Estudios sobre Oviedo (Obra completa de Juan Uría Ríu, III) Autor: Juan Uría Ríu Editorial: KRK y Universidad de Oviedo.
Sobre el origen de Oviedo

Vía: El Comercio Digital.com, 21 de diciembre de 2008

ADELANTO EDITORIAL

21.12.08 - Título: Estudios sobre Oviedo (Obra completa de Juan Uría Ríu, III) Autor: Juan Uría Ríu Editorial: KRK y Universidad de Oviedo Páginas: 1.005

Cuando se cumplen treinta años de su muerte, KRK y la Universidad de Oviedo sacan a la luz el que es el tercer tomo de las obras completas de Juan Uría Ríu. En esta ocasión, se trata de los escritos dedicados a Oviedo por el escritor e historiador que fue, además, cronista oficial de la capital del Principado. Prologa la obra la mujer que ahora ocupa precisamente ese puesto: Carmen Ruiz Tilve y EL COMERCIO adelanta hoy la primera parte de una pieza inédita que Uría tituló 'Origen de Oviedo'

Según las crónicas más antiguas de la Reconquista -la Albeldense y la de Alfonso III-, Pelayo y Favila fueron enterrados en Cangas y la primera afirma igualmente que Fruela I murió también en Cangas. Hasta el año de 768 en el que murió este último monarca las fuentes pueden ser interpretadas en el sentido de que en el valle asturiano de Cangas de Onís, en el que comenzó la Reconquista, se hallaba la corte de la monarquía.

Vamos a prescindir de momento del examen de los textos que afirman la fundación de Oviedo por Fruela I para exponer algunas consideraciones sobre los motivos que pudieron dar lugar al traslado de la corte a este lugar.

Las crónicas aludidas dejan ver, a pesar de su laconismo, que los movimientos militares de los primeros monarcas asturianos se dirigen principalmente hacia el oeste y el sur. Así vemos que Alfonso I invadió victorioso las ciudades de Astorga y León ocupadas por el enemigo; que su hijo Fruela yermó los campos góticos (Crónica Albeldense) y luchó con los árabes en el lugar de Pontumio, generalmente reducido a Puentedeume en Galicia. (Crónica de Alfonso III). Si lo tuvo que someter por las armas a los rebeldes en el monte Cuperio, que es el actual Cubeiro, también en Galicia (ibidem), y según el Albeldense: Jirmavit solium in Praviam, es decir, trasladó a Pravia la capital.

Los hechos referidos ocurren desde la muerte de Pelayo en 737 hasta pocos años antes de la de Silo, acaecida en el año 783. En los primeros años del siglo IX sabemos con toda seguridad que la capital del reino es Oviedo y podemos suponer que diez o doce años después de la muerte de Silo también lo era.

No podemos dudar de que el traslado de la corte de Cangas a Oviedo obedeció a razones estratégicas o militares y, probablemente, económicas. El rincón de Cangas de Onís alejado de Galicia y de Astorga y León, donde hemos visto que los primeros monarcas asturianos batallaron, ofrecía inconvenientes logísticos que era necesario evitar buscando un lugar mejor situado estratégicamente. Oviedo reunía condiciones favorables a una mayor flexibilidad y dinamismo para el esfuerzo militar. Se hallaba situado casi en el cruce de las dos comunicaciones más importantes de la provincia con Galicia y Astorga, es decir, con los puntos de donde podía amenazar el peligro.

Vías de comunicación

Desde la época romana, una vía procedente de Legio VII se internaba por las montañas de Pajares siguiendo un trazado más o menos aproximado al actual para llegar a Lucus Asturum, la actual Lugo de Llanera, generalmente considerada la población más importante de la región en la época romana. Un anónimo cosmógrafo de Rávena menciona antes de Lucus Asturum otra localidad que denomina Memoriana, que creemos estaría situada donde la actual Memorana junto a la Vega del Ciego, en el concejo de Pola de Lena. Allí aparecieron abundantes vestigios romanos de una villa, tal vez unas termas, y se descubrió un bello mosaico del que se hizo fotografía que conservamos.

Como los topónimos se repiten en todas las lenguas, podría ocurrir que la Memoriana a la que se refiere el Ravenate, se hallase situada en realidad en otra parte. Pero ello no invalida la afirmación que hemos hecho de que la actual Memorana fue en otro tiempo población romana, y el propio sufijo '-ana', lo mismo que la existencia de una Memoriana, nos hacen pensar que este topónimo sería derivado de un antroponímico Memorius para dar lugar a la tan conocida forma terminada en '-ana' que llevan muchos nombres de lugar procedentes de los de sus possessores latinos.

Siguiendo por consiguiente el valle del río Caudal, la vía romana pasaría hacia Lucus Asturum, no muy lejos de Oviedo, pues continuando el valle hacia el norte para llegar a Lugo de Llanera tenía que acercarse forzosamente más o menos a Oviedo. Otra vía natural muy antigua atravesó la provincia de este a oeste pasando también no lejos de Oviedo según resulta señalada por la situación de algunas iglesias de la Alta Edad Media y por ciertas menciones diplomáticas también medievales. Me refiero a la que desde Santander y Llanes penetra bien por el interior hacia Piloña o por la costa hacia Villaviciosa, confluyendo ambos itinerarios en el territorio de Siero. Las antiguas iglesias de Sariego, Vega de Poja, San Martín de la Carrera y San Martín de Argüelles, ya existentes por lo menos en el siglo x, acreditan la relativa antigüedad de este itinerario, que continúa siendo el principal medio de comunicación entre el oriente y el centro de Asturias.

Es posible que antes de la fundación de Oviedo continuase desde San Martín de la Carrea hacia Lugo de Llanera por la margen izquierda de los ríos Nora y Noreña. Antes de la construcción de la actual carretera de Torrelavega a Oviedo, pasaba por San Miguel de la Barreda, Balbona y Bobes, tomando luego hacia el sur para atravesar el Nora por el puente de Colloto.

Si iba directamente de Siero a Lugo en la forma que hemos dicho, se acercaba bastante a Oviedo al pasar por términos de Lugones. Al norte del Naranco, esta vía debía seguir un itinerario también antiguo desde Luso hacia Valduno, donde se han descubierto restos de un mosaico romano, y desde Valduno pasando el Nalón por algún puente debía continuar a Cabruñana (¿Villa Caprilia?), Cornellana (¿Villa Cornelia?) y Salas, antigua villa cuya iglesia de San Martín se remonta por lo menos al siglo IX.

Desde Salas continuaría rumbo a Galicia pasando por la antigua población de Tineo y junto al antiguo monasterio de Obona, a salir por Allande y Grandas de Salime hacia la provincia de Lugo. El mismo recorrido lleva en sus líneas generales la principal vía de comunicación que más directamente pone en contacto a Oviedo con Galicia.

De ninguna manera es admisible pensar que esta vía de comunicación responde a un estado de cosas posterior a la fundación de Oviedo, o incluso que es más bien una consecuencia del establecimiento de esta pequeña metrópoli. Se trata de una vía natural señalada por la geografía misma, cuya frecuentación habrá ido en aumento a medida que el pequeño Estado de los reyes de Asturias se organiza y consolida.

Otra antigua vía de comunicación procedente de Astorga y construida por los legionarios que allí vivieron en el siglo I de nuestra era, subiendo por la cuenca del río Luna hasta Torrebarrio, penetraba en Asturias por el puerto de la Mesa, y siguiendo con algunas pendientes y suaves curvas las partes altas de las laderas de los cordales de La Mesa, Cueiro y Porcabeza iba a salir a Grado por la sierra del Pedrorio, y también a Cabruñana, cruzándose en estos dos lugares con la anterior. Es la llamada viam de illos Lutos en documentos de los siglos XI y XII, vía de penetración que los ejércitos de Hixen I recorrieron en las postrimerías del siglo VIII y que creo haber sido el primero en señalar. El señor Sánchez Albornoz, cuya especialización en la historia del reino de Asturias es de todos bien conocida, la reconoció conmigo hace años aceptando mis hipótesis, incluso la de su origen romano, según consta en dos de sus publicaciones.

No hay seguridad en cuanto al punto de Asturias a donde se dirigía o terminaba esta vía. Pero su valor estratégico-militar y su dirección hasta Grado y Cabruñana hace pensar se prolongaría más hacía el norte ya en la época romana, tal vez hacia Lucus Asturum o alguna otra población litoral como la propia Noega romana, aún no identificada con seguridad.

La comarca de Oviedo aparece comunicada también con esta vía por un ramal que, partiendo de las proximidades de Cueiro, descendía hacia Linares y Tuñón, lugar este último en el que Alfonso III mandó edificar el célebre monasterio e iglesia dedicada a los santos Adriano y Natalia, desde donde se prolongaba con el nombre de carrale antiqua, según la denominan diplomas del siglo X, en dirección a Oviedo.

Es posible que antes de la fundación de la ciudad existiese ya este ramal, pues pocos kilómetros al norte, en el lugar de Lillo, existió una villa romana según acreditan ciertos vestigios arqueológicos allí encontrados.