirido para el centro de interpretación fueron robados días después de su inauguración.

Pero ahí no acaba la mala suerte de un proyecto que parece haber recibido mal de ojo. La Junta adjudicó el proyecto a una empresa que entró en suspensión de pagos antes de entregar la obra, con lo que los trabajos tuvieron que ser licitados y adjudicados de nuevo. Sin embargo, la fatalidad siguió cebándose con Rioscuro. La nueva adjudicataria termina la obra pero durante la tramitación de los boletines necesarios para abrir el centro, Industria exige a la Junta el visado del proyecto por el Colegio de arquitectos de León que la administración autonómica no tiene. Desde Patrimonio se asegura a DIARIO DE LEÓN que este visado es un trámite que «no se exige generalmente para los proyectos de la administración» y se asegura que estas «incidencias» se han solucionado ya. «Todo el expediente quedará cerrado este mes para que el Ayuntamiento pueda iniciar la gestión del edificio», añaden.

Sin embargo, y si bien nada tiene por qué poner en duda —un año después— que estos plazos se cumplirán, la pregunta es de dónde saldrá el dinero ahora para reparar los daños sufridos, qué sistema de seguridad se instalará para impedir que los ladrones vuelvan a entrar en el edificio que hace las veces de centro de interpretación y si el dinero público se invierte con sentido común.